jueves, 19 de mayo de 2011

CAPITULO XXIV LOS BUSCADORES DEL PLACER

VEINTICUATRO

Sin ti mi vida es una carga... Te quiero -Y quiero que me permitas decirte que te amo ¡una y otra vez!

Thomas Hardy

Hacía una semana que Bella se había enterado de que Edward se había ido de Francia y vuelto a las regiones salvajes de Devon.

Su padre se había quedado en París durante un mes, tratando de protegerla de las desventuras de la vida, igual que cuando era niña. Pero con su preocupación sólo le recordaba el dolor que sentía.

Ella encontró cierta cuota de felicidad en el hecho de que sus padres estaban volviendo a hablarse. El leve contacto entre ellos denotaba amistad, que tal vez un día llegaría a transformarse en algo más. Ahora hablaban con mayor frecuencia, se tomaban el tiempo para escucharse. Había esperanza donde alguna vez no había existido nada. Algo era algo.

Durante los cuatro meses siguientes, el padre visitó París cada vez que pudo hacerse una escapada del parlamento. Bella se consolaba con la idea de que al menos había quedado una cosa positiva de su desconsuelo.

O mejor dicho, dos cosas, pensó con una débil sonrisa mientras apoyaba una mano en la delicada redondez de su vientre. Debajo de las yemas de los dedos, el niño se movía suavemente. Casi lo había perdido al caer enferma después de la encarcelación de Edward, sin percatarse de que la falta de apetito y el mareo eran síntomas de que su cuerpo se estaba preparando para la maternidad.

Se le hinchó el corazón. El Señor la había bendecido y pasó los días experimentando una especie de euforia agridulce, dejando la mente en blanco ante el dolor que significaba vivir sin Edward.

Sus padres habían intentado hacerla entrar en razón, insistiéndole con que le hablara a Edward sobre el bebé. Pero ella una vez le había dicho que en el caso de quedar embarazada no buscaría la protección de un apellido, y eso seguía siendo cierto, aunque ahora debido a un motivo que iba más allá del orgullo.

Si le hablaba a Edward sobre el bebé y él regresaba, ella sabría que no sería el amor lo que lo traería de vuelta a su lado. Y no estaba dispuesta a aceptar de Edward nada menos que su corazón entero.

Un golpe en la puerta la perturbó y Bella se giró para encontrar a su padre entrando, que desvió la mirada hacia el vientre.

-¿Cómo está hoy mi nieto?

-¿No habrás querido decir nieta? -Preguntó riendo la madre que apareció detrás de los anchos hombros del esposo, guiñándole un ojo a Bella-. De veras. Su Excelencia, ¿qué es lo que lo hace estar tan seguro de que nuestra hija espera un varón?

Él le frunció el ceño a la esposa con simpatía.

-Porque todas la mujeres Swan primero dan a luz a un varón.

La madre resopló ante la lógica machista.

-Yo no.

-Eso es porque rehúsas a hacer lo que debes, querida mía.

-Tal vez fuiste tú el que no hiciste lo que debías - le respondió ella bromeando.

Bella sonrió con la broma de sus padres, aún cuando sentía una punzada de envidia. Se alejó, y acarició con amor el edredón que le había fabricado al bebé, una labor de retales de colores suaves como la piel de un garito. Pronto llegaría el día en que acunaría a su hijo envuelto en ella y lo sostendría cerca del corazón.

Una mano cálida sobre su hombro la hizo volver la mirada hacia el rostro preocupado del padre.

-Has hecho maravillas con este cuarto -le dijo.

Bella había convertido su estudio en el cuarto del niño, pintando las paredes con murales con criaturas y hadas del bosque Por primera vez, su arte describía algo puro y sano.

-Bella -empezó a decir el padre-. Quiero hablarte sobre Edward.

Bella se acercó a la mesa donde estaban sus pinceles y los tocó de manera distraída:

-No tengo ganas de hablar de él, papá.

-Él es el padre de tu bebé.

-Ya hemos hablado de esto antes -dijo ella con tono cansado.

-Sí, y tú te niegas a escucharme cuando trato de decirte que él ha cambiado...

Bella giró en redondo para mirarlo de frente.

-Si él no está dispuesto a venir por su cuenta, entonces no es el hombre que sé que podría ser (y no me conformaré con menos que eso).

-Querida -Se adelantó la madre, con una compasión en la mirada que casi desarma a Bella-. Tu padre y yo sólo queremos lo mejor para ti y el bebé.

-Entonces entended que yo no aceptaré nada menos que el amor. -Cogió el chal y pasó rápido junto a ellos; sentía necesidad de estar a solas.

