sábado, 25 de junio de 2011

CAPITULO XI PECADO ORIGINAL


CAPITULO XI LONDRES
POV EDWARD

-¡Joven estamos por aterrizar, abróchese el cinturón! -Me dijo la azafata tocándome el hombro, lo que hizo que levantara la vista de la foto de bella y vane que tenía en mi billetera.

-Gracias- conteste. Me abroche el cinturón de seguridad y guarde mi billetera, el vuelo me pareció eterno, hace apenas 14 horas que no veía a bella y se sentía como si fueran días.

El avión comenzó el descenso por la pista, había aviones por doquier, cuando estuvimos en tierra, tome mi mochila y salí, fui al área donde se recogen las maletas y espere por la mía. Después de tener todas mis molestas en la mano, me di la vuelta para salir.

En la sala de espera estaban mis abuelos, los cuales me saludaron agitando la mano.

-¡Hijo que bueno que llegaste!- Mi abuela Ana me abrazo y me dio un beso en la mejilla.

-Gracias mamá Ana-, le dije.

-Es un placer tenerte con nosotros Edward-, dijo mi abuelo Alejandro.

-Para mí también lo es abuelo- le dije sonriendo.

-Anda te llevaremos a tu departamento, pero solo para que dejes tus cosas, todavía faltan algunos días para que empiecen las clases y podrás quedarte en casa con nosotros- agrego el abuelo sonriendo provocando que los hoyuelos de su cara se marcaran

-Eso estaría genial-, la verdad extrañaba a mis abuelos, ellos eran muy cariñosos y comprensivos. Nos subimos al auto del abuelo, olía a tabaco. Me quite el gorro que traía puesto y baje el cierre de la cazadora.

-¿Cómo están tus padres?- Pregunto mi abuela.

-Fenomenal, ya sabes mi padre enfrascado en el hospital que ama y mamá con sus proyectos de decoración-, le sonreí.

-¿Y bella? ¿Cómo esta mi princesita?- Dijo el abuelo.

-Esta hermosa-, dije recordando a mi ángel,- ya termino la secundaria y pronto entrara a la prepa, seguirá en el mismo colegio.-

-Qué bueno, tiene dos años que no la vemos-.

-Si abuela, tal vez venga en navidad-, les sonreí

-Eso sería estupendo-. Dijo ella, después se hizo el silencio por la ventanilla del auto podía ver el paisaje, los grandes edificios que adornaban la ciudad, pasamos por enfrente del palacio Buckingham, y también por el BigBen, el puente era muy similar al de san francisco, y las calles te remontaban a años atrás, el cielo era azul apenas eran las 9 de la mañana en Londres, sonreí al recordar la diferencia de horario. El abuelo siguió por una calle muy transitada, los edificios eran altos y se veía a simple vista que la gente que los habitaba era de un estatus bueno, se detuvo enfrente de un edificio color marfil, con las puertas negras.

Baje del auto y ayude a mi abuelo a bajar las maletas, mi abuela insistió en ayudarnos por lo que la deje llevar mi mochila. El edificio era grande y algo lujoso, al entrar nos recibió el vigilante.

-Somos lo cullen, venimos al departamento F3-.

-Claro adelante por favor- nos dijo, mi abuelo entro al elevador al igual que nosotros, una suave música sonaba de fondo.

-¡Te encantara hijo! Están grande y luminoso, bueno lo más luminoso que hay en Londres-, dijo mi abuela riendo.

Salimos del elevador y recorrimos el pasillo hasta llegar a la puerta del apartamento, era grande y luminoso como había dicho la abuela, me sorprendió encontrar un piano en medio de la sala, me acerque a el, y me quite los guantes que llevaba para después pasar mis dedos por las teclas.

-sabemos cuánto amas tocar- dijo la abuela-Así que decidimos cómprate un piano-

-Gracias, pero no debieron molestarse-

-tómalo como un regalo de bienvenida- dijo el abuelo, le sonreí.

Me indico el camino a la habitación, la que ya estaba perfectamente amueblada al igual que el resto del departamento, la habitación estaba en tonos azul, que era mi color preferido, me hizo feliz ver la mesita de noche adornada con una foto de mi familia, estaban papá, mamá, los abuelos, rose, emmett, alice, jasper, mi bella y yo, era una de las pocas vacaciones que pasamos aquí en Londres todos juntos. Había otra foto donde solo estaba bella, vestía unos jeans y un sweater azul, usaba un gorrito color azul y una bufanda a juego acompañada de unas botas del mismo color, estaba sonriendo.

