sábado, 25 de junio de 2011

CAPITULO X PECADO ORIGINAL


POV EDWARD

Me sentía como un león enjaulado, mis maletas estaban hechas, los papeles en orden, mi apartamento pagado y mi boleto de avión sobre la mesita de noche, justo al lado de la foto de bella rodeada de mis brazos.

¡Dios! Me senté en la cama, se supone que este día llegaría pero no pensé que tan rápido, era jueves, eran las 7:00 am en punto, faltaban exactamente 27 horas para que me fuera a Londres, y eso en vez de alegrarme me provocaba pánico.


¡Wow! Estas despierto, dijo mi madre entrando en la habitación.

Si, ya no tenía sueño, le dije mientras me reincorporaba.

Tranquilo cielo, toda ira de maravilla en Londres, me dijo sonriendo.

Si eso espero. Mamá sonrió y salió de la habitación no sin antes decir que el desayuno estaría en 20 minutos. Me levante tan temprano que ya me había duchado, no tenía nada más que hacer, por lo que me levante y Salí de mi habitación ¿será que bella ya este despierta? Si es lo más seguro, así que sin tocar entre en su habitación, en efecto ya estaba despierta porque su cama estaba hecha y las cortinas levantadas escuche el agua de la regadera correr. Así que entre en su baño, ella estaba de espaldas a mí, podía ver su hermoso cuerpo gracias a que solo había corrido la cortina y no había cerrado la puerta, el agua descendía por su espalda hasta perderse en las curvas de su trasero, me puso duro de solo verla, sabía que era un completa estupidez hacerlo cuando mis padres estaban en casa y mas estando despiertos, pero me moría por tenerla, y solo podría disfrutar de ella un par de horas más por que luego no la tendría en mucho, mucho tiempo. Ella tallaba el jabón por sus brazos, y luego en sus piernas, vi como el agua lo borraba de su cuerpo y no pude mas, tome una toalla y corrí por completo la cortina, bella se giro asustada.

¿Qué haces? Me pregunto.

No lo se, le dije antes de estirar un brazo y jalarla hacia mi, como pude cerré la ducha, la rodee con la toalla, la saque de la regadera, su piel estaba fresca, olia a fresas, bese su cuello mientras la subía al lavabo.

¡Edward! Nuestros…padres…están…abajo, me dijo entre cortadamente mientras me acomodaba entre sus piernas.

Lo se, pero lo necesito amor.

¿Pasa algo? Me pregunto.

Pasa que te amo, y quiero hacerte el amor. Le dije desabrochando el cinturón y luego bajando la cremallera de mi pantalón, ella me rodeo con sus piernas y la bese mientras entraba lentamente en ella.

Cada vez que entraba en ella se arqueaba, la toalla paso a formar parte del suelo, la situación era excitante bella está completamente desnuda mientras yo solo había bajado mis pantalones para tener movilidad, su cabeza estaba sobre el espejo del baño, se sentía genial, era suave, muy suave y cálida no importaba la temperatura que hubiera, no importaba si estábamos a 50 grados bajo cero, bella siempre estaba calientita, ella jugaba con mi cabello, mientras yo besaba sus pechos.

¡Edward! Date prisa, me dijo. Entre más rápido en ella provocando que gimiera muy alto. Se mordió el labio después para tratar de evitar volver a gemir. Hundí mi rostro en el hueco de cuello, la bese y lamí, mordí su hombro y la sentí tensarse pronto sus paredes me atraparon, su orgasmo llego avasalladoramente, seguí arremetiendo contra ella, con fuerza, con vigor, quería hundirme en ella, fundirme con ella, para que no pudieran separarnos nunca, tras unas estocadas más me vine. Junte nuestras frentes, su respiración era agitada, su pecho subía y bajaba.

Toc, toc, bella, cielo ¿estás ahí? Diablos mi madre entro en la habitación, por suerte le había puesto seguro a la puerta del baño, pero aun así. Bella me miro asustada, yo no había salido de ella.

Si mami entre a ducharme, le dijo agitada.

