Capitulo 23
Cinco pequeñas palabras
Edward
Estaba sentado en el
porche cuando una cerveza apareció frente a mí.
―Gracias ―le dije a Charlie.
Se sentó a mi lado,
sin decir una palabra.
Era nuestra última
noche antes de regresar. Habían preparado una cena junto al lago, e incluso me
las arreglé para encender la fogata. Al igual que en la primera noche, el cielo
estaba cubierto de estrellas.
Isabella jugó con
Taigi, persiguiéndolo alrededor de la fogata. Había pasado el día mostrándome
todo Cypress. Tenía casi una cosa de todo: un cine, una tienda de comestibles,
un centro comercial, y en cada uno, me di cuenta de cómo todos le daban la
bienvenida, ya fuera con un abrazo, un beso o cosas gratis. Cada uno de ellos
también le agradeció el dinero que les había prestado; incluso había ayudado a
financiar un nuevo centro de artes para la secundaria.
―Sabes que todavía no
me agradas, ¿verdad? ―me dijo, abriendo su lata y atrayendo mi atención.
―Sí. Tal vez cuando
volvamos la próxima vez, te convenceré más ―respondí, tomando un trago.
―Nunca va a suceder
―murmuró.