Capitulo 26
Isabella
Me
quedé inmóvil después de que Edward saliera de la biblioteca. No estaba segura
de qué pensar…, de qué sentir. ¿Qué había hecho? ¿Qué habíamos hecho? ¿Estaba
valorando realmente la posibilidad de empezar algo con Edward? ¿De verdad
estaba dispuesta a arriesgarme a amarlo de nuevo? ¿Había dejado de amarlo en
algún momento realmente? ¿Me había despojado de verdad de los pantalones y me
lo había cepillado contra la estantería? Gemí y me llevé una mano a la frente.
No sabía qué hacer.
Se
abrió la puerta de la biblioteca y entró Jacob.
—Hola.
¿Estás bien? Tienes mala cara.
Gemí
por lo bajo.
—Creo
que estoy mal, sí. Por desgracia, no existen medicamentos para mi dolencia.
—He
oído que consumiendo heroína no te duele nada.
—Tranqui,
colega. No tengo pensado automedicarme con sustancias ilegales por el momento.
Sin embargo, el quid está en «por el momento».