Capitulo
33
Edward
A unas pocas cuadras
de donde estaba Isabella, me tropecé con un viejo vagón de tren rojo que resultó
ser una cafetería. Sonriendo, decidí entrar y tomar una taza de café. Había
caminado toda la mañana y luego de vuelta a la playa durante horas esperando
oír de Isabella. Algo de cafeína definitivamente era necesario si quería tener
la resistencia para ir tan duro como planeaba cuando finalmente tuviera a mi
mujer de nuevo en mis brazos.
—Quiero un café solo,
grande —dije a la camarera mientras me deslizaba en la cabina. Todo el interior
del restaurante estaba modernizado para funcionar como cafetería, aun así, gran
parte del interior original de vagón de ferrocarril estaba intacto. Estaba sentado
en un asiento auténtico de tren cuando mi teléfono vibró en mi bolsillo. Ver el
nombre de Isabella en la pantalla hizo que todo mi cuerpo al instante saltara a
la vida. Lo rocé para abrir y me sorprendí al descubrir que no era un mensaje
en absoluto.
Era una foto. O fotos,
en realidad. Unas muy inesperadas. Una foto de sus hermosas tetas, una foto
de sus sexys piernas, y una foto de su muy follable trasero. Las tres tomas
eran similares a nuestro primer intercambio de mensajes, las fotos que
había dejado en mi teléfono cuando salió de mi oficina furiosa. Pude ver
que estas fotos fueron tomadas recientemente por las líneas de bronceado
que ahora marcaban su piel. Me estaba sacando el dedo medio entre su
clavícula esa primera vez, faltaba notablemente en las nuevas fotos. Las
guardé en mi iPhone y le respondí de inmediato.