-Se lo mucho que quieres a tu hermana- me dijo el abuelo dejando la maleta en el suelo junto a la cama donde me encontraba sentado- Y se lo difícil que será estar apartado de ella, por eso decidimos darte una foto de los millones que tiene tu abuela-agrego riendo.

-Gracias abuelo, gracias por todo- le dije sinceramente, a veces sentía que el abuelo, era el único que se daba cuenta de lo que sentía por bella, de lo que en verdad sentía.

-Sabes que siempre te apoyare, pase lo que pase eres mi nieto- dijo el abuelo sonriendo.

El abuelo salió de la habitación y yo tome el teléfono que había en la mesita, por suerte pensaron en poner teléfono. Marque el numero que sabía de memoria, en forks deberían ser las 2 de la mañana, ¡diablos tendría que esperar un rato mas para llamar a mi ángel!

La abuela me ayudo a acomodar mi ropa en la habitación, solo deje unas pocas mudas en mi mochila para los días que pasaría con ellos en su casa, la verdad todo en el departamento estaba en orden, estaba completamente amueblado y tenía una excelente ubicación Salimos del edifico para dirigirnos a casa de mi abuelo en las afueras de la ciudad, poco a poco abandonamos las calles pobladas de edificios para adentrarnos en unas calles empedradas y rodeadas de pasto, pequeñas casas cercadas adornaban el camino, la lluvia caía como una fina cortina sobre el auto, en Londres al igual que en forks el clima era lluvioso, llueve 200 días al año.

-llegamos-anuncio el abuelo entusiasmado, baje del auto admirando la casa victoriana que tenia frente a mí, mi abuela era fan de las antigüedades, y amaba a su casa más que a nada, el camino desde la entrada era empedrado, simulando los caminos de la edad media, la puerta era una gran puerta de madera, adornada con una gran “C” en el medio, me sentía a punto de entrar en un castillo.

El interior de la casa era acogedor, había una chimenea en la sala, donde los muebles eran grandes y confortables, todo estaba perfectamente estructurado y combinado salvo la pequeña pantalla de plasma que estaba sobre el librero. Al igual que el sofisticado equipo de sonido que estaba a un lado, entre en el salón de música y en medio encontré el viejo y elegante piano del abuelo, muchas veces cuando veníamos de vacaciones me sentaba con él a tocar mientras bella nos observaba. Ella se sentaba en el sofá junto al piano, a veces se sentaba en las piernas del abuelo y otras en las mías, el abuelo insistió en que ella aprendiera a tocar pero ella le dijo que solo le gustaba que nosotros tocáramos.

La abuela puso la mesa y comimos entre platicas, el abuelo me conto de los asuntos que había atendido últimamente y me pregunto cosas de mis padre y bella. Despues de comer fuimos a la sala a ver televisión eran casi las 5 de la tarde por lo que decidí llamar a casa, aproveche que mis abuelos subieron a cambiarse de ropa.

Ring, ring no timbro ni dos veces cuando contesto la única voz que quería escuchar.

-Residencia Cullen-, dijo ella, seguramente estaba pegada al teléfono.

-hola amor- le dije sonriendo.

-¿Por qué llamas hasta hora? ¿Sabes lo preocupada que estaba? Casi no pude dormir- dijo de corrido.

-Lo siento princesa, pero cuando llegue era muy tarde para llamar a casa, eran las 12 y no quería que te desvelaras-

-Me dormí a las 2 esperando a que llamaras-me sentí culpable cuando dijo aquello.

-Lo siento- le dije.

-Descuida, sé que estoy exagerando pero… te extraño mucho- me dijo, casi podía verla, sentada en el sillón, con sus piernas abrazadas a su pecho deteniendo el teléfono entre su mejilla y el hombro, con los ojos repletos de lagrimas que se colaban.

-Yo igual- le dije sentándome en el sofá.

-¿Estas con los abuelos?- pregunto de repente para romper con el silencio.

-sí, me preguntan mucho por ti- le dije.

-Los extraño también- me dijo ella un poco mas repuesta.

-Lo sé mi amor, tal vez puedas venir en navidad, o nosotros podamos ir- le dije tratando de sonar animado.

-Quizás- me dijo. –Espera papá y mamá acaban de llegar-

-¿Bella?- le dije.

-Aquí estoy aun- contesto.

-Te amo, no lo olvides.-

-Nunca, y también te amo- susurro un poco bajo.

Después me paso a mis padres quienes pidieron hablar con los abuelos, los llame y hablaron con ellos largo rato mientras miraba la televisión, cuando terminaron de hablar vimos televisión otro rato mas hasta que subimos a la habitaciones para dormir. Giraba y giraba en la cama, el sueño no me visitaba, esta cama se me hacia tan extraña, faltaba algo, si faltaba calor, el calor de mi bella.

