martes, 12 de septiembre de 2017

Dulce Asesino Capitulo 4


La historia no es mía es una adaptación 


 Los personajes son propiedad de Stephanie Meyer
CAPITULO 4
El lunes por la tarde, Rosalie se pasó una buena media hora sentada en el porche de Edward, coqueteando con él sobre sodas. Admitiré que los observé, pero no porque estuviese espiando a Edward. Simplemente encontré divertido ver a Rosalie fallar miserablemente sus intentos de enganchar al chico ardiente —y, no obstante, espeluznante— del otro lado de la calle.

Edward parecía disfrutar de su compañía lo suficiente, pero no actuaba con ella de la misma forma en la que lo hacía conmigo. Hablaba, sonreía, reía, pero no la tocaba o retenía. De hecho, desde donde yo lo veía casi parecía una persona normal. Casi.

Justo cuando consideraba la posibilidad de que tal vez había reaccionado exageradamente a él, Rosalie fue raptada por un grupo de sus amigas. Me di cuenta de que invitó a Edward a unírseles, pero él alzó la vista hacia la ventana de mi habitación y luego la rechazó. Saludó mientras el coche en el que Rosalie había saltado se iba, y al segundo de estar fuera de vista se dirigió hacia mi casa.

Dulce Asesino Capitulo 3

La historia no es mía es una adaptación 

 Los personajes son propiedad de Stephanie Meyer

CAPITULO 3

Durante el siguiente par de días evité la casa de enfrente. Todavía echaba algún vistazo ocasional por la ventana durante los entrenamientos, pero mis días de espionaje obsesivo se habían acabado. Entonces la noche del sábado, Heather Monroe fue asesinada y las cosas lentamente empezaron a cambiar.

Mi padre y yo veíamos las noticias de las once, esperando el resumen de los deportes cuando dieron la trágica historia sobre la chica. No sabía que Heather Monroe era de Novi, y tristemente, no me sorprendí al oír la historia sobre una chica que había sido encontrada golpeada y apuñalada treinta y siete veces (vivía en el área metropolitana de Detroit). Pero cuando su foto apareció en la pantalla, me sorprendí al ver a una chica de quince años, alta, flaca, pelirroja y con ojos color avellana.

Había algo inquietante en la imagen, y no sólo porque yo tenía quince años y era alta, flaca, pelirroja y de ojos avellana. Era algo más que eso. Heather Monroe podía haber sido mi hermana gemela. Sabía que no era la única pensando eso, porque mi padre apagó el televisor inmediatamente, besó la cima de mi cabeza y me dijo lo mucho que me quería. Después se marchó de la habitación.

ORACION A MI SEXY VAMPIRITO

Edward de mi guarda
De mi sexy compañia
Bebete mi sangre
De noche y de Dia
Hasta que caiga en tus brazos
Y sea tu marca de heroina