sábado, 28 de octubre de 2017

Amarte en Secreto capitulo 11


Capitulo 11

 aviso 
capitulo con alto contenido sexual y lenguaje explicito y tambien con un poco de drama


El hecho de que sentí el vacío cuando solo se había levantado para ir al baño no era una buena señal sobre cómo me sentiría mañana. Él estaba yéndose en algunas horas, y ya anhelaba el regreso de su aroma y toque en los minutos que él se había ido.

 Era conveniente tener un pequeño baño en mi habitación desde que él podría haber despertado a Charlie y a mi madre si él hubiera tenido que ir al del pasillo. Él regresó con un pequeño paño para lavarse y se recostó de vuelta a mi lado.

—Abre tus piernas. —Él se puso entre ellas y lo sostuvo ahí—. ¿Se siente bien?

—Sí, lo hace. Gracias.

 No tenía mucho dolor realmente, pero el calor del paño era calmante. —¿Duele?

—No, no es ciertamente malo del todo. Estaré bien para intentarlo de nuevo.

 —Lo haremos. Quiero que descanses un poco primero.


 La habitación estaba oscura excepto por la luz viniendo del baño. Sobre la siguiente hora, él se levantó varias veces para remplazar el paño por uno caliente. Él solo se recostó a mi lado, sosteniéndolo entre mis piernas. Ambos aun estábamos completamente desnudos y me sorprendió lo largo de esta etapa porque me hacía sentir completamente cómoda con mi propia piel. Casi deseaba que él no fuera tan cuidadoso y dulce conmigo.

Hablamos mucho en esa hora; sobre su escritura, sobre mí reflexionando convertirme en maestro, sobre nuestros planes para el próximo año. Él estará ayudando en un centro comunitario cerca de su casa en Sunnyvale. Él tenía que vivir en casa para mantener un ojo en Esme y planeaba obtener un trabajo por otro lado.


Edward podía hablar de todo abiertamente, exceptuando el tema de su historia con Charlie. Eso aún se encontraba fuera de los límites la única vez que intenté sacarlo a colación.

 Los números rojos de la alarma me atormentaban. Eran ahora las tres de la mañana. Mi corazón comenzaba a palpitar, y casi sentía un ataque de pánico. No quedaba mucho tiempo. Él debe haber leído mi mente porque repentinamente me giró sobre mi espalda así se podría cernirse sobre mí.

 —No vayas ahí —dijo sobre mis labios.

—¿Dónde?

—Donde tu mente está justo ahora.

 —Es difícil no hacerlo.

—Lo sé. ¿Qué puedo hacer para que sea mejor?

 —Hazme olvidar.

 El me miró mucho y duro antes de sentir su mano envolverse alrededor de mi cuello.

Esto parece ser su cosa, lo amo.

 —Sé que lo dijiste antes. ¿Pero realmente quieres que te muestre como yo lo hago?

—Sí.

—¿No quieres que retenga nada?

—No vayas a lo fácil conmigo esta vez, Edward. Por favor.

Él me miró por lo que pareció un minuto completo después dijo—: Date la vuelta.

Sólo esa orden causó que se construyera una humedad entre mis piernas.

 Me dieron escalofríos cuando sentí su mano fuertemente deslizarse hacia abajo por la longitud de mi espalda. Posteriormente, con ambas manos firmemente apretó las mejillas de mi trasero antes de que lentamente bajara su boca y mordiera gentilmente una y otra vez.

Susurró contra mi piel. —Amo tu trasero. —Sus palabras causaron que mis músculos temblaran con anticipación.

 Dejé salir un profundo suspiro cuando su caliente boca viajó entre mis piernas por detrás de mí. La sensación de él yendo abajo desde ese ángulo era casi demasiado para manejar. Estaba palpitando mientras lamía y succionaba duro como si esta fuera su última comida. Los sonidos que hacía me estaban volvían loca.