Bella huyó hacia el sitio donde sabía que su dolor encontraría consuelo. Allí donde no había sido capaz de ir durante cuatro largos meses, por temor a que le trajera demasiados recuerdos de Edward.

Ahora buscaba su refugio, hundida en el banco de mármol al pie de la tumba de sus abuelos, con el bebé inquieto debajo del corazón que le latía salvajemente.

-Sssh... -le canturreó, secándose las lágrimas de los ojos-. Todo estará bien, te lo prometo.

El silencio del crepúsculo la envolvió, cual bálsamo reconfortante para el alma. Sin embargo, sus pensamientos seguían confundidos, centrados en Edward.

Su padre le había dicho que había cambiado, dando a entender varias veces que él la extrañaba. Pero Bella se negaba a tener esperanza. Para protegerse. Ella no daría el primer paso para recibir de nuevo a Edward en su vida o en su corazón; si él no era capaz de comprometerse a regresar con ella voluntariamente, no valía la pena y sería autodestructivo.

-Bella.

Su nombre sonó como un susurro de lamento en el viento, casi irreal y la hizo levantar la cabeza dejándola temblorosa e incapaz de moverse al saber que era Edward el que estaba allí. Ni se preguntó cómo era posible.

-Mírame, Bella -le pidió con suavidad.

Ella dejó caer la cabeza entre las manos.

-Vete. Por favor, sólo márchate.

-No puedo. Me ha llevado mucho tiempo controlar los nervios de enfrentarte.

-¿Qué es lo que estás haciendo aquí?

-Vine con tu padre. Tenía que verte.

-¿Para qué? Dejaste tus sentimientos perfectamente claros al marcharte.

-Por favor, Bella, mírame.

Ella no podía. Sabía lo que él vería al hacerlo, el deseo vivo que aún sentía por él y que probablemente sentiría siempre. El largo chal ocultaba la verdad de su condición.

-¿Cómo supiste dónde encontrarme?

-Me arriesgué -murmuró él con un tono suave que aún tenía el poder de derretirla.

-¿Y mi padre es el motivo por el que estás aquí? ¿El te... dijo algo? -le preguntó, rogando que el padre no hubiera violado su confianza.

-¿Cómo qué? ¿Qué estabas sufriendo por mí? Se que eres demasiado fuerte para eso. De hecho, estaba seguro de que me habías borrado de tu mente. -Hizo una pausa y luego le preguntó con calma- ¿Lo hiciste, Bella?

-¿De veras te interesa? -Aunque se le aceleró el corazón, ella se resistió a esperanzarse.

-Sí -le dijo él, sonando como si se hubiera acercado más- Tú me seguías dando posibilidades pero yo estaba demasiado ciego para aprovecharlas. Me obligué a pensar que estarías mejor sin mí durante aquellas largas noches en que recorría los fríos pasillos vacíos de una casa que ya no significa nada para mí. No sin tí.

-No... -le rogó ella con tono bajo, como queriendo taparse los oídos con las manos.

-Durante el primer mes, no creo haber estado sobrio durante más de una hora seguida. En mis momentos de lucidez caminaba por los acantilados, buscando algo que había perdido, algo que necesitaba volver a encontrar desesperadamente. Jamás logré asirlo, pero en cambio, acabé descubriendo algo distinto. ¿Quieres saber qué fue?

-No -mintió ella.

-Mi corazón, Bella. Descubrí mi corazón. Pensé que lo había perdido para siempre. Pero tú, mi amor, lo hiciste latir de nuevo, me hiciste sentir vivo de un modo en el que jamás me había sentido antes. Entonces supe que tenía que demostrarte que puedo ser un hombre merecedor de tu amor. Solo que no sabía cómo. Pero incluso en eso me ayudaste tú.

Una vez me dijiste que tu padre pensaba que yo podía tomar mi puesto en la Cámara de los Lores. Y lo hice. Me hice escuchar. Hablé de los pobres, de las injustas condiciones laborales y de los asilos. Hasta hablé de los derechos de la mujer.

Bella olvidó su promesa de no mirarlo y alzó la vista, bebiéndose la imagen completa de él. Lucía más delgado, más esbelto de un modo que lo volvía aún más apuesto, con los hoyuelos pronunciados debajo de las mejillas, con círculos oscuros alrededor de aquellos ojos más azules que nunca, como si realmente hubiera sufrido. Pero creer eso era admitir que ella le interesaba. ¿Es que ella podía confiar en que eso era cierto?

-¿Por qué? -le preguntó con calma.

-Por tí. Por ti y sólo por ti, Bella. Yo quería ser un hombre mejor, para que pudieras ver en mí alguien que valiera la pena. Alguien que merezca ser amado, porque yo necesito que me ames, Bella. No estoy completo sin ti.

