lunes, 23 de abril de 2018

Capitulo 24 No esparaba Enamorarme de Ti


Capitulo 24
Isabella

Esa noche, regresé a la caravana tarde, agotada y llena de polvo. Todavía no había sido capaz de asimilar todo lo que Jessica me había contado. Al principio, fui incapaz de aplacar la oleada de alegría y alivio que recorrió mi cuerpo. Pero ahora… Ahora me sentía enfadada y herida de nuevo. Si no había dejado a Jessica embarazada, si ni siquiera se había acostado con ella, ¿por qué me había herido de esa manera? Literalmente me había roto el corazón, minado mi confianza. Había tardado años en superar lo que había sufrido y, si era sincera conmigo misma, no lo había conseguido por completo. Y todo, ¿por qué? ¿Solo para que aceptara la beca y me marchara? ¿Por haber sugerido que prefería que la disfrutara él? ¿Por eso me había hecho sufrir? ¿O lo único que quería era que me fuera del pueblo? ¿Le preocupaba que tratara de desarrollar una vida con él aquí, en Dennville, en lugar de aprovechar la oportunidad que se me había presentado? Estaba claro que lo que hizo había funcionado. Prácticamente me había largado el mismo día que me rompió el corazón. ¿Podría llegar a perdonarlo por ello? ¿Por el dolor que todavía sentía bajo la piel por una traición… una traición que ni siquiera era real? Y, si no era real, ¿por qué seguía doliéndome? Porque él había querido que me marchara y no me había amado lo suficiente como para intentar venir conmigo.

Capitulo 25 No Esperaba enamorarme de ti


Capitulo 25
Edward

El sol entró por mi ventana demasiado pronto. No había sido capaz de pegar ojo después de volver a casa, ducharme y meterme en la cama, a pesar de que estaba agotado. Lo cierto era que no había podido dormir bien desde que Isabella regresó al pueblo.

«Isabella».

Me dio un vuelco el corazón. Tenía que contarle la verdad. Había estado a punto de hacerlo la noche anterior, pero no me pareció el momento adecuado. ¿Cómo íbamos a hablar de cualquier cosa sentados en los escalones de la caravana, en la oscuridad de la noche? O quizá solo era un cobarde. Esperaba —tenía la firme esperanza— que si me disculpaba, si sabía la verdad, ella encontraría la forma de perdonarme.

ORACION A MI SEXY VAMPIRITO

Edward de mi guarda
De mi sexy compañia
Bebete mi sangre
De noche y de Dia
Hasta que caiga en tus brazos
Y sea tu marca de heroina