CAPÍTULO 7
Isabella despertó, sintiéndose un poco desorientada. Se levantó de la cama y miró parpadeando la luz del sol derramándose a través de las persianas de madera de roble. La sábana se había caído de su pecho hasta la cintura, dejando al descubierto sus desnudos pechos. Su corazón comenzó a golpear mientras lentamente miraba por la habitación.