¿Has visto a tu hermano? Pregunto mamá.

He… no mami, me levante y me metí a la ducha, no he salido.

No sé donde se metió ese muchacho, iré a buscarlo.

Si quieres ahora que salga yo voy, para que termines el desayuno.

Gracias cielo, te espero a bajo.

Si mami. Dijo bella mientras se oía como se azotaba una puerta.

Estuvo cerca, le dije y ella me golpeo en el hombro.

Auch, me queje.

Eres un tonto, me dijo, Salí de su interior y ella se bajo del lavabo recogió la toalla y se tapo con ella.

Tienes que irte antes de que mamá te vea, me dijo un tanto molesta.

Lo siento, pero de verdad necesitaba sentirte amor.

No te niego que me gusto, pero es peligroso cuando nuestros padres andan cerca, me dio una tímida sonrisa, la bese una vez más y luego salí de su habitación con todo el cuidado para que no me descubrieran. Baje las escaleras con cuidado y encontré a mamá y a papá en la cocina.

Buenos días.

Al fin apareces cielo, ¿Dónde estabas?

Estaba en el ático, le solté.

¿En el ático? Pregunto papá dando un sorbo a su café.

Si es que no encontraba algunas cosas y subí haber si ahí estaban.

Ahhh, que bueno, pero mande a tu hermana a buscarte.

Si cuando venia para acá toque en su habitación y me dijo que ahora baja.

Ok, dijo mi madre sirviendo la fruta en los platos.

Buenos días papi, dijo bella rodeando a mi padre en un abrazo y dándole un beso en la mejilla, luego repitió la misma acción con mamá.

Desayuna cielo, dijo papá.

Si, bella se sentó a desayunar y de vez en cuando me miraba de reojo.

¿iran con vane cierto? Pregunto papá.

Si, me quiero despedir de ella. Les dije con una sonrisa fingida. Terminamos de desayunar y salimos para subirnos a mi auto.

¿Estás bien? Pregunto bella cuando arranque el auto.

No… le conteste mirando la carretera.

Amor ¿Qué pasa? Pregunto acariciando mi brazo con una mano.

Soy un tonto, digo lo que pasa es que, no soporto la idea de no verte.

Yo también te extrañare, y voy a pensar en ti todos los días. Me sonrió. En el resto del camino trato de reconfortarme, al llegar al orfanato me sentí aun más triste, extrañaría a vane, esa pequeña se coló en mi corazón, la adoraba casi tanto como a bella.

¡Bella, Edward! Dijo la hermana citlali cuando nos vio.

Hola hermana, venimos a ver a vane.

Claro pasen, están en el patio, dijo la hermana, yo tome la mano de bella y entramos, y en efecto vane estaba sentada en el piso con otras niñas, un poquito más grandes que ella pero estaban jugando a las muñecas.

¡Vanessa! Le grito bella, la pequeña levanto la cabecita y cuando nos vio una sonrisa se extendió por todo su rostro, se levanto y corrió hacia nosotros.

¡Papi! dijo saltando a mis brazos, yo la cargue.

¿Y qué? ¿Para mí no hay un hola? Dijo bella cruzándose de brazos.

Tonta mami, dijo vane extendiendo sus bracitos para que la cargara. Bella sonrió y la tomo en sus brazos. Vane rodeo el cuello de bella con sus bracitos.

¡Tenemos que hablar vane! Le dije y ella me miro. Pero asintió con su cabecita, era una niña muy inteligente. Caminamos hasta sentarnos en una banca al resguardo de la sombra de un árbol.

Tenemos un regalo para ti amor, le dijo bella.

¿legalo? Pregunto vane.

Si amor regalo, la corrigió bella. Saque de mi bolsillo la bolsita que contenía el relicario, bella se había encargado de colocarle una foto, la que tomamos un día que la llevamos de compras al centro comercial. Le di la bolsita a bella y ella saco el relicario con la cadenita.

¿Te gusta? Le preguntó a la pequeñita.

¿Pala mi? Dijo vane emocionada.

Si vane es para ti. Le dije.

