BUENO CHICAS AQUI LES COMPARTO UN RELATO QUE TENIA PERDIDO POR AHI...
JIJI LA VERDAD DESDE HACE UN BUEN DE AÑOS A VER QUE LES PARECE BESOS
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NOCHES SIN LUNA
Dicen las personas que los
cuentos de terror son solo eso cuentos-susurro Rosa con una sonrisa burlona
plasmada en el rostro, sus ojos aceitunados en la penumbra de la noche
refulgían como los de un gato al acecho de un ratón. La poca luz que había gracias a la antorcha
no ayudaba, al contrario brindaba al
lugar un toque siniestro y desconocido, la obscuridad los rodeaba, esa noche no
había luna, el ruido de los grillos y ranas era lo único que se escuchaba, ahí
hacían ya en medio del bosque, de la nada, un grupo de compañeros de escuela,
chiquillos hambrientos de curiosidad y morbo, eran apenas algunos minutos para
la media noche, estaban a algunos metros del cementerio.-historias de terror de
no…-se quejo María cubriéndose las orejas con sus blancas manos, eso le incentivo
mas a Rosa quien volvió a sonreír y continuo presurosa con su relato caminando
alrededor de sus compañeros, rodeándoles, acorralándoles, como un cazador a su
presa.-Como decía-dijo antes de dar una mirada despectiva a María-Los cuentos,
cuentos son…pero…tienen algo de verdad en ellos-
susurro inclinándose cerca del
oído de María quien pego un saltito. Sus compañeros sentados al lado izquierdo
rieron quedamente.-Justo como lo que sucedió aquí en el pueblo--¿Qué
suce…dio?-susurro Claudia, era la más nueva, hacia menos de un año que se había
mudado debido a una transferencia en el trabajo de su padre, el ambiente la
ponía de nervios, pero no lo demostraría, y menos frente a Rosa.-¿Qué
sucedió?-pregunto de nuevo recomponiendo la voz, rosa sonrió.-San Pedro es un
lugar antiguo-comenzó rosa-Rodeado de cosas sobrenaturales desde la fundación
del pueblo…-rosa…-pidió maría-Por favor…esas historias no…-puedes irte si
quieres-le respondió la rubia, sus ojos mostraban cierto fastidio respecto a su
compañera-Desde la fundación del pueblo las cosas han sido extraña, muchas
desapariciones de jóvenes de nuestra edad, doncellas…vírgenes-agrego de nuevo
al oído de maría, los chicos rieron.-bueno, no tienes que preocuparte por eso
Rosa-susurro Catalina desde su lugar-Entonces no corres peligro alguno-otra ola
de risitas inundo el pequeño círculo alrededor de la fogata.-Exacto-replico
ella con voz acida-La única que tiene que preocuparse aquí es la virgen maría-dijo
con desdén mirando hacia maría quien estaba sentada al lado de
catalina.-¡Oye!-se quejo ella a lo que todos rieron.-Ser virgen no es ningún
delito-se defendió -Claro que no-dijo burlonamente Rosa-Solo si quieres ser
sacrificada, como todas las demás-añadió. Un estremecimiento recorrió a maría,
no ella no quería ser sacrificada. -¿Las demás?-pregunto Claudia de
nuevo-¿Quiénes han sido sacrificadas?-inquirió hacia rosa-¿Y por qué?-añadió
mirándola como si pudiera aniquilarla con solo mirarla, era como ella, fría y
calculadora, desde que llego al pueblo casi no salía con nadie, a todos les
sorprendió el hecho de que se uniera a ellos para la fogatada en celebración
del día de los muertos. -Bueno…-continuo ella satisfecha de haber ganado la
atención de su nueva compañera-Los dioses paganos infestaron el pueblo siglos
antes de su fundación, pedían sacrificios humanos, ya sabes, los dioses de los
aztecas pedían sangre por que ellos carecían de ella-dijo con la mirada
distante-había una mujer, muchos dicen que es la encarnación de tonantzin, que
cuando los españoles fundaron el pueblo, venia todas las noches sin luna, justo
como hoy-hecho una mirada de reojo a sus compañeros, encontró cierta
satisfacción al ver la mirada curiosa de todos puesta en ella-La noche de todos
los santos, a vengar la caída de su imperio, con las mujeres blancas, con las
hembras de los traidores, los que mancillaron a su pueblo y encadenaron a su
gente, los que derramaron sangre, la sangre de su pueblo sin que ella lo
pidiera, los que violaron su templo, cuentan que es una mujer hermosa, un lobo
con piel de oveja, ella viene por venganza, viene por la sangre de los
usurpadores.-¿Y eso que tiene que ver con las mujeres sacrificadas?-inquirió
Claudia, rosa la fulmino con la mirada por haberla interrumpido, apretó sus
puños hasta dejar sus nudillos blancos, la cólera resplandecía en sus