—Dios sabes tan bien, podría hacer esto toda la noche —gruñó dentro de mí.

Grité fuertemente en ese punto, y jalo mi cabello para traer mi cara hacia él.


—Shh. Nos meterás en problemas —dijo antes de deslizar su lengua en mi boca y besarlo con el sabor de mi propio deseo.

Su beso se movió entonces hacia abajo por la longitud de mi espalda, y el de repente se detuvo.

—Joder, no puedo aguantarlo más. Necesitamos movernos al piso porque esta cama hace mucho ruido.

 Lance algunas almohadas al abajo sin demora y me puse en mis manos y rodillas.

Estaba callado. Cuando giré mi cabeza sus ojos estaban fijos en mí mientras acariciaba su hinchada polla.

 —Tú en todas tus cuatro como… nunca me había encendido más en mi vida entera.

 Observarlo darse placer a si mismo mientras me miraba había hecho más grande mi excitación.

Cuando giré, escuché la rasgadura de un paquete de condón y mire atrás una última vez para verlo enfundarse a sí mismo.

—Relájate —dijo mientras deslizaba una mano por mi espalda y la envolvía alrededor de mi cuello, había llegado a amar la sensación erótica de su firma apretando en mi cuello. Después de un ardor inicial, su polla se hundió en mí con facilidad, y sabía de la manera correcta que esta experiencia sería diferente de la primera vez.

 —Dime si en algún punto, se vuelve demasiado.

Sabía que no importaba como se sintiera, eso nunca pasaría.

 Cada embestida era más intensa que la última. Dejando escapar una profunda respiración y cada una la podía sentir en mi espalda mientras el continuaba sosteniendo mi cuello. Él estaba completamente en la zona, dejando ir finalmente toda la aprehensión.

Este era Edward follándome.

Quería que continuara, para ver hasta dónde podía ir.

—Fóllame más duro.

Eso causó que agarrara mis caderas mientras golpeaba en mi más rápido. Se sentía imposible no gritar porque se sentía tan bien. En una manera extraña, tener que refrenarme de hacer cualquier sonido mientras embotellaba el placer dentro de mí y lo intensificaba. Comencé a tomar el ritmo de sus movimientos con mi cuerpo, y parece que eso lo puso sobre el borde.

—Tócate, Bella.

 Masajeé mi clítoris hinchado mientras el disminuía para alentar mi clímax. Podía sentirlo incluso más profundo dentro de mi ahora. El gentilmente empujó mi torso hacia abajo así que mi trasero fue dejado en alto al aire. La penetración en ese ángulo era tan intensa, tan profunda que podía sentir el borde de mi orgasmo.

—¿Sientes eso? —susurró.

—Sí, sí. Es increíble, así.

—Nunca había estado tan profundamente en nadie antes. Nunca se sintió así para mí —jadeó—. Nunca.

—Oh, Dios Edward…

 —Quiero que te vengas primero, y después quiero venirme en tu espalda.

Escucharlo decir eso me había partido. Mi boca se presionó contra la alfombra para enmascarar el sonido mientras mi orgasmo pulsaba a través de mí.

 Cuando el sintió que me venía abajo, golpeó más rápido dentro de mí. Él se salió y quitó el condón después sentí un disparo de un cálido liquido sobre toda mi espalda. Eso no era algo que originalmente habría pensado que disfrutaría pero me encanto.

—Ahora vuelvo —dijo, corriendo al baño a agarrar una toalla. Después de limpiarme, el me llevo del piso a la cama.

 Los números del reloj digital continuaban haciéndome extremadamente nerviosa. Ahora eran las cuatro de la mañana. Nos quedamos allí de frente con el otro, nuestros labios a pulgadas de distancia.

 Deslizó su pulgar a lo largo de mi mejilla. —¿Estás bien?

—Sí —sonreí—. Eso fue loco.

—Eso es lo que pasa cuando me pides que no retenga nada. ¿Fue mucho para ti?

