miércoles, 10 de enero de 2018

Dulce Arrogante Capitulo 16

Capitulo 16
Edward

Se sentía como si Isabella estuviera escapándose de mí. La excusa que me dio de salir con sus amigos era una completa basura. Lo peor fue que ni siquiera podía decir que la culpaba. Imagina si la situación fuera al revés. ¿Cómo lo habría manejado, sabiendo que había dado a luz al bebé de otro hombre? Ese pensamiento me puso enfermo del estómago. Me sentí tan posesivo con ella; simplemente no podía imaginarlo.

Esta semana había sido una pesadilla de la que no podía despertar.
Todo lo que quería era regresar a como estaban las cosas antes del velatorio.
Todo era tan simple entonces.

Tenía tanto trabajo por hacer, pero no podía dejar de pensar en las dos chicas infiltrándose en mi mente: Isabella y Chloe.

Si ella realmente era mi hija, entonces le debía mucho. Nada de esto era su culpa.

No te adelantes.

Necesitaba esa prueba de paternidad. Todavía había una parte de mí que no lo creería hasta que tuviera pruebas. No podía permitirme envolverme emocionalmente hasta que no hubiera duda de que ella era mía.

La voz de mi secretaria interrumpió mis pensamientos.

—La Sra. Denali está aquí para verlo.


Haciendo clic en mi reloj, tomé una profunda respiración y dije:

—Envíala.

La puerta se abrió y Tanya se pavoneó en mi oficina como si fuera la dueña del lugar. Hubo un tiempo en que prácticamente lo era. Ella, Alec y yo pasábamos horas haciendo estrategias en esta misma oficina hasta altas horas de la mañana. Me había dado un sinfín de mamadas bajo el mismo escritorio que ahora estaba delante de ella sentada con las piernas cruzadas. Parece como si fuera ayer, excepto por el hecho de que mi anterior amor por ella se había convertido en lo que parecía odio.

Colocó una caja blanca sobre mi escritorio.

—Te traje tu magdalena favorita de Magnolia. Mantequilla de maní.

Recuerdo cuanto…

—¡Joder! Cállate sobre la magdalena. —Escupí—. ¿Es mi hija?

Ya estuvo bien para el inicio de la conversación.

Abrió los ojos.

—¿Qué?

—Me escuchaste. Chloe. ¿Es mi hija?

Parecía absolutamente sorprendida mientras sus mejillas se pusieron rojas. ¿Cómo no pudo haber visto venir esta confrontación?

Cuando no hablo, continúe.

—¿Por qué pareces tan sorprendida, Tanya? ¿Realmente pensaste que iba a verla en el velatorio y no te haría esa pregunta?

—No lo sé, Edward.

—¿Qué quieres decir con que no lo sabes?

—He estado temiendo este momento durante cinco años. No sé cómo explicarte mi pensamiento de una manera que lo entiendas.

—Bueno… tengo todo el maldito día. Averígualo. —Cuando siguió en silencio, le dije—: De acuerdo, empezaré entonces. Te estabas follando a Alec y a mí al mismo tiempo, ¿verdad?

—Sí.

—¿Cuánto tiempo después de que estuviéramos juntos por última vez descubriste que estabas embarazada?

—Un mes.

—¿Desde hace cuánto estaban?

—Dos meses.

Tire un lapicero a través de la habitación con rabia.

—¿Cómo diablos pudiste hacer esto? —Un escupitajo había volado fuera de mi boca cuando lo dije.

Las lágrimas comenzaron a formarse en sus ojos.

—¿Puedes dejarme intentar explicarme?

—Estoy deseando ver como tratas de explicarte para salir de esto, de hecho.
Cerró los ojos por un momento y luego dijo:

—Estaba enamorada de ustedes dos, Edward. Realmente lo estaba. Era egoísta de mi parte sentirme con derecho a eso, pero lo hacía. Quería que continuara para siempre. Estar con ambos era lo mejor de ambos mundos.
Sabía que una vez que te enteraras, eso sería todo. Le dije a Alec que tú y yo habíamos dejado de dormir juntos. Él no sabía que había estado con los dos al mismo tiempo. Al parecer, nunca le dijiste lo contrario.

—Apenas hablé con alguno de los dos después de que te atrapé.

—Lo sé. Soy muy consciente. Hasta el día de hoy todavía me rompe el corazón.  —Miró por la ventana por lo que parecieron minutos para juntar sus pensamientos. Entonces, finalmente habló de nuevo—. Cuando Chloe nació, su tez era más clara de lo que es ahora. No tenía mucho cabello. No fue evidente de inmediato que no se parecía ni a Alec ni a mí. Mientras ella se convirtió en una niñita, supe que él estaba notando lo mucho que se parecía a ti. Eligió ignorarlo. Ambos decidimos ignorarlo. Las cosas estaban tan mal entre nosotros tres en ese momento. Y Alec amaba a Chloe más que a su vida. No podía haber enfrentado la posibilidad de que ella no fuera realmente suya.