Blilla, dijo la pequeña mirando el relicario y tomándolo en sus manitas.

Si amor brilla muy bonito ¿verdad? Bella sonrió, levanto el cabello de la pequeña y le pusimos el relicario, bella lo abrió y le mostro la foto.

Fotito, dijo la bebé, papi, mami, yo. Dijo vane mirando la fotito y señalándonos a cada uno, bella me sonrió pero no le llego a los ojos.

Vanessa ¿sabes que te quiero verdad? Le pregunte.

Si, me dijo ella y tomando mi rostro en sus manitas como había visto hacer a bella tantas veces cada vez que quería darme un beso, ella se levanto y me dio un beso en la mejilla.

Yo también te quiero mucho, mucho y nunca va a cambiar eso. Pero no nos vamos a ver en mucho, mucho tiempo.

¿pol que? Pregunto vane mirando a bella.

Me voy a ir a Londres amor, esa ciudad está algo lejos, ella se alejo de mi y brinco al regazo de bella.

¿No me quieles?

Si, amor, te quiero tanto como quiero a tu mami, pero…no sabía cómo decirle era tan chiquita y no quería que sufriera.

Papi va hacer un viaje amor, pero nos llamara muy seguido y vendrá en vacaciones, le dijo bella.

Pelo no quielo que me dejes, me dijo la pequeña con sus ojitos repletos de lágrimas.

No amor no llores la tome en mis brazos y ella escondió su rostro en mi cuello sus bracitos me rodearon y vi a bella quien miraba a otro lado pero pude ver como una lagrima recorría su mejilla aunque la limpio rápidamente.

Te prometo que te llamare cielo, y vendré lo más pronto que pueda, nunca te dejaría, ni a ti ni a bella, le dije acariciando su cabecita.

¿lo plometes? Me dijo a un derramando lagrimas.

Lo prometo, le dije.

¿Mami también va? Me pregunto.

No cielo yo no voy, yo me quedo aquí contigo, le dijo bella. Ella pareció tranquilizarse un poco ante esa respuesta, ojala pudiera llevarme a ambas conmigo.

¿Quieres ir a casa? Le pregunto bella

¿Con papa casli y mama eme? pregunto vane.

Si amor, bella sonrió al igual que yo.

Sipo, dijo aplaudiendo con sus manitas, vamos. Bella tomo su mano y yo fui a avisarles a las hermanas quienes me dijeron que se podía quedar a dormir si quería, y quienes también me desearon buen viaje.

Antes de ir a casa, fuimos al parque a pasear como una familia, vane como la pequeña que era quería todos los dulces que veía, y bella le decía que no, aunque al final ella misma acaba comprándolos para que su pequeña no llorara, sin duda sería una gran madre, me sentí egoísta ante ese pensamiento, sabía que al estar conmigo no quería tener hijos pero lo prefería así a no tenerla, era un monstro. Comimos en Seattle, en un McDonald, vane pidió una cajita feliz al igual que bella.

¿Sabes me pregunto a veces quien es más pequeña si vane o tu? Le dije riendo, ella me saco la lengua y me fulmino con la mirada.

No molestes a mami, dijo vane pegándome en la mano como le enseño bella, y esta ultima rio satisfecha.

¡Genial has puesto a mi hija en mi contra!

No es verdad, ella sabe lo que hace, ¿cierto cielo? Pregunto bella y vane asintió con la cabecita mientras trataba de comer un chocolate.

Vamos a casa ya es tarde vane no ha tomado su siesta de la tarde, me dijo bella que cargo a vane y la recostó en su hombro sin importarle que la ensuciara de dulce, se veía tan tierna.

¿Qué? Preguntó cuando se percato que la miraba.

Nada, es solo que luces increíble así.

Gracias, me dijo. Pague la cuenta y salimos del local, nos subimos al auto y bella acomodo a vane en su regazo quien se negó a ir en su asientito de seguridad en la parte trasera.

Se ha vuelto muy necia, me dijo bella. ¿A quién se parecerá? Me pregunto.

No lo sé, le dije riendo.