—No, era lo que esperaba.

—¿Esperabas ese gran final?

—No, eso fue definitivamente una sorpresa. —Me reí.

—Nunca lo había hecho antes. Quería intentar algo nuevo, también.

—¿De verdad?

—Desearía que tuviéramos más tiempo. Quiero hacer todo contigo.

—Yo también.

Desearía que tengamos un para siempre.
***
El agotamiento por nuestras actividades debió conseguir lo mejor de mí porque no recuerdo caer dormida.

Eran las cinco de la mañana, y el sol comenzaba a salir cuando me desperté con Edward recostado sobre mí, besando ligeramente mi cuello. Estaba completamente duro y tenía un condón puesto. Su respiración era errática mientras el continuaba besando mi cuello y chupando mis senos.

Ya estaba húmeda y lista para él, despertando más excitada incluso de lo que estuve toda la noche. El beso hacia abajo por mi estómago y de regreso después lo sentí empujándose dentro de mí.

Sus embestidas eran lentas pero intensas. Sus ojos estaban cerrados, y el parecía afligido. Una afluencia de emociones me abrumaron de repente mientras la realidad de lo que ocurrió anoche y sobre lo que pasaría hoy me golpeó.

 El reloj se me mofaba de mí nuevamente. Estábamos corriendo fuera de tiempo.

Mi corazón se sentía como que se rompía un poquito más cada vez que el entraba en mí. El comenzó a besarme, su boca nunca dejando la mía, mientras continuaba empujando más profundo y lentamente, con controlados movimientos. Esta vez se sintió diferente de las otras dos. Sentí como que él intentaba decirme con su cuerpo lo que no podía con sus palabras.

 Se siente como si estuviera haciéndome el amor.

Si había alguna duda sobre ello, fue borrada al minuto que él se detuvo de besarme y puso su cara cercana a la mía con sus ojos abiertos mientras me follaba lentamente. Él nunca se detuvo de mirarme a los ojos después de eso. Era como si él no se quisiera perder ningún momento de ello porque sabía que era la última vez. Esta vez, no era sobre enseñarme nada. Él estaba tomando algo que quería mantener para el mismo.

 El reflejo de mi propia expresión en sus ojos grises me dijo mi lado de la historia. Definitivamente yo había mentido. Le había mentido a él y a mí misma diciendo que podía manejar esto. Habían sido solo algunas horas, pero se sentía como toda una vida de unión que se construyó en esta habitación sobre la noche, y estaba a punto de ser destrozado.

Su cuerpo se estremeció mientras su orgasmo de repente se sacudía a través de él. Sus ojos nunca dejaron los míos mientras el abría la boca en un grito silencioso. Mis músculos se apretaron en el clímax mientras lo observaba. Continuó bombeando en mí lentamente hasta que no quedaba nada de su orgasmo.

 Su voz era ronca. —Lo siento —susurró.

—Está bien —dije, ni siquiera sabía exactamente a lo que se refería. ¿Era por venirse antes que yo? ¿Era por su abandonamiento  programado? ¿Era porque vio en mis ojos y supo lo que realmente sentía? De cualquier modo, nada cambiaría el hecho de que se esté yendo.

 Edward se quedó con la cabeza en mi pecho hasta que su respiración se calmó. Cuando regresó de deshacerse del condón, ajusté el reloj para las siete. Descansó su mejilla contra mi seno, cerró sus ojos y me sostuvo por última vez hasta que caímos dormidos.

***

Cuando la alarma sonó, salté y encontré la cama vacía. Mi corazón empezó a correr.

Él se había ido sin decir adiós.

 El sol ahora se derramaba a través de mi ventana, agregado a la desagradable sorpresa. Enterré mi cabeza en mis manos y lloré. Esto era toda mi culpa. Sabía que esto pasaría y lo hice. Mis hombros se sacudieron mientras las lágrimas se filtraban a través de los ranuras de mis dedos separados. El dolor entre mis piernas, el cual no parecía notable anoche en medio de mi niebla inducida por el sexo, era ahora de repente prominente.

