Capítulo 5
Me
pregunté si habría suficiente luz para poder ver algo, pero no necesitaba
preocuparme. No había luna en el cielo, por supuesto, ya que estábamos sobre la
luna, pero Zeus reflejaba la luz del Prometeo hermosamente, iluminando nuestro
camino.
Mordisqueamos nuestras barras
de proteína y MacCarthy me guió por uno que otro sendero, señalándome los
diversos edificios y dejándome saber la manera más sencilla de llegar a mis
clases.