lunes, 22 de abril de 2019

No puedo amarte Capitulo 16


Capítulo 16

Edward
Puedo sentirla. Sus cálidas piernas moviéndose sobre las mías entre las sábanas, y está caliente y húmeda entre sus piernas mientras se mueve sobre mí. Agarro sus caderas y le doy la vuelta, quitándole las bragas, zambulléndome y tomándola en mi boca.

Dios, sus gemidos son tan dulces y no quiero irme nunca de esta cama. No quiero hacer nada más que sentirla y saborearla, hacerla sonreír y sudar y correrse. Es mía.

Pero de repente abro mis ojos, parpadeando ante la tenue luz de la madrugada.

Estoy solo, y respiro profundo, persiguiendo su olor en mi sueño.

Cierro mis ojos.

—Jesús. —Jadeo, lamiendo mis labios.

No puedo amarte capitulo 17


Capítulo 17

Bella
—Hiciste la salsa de tacos, ¿verdad?

Asiento, navegando en mi Instagram desde el asiento del pasajero.

—Sí.

—¿Y los rollitos de jalapeño envueltos en tocino? —pregunta Pike.

—Sí —refunfuño—. Acabas de preguntarme hace como diez minutos.

Se calla por un momento, conduciendo a través de un vecindario no muy lejos del nuestro.

Quiero decir, el suyo.

Nuestro.

No puedo amarte capitulo 18


Capitulo 18

Edward
Maldita sea ella.

Maldita sea. No me voy a detener. A la mierda. No puedo.

Siguió presionando y presionando, presionando todos mis botones, todo lo que sabía me traería a esto, y yo quería que lo hiciera. En el fondo de mi mente, siempre supe que no podría no tenerla.

Agarro su trasero y caemos en su cama. Abre sus piernas y se sienta a horcajadas sobre mí, nuestros labios nunca rompen el contacto. Amo su boca. Caliente y dulce, y se burla de mí con esa lengua, meneando y deslizándose de maneras que me vuelven loco.

—Odiaba sentirme así. —Jadea.

—¿Así cómo? —Deslizo mis manos sobre ella, agarrando y apretando mientras respira por mi boca y me aprieta, poniéndome dolorosamente duro.

—Celosa —dice.

No puedo amarte capitulo 19


Capitulo 19

Bella
Presiono las piedras en el escalón con mi pico y tomo el pegamento, echándolo en las grietas para unir las piezas del modelo. Siento la urgencia de mirar de nuevo el reloj del microondas pero me retengo, sabiendo que no han pasado más de dos minutos desde la última vez que lo miré.

Son pasadas las seis y Edward llega tarde. Rara vez llega tarde.

Aunque, mientras pasan los minutos siento mi temperamento bullir, porque tampoco ha llamado y específicamente me pidió que estuviera en casa. Esto no se parece a él, pero sí muy parecido a cada tipo que he conocido. Soy la chica que pueden tratar como basura y hacerla esperar porque lo acepto.

Por un tiempo, de todos modos.

ORACION A MI SEXY VAMPIRITO

Edward de mi guarda
De mi sexy compañia
Bebete mi sangre
De noche y de Dia
Hasta que caiga en tus brazos
Y sea tu marca de heroina