Capitulo 7
Isabella
Las
lágrimas comenzaron a brotar antes de que hubiera dado tres pasos fuera del
instituto. La repentina explosión de frío fue como una bofetada en la cara. Me
pareció que era la versión física de lo que acababa de experimentar
emocionalmente, frente a casi todos mis compañeros y un buen número de padres.
Me sentía humillada y profundamente avergonzada. Corrí más rápido, con el viento
golpeando mi piel como si fueran cuchillas de afeitar mientras mis pies se
deslizaban por la carretera helada.
—¡Isabella!
—Oí que me llamaban. Edward. El estúpido de Edward, que se había sentado a dos
asientos de mí en el salón de actos y había permitido que una muchacha le
acariciara por debajo de la cazadora en la oscuridad. No tenía derecho a
sentirme tan dolorosamente celosa. Y, sin embargo, así había sido. Ni siquiera
había querido besarme. Había dejado muy claro que no quería tener nada que ver conmigo,
pero verlo con otra chica me había hecho sentir un dolor casi físico. Me habían
entrado ganas de llorar y estrangularla… O a él. O a ambos. No estaba segura. Y
no tenía derecho a hacerlo. Yo no era nadie para él. Durante toda mi vida solo
había sido eso, una don nadie. Mi vida era insignificante y poco valiosa. Y eso
dolía.