Capítulo 23
Edward
—Puse sábanas y mantas en el sofá —le digo, caminando hacia la cocina—. El
refrigerador está lleno. Siéntanse como en casa.
Jacob y su madre me siguen adentro, la puerta de entrada se cierra y todo
menos hospitalidad fluye de mi voz. Jacob es más que bienvenido, pero me
encantaría ponerla en un hotel si pudiera.
Sin embargo, me está dando un viaje de culpa.