-Edward...

-Sólo escúchame. Pasé mucho tiempo con tu padre. Me disculpé por haberle culpado de la muerte de mi padre. Cuando la bruma se despejó de mi mente, me di cuenta de que había estado viviendo engañado. Reinventé la historia en mi cabeza para justificar el odio que guardaba en mi interior. Odio que quería dirigir hacia alguien que no fuera yo mismo.

Se aproximó a ella, con pasos inseguros, como si quisiera llegar al fondo de ella con su mirada.

-Ya no quiero vivir con dolor, Bella. Quiero recuperar mi vida. Quiero recuperarte a ti.

Se acercó hasta quedar a unos pocos pasos de ella, extendió la mano para acariciarle la mejilla, pero sólo cerró los dedos sobre su propia palma.

-Descubrí una veta de carbón sin explotar en mi propiedad -le dijo con tono reservado-. Ahora tengo dinero. No mucho, pero suficiente para comprar algunas ovejas y semillas de cultivo y para tener un buen comienzo de cría de árabes purasangres. -Meneó la cabeza con una leve sonrisa que le curvó la comisura de los labios-. Jamás pensé que vería el día en que querría convertirme en un granjero honrado. Pero estoy preparado para sentar la cabeza.

-A tu padre le hubiera encantado.

-También me gustaría pensar que quizás hubiese estado orgulloso de mí.

-Por supuesto que sí.

Se arrodilló ante ella, le tomó la mano fría entre las suyas tibias, y la miró de un modo en que jamás antes lo había hecho.

-No quise estar alejado tanto tiempo, pero tenía que estar seguro de que contaba con algo sólido que ofrecerte. Sé que te he herido, Bella. Y sé que no te merezco, pero ruego que me perdones. Prometo que pasaré cada día compensándote.

-No. -La rienda que ella apenas había logrado mantener tirante para controlar sus emociones se soltó, las lágrimas le rodaban por las mejillas descontroladamente-. No digas lo que no sientes.

Él le tomó el rostro entre las manos, y le rozó los surcos húmedos con los dedos.

-Sí, eso es lo que siento. Te amo. No puedo vivir sin ti. No lo hagas, Bella. Por favor, no me hagas vivir sin ti.

Una ráfaga de viento le voló la punta del chal y ella lo agarró, pero no a tiempo para evitar que Edward se enterara de su secreto. Él deslizó la vista hacia el abdomen y con los largos dedos apartó el chal al tiempo que llevó la mano al vientre involuntariamente.

Durante un momento interminable la miró fijamente, con una mezcla de encanto y asombro hasta que alzó los ojos para mirarla de manera aturdida e inquisitiva. La emoción pura allí reflejada era tan real que dolía mirarlo.

-¿Por qué no me lo dijiste? -le preguntó con un tono en carne viva.

Un sollozo quebrado le brotó a ella de lo más profundo de su ser.

-No pude.

Él volvió a mirar el vientre con la respiración agitada hasta que finalmente con un estremecimiento estiró la mano y la posó sobre las de ella. El bebé se movió inquieto debajo de sus dedos, como sabiendo que allí estaba su padre.

-Nuestro bebé. -Las palabras sonaron llenas de un profundo respeto mientras él le aferró la mano y la miró a los ojos-. No me prives de esto, Bella. Te necesito. A ambos. Regresa a Devon conmigo. Te construiré un estudio con vistas a los acantilados. Eres todo lo que tengo.

Bella cerró los ojos.

-Edward…

-Ya lo sé. Te herí y lo siento. Y si tengo que pasar el resto de mi vida enmendándolo, lo haré.

Ella bajó la vista hacia las manos entrelazadas.

-Me lo estás pidiendo porque.

-¿Por el bebé?

Ella asintió con la cabeza.

El le levantó el mentón para que lo mirara.

-No, Dios, no. Vine aquí por ti. Descubrir que voy a ser padre me hace doblemente dichoso. -Tenía la sonrisa llena de ternura-. Después de todo parece que la doncella es real.

Ella cumplió mi promesa.

-¿La doncella?

-La de la tumba de Chopin. -Le hizo un gesto y señaló hacia donde estaba el ángel alado encaramado en vuelo sobre la tumba del músico.

-Pero ésa solo es una fábula de enamorados.

-Para mí no. Ve y lee lo que escribí.

Bella vaciló y luego se levantó del banco, con las piernas algo inestables al detenerse frente a la doncella, que parecía mirarla con aprobación. Inspiró hondo, desdobló el pequeño trozo de papel metido debajo del talón. Las palabras estaban casi borrosas, pero el mensaje aún era claro:

"Lo único que pido es el privilegio de amar a Bella durante el resto de mi vida."

