Capitulo
15
Chicos,
sea lo que sea por lo que me están mirando así, yo no he sido —dije
automáticamente cuando entré en casa el sábado por la tarde y mis padres
levantaron la mirada de su silenciosa conversación con los rostros serios.
Mis
padres me miraron con recelo.
—Conoces
el toque de queda de la ciudad, ¿cierto? —preguntó mamá. Miré
el reloj y fruncí el ceño.
—A
menos que se hubiera adelantado cinco horas, creo que llego bien.
—No
necesitamos tu sarcasmo, Isabella.
Mamá
sólo usaba mi nombre completo cuando realmente se enojaba. Intenté recordar las
últimas horas. No había hecho nada que creyera digno de ser pillado.
—Bueno,
¿por qué están enojados conmigo? No es culpa mía que algún sicópata quiera
agarrarme y apuñalarme en cada centímetro cuadrado de mi cuerpo.
El
rostro de mamá palideció.