lunes, 20 de mayo de 2019

Capitulo 26 No puedo Amarte



Capítulo 26

Edward

Respiro profundamente y lo sostengo mientras tomo la perilla de la puerta de Grounders. Intenté llamar a Tanya, e incluso volví a The Hook pero no pude encontrarla. Entonces, Esme es, supongo. Estoy seguro que es una pérdida de tiempo, la mujer me ha odiado desde que me conoció, pero estoy desesperado.

Abriendo la puerta, entro, la música y el olor a comida frita me atrapan inmediatamente. Esme está detrás del bar con solo tres clientes frente a ella, y miro alrededor, viendo algunas mesas llenas pero la mayor parte vacías. Es un lunes por la noche bastante tranquilo.

Trueno mi cuello, preparándome mientras me acerco al bar.

Ella me ve de inmediato y deja de secar el vaso mientras endereza su espalda.

—Tanya, ¿puedes servirle a ese hombre? —dice.

Miro al otro extremo y observo a la hermana de Isabella inclinándose sobre éste. Debe estar cubriendo los turnos de Isabella mientras no está.

Su cabeza descansa en sus manos mientras habla con un cliente, pero en cuanto sus ojos se encuentran con los míos, se endereza y su sonrisa se desvanece.
Esme comienza a alejarse.

—Espera —digo, deteniéndola—. No voy a quedarme.

—Bien.

—Yo solo…

—No voy a decirte dónde está —me interrumpe.

Capitulo 27 No puedo amarte


Capítulo 27

Bella
Un año después

—¡Aprenderé por mi cuenta si dejas de revisar hasta el último detalle! —regaño a Edward, intentando apartar sus manos de mis manillares.

Está sentado detrás de mí en mi nuevo cuadriciclo y pisa el acelerador, impulsándonos fuera del desfiladero y el barro. Jadeo, recostándome contra él y mi estómago cae a mis pies mientras aferro sus antebrazos para estabilizarme. Me rio.

—Bueno, si llevaras el casco… —dice.

—Pero no puedo ver con el casco.

Estamos enlodándonos. No es como si estuviéramos yendo a una velocidad de cincuenta y seis kilómetros por hora ahí fuera. No necesito un casco para esto. Y además, sólo estoy aprendiendo a usar el cuadriciclo hoy. Tendrá suerte si subo a diecinueve kilómetros por hora.

Epilogo No puedo Amarte


Epilogo

Edward
Nueve años después

Un trueno perfora el silencio y despierto con un parpadeo mientras los rayos destellan en la habitación. Suspiro, frotándome los ojos con mi pulgar e índice.

Más lluvia, maldita sea.

Nop. No es mi trabajo preocuparme por ello durante las siguientes dos semanas, así que no voy a hacerlo. Emmett puede encargarse, tengo que creer eso.

ORACION A MI SEXY VAMPIRITO

Edward de mi guarda
De mi sexy compañia
Bebete mi sangre
De noche y de Dia
Hasta que caiga en tus brazos
Y sea tu marca de heroina