aceitunados ojos.-Hacia ahí voy…-susurro fieramente, Claudia sonrió complacida
por la rabieta de su compañera, se cruzo de brazos y espero, Rosa bufo pero
continuo-La noche de los muertos, permite que el umbral entre los dos mundo de
habrá, ella regresa de ahí, de su reino, para reclamar sangre, las doncellas
vírgenes son su predilección-dijo rodeando a Claudia-¿Pero por qué vírgenes y
no cualquiera?-pregunto catalina-Quiere vírgenes porque su sangre es pura, más
fresca-respondió esta vez Claudia-aunque no se, siento que si yo fuera
tonantzin preferiría acabar con todas las mujeres blancas-susurro mirando a
rosa-Con todas aquellas que sean herederas del legado español, hijas de
aquellos que corrompieron nuestra raza-rosa medio sonrió, y con clara acidez
agrego-que bueno que no seas tonantzin ¿Verdad?-Claudia asintió con una
sonrisa, ambas se observaron y fue como un duelo de miradas, ninguna cedía, la
noche se estaba volviendo más fría, el viento susurra los ecos de los animales,
y la niebla empezaba a inundar todo.-Quiero ir a casa-dijo maría asustada hacia
catalina, ella tomo su mano y asintió-Deberías cuidarte maría-dijo Rosa,- hoy
es noche de muertos- sonrió, maría la miro cautelosa y siguió a catalina rumbo
al panteón-tu también cuídate rosa-dijo Claudia,- tonantzin no solo clama la
sangre pura-agrego antes de darse una vuelta y caminar con sus demás
compañeros, ella sonrió y hecho un tumulto de tierra sobre el fuego para
apagarlo, la obscuridad la rodeo por completo, el crujido de una rama al
romperse la alerto, miro hacia dónde provino el ruido pero no encontró nada,-No
seas cobarde-se dijo antes de tomar un gran respiro-Rosa- dijo Mauricio
esperándola de pie en el camino hacia el panteón-Apúrate los demás ya deben estar dentro de la
iglesia-ella asintió y camino a su lado, el camino estaba solitario, ya no había
nadie más, todos el pueblo se congrego en la iglesia dentro del panteón, para
pedir por el alma de todos sus difuntos, a lo lejos se escuchaba el murmullo de
voces, pero no había nadie, eso preocupo a rosa, Mauricio parecía caminar sin
notar nada extraño, pero ella se sentía observada, de repente recordó la
leyenda de tonantzin que les conto a sus compañeros, pero…ella no era virgen
por lo que no tenía por qué preocuparse ¿Verdad?, su debate interno la distrajo
algunos segundos que sirvieron para que perdiera a Mauricio de vista, apuro el
paso pero ni así lo encontró, podía sentir un par de ojos clavados en su
espalda. Y una sensación de estar en peligro se apodero de ella, estaba a medio
camino para llegar al panteón, pero es como si no existiera mas camino, ante
ella solo se abría una penumbra inquietante y perversa, oscuridad a cualquier
lado que mirara, no había luz, por que esa era una noche sin luna, los arboles
parecían burlarse de ella, ya que sus ramas se mecían con el viento, llevando
el lamento en el. –Esas cosas no existen-se dijo-Estas alucinando es todo-siguió
caminando adentrándose en la oscuridad ¿Qué otra opción le
quedaba?-Mauricio-grito pero no hubo respuesta, nada hasta segundo después, el
murmullo de risas la inundo, susurros que se aproximaban, siluetas, sombras que
la cercaban, que la acechaban, conduciéndola, arreándola como si fuese
ganado.-¿Qué pasa Rosa?-pregunto una voz demasiado familiar-María-suspiro ella
de alivio-No ha sido gracioso-agrego tratando de ocultar el temor en su voz.
Alrededor de maría se empezaron a congregar más personas, todas mudas,
mirándola como si quisieran… como si quisiera. De pronto la pared de personas
formadas se abrió en dos y una figura más surgió de entre las sombras, rosa no
la distinguía, la oscuridad cubría su rostro, pero vio que iba descalza, las sombras
empezaron a rodearlas, no podía hacer nada, sentía miedo y ese miedo la
congelo, lo último que supo antes de cerrar los ojos fue que maría se acerco a
ella sosteniendo un puñal en lo alto. –los cuentos…cuentos son-susurro una voz
a la espalda de maría, Claudia sonreía triunfante desde el medio de la pared
humana, El dolor agudo la atravesó y la sangre cayendo en el suelo fue lo que
sello una vez más el umbral entre los dos mundo, la sangre de una traidora, la
sangre derramada de una descendiente española tomada por una descendiente
azteca, la hija de tonantzin.
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