—¿Qué hay de mí? ¿Pensaste que nunca lo descubriría?

—En el fondo, siempre sentí que ella era tuya. Y, para ser honesta, eso me hizo feliz. Las cosas entre Alec y yo se estropearon realmente rápido después de casarnos. Me di cuenta que había cometido un enorme error.
Todavía te quería mucho y siempre me arrepentiré profundamente de lastimarte.

—Una vez más, todavía no entiendo cómo pudiste haberme ocultado esto.

—No tengo una excusa, excepto para decir que no quería afectar la vida de Chloe. Y una parte de mí sentía que no podía hacerle eso a Alec.
Permanecer con él era el menor de dos males, porque sabía que no me recibirías de nuevo. Así que dejé que las cosas fueran como eran. Solo estaba tratando de mantener la paz. —Más lágrimas cayeron de sus ojos.

Me negué a ablandarme.

—Quiero una prueba de paternidad de inmediato.

—No voy a pelear contigo por eso, Edward. Te daré lo que quieras.
Tiempo con ella. La prueba. Todo lo que pido es que, si resulta que eres el padre, por favor espera hasta que sea un poco mayor para contarle y que pueda entenderlo mejor. Acaba de perder al único padre que ha conocido. Y está devastada.

—Nunca haría nada que pudiera hacerle daño. Estoy bien si no le digo nada durante un tiempo si eso es lo que le conviene.

—Realmente me preocupo por ti. Nunca quise hacerte daño. Por favor, cree eso.

—Quiero esa prueba dentro de una semana, Tanya. Haré los arreglos para que pueda estar seguro de que los resultados son los correctos.
Una mirada de pánico cubrió repentinamente su rostro.

—No vas a tratar de alejarla de mí, ¿verdad?

—Nunca le quitaría un niño a su madre.

Tanya gimió.

—Gracias.

—Si resulta que es mía, quiero que juntes cada foto que has tomado de ella desde el día en que nació. ¿Me entiendes?

Ella no vacilo.

—Por supuesto.

***

Esa noche, lo único que quería era ver a Isabella. Oler a Isabella. Dormir junto a Isabella. Mi cuerpo sentía que se estaba alejando de la droga más fuerte. Solo había pasado unos días sin ella, pero parecía una vida entera.
No era solo la necesidad física. Echaba de menos su humor, su sarcasmo, su risa.

Era tarde. Acababa de dejar el hospital de visitar a Meme, y no estaba seguro si Isabella aun estaría despierta. Mi chofer, Louis, tenía el resto de la noche libre. Sin pensarlo, agarré mi chaqueta y me dirigí al garaje.

No le había enviado un mensaje de texto ni la había llamado primero.
Por lo tanto, conducir a su casa era un riesgo. Pero no podía darle la oportunidad a decirme que no viniera.

No había estacionamiento cerca de su apartamento, así que tuve que caminar dos cuadras bajo la lluvia torrencial. Cuando finalmente llegue a su puerta, presione el timbre de su apartamento.

Sonaba adormilada.

—¿Hola?

Cerré los ojos porque había extrañado su voz.

—Nena, soy yo.

—Edward… es tarde.

Apoyé mi frente contra la pared.

—Lo sé.

Sin decir nada más, me dejó entrar. El alivio me invadió mientras subía rápidamente las escaleras de dos en dos.

Mi cabello y mi chaqueta estaban empapados. Debía parecer una rata ahogada. Cuando abrió la puerta, no me dejó entrar. No sabía si iba a echarme o decirme que entrara. Era su turno de hablar. No tenía derecho a presionarla después del lío en el que acababa de meterla. La observé por un momento. Estaba completamente deshecha en una delgada camisa de noche blanca. Sus pezones me saludaban. Al menos ellas estaban felices de verme. Se veía tan hermosa, incluso con su cabello en un desorden enmarañado.

Las puntas eran rojas.

La estaba perdiendo

—Oh Dios. Entra. Estás empapado.

Gracias por la jodida lluvia. No estaba por encima de obtener simpatía en este momento.

Cerró la puerta y desapareció por un momento, luego volvió con una toalla.

—Toma. Dame esa chaqueta mojada.
Me quité la capa superior. Mi camisa de vestir por debajo estaba todavía seca. Debería haber estado afuera un rato más.