Desde ese día establecimos una rutina, esperaba que fuera una hora prudente y llamaba a casa, pero todo el tiempo que no escuchaba su voz estaba ansioso, supongo que las cosas no iban mejor para ella, cada vez que la escuchaba se oía triste y por mamá me entere que casi no comía. A veces sentía la necesidad de tomar un avión y regresar a su lado, pero sabía que por el momento no era posible.

Tendría que aguantar, por ella y por mí, por ambos, solo mantenía la esperanza de que esto funcionaria, que valdría la pena.

POV BELLA.

Hace más de una semana que Edward se fue, me siento como una completa tonta, porque le dije que se fuera, lo extraño horrores, ni siquiera vane logra que me olvide de toda la tristeza, pero trato de fingir que no importa, por ella y por mis padres, ayer Alice me regaño y me dijo que si me deprimo mas, me internaran, se que lo dijo en broma pero…

Las cosas en la casa van bien, el tio Charlie viene muy seguido lo malo es que trae a jake, el es lindo pero no me gusta, es decir yo ya tengo novio y lo amo aunque no lo pueda decir libremente, mis padres están felices de tener a vane en casa, ella los llama abuelitos y mi padre y madre casi brincan de la felicidad, siempre lleva el relicario que Edward y yo le dimos, al igual que yo llevo el corazón que me dio, como el tesoro más preciado que pudiera existir.

-¡mami!- Dijo vane estirando sus manitas para que la cargara.

-¿Qué pasa cielo?- le pregunte cargándola.

-extlano a papi- dijo vane.

-yo también lo extraño cielo- le dije mientras mi bebé roseaba mi cuello con sus bracitos.

-hola bella- dijo jake estacionando su auto, como nosotras estábamos en los columpios del patio fuimos a las primeras que vio.

-hola jake, Hola tio- les dije.

-Hola cielo, ¿ésta tu madre?

-Si tío, está adentro en la cocina, pasa está abierto- le dije. El entro en la casa y jake se sentó en el columpio junto al mío.

-¿Cómo estás?- pregunto tratando de acariciar mi mejilla por lo que vane le pego en la mano.

-No toques a mi mami- le dijo mi nena.

-tranquila peque, no te la voy a robar…aun- dijo jake riendo, pero a mí no me causo ninguna gracia.

-no soy peque- le dijo vane sacándole la lengua. Vimos como se acercaba un auto.

-si lo eres igual de pequeñita que tu tía allie- le dijo.

-te escuche black- dijo la susodicha bajándose del carro de jasper, el que por cierto le dedico a Jacob una miradita de aquellas.

-hola bella- dijo Alice abrazándome.- hola princesa- le dijo a vane antes de cargarla.

-Bella- dijo jasper.

-hola jazz- le dije medio sonriendo.

-Venimos por ti para ir al centro comercial-

-Gracias pero no tengo ganas- le dije.

-anda bella tiene casi 2 semanas que no vamos de compras-dijo Alice haciendo un puchero.

-Alice de verdad…-

-Venga bella, hazlo por vane, la pobre no merece aburrirse en estas cuatro paredes- mire a mi pequeña que se encontraba en los brazos de Alice, mirándome con sus ojitos color miel.

-De acuerdo- le dije.- Solo le aviso a mi madre- me levante del columpio y entre en la casa, fui directo a la cocina.

-Mami, ¿puedo ir al centro comercial con Alice y jasper?-

-claro cielo, solo cuídate y cuida a vane-

-Si, mami por ahí la pasare a dejar al orfanato- le dije antes de salir de la cocina disparad a mi habitación por el celular y el bolso. Al salir los chicos ya estaban montados en el auto, me sentí un poco mal por Jacob, al fin y al cabo estoy seguro que si vino fue para verme, pero yo nunca se lo pedí.

-Bye jake y lo siento- le dije.

-no hay problema bells, diviértete- me dijo sonriendo sinceramente. Me subí en los asientos de atrás junto con vane.

-¿Y los demás? Pregunte refiriéndome a emmett y rose.

-Todavía siguen con su reconciliación, por eso decidimos dejar la casa, solo se escuchan grititos y gemidos.

-Alice-la reprendí-Aquí esta vane no digas esas cosas.

-Ups lo siento- se disculpo riendo.

-De acuerdo- le dije.

-¿Qué hacia ese chico en la casa bella?- pregunto Alice.

-Trajo al tio Charlie- les dije.

-el tío Charlie quiere metértelo hasta por los ojos- contesto ella.

-tal vez- le dije.

