jueves, 21 de mayo de 2020

capitulo 19 Corazones Oscuros


CAPÍTULO 19
El año nuevo no había convertido a Edward en un hombre nuevo, pero al menos estaba comiendo más, duchándose a diario y, en general, funcionando como una persona adulta. Gracias a Eleazar. Y a dos sesiones a la semana con el doctor Ward durante las últimas tres semanas. Y a las maravillas de los fármacos modernos.

Básicamente, se sentía como si estuviera escalando lentamente una cuesta empinada, cargado con un pedrusco enorme a la espalda; pero al menos estaba progresando. Eso en sí ya era una victoria. Y estaba intentando acordarse de felicitarse cuando hacía algo bien. Poco a poco, joder. Se trataba de ir poco a poco.

Capitulo 20 Corazones Oscuros



CAPÍTULO 20

Tumbado en la Cama en su día libre, estaba dándole vueltas a algo que su psiquiatra le había dicho durante su última visita: «Encuentra maneras de cerrarle la puerta al pasado».

 

Edward llevaba días pensando en ello, intentando encontrar la manera de hacer lo sugerido para poder empezar a mirar hacia delante, en vez de concentrarse en el pasado. Era lo último que necesitaba aclarar antes de sentirse preparado para perseguir lo que de verdad anhelaba.

 

Isabella Swan.

 

Su mirada se desvió hacia el osito de peluche que reposaba en su mesita de noche, el mismo que Isabella le había regalado para que se recuperara. Durante todas esas semanas, Edward lo había tenido cerca (bueno, no había dormido con el maldito osito porque era un hombre de veintiocho años, al fin y al cabo), pero le gustaba tener al lado algo que ella había tocado.

 

Capitulo 21 Corazones Oscuros




CAPÍTULO 21

Al salir de la visita al médico de los cuatro meses, Isabella supo que había llegado la hora: tenía que darle la noticia a Edward. Se haría otra ecografía en dos semanas, y no había ningún motivo para seguir demorando la conversación, excepto el hecho de que se ponía nerviosísima solo con pensar en ello.

 

Conduciendo mientras caía la noche, Isabella se dirigió a casa de Edward. Esta no era una conversación que pudiera sostener por teléfono o correo electrónico. Tenía que decírselo cara a cara; no solo porque era lo correcto, sino también porque necesitaba tener a Edward delante. Para comprobar que estaba bien. Para verlo reaccionar a la noticia. Necesitaba verlo y punto.

 

Porque Edward Cullen era un dolor que tenía dentro y que no desaparecía.

ORACION A MI SEXY VAMPIRITO

Edward de mi guarda
De mi sexy compañia
Bebete mi sangre
De noche y de Dia
Hasta que caiga en tus brazos
Y sea tu marca de heroina