Capítulo 5
Edward caminaba de aquí para allá sobre las deterioradas maderas del piso de la taberna oscura la mañana siguiente. Varios clientes roncaban alejando la indulgencia excesiva, mientras el reloj que colgaba torcido sobre el muro marcaba el tiempo con el rítmico taconeo de las botas de Edward. Volvía la mirada una y otra vez hacia las escaleras que daban a las habitaciones superiores, desde donde Bella aún no había aparecido.