miércoles, 15 de junio de 2011

PECADO ORIGINAL CAPITULO IV

LOS PERSONAJES PERTENECEN A STEPHANIE MEYER, LA TRAMA ES MIA
PROHIBIDA TODA REPRODUCCION PARCIAL O TOTAL DE LA OBRA

CAPITULO IV EL MEJOR REGALO DE TODOS

POV EDWARD



Subi las escaleras y me detuve enfrente de la puerta de bella.

Toc, toc, toque.

¿Ya estas dormida? Pregunte abriendo la puerta

No, pasa ¿necesitas algo? Me dijo ella parada a un lado de su tocador, el pijama que traía la hacía ver demasiado deseable, mostraba sus piernas, sus pechos se ceñían a la camiseta que llevaba y podía ver que no traía sujetador.

Si.

¿Qué cosa? -Me pregunto dirigiéndose a su cama.

A ti....- me acerque a ella y la bese, al principio trato de empujarme pero yo soy más fuerte así que no se lo permite, poco a poco ella se fue relajando en mis brazos.

Edward…Vete, esto no está bien. -Dijo ella alejándose.

No bella, no me alejes, le dije mientras acaricia sus piernas, la pijama que traía las dejaba al descubierto, al igual que su camiseta me mostraba la parte superior de sus pechos, la acerque más a mí.

¿No me quieres bella? Le pregunte mientras acariciaba una de sus mejillas

Si Edward, eres mi hermano. Ella acaricio mi rostro.

No bella, no quiero que me veas a si, mira al hombre bella, ama al hombre que te desea.

Edward por favor, vete.

No, le dije dejándola en la cama y poniéndome encima de ella.

Edward, la bese con fuerza, y atrape su cintura con mis manos, su piel era suave y tersa, ella se mostraba tímida, era lógico, jamás había estado con nadie, y jamás estaría con alguien, no podía permitirlo, porque ella era mía, solo mía.

Comencé a besar su cuello, mientras ella trataba de armar frases coherentes para decirme que parara, pero no lo haría.

Edward basta. Estas tomado. Dijo entrecortadamente.

Dijiste que me darías lo que quisiera bella, recuerdas, todavía es mi cumpleaños y te quiero a ti.

Metí mis manos por debajo de su camiseta y comencé a acariciar su piel, ella se removía debajo de mí. Llegue a sus pechos y los acaricie, jugué con su pezón con mis pulgares hasta que se volvieron unas duras piedrecillas, coloque una de mis rodillas entre sus piernas para crear fricción, ella gimió en cuanto frote mi rodilla contra su sexo.

Edward… me dijo mi niña.

No te resistas bella, sabes que tú también quieres que pase. Comencé a besar sus pechos por encima de la camiseta.

Edward… ella gemía mi nombre.

Te voy a hacer mujer bella, mi mujer. Le dije mirándola directamente a los ojos, ella cerró los suyos un instante, un instante que yo aproveche para colocarla encima de mí, ella soltó un gritito de sorpresa en cuanto nuestros sexos se rozaron.

Empecé a frotarla contra mí, ella solo agarraba el dobladillo de mi playera.

Edward…metí mis manos debajo de su camiseta y comencé a subirla, ella me ayudo alzando los brazos, y se la saque por completo, luego lleve mis manos a sus pechos y los apreté, ella gimió en respuesta.

Esto está mal me dijo agitada.

Eres hermosa. Me acerque a su rostro y la bese. Nos gire para que ella quedara debajo de mí nuevamente.

Edward… dijo ella en un susurro.

¿Qué? Le pregunte agitado.

Tu camisa pica. Me reí contra su cuello y me levante un poco para sacarme la playera. Ella se había rendido, porque me deseaba tanto como yo a ella, eso me hizo sentir poderoso.

Ella abrió los ojos como platos. No era la primera vez que me veía sin camisa.

¿Te gusta lo que ves?

Ella se sonrojo y giro el rostro a otro lado.

Mírame bella, ¿no te gusto?

Eres hermoso.

No, tú eres lo único hermoso aquí. Le bese de nuevo. Descendí por todo su rostro hasta llegar a su cuello y acaricie sus piernas lleve una de estas a mi cadera para embestirla encima de la ropa.

Edward… gimió en cuanto nuestros sexos volvieron a rozarse.

¿Te gusta amor?

mmm…

Te hice una pregunta bella, ¿Te gusta? Y la volví a embestir.

Siiii chillo.

Esto te gustara mas lo prometo. La bese de nuevo y comencé a bajar sus pequeños shorts junto con sus braguitas.

Me puse de pie y me quite los pantalones junto con el bóxer, ella me miraba mientras se mordía el labio. Me volví a colocar encima de ella. Y comencé a besarla, baje por su cuello y llegue a sus pechos, me lleve uno a la boca y ella gimió, llevo sus manos a mi cabello para acercarme más. Lleve una de mis manos para atender al otro pecho, y después invertí la acción. Mi niña gemía audiblemente, por suerte mis padres regresarían hasta mañana por la tarde, así que teníamos la casa para nosotros solos.

Deje sus pechos para dirigir mi atención un poco más al sur, separe sus piernas y exhale mi aliento sobre sus pliegues.

