Capitulo 22
Isabella
Esa
semana no volví a ver a Edward. No era que me lo hubiera encontrado
exactamente, al menos pensaba que él no me había visto, pero me propuse
mantenerme alejada de todos los lugares en los que podía estar, y la lista
incluía la calle mayor.
El
día que lo vi había aparcado a un lado de la carretera y me había quedado
veinte minutos dentro del coche, intentando recuperar la calma. Luego me había
recompuesto como pude y me dirigí al solar donde iba a construirse la escuela. Jacob
ya estaba allí, esperándome.
—¿Edward?
—me preguntó en cuanto me vio la cara. Al ver que asentía, me rodeó con sus
brazos.
No
era justo, pensaba que Edward ya no me podía hacer sufrir y, de repente, lo
veía en la calle brevemente y me quedaba hecha una piltrafa. Así que sí, dar
rodeos para no toparme con él podía ser una cobardía lamentable, pero, al menos
de momento, prefería ser una cobarde. Esconderse dolía menos.