Eres un tonto, la consientes demasiado, me dijo.

Oye es una nena de papá se supone que eso debo hacer, papá hace lo mismo contigo. Le dije.

Como sea, recuerda fingir sorpresa al entrar a la casa, si no moriré, me dijo con un puchero.

Claro amor, le dije.

¿Papi? Pregunto vane.

¿Qué pasa cielo?

Quielo duce, dijo vane.

Vamos amor en la casa hay dulces, le dijo bella, salí del auto y la ayude a bajar, vane iba recostada en su hombro, jugando con los mechones de cabello de bella.

Al abrir la puerta de la casa, todos gritaron ¡SORPRESA!

¡Wow! Les dije fingiendo entusiasmo.

¡Que falso! ¿Ya sabias verdad? Dijo una muy indignada Alice.

Bueno digamos que no eres la más indicada para dejar mensajes en el contestador. Le sonreí.

Todos me abrazaron y felicitaron por el viaje, luego se dedicaron a hacerle mimos a Vanessa, Alice le prometió llevarla de compras y mi pequeña sonrió. En la “pequeña celebración” como la llamo Alice estaban, emmett, jasper, rose, Alice, papá, mamá y el tío Charlie.

Estuvimos compartiendo anécdotas y viendo a vane jugar hasta que se durmió en el regazo del tio Charlie.

La llevare a dormir, dijo mi ángel al tío Charlie.

Déjalo yo te ayudo, le dije tomando a la pequeña del regazo del tio, los chicos estaban entretenidos con la película, y mis padres estaban en la cocina con las botanas.

Yo puedo llevarla, dijo el tío.

No te preocupes tío, le dije, se lo que piensas pero ya entendí que bella y yo no podemos…bueno tu sabes, somos hermanos y sé que solo le tendré de esa manera, no podría dañarla, le dije tratando de ser convincente.

Es bueno que lo hayas entendido hijo.

Si, se que la distancia me ayudara, pero no me prives de estar cerca de mi hermana, se que hice mal pero al fin y al cabo soy humano y merezco que confíes en mi.

Claro hijo, nunca perdí la confianza en ti, era solo preocupación, son mis sobrinos y los amo. Bella sonrió.

Anda lleven a Vanessa a dormir, esta pequeña los quiere mucho.

Nosotros igual, le contesto mi bella, subimos las escaleras, hacia la habitación de bella ya que ahí dormiría vane.

Fuiste muy convincente, me dijo mi ángel.

Tenía que serlo, no estamos separándonos por nada, le dije con pesar.

Solo serán unos años amor, hasta que cumpla los 18 y después juntos por siempre.

No hay nada que desee más. Acostamos a vane en la cama y bella la rodeo de almohadas, luego la cubrió con una sabanita de ositos.

La voy a extrañar, le dije a bella.

Ella también te echará de menos, está muy acostumbrada a su papi, dijo bella imitando la voz de vane.

¿Solo ella me extrañara? Le pregunte.

Claro que no tonto, sabes que yo te extrañare todos y cada uno de los días que no estés, me dijo.

Te amo.

Yo igual, bajemos no quiero que el tío suba y nos de alguno de sus sermones, me dijo mi angel, bajamos a la sala con los demás y vimos algunas películas, platicamos de algunas cosas triviales y después de un rato todos se fueron, prometiendo que irían al día siguiente al aeropuerto excepto el tío Charlie ya que tenía una reunión con el obispo.

¡Nos vemos Edward! Dijo Alice.

Si, nos vemos mañana y gracias por la fiesta.

Fue una pequeña reunión ya sabes fiesta implica a más personas, luces, etcétera, etcétera. Dijo riendo.

Discúlpala, a veces no se mide, dijo jasper.

