Capítulo Ocho
Aunque había tardado en dormirse, Bella se levantó una hora antes a la mañana siguiente. Mike la había llamado cuando ya estaba acostada. Su padre la había avisado, pero no quería volver a ver a Edward y le había pedido que le dijera a mike que la llamara al día siguiente.
Estaba haciendo las tostadas cuando sonó el teléfono. Su padre seguía acostado. Se limpió las manos y contestó.
-¿Isabella?
La voz era masculina y familiar, pero no consiguió re¬conocerla.
-¿Sí?
-Soy Carlisle Masen. Bella, siento molestarte, pero, ¿po¬drías venir a casa? No sé lo que le pasa a Edward.