-cielos bella, claro que eso quiere, entiendo que no acepte lo de Edward pero no puede obligarte a que estés con alguien que no te gusta, ¿Por qué no te gusta verdad?-

-claro que no Alice, no me gusta, ustedes saben que yo quiero a Edward- les dije, por suerte no me sentía mal de hablarlo enfrente de jasper.

-Ya lo sabemos bella- contesto el aludido.-Pero el tío Charlie se está pasando-

-Lo sé, pero ni modo que lo corra de la casa- le dije. Llegamos al centro comercial y lo primero que hizo Alice fue cargar a mi pequeña y llevarla a comprar ropa para bebes.

-Alice nunca se mide en las compras- le dije a jasper mientras veíamos como alice tomaba y tomaba ropita de los percheros.

-Jamás, es como si nunca tuviera suficiente- contesto él.- ¿quieres ir por un café?- me pregunto.

-¿y Alice?-le dije

-Se las arreglara créeme-dijo sonriendo por lo cual también sonreí.

-Vamos- le dije dando una última mirada a Alice, caminamos con rumbo a la cafetería de siempre el italian coffie, nos sentamos y pedimos dos frappe orión, la mesera no demoro mucho en traerlos, jasper no hablaba y yo solo me dedicaba a mirar mi café frio.

-¿Lo extrañas verdad?-

-Demasiado- le conteste levantando mi mirada y clavándola en el.

-El también te extraña mucho, está preocupado porque tu madre le comento que casi no comes, no duermes-

-Pero no me ha dicho nada- dije recordando todas las charlas telefónicas que tengo con Edward, el nunca me ha dicho nada de eso.

-Ni te lo dirá bella, pero de verdad está muy preocupado, el también sufre-

-No sé qué hacer- le dije poniendo mi rostro sobre mis manos.-Su ausencia duele demasiado-

- Bella debes ser fuerte, el ha pensado seriamente en regresar-

-Pero si solo hace más de media semana que se fue- le dije.

-Pues a él no le importa, me dijo que si no mejoras, regresara- Dijo jasper dándole un sorbo a su café, pero Edward no podía regresar, ese fue el trato con el tío Charlie.

-Pero no puede-

-El te ama bella, y lo menos que quiere es que sufras-

-Intentare no deprimirme, lo juro, pero tienes que convencerlo de no regresar, si lo hace todo esto no valdría la pena-

-Eso depende de ti bella- me dijo tomando mi mano. –Te queremos bella, y no nos gusta verte a si-

-Gracias jasper, te prometo que intentare sentirme mejor- le dije.

-Es todo lo que te pedimos- me dijo soltando mi mano y bebiendo su café. Estuvimos en el local hasta que nos terminamos el café, regresamos a la tienda y Alice le seguía probando ropita a vane, y esta estaba feliz, estaba sonriendo.

-Mami- grito en cuanto me vio, la encargada de la tienda me vio raro porque de seguro me vio muy joven para ser mamá, pero si vane me quería decir así que lo hiciera.

-Hola amor- le dije cargándola-¿Te divertiste?-le pregunte ella sonrió y asintió con su cabecita.

-claro que se divirtió, por dios con la tía alice ¿Quién no lo haría?- dijo alice con las manos repletas de bolsas.

-Wow amor te compraste muchas cosas- le dijo jasper.

-No bombón, estas son de vane, todas son de ella- dijo alice.

-Son demasiadas- le dije.

-Para mi sobrina lo mejor-contesto

Salimos del centro comercial como a las 3, era hora de dejar a vane en el orfanato, si que pasamos por ahí, bajamos algunas bolsas, ya que otras según Alice debían estar en la mía, la deje dormidita, solo esperara que no llorara cuando despertara.

Alice me dejo en la casa, no se quedaron ni siquiera pregunte por que con las miraditas que se tiraban en el auto podía imaginármelo. Baje del auto y saque las llaves de mi bolso, papá y mamá no estaban.

Entre en la casa, y todo era silencio, completo silencio, subí a mi habitación y guarde las bolsas con ropa en mi armario. Me acosté en la cama, no tenía nada que hacer, no sabía qué hacer, debía tratar de pensar en cosas que no me recordaran tanto a mi Edward, no podía estar triste debía ser fuerte, por ambos. El teléfono sonó y baje a contestarlo.

-¿Bella?- dijo en cuanto conteste.

-hola amor- le respondí

-Me alegra escuchar tu voz- me dijo

-A mi también, te amo- le dije.

-Bella regresare pasado mañana- me dijo.

-¿Qué? – le dije.

-Regresare, esto de estar separados no le hace bien a ninguno, yo no puedo mas- dijo triste.