No hay problema. Rose y emmett también se despidieron, después de que todos se fueron subimos a nuestras habitaciones, esta noche no me podría colar a la habitación de bella porque ahí se estaba quedando vane. Era cerca de la una de la mañana hacia rato que mis padres se habían dormido, al igual que mis tesoros que estaban en la habitación continua. Pero yo no podía, hoy Morfeo no quería visitarme, quizás sean los nervios, estaba dando vueltas en la cama, probé de lado, luego del otro, boca arriba y boca abajo, me tape con la almohada pero nada, nada conseguía hacerme dormir. En esas estaba cuando escuche como era girada la perilla de mi puerta, me senté en la cama y un ángel atravesó la puerta.

¿Estás despierto? Sonó más a una afirmación.

Si, me senté en la cama. Bella estaba usando un camisón que dejaba muy poco a la imaginación, no era su típica pijama, este camisón le legaba a medio muslo y tenia encaje en el área de los senos, además de ser de seda, todo en color negro, la bata que la cubría era casi trasparente dejándome apreciar muy bien su cuerpo.

¡Luces hermosa amor! Ella se sonrojo.

Gracias, no podía dormir, me dijo.

Yo igual, le dije comiéndomela con la mirada.

No me vea así, me siento estúpida con esto pero Alice dijo que te gustaría, me dijo completamente roja.

Y Alice tenía razón. Ese duende se merecía un buen regalo de cumpleaños sin duda.

¿De verdad? Pregunto tímida.

Si, le dije, ven aquí, la tome de la mano y la acerque a mí, la senté a horcadas sobre mi regazo.

Eres hermosa, le dije, tan hermosa que duele.

No quiero que duela, solo quiero que me ames una última vez antes de irte, me dijo mirándome fijamente con sus profundas y grandes orbes marrón, las cuales estaban oscurecidas y teñidas de lujuria.

La bese con suavidad mientras sus manos recorrían mi torso desnudo, había decidido dormir solo con el pantalón de la pijama, algo que agradecía, mis manos recorrían las curvas de bella, sus piernas su cintura y el tacto de la seda en mis manos era sumamente placentero. Mis labios descendieron a su cuello mientras sus manos jugueteaban con mi cabello, ella se frotaba contra mí, mientras tratábamos de acallar nuestros gemidos, bella se bajo de mi regazo dejándome desconcertado.

¿Qué?...

Shhhh, dijo ella poniendo uno de sus dedos en mis labios, el cual bese. Ella comenzó a soltar el amarre de mi pantalón y comenzó a bajarlo yo le ayude levantando las caderas para que lo sacara por completo, nada me preparo para la sensación de felicidad y placer que me embargo en cuanto bella cerro su mano en torno a mi miembro.

No tienes que hacerlo, conseguí decir apenas mientras contenía la respiración.

¿No quieres? Me dijo moviendo un poco su mano.

Yo… ¿Cuándo me quede sin poder armar frases coherentes?

Tienes que decirme si te gusta, yo no sé muy bien como…hacerlo, me dijo. Deje descansar la parte de atrás de mi cabeza contra el respaldo de la cama.

Continua así, solté de repente. Pude vislumbrar como una sonrisa se extendía por su rostro, ella movía su mano hacia arriba y hacia abajo, algunas veces doblando su muñeca, siguió un rato mas así hasta que sentí como retiro su mano para sustituirlas por su boca, dios era el cielo, era sin duda un sedoso paraíso, sus labios besaban la punta de mi miembro para luego meterlo por completo en su boca, desde donde me encontraba podía ver perfectamente el contorno de sus senos y me mira por tocarlos, comencé a embestir la boca de bella, la verdad casi no estaba siendo consciente de mis actos, el placer me nublaba los sentidos. Cuando sentí que estaba por terminar retire a bella de mi miembro ella gruño.

No quiero terminar así, le dije mientras la tomaba y la sentaba a horcadas de nuevo sobre mí, y la volví a besar, escurrí mis manos debajo de su camisón y comenzó a subirlo bella me ayudo levantando sus manos para que se lo retirara por completo, ella solo tenía sus bragas puestas, así que me dedique a besar sus pechos, ella gemía, y acariciaba mi cabello. Nos voltee, y ahora era ella quien estaba abajo.

¡No se vale! Me dijo mientras le besaba el cuello haciendo que riera.

