Capitulo 13
Isabella
Al
día siguiente me fui temprano, me puse la ropa tiritando por el frío aire de la
mañana y besé a Edward para despedirme mientras dormía. No había tenido más
pesadillas y no quería despertarlo. Habíamos estado despiertos la mayor parte
de la noche. Un cálido rubor me cubrió la piel mientras revivía lo que habíamos
hecho en su cama. Me moría de ganas de bucear de nuevo debajo de las mantas y
volver a sentir cada experiencia otra vez. Pero no sabía a qué hora estaría Alice
en casa, y quería estar allí cuando llegara con mamá. Así que me escapé de casa
de Edward lo más silenciosamente que pude, cerrando la puerta a mi espalda.
Dejé
allí el árbol de Navidad. Caminé por la nieve hasta la caravana, tiritando de
frío. Esta mañana el mundo me parecía diferente. El frío era más frío, el aire
más fresco, los pinos más fragantes, el azul del cielo todavía más brillante.
Me sentía viva.