Capitulo
21
Me volteé y me encontré con los ojos ahumados, brillantes
incluso en la oscuridad del club. El latido de mi corazón era tan intenso,
parecía que se peleaba con el bajo de la acelerada música. Todo a mí alrededor
parecía desvanecerse tras la realización de que Edward estaba justo frente a
mí, sosteniéndome como si él supiera que su presencia me hacía temblar hasta el
punto en que podría colapsar y necesitarle por equilibrio.
Mi voz estaba temblorosa. Me sentía tan nerviosa que mi
primera pregunta fue una tonta.
—¿Qué pasó con tus gafas?
—Lentes de contacto esta noche.
—Oh.
Finalmente, el shock empezaba a desaparecer lo suficiente
para mí intentar preguntar algo que tuviera sentido.
—Tengo un millón de
preguntas. ¿Cómo llegaste aquí? ¿Cómo me encontraste? Cómo…
—Cállate, Bella. —Su boca caliente envolvió mis labios e
interrumpió bruscamente todas las otras preguntas. Me devoró con abandono
imprudente. Si había alguna pregunta sobre dónde se quedaron las cosas entre
nosotros, la sensación posesiva de este beso, la forma que presionó todo su
cuerpo contra el mío, lo aniquiló.