Capitulo 5
Fondo bullicioso
Edward
Casi no reconozco a Isabella
cuando entró al café. Su cabello estaba muy bien arreglado y rizado, y su
camiseta de algodón rojo se aferraba a cada curva de su pecho, haciendo que se
destaque de una forma extraña. Tal vez fue porque nunca la había visto con
tacones es la razón por la que sus piernas lucían más largas bajo su falda
blanca.
―¿Qué? ―dijo,
mirándose a sí misma cuando llegó a la mesa.
―Nada, es sólo que es
la primera vez que te he visto lucir bien ―respondí, bebiendo mi café.
―¿Cómo es posible que
me alagues y me insultes al mismo tiempo? ―Frunció el ceño, a punto de tomar
asiento, cuando mi madre regresó. Por alguna razón, ella se puso de pie de
nuevo.
―Por favor, no te
preocupes por mi hijo, no estoy segura dónde fueron sus modales ―dijo,
colocando una taza humeante delante de Isabella―. No sabía qué beberías, así
que, es sólo capuchino. Espero que no te importe que haya ordenado, la fila
estaba larga.
―No, está bien.
Muchas gracias ―respondió cortésmente.
Podrías pensar que
ella es la que está por pedir un favor.
―¿Ha dicho que ha
estado intentando contactarse conmigo?
Mi madre sonrió con
tristeza, mirándonos.
―Sí. Nunca me di
cuenta de que estaríamos conectados por esto.
―Mi madre es la jefa
en el hospital, y se preguntaba si podrías pintar un mural ―dije, tratando de
acelerar las cosas.
―¿Un mural?