Capitulo 6
Edward
Estuve de un humor
pésimo toda la mañana. Pensándolo bien, mi ira empezó a surgir en algún momento
la noche anterior. Justo en el momento en que la mujer con cuerpo de diablo y
rostro de ángel, me dijo que preferiría estar en una cita con algún imbécil que
la llevara a un funeral, a que yo la invitara a salir.
Si no tuviera una
reunión temprana esta mañana, me habría metido en ese tren y le diría
exactamente quién era yo. Mirando la imagen de sus deliciosas tetas en mi
teléfono de nuevo, me di cuenta de exactamente quién era yo...
más o menos un acosador, últimamente. Y eso me molestaba aún más. A la
mierda ella y su cita.
—¡Rebecca! —Presioné
el intercomunicador y esperé que mi secretaria respondiera.
Nada.