Con las lágrimas bañándole el rostro, Bella alzó la vista y miró a Edward.

-¿Me perdonas, Bella? -le preguntó con calma, al tiempo que se acercaba con todo lo que sentía por ella expresado en sus ojos.

Bella sabía que sus propias plegarias habían sido escuchadas.

Mientras le bajaba la cabeza para besarlo, para demostrarle como se sentía, las manos de él acunaron el bebé con delicadeza, el hijo de ambos, abrigado bajo el corazón de ella tibio, protegido y amado.

Del mismo modo que se sentía ella al estar entre sus brazos.

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AHHHHH AME EL FINAL USTDES NO??? BUENO CHIKAS LA HISTORIA LLEGO A SU FIN
SOLO FALTA EL EPILOGO EL CUAL SUBIRE EL DIA DOMINGO LES PIDO UNA DISCULPA POR ESTAR AUSENTES PERO YA SABEN QUE TUVE UN PROBLEMON QUE HASTA EL DIA DE HOY NO CONSIGO ARREGLAR, ESO ES LO MALO DE TENER COMPAÑERAS DOBLE CARAS PERO EN FIN
BESOS Y QUE ESTES DE LO MEJ0R KISSS

16 comentarios:

Elizabeth Abigayl Masen dijo...

aaaaaaaaaaaaa un bebe es tan lindo me encanta es muy lindo q bonito almenos se quedaron juntos hasta el final y edward aaa un amor es tan lindo lo kiero jeje
lizzy este fue un viaje maravilloso algo q todabia no termina x q falta el epilogo x0x0

brigitteluna dijo...

ahhhh que lindo me encanto...y por cierto cuando adelantas apuesta por un amor

Belu dijo...

me morì con el final! fue hermoso... me encanto la hisotria... pasaron por tantas cosas,ambos. Y aprendieron tanto el uno del otro :)
fue re lindo el fic.
Te felicito...

lorenita dijo...

me encanto el final!! muy enternecedor y hermoso, y nos demuestra que el amor puede por sobre todas las cosas curar el dolor...muchas felicidades y GRACIAS lizzy por darnos el placer de leer esta hermosa historia!!!..espero ansiosa leer el epílogo!!!:)

Ginna de Cullen dijo...

simplemente maravilloso....

no esperaba menos....


besosss lizzy

nydia dijo...

Hola mi niña hermosa espero que puedas solucionar tus problemas pronto y que todo te salga bien ,respecto al capitulo est agenial y amo etsa historia ,es una pena que se acabe pronto...Besitos cuidate....

Unknown dijo...

Hoo Lizzy ya se acabó?? T_T

Estuvo muy bonito el finalm aunque al principio quería golpear a _Edward por haber echo esperar a Bella tanto tiempo!!!

Pero bueno las cosas no podrían terminar mejor.

Te mando muchos saludos y suerte con tu tarea!!

RooCh .... (Yop) dijo...

Ame el capitulo!! Edward es un hombre hermoso!! Mori cuando le cuenta como vivio esos meses, lo mucho que penso en ella y como le declara cuanto la ama... Me encanta el amor!!

Lizzy, espero que puedas solucionar aquello que te esta pasando...

Besotes!!

Cammy dijo...

voy a morir!!!
puede ser más hermoso? awww me encantó (:

Vianey dijo...

Simplemente hermoso!!

Me encanto todas y cada una d las palabras que edward le dijo a Bella para buscar su perdon y la tan anhelado 2da oportunidad.

Me voy a leer el epilogo...

Caresme dijo...

A lindo, en serioq eu linda historia de amor , ....

Ligia Rodríguez dijo...

Estoy entre feliz de que por fin estos dos van a ser felices y triste porque no quiero que se acabe, me parecio el capitulo mas tierno que has hecho de estos dos!!! Lo ame!!!!!

nany dijo...

estuvo genial el cap me encanto, disculpa por no haberte dejado comentario antes pero no me llego el aviso de que habias subido cap

vyda dijo...

Es una lastima que termine, esta historia me encanto... en cuanto al capitulo no me esperaba menos que un Edward arrepentido y tierno!!!, haaaaa, lo amo!!!, grax por subir esta historia, besos...

Ana dijo...

Qué bonito!! Gracias

Brigittehdms dijo...

Porque insisten en acudir a historias en donde el hombre es maanipulador y todo un troglodita y las mujeres son seducidas y caen fácilmente puaajjj!!!

ORACION A MI SEXY VAMPIRITO

Edward de mi guarda
De mi sexy compañia
Bebete mi sangre
De noche y de Dia
Hasta que caiga en tus brazos
Y sea tu marca de heroina