-Amor lo se pero…-

-Bella se como estas, mamá me lo dijo-

- Lo siento Edward, tratare de ser fuerte- le dije soltando algunas lagrimas.

-pero soy yo el que no puede bella, no lo resisto-

-Pero tenemos que hacerlo, esto es por nosotros Edward, para poder estar juntos después- le dije tratando de sonar firme, el silencio se hizo del otro lado de la línea.

-Lo sé- agrego después de un par de minutos. – Es solo que… no resisto cuando llamo y mamá dice que el chucho está en la casa- soltó molesto.

-Sabes que solo te quiero a ti, el tío Charlie es quien trae a Jacob- le dije.

-sí pero eso es lo que me molesta, no se conformo con separarnos, te quiere ver con ese tipo-

-Jamás pasara, ya sabes que solo soy tuya, para siempre- le dije

-lo sé, pero me preocupa que el tiempo, la distancia…- dejo la frase en el aire.

-tú eres todo lo que quiero Edward, todo lo que necesito, sin ti no tengo nada-

-Tú eres mi vida bella-

-Y tú la mía-

-Haremos que esto funcione- me dijo sonando más alegre.

-Claro que lo haremos- le dije sonriendo.

-Tengo que colgar amor, - me dijo algo triste de nuevo.

-Está bien, cuídate y dales mis saludos a los abuelos, te amo- le dije

-Yo también te amo, más que a todo- dijo antes de colgar, deje el teléfono en su base, y subí de nuevo a mi habitación, a esperar que llegaran mis padres, por mientras me daría una ducha.

POV EDWARD

-Yo también te amo, más que a todo- le dije antes de colgar.

-Hablando con bella de nuevo,- afirmo el abuelo bajando por las escaleras.

-si- le conteste levantándome del sofá.

-¿Esta mejor?- pregunto.

-Si abuelo- le dije levantándome del sofá.-Me voy a dormir- añadi.

-Mañana me gustaría que me acompañaras a ver a un viejo amigo- dijo el abuelo.

-por supuesto abuelo- le dije sonriendo.

-Buenas noches Edward- dijo él. Yo repetí la despedida y subí a mi habitación, me puse la pijama y me metí en la cama, esa como todas las noches soñé con mi ángel.

El despertador sono a las 7:30, me di una duche y luego baje a desayunar con mis abuelos, el abuelo ya estaba sentado en la mesa con una taza de chocolate humeante ante el, la abuela estaba sirviendo los hot cake en un plato.

-¡Buenos días! -Dije al entrar

-¡Buenos días hijo!- Dijo la abuela sonriendo.

-Buenos días Edward-saludo el abuelo. Desayunamos en un silencio tranquilo solo se escuchaba el sonido de la llovizna golpear el techo de la casa, de fondo la voz del locutor de la radio dando las noticias matutinas. Cuando terminamos de desayunar, salimos de la casa y nos subimos en el viejo chevy del abuelo.

Tomamos un camino rural, solo se veían pequeñas casas con tractores enfrente, el pasto era muy verde, hacia frio, llegamos a una especie de granja, la casa estaba en el fondo de esta, y al lado a unos 20 metro se encontraba un granero, no pude evitar recordad la vez que vimos la película en casa de emmett, era la primera vez que bella y yo habíamos estado a punto de…

¡Alejandro! Dijo una voz regresándome a la realidad, había un hombre mayo parado en la puerta de la casa, vestía unos pantalones color caqui, un sweater rojo y botas de hule. Mi abuelo se estaciono al lado de la casa.

¡Hola marcos! Le dije bajando del auto. Yo también descendí del lado contrario a un me confunde que aquí los volantes de los autos estén del lado contrario- Te presento a mi nieto Edward- le dijo el abuelo palmeando mi espalda.

-Un placer Edward Cullen- extendí mi mano.

-Marcos Vulturi- dijo estrechándola.

-Abuelo, rosa dice que…-por la puerta apareció una chica pelirroja, su tez era blanca, dibujo una tierna sonrisa, apenada y se sonrojo.

-hija ven, este es el nieto de Alejandro. Le dijo señalándome. –Esta es mi nieta-

-Como has crecido- le dijo mi abuelo.-Eres muy hermosa, igual que tu madre- ella sonrió tímidamente. Ella me miro.

-Edward Cullen- le dije extendiendo mi mano.

-Un placer yo soy Victoria- Victoria bonito nombre pensé.

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ORACION A MI SEXY VAMPIRITO

Edward de mi guarda
De mi sexy compañia
Bebete mi sangre
De noche y de Dia
Hasta que caiga en tus brazos
Y sea tu marca de heroina