Edward…

Me atreví a mover un dedo por encima de ellos y recoger un poco de humedad, lleve el dedo a mis labios y lo probé, ella me miraba expectante.

Deliciosa, murmure y ella rio.

Baje de nuevo mi cabeza hasta su centro e introduje mi lengua, ella sabia exquisitamente, jamás en mi vida había probado algo tan delicioso.

Estas tan mojada, le dije, y es por mí.

Volví a lamber y ella gimió, tenia los puños cerrados fuertemente mientras aprisionaba las sabanas de su cama.

Introduje un dedo en ella y ella arqueo su espalda, lo moví un poco y ella gimió, así que lo seguí a haciendo mientras mis labios se ocupaban de su dulce botón, lo mordí un poco y ella gimió muy fuerte.

Edward por favor, me dijo. Tenía algunas gotas de sudor en su frente.

Me levante y la bese.

Seré cuidadoso lo juro, le dije mientras frotaba mi miembro en su entrada.

Edwa..rd ella respiraba entrecortadamente.

Entre en ella poco a poco, estaba siendo muy suave, pero se sentía jodidamente bien, ella es tan estrecha que, ¡Dios! Me moría por embestirla fuertemente y hacerla gritar mi nombre, pero no podía, es su primera vez y es la mujer que amo.

Empuje un poco más y ella se tenso.

¿Te lastime?

Duele, me dijo con lágrimas en sus ojitos.

Pasara lo prometo. La bese para que se tranquilizara un poco, entre un poco más, hasta que tope con su barrera, empuje un poco mas hasta que se rompió, ella se quejo un poco y yo me quede inmóvil para que se acostumbrara a nuevo huésped. En un momento ella movió sus caderas y yo comencé a moverme también.

Te –embestida-amo-embestida-bella.

Yo… yo.. tam..bien. Me dijo entrecortadamente.

Me lleve uno de sus pechos a la boca y ella acariciaba mis cabellos.

Empecé a moverme un poco más rápido y ella gimió a un mas, se sentía también tenerla así.

Eres-embestida-tan-embestida-estrecha.

Eres hermosa, jamás dejare que alguien más te tenga así, eres mía bella, dilo.

Edward…

Dilo, le dije empujando más fuerte

Soy… tu..ya.

Más fuerte bella, di mi nombre.

Edward!!

¿Te gusta bella?

Sii, me dijo.

Eres deliciosa amor, le dije. Ella solo gemía mi nombre entre suspiros.

Edward!!! Sentí que sus paredes se estrechaban a un mas haciendo casi imposible mi penetración ella cerro fuertemente los ojos supe que su orgasmo había llegado y tras unas estocadas mas yo también me vine. Descanse mi frente en la suya, le bese.

¡Feliz cumpleaños! Me dijo.

Gracias, Eres el mejor regalo que he tenido. Salí de ella con todo el cuidado posible, la recosté en la cama y la cubrí con las sabanas, me acurre a su lado y puse su cabeza en mi pecho.

Le acariciaba el brazo y los cabellos.

¿En qué piensas? Le pregunte.

En nada, bueno si, en lo bien que se sintió, y en lo mal que estuvo.

Levante su mentón y sus ojos me miraron buscando respuestas.

No me arrepiento bella, no puedo porque te amo, siempre lo he hecho, y deseaba hacerte el amor desde hace mucho.

Edward… ella comenzó a sollozar y se acurro más en mi pecho,

Lamento hacerte esto amor, sé que es difícil, si lo que dice el tío Charlie es cierto, haría lo que fuera por que solo mi alma se condenara para que tú puedas ir algún día al cielo aun que yo arda en el infierno.

No puedes pretender que entre en un sitio donde tú no vayas a estar, porque esa es mi definición del infierno. No quiero ir al cielo, si tú no puedes estar en el. Me dijo mientras las lágrimas bajaban por sus mejillas.

Te amo. Ella siguió sollozando un rato más hasta que se quedo dormida.

Inspeccione su cuarto con la mirada, nuestra ropa estaba toda tirada en el suelo, De hecho mis bóxer se encontraban en la silla de su escritorio, observe todo hasta que di con una foto colgada en la pared, una foto familiar. En ella estaba mamá, papá, bella y yo.

¡Dios! ¿Por qué tenías que hacerla mí hermana?

Mi vista viajo hacia la mesita que estaba al lado de la cama, vi la biblia, y luego mire a mi ángel.

Si mi alma es el precio que hay que pagar por estar junto a ella, que así sea.

Edward… te amo. Susurro mi ángel dormía.

Yo también mi sol, más que nada. Le bese la frente y poco a poco me fui sumergiendo en la inconsciencia.

3 comentarios:

nydia dijo...

dios mi niña pero me historia me encanta y a la final ella cedio a sus deseos sin importar que sean hermanos.....Me encanta....Besos..

gabita_as dijo...

wao espero que no sean hermanos, gracias por publicar la historia nuevamentes :)

Unknown dijo...

Podrías mandarme ese capítulo a mi correo, please? a paholitarbd@hotmail.com

ORACION A MI SEXY VAMPIRITO

Edward de mi guarda
De mi sexy compañia
Bebete mi sangre
De noche y de Dia
Hasta que caiga en tus brazos
Y sea tu marca de heroina