—¿Qué está pasando? ¿Está todo bien?

—No. Nada está bien.

—¿Me parece que tu reunión con Tanya no ha ido bien hoy?

—Admitió que no estaba segura de que Alec fuera el padre de Chloe. Ella estaba follando con los dos al mismo tiempo y se dio cuenta después de que rompimos que estaba embarazada. Accedió a que hiciera la prueba de ADN de Chloe la próxima semana.

—No sé qué decir.

La miré a los ojos.

—Dime que no me dejaras.

Apartó la mirada.

—Edward… todo es tan incierto ahora. Estoy muy confundida.

—Me siento igual. Mi mente está girando fuera de control, y solo hay una cosa de la que estoy seguro ahora. ¿Sabes qué es, Isabella?

Estaba mirando el suelo, pero alzó los ojos, mirándome a través de sus oscuras pestañas.

—¿Qué?

—Te quiero. Quiero estar contigo. Estoy jodidamente perdido sobre ti, y necesito saber que tú no me vas a dejar.

Esbozó una pequeña sonrisa.

—Creo que el dicho es caer perdidamente enamorado por ti.

—Lo que sea. —Envolví mis manos alrededor de su cintura y las cerré detrás de su espalda—. Dime que no me vas a dejar por esto.

—No sabemos qué va a pasar.

—Sé lo que quiero.

—Edward… las cosas pueden cambiar.

—Te necesito, Isabella. Nunca le he dicho eso a otra mujer en mi vida. —Incliné mi frente contra ella y susurré—: Te necesito.

Asintió…

—Está bien.

Tomando su rostro entre mis manos, la levanté, así nuestros ojos se encontraron.

—No más basura para evitarme.

—Tenía planes con Emmet y Rosalie.

Le lancé una mirada que decía que eran tonterías.

—Bien. —Puso los ojos en blanco—. Te estaba evitando.

Me incliné y la besé en los labios. Por primera vez desde el funeral, el mundo parecía dejar de girar por un momento.

—¿Quieres quedarte esta noche?

—Intenta hacer que me vaya.

Esa noche, con mi cuerpo envuelto alrededor de Isabella, finalmente conseguí un sueño muy necesario. Incluso había dormido hasta tarde a la mañana siguiente hasta que el sonido de mi teléfono me despertó.

****************************

Hola a todas que les pareció los capítulos de hoy que creen que pasara ahora con ellos dos.


Gracias por sus comentarios nos vemos el viernes.

9 comentarios:

beata dijo...

INTERESANTE, SOBRE TODO LA ACTITUD DE ISABELA.
ME GUSTA MUCHO.

Ana dijo...

Graciaaaas 😉, todo se complica

Anónimo dijo...

HDP jum... bien dice que quien sirve a dos personas con alguna queda mal.
Mmm... sonará egoista pero espero que no sea su hija, las cosas van bien con bella
Y siento que se alejará para que la niña tenga a su familia :/
Pero bueno.
Gracias :D

Belu dijo...

Me encantaron los capítulos! La verdad es que no esperaba esta reacción de Edward. Que admita que la quiere creo que es un gran paso para el y me alegra que Bella no sea la típica vueltera y lo haya aceptado. Son geniales juntos, espero que esto los una y no los separe.
Espero la próxima actualización 😊

saraipineda dijo...

Joder esa Tanya no dejaría de ser una perra mira que estar con ambos y todavía embarazarse y no decirle nada después a Edward gracias linda súper emosionada X leer pronto un nuevo cap graciasssss gracias gracias gracias gracias gracias gracias gracias gracias gracias gracias gracias gracias

Kar dijo...

Se pone interesante, pero ya le dijo que la ama ojala y puedan superar esta situación y poner a Tanta en su lugar si pretende sacar partidos en caso de que La niña sea su hija,
Saludos y besos 😘😘😘

cari dijo...

Edward muy bien encárgate d la nena pero déjale claro a la mama q ella no entra en el paquete solo la nena pues ella no tiene culpa q la mama sea tan hdp, y Bella no juegues se serio la chica t ama se sinceró no le hagas daño 😉😘❤ gracias

Melina dijo...

Me encantan. Es natural que bella tenga miedo. Ed se encargara de no perderla.

Laura Natalia dijo...

No puedo creerlo en serio Tanua le dijo q amaba a LOS DOS?,en q cabeza cabe q puedes ser feliz engañando a otra persona con su mejor amigo.😠😬😡

ORACION A MI SEXY VAMPIRITO

Edward de mi guarda
De mi sexy compañia
Bebete mi sangre
De noche y de Dia
Hasta que caiga en tus brazos
Y sea tu marca de heroina