Tenemos que deshacernos de esto, le dije bajando sus bragas y arrojándolas a algún lugar de mi habitación. Ella rio. Estaba distraído localizando mi billetera y bella lo aprovecho para girarnos y quedar de nuevo arriba. Me beso y se deslizo sobre mi miembro.

¡Diablos el condón! Le dije, ya en la mañana habíamos hecho el amor sin protección, así que no era lo más adecuado que pasara de nuevo.

¡Tranquilo estoy tomando la píldora! Me dijo sonriendo

¿Qué? Le dije.

¿Recuerdas que mamá me llevo al ginecólogo? Pregunto, yo asentí.

Pues el caso es que me las receto para ayudarme a regular mi periodo, de todos modos no estoy en mis días fértiles, y quiero sentirte así, me dijo mientras comenzaba a moverse, empezó con movimientos suaves para después moverse más rápido yo le ayude poniendo mis manos en sus caderas para marcar el ritmo, su boca formaba una perfecta “o” mientras sus manos estaban en mis hombros ayudándole a impulsarse, su pechos subían y bajaban conforme ella lo hacía, me sentía al borde estaba por venirme pero quería que ella lo hiciera antes, así que nos gire, la deje debajo de mi y comencé a embestirla fuerte.

¡Edward! Dijo mi ángel al momento que sentía como se tensaba a mí alrededor, mordí el lóbulo de su oreja y ella gimió.

¡Vente bella! ¡Córrete para mí! Le dije y al instante lo hizo.

¡ED…! La calle con un beso. Tras unas estocadas mas, sentí como mi miembro palpitaba más fuerte en su interior, estaba por venirme y cuando bella mordió mi hombro el orgasmo llego. Me deje caer sobre ella, nadie dijo nada, Salí lentamente de su interior y la atraje a mi pecho, la cubrí con la sabana, no podíamos dormir, todo era silencio pero uno cómodo, supongo que es así cuando estas con la persona amada, nada es molesto todo es simplemente perfecto. Yo acariciaba desde su mejilla hasta su cintura, ella besaba mi pecho y mi barbilla.

¡Dios ni siquiera te has ido y ya te extraño! Dijo bella de pronto rompiendo el silencio de la habitación.

Pídeme que no me vaya, le dije.

Sabes que no puedo hacerlo. Me dijo besándome.

Estaré pensando en ti cada minuto del día. Me dijo

Yo pensare en ti dos veces al día, le dije.

¿Qué? Me pregunto enderezándose, algo confundida.

Si, cuando tenga los ojos abiertos y cuando los tenga cerrados, le dije, ella sonrió y me beso.

Eso es siempre, dijo cuando nos separamos.

Si, por que siempre pienso en ti, tú eres mi mundo bella. Le dije besando su frente, ella se acurruco en mi pecho de nuevo, y me abrazo, soltó algunas lagrimas yo me dedique a reconfortarla, aunque por dentro me estaba muriendo. Por las cortinas se filtraban los primeros rayos del sol, el tono obscuro del cielo estaba siendo remplazado por el azul, las nubes empezaban a vislumbrarse.

¿Qué hora es? Pregunto bella.

Las 5:30 le dije mirando el reloj de mi cómoda.

Sera mejor que vuelva a mi habitación. Dijo levantándose de la cama, recogió su camisón del suelo y se lo puso. ¿Has visto mis bragas? Me pregunto. Las recogí del suelo y se las entregue, ella se las puso y levanto la bata del cuelo poniéndosela y anudándola. Yo me quede de pie donde estaba, ella sonrió y camino a la puerta, tenía la mano en la perilla pero no la abrió, se dio la vuelta y corrió hacia a mi lanzándose a mis brazos.

Te amo-beso-te amo-beso- te amo- repartió besos por todo mi rostro hasta llegar a mis labios.

Eres mi vida bella, no lo olvides, te amo, hoy y siempre, le dije antes de dejarla sobre el suelo. Ella se puso de puntillas y me dio un último beso, para después dirigirse hacia la puerta, abrió esta pero antes de salir se giro hacia mí.

