Capítulo 14
El estofado de
cola de s’roth estuvo delicioso, jugoso y delicado al mismo tiempo. Fue claro
ver porque Edward había descrito al s’roth como una combinación entre una vaca
y un árbol. La pulpa tenía la consistencia de la carne y los vegetales
combinados de algún modo en uno. Lo encontré extraño pero sabroso y muy
agradable.
El baño de más
tarde tampoco estuvo malo, aunque fue un poco difícil encontrar un traje de
baño para mí. No podía usar uno de Edward, por supuesto, y no tenía uno propio.
Al final la madre de Edward hizo un “bañador” con lo que dijo había sido uno de
Edward cuando él era de mi tamaño. A juzgar por los personajes de caricatura
impresos en la colorida y holgada tela, debió haber sido mucho más joven cuando
era del tamaño del que yo era ahora. El bañador era un short sin entalle que
llegaba bajo mis rodillas. Escondía bien mi entrepierna, de lo que estaba
agradecida, pero aun así tuve que insistir en usar una camiseta.
—Estamos sólo
nosotros ahora, ya sabes. —Señaló Edward mientras registraba mi bolsa, buscando
una camisa que fuera lo suficientemente liviana para usar mientras quedara
sumergida en el agua y también lo suficientemente gruesa para cubrir mi pecho
vendado—. No tienes que ser tan discreto.