 Mi cuerpo se estremeció cuando sentí una mano en mi espalda.

 Me gire para encontrar a Edward de pie por encima de mí, sus ojos oscuros y vacíos.

 —Prometiste que podías manejar esto, Bella —repitió en un susurro casi inaudible—. Jodidamente lo prometiste.

 Mi boca tembló. —Pensé que te habías ido sin decir adiós.

 —Volví a mi habitación para que Charlie y Renee no me atraparan aquí cuando se levantaran. Ambos ya se fueron. Yo solo estoy terminado de empacar mis cosas.

 Sollocé y me puse de pie. —Oh.

 —No te habría hecho eso de dejarte sin decir adiós especialmente después de lo que pasó entre nosotros.

Limpié mis ojos. —¿Cuál es la diferencia? Eso no cambia tu ida.

—No, no lo hace. No sé qué decir excepto que anoche significó algo para mí. Quiero que sepas eso. Nunca olvidaré lo que me diste. Nunca olvidaré nada de esto. Pero, sabias que terminaría.

—No sabía que se sentiría de esta manera.

Sus manos estaban en sus bolsillos, y él miro al piso luego a mí. —Joder, tampoco yo. —Cuando se inclinó para abrasarme, retrocedí.

—No, por favor. No quiero que me toques. Eso solo lo va ser peor.

No podía hablar mientras más lágrimas caían. Sacudí mi cabeza con incredulidad sobre cuán mal había perdido la compostura. Aclaré mi garganta. —¿A qué hora debes irte?

 —Un taxi vendrá en un minuto. Tomará al menos una hora llegar al aeropuerto con el tráfico.

Una nueva lágrima rodó por mi mejilla.

—Maldición —dije, limpiándola lejos. —Ahora vuelvo —dijo.

Se fue a tomar su equipaje en el piso de abajo. Para el tiempo en que regresó a donde pertenecía de pie en el mismo punto en mi habitación, un taxi sonó el claxon afuera.

—Mierda. Espera —dijo, corriendo fuera de la habitación.

 Miré por la ventana y eventualmente vi a Edward poniendo sus maletas en la parte de atrás. Cuando la cajuela se cerró, juro que pude sentirlo en mi corazón.

Edward le dijo algo al conductor y volvió escaleras arriba. Aún estaba mirando por la ventana en blanco cuando sus pasos crecieron detrás de mí.

 —Le dije que esperara. No me iré hasta que me mires.

Me gire. El debió haber visto la desesperación sobre todo mi rostro. Tenía la mirada acuosa.

—Joder, no quiero dejarte de esta manera.

—Está bien. No se volverá fácil en cualquier minuto. Perderás tu vuelo. Vete.

Ignorando mi petición de más temprano sobre no ser tocada, me tomó y sostuvo mi cara y miro profundamente en mis ojos.

 —Sé que es duro para ti entender. No me he abierto contigo sobre mi relación con Charlie. Sin saber todo y sin entender lo que mi madre realmente es, no tendrá sentido. Solo date cuenta de que si pudiera quedarme contigo, lo haría. —Me dio un beso casto en los labios y continuó—. Sé que a pesar de mi advertencia, me diste piezas de tu corazón de todos modos anoche. E incluso aunque intenté impedirlo, te di piezas del mío. Sé que pudiste sentir que pasaba esta mañana. Quiero que lo mantengas contigo escondido. Y cuando decidas darle el resto de tu corazón a algún otro tipo algún día, por favor asegúrate de que es alguien que te merezca.

 Edward me dio un último desesperado beso. Mis ojos escocían. Cuando él se retiró, agarré su chaqueta, tentada a nunca dejarlo ir. Él esperó hasta que mis manos lo dejaron ir, se volteó y caminó lejos.