¡SIEMPRE! Dijo antes de desaparecer y cerrar la puerta tras ella, me senté en la cama y lleve mis manos a mi cabello, me odia, me odiaba por hacerla sufrir, por no poderle brindar un amor normal, me odia por ser egoísta y quererla solo para mi, era un monstro. Los minutos pasaron hasta que mi madre apareció por la puerta de mi habitación, dijo cosas que ni siquiera entendí.

Me duche, vestí y baje, mi madre andaba de un lado a otro, mi padre me ayudo a subir las maletas al auto, bella bajo con vane quien todavía estaba adormitada, pero en cuanto me vio se arrojo a mis brazos. El viaje al aeropuerto fue silencio, este si no era un silencio cómodo, era tenso lleno de nostalgia, vane jugaba con mis manos mientras bella miraba por la venta, yo la miraba de reojo y tal vez pensara que no le restaba atención pero era imposible mi mundo gira a su alrededor, vi cuando tomo un mechón de cabello y lo acomodo detrás de su oreja, como cerro por completo su sweater, como se movía incomoda en el asiento, el día tampoco a ayudaba el clima era fresco y las nubes grises parece que presagiaban que algo pasaría, todo era tan triste.

Cuando llegamos al aeropuerto estaban algunos de mis amigos de la facultad, uno por uno se despidió, por suerte no vi a Tania por ningún lado, los chicos llegaron media hora antes de que anunciaran mi vuelo.

Espero que te diviertas en Londres, me dijo Alice, y me abrazo.

Si ehh, queremos puros 10 nada de 9 no por nada nos dejas, agrego rosalie.

Sal con muchas chicas londinenses, dijo emmett riendo por lo que se gano un golpe de rose.

Cuídate hermano, jasper estrecho mi mano y luego me abrazo.

Cuida a bella, le dije.

Te lo prometo, me dijo.

Cuídate hijo, estudia mucho y visita a tus abuelos. Pórtate bien, dijo papá abrazándome.

Hay mi bebé te voy a extrañar mucho, dijo mamá soltando algunas lagrimas

¡PASAJEROS CON DESTINO A LA CIUDAD DE LONDRES FAVOR DE PASAR POR LA PUERTA 2! Se escucho por el altavoz.

Me había despedido de todos solo faltaba bella, ella sostenía a vanessa y evitaba mirarme a toda costa, me acerque a ella y tome su barbilla, la levante ligeramente con mi mano. Ella me miro y pude ver como las lagrimas luchaban por salir, vane no estaba mejor. Las abrazase a ambas, bese la mejilla de vane y la frente de bella. Ninguno de los dos dijo nada, ella solo me abrazo muy fuerte.

¡Cuida a mamá por mí! Le dije a vane, ella asintió con su cabecita soltando algunas pequeñas lagrimas.

Cuídate le dije a bella antes de soltarla.

¡PASAJEROS CON DESTINO A LA CIUDAD DE LONDRES FAVOR DE PASAR POR LA PUERTA 2! Repitió una vez más el altavoz.

Me forme para entregar mis papeles a la azafata, pero antes de cruzar la puerta, di una última mirada a mi familia, papá tenía rodeada a mamá con sus brazos, rose abrazaba a emmett lo mismo que Alice a jasper, y mi bella sostenía a nuestra hija, porque en eso se había convertido Vanessa, en nuestra hija. Bella articulo un ¡TE AMO! Con los labios.

Yo también, le dije, al fin y al cabo mi padre no la vio y no sabía a quién iba dedicado. Con esa última imagen de mi familia cruce la anden de abordaje y me subí al avión que me llevaría rumbo a Londres, lejos de mi familia y la mujer que amo, solo espero que valga la pena.

¡Te amo bella! Ese fue mi último pensamiento antes de que el avión despegara.








































































































































































































































































































































































































CAPITULO X  LA DESPEDIDA

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ORACION A MI SEXY VAMPIRITO

Edward de mi guarda
De mi sexy compañia
Bebete mi sangre
De noche y de Dia
Hasta que caiga en tus brazos
Y sea tu marca de heroina