Solo así, él estaba fuera de mi vida tan rápido como entró.

Me paré en la ventana y deseé no haberlo hecho cuando él me miró una última vez antes de entrar al taxi con una pieza de mi corazón que él sabía que había tomado consigo. Mientras que el resto de mí corazón era dejado atrás, rompiéndose.

***

Más tarde esa noche, mi teléfono sonó. Era un mensaje de Edward con un link.

En el avión, me di cuenta de que si desordenas las letras de Bella, obtienes GREAT6. Bella = Great. Tú eres increíble de hecho. Nunca olvides eso. Esta canción siempre me recordara a ti.

Me tomó algunas horas antes de tener el coraje de cliquear el link. El nombre de la canción era “All I Wanted7de Paramore. Era sobre querer a alguien que no podías tener y esperar para revivir el corto tiempo que pasaron juntos desde el principio.

 Reproduje la canción una y otra vez en un tortuoso círculo que incluía inhalar su esencia que quedaba en su camisa que aún seguía vistiendo y en las sábanas de mi cama.

Edward solo me contactó una otra vez durante los próximos siete años. Una noche aleatoria casi un año después de que dejó Boston, estaba fuera con Victoria. Justo había estado pensando en él cuándo un texto llegó y me sacudió hasta el núcleo.

Aún sigo soñando con tu cuello. Aún sigo pensando en ti cada día. Por alguna razón, solo necesitaba que lo supieras esta noche. Por favor no contestes.

No lo hice.

A pesar de que las lágrimas cayeron fácilmente al leerlo, no lo hice. Él no me había contactado hace mucho, y supuse que tal vez el solo estaba borracho. Incluso si no lo estuviera, eso no cambiaría nada. Entendía eso ahora. De hecho, me convertí en una experta en esconder todos mis sentimientos por Edward. Estar tan lejos lo hizo posible. El par de veces que me decepcioné a mí misma por dar en la curiosidad y revisar online, él no estaba incluso en las redes sociales.

Charlie había parado de ir a California ahora que Edward era un adulto.

Incluso después de varios años, mi corazón aun dolía cuando me permitía a mí misma pensar en nuestra noche juntos. Por lo que hice mi mejor esfuerzo para no ir por ahí, sacarlo de la mente, ¿verdad? Ese lema es solo una solución temporal hasta que seamos forzados a ver cara a cara de lo que hemos estado huyendo. Que será entonces cuando los muros mentales que hemos construido para escondernos detrás se vengan abajo en un duro golpe.

6 Great: Del Ingles original que en español significa: Genial lel nombre original es Greta . 7 All I Wanted: canción de Paramore del álbum Brand New Eyes que en español significa: Todo lo que quise.
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que les parecio aqui termina la etapa de adolesencia les dejo el video de la cancion que escucha bella bueno con un adelanto de que paso unos años en los siguentes capitulos vienen mucho drama asi que muchas gracias por leer nos vemos el Lunes con dos nuevos capitulo.

5 comentarios:

Kar dijo...

Me hiciste llorar Annel...

carola dijo...

Pobre bella, q triste! Tener al amor de tu vida en un momento y perderlo al siguiente, es muy cruel! Pero me ha emcantado igualmente, ya quiero leer lo q pasara

Luz dijo...

Bueno a pesar que esta enamorado de ella la dejo y la contacta algunas veces eso quiere decir que no la ha olvidado

JessNavarro dijo...

Debe haber una forma para que google te alerte de la actualización

Anónimo dijo...

Lloré todo lo que no lloré por mi ex
Inundada de lágrimas leyendo el final de su noche y mañana juntos

ORACION A MI SEXY VAMPIRITO

Edward de mi guarda
De mi sexy compañia
Bebete mi sangre
De noche y de Dia
Hasta que caiga en tus brazos
Y sea tu marca de heroina