Capítulo 20
Al
puerto espacial, y date prisa —le dijo mi nuevo esposo a la
limusina automatizada la cual aceleró inmediatamente lejos
con nosotros en su vientre. Él se volteó hacia mí—. Me gustaría poder ofrecerte
una luna de miel en un resort exclusivo pero temo que mi negocio no lo
permite. Tenemos que estar en la nave y fuera de la órbita de Dianna esta noche.
—Lo
entiendo —dije en voz suave. Honestamente, no me importaba donde pasáramos
la luna de miel. ¿Por qué debería importarme donde pasaría mi temporada
personal en el infierno? Me preguntaba si él intentaría tocarme... besarme....
La idea hizo que mí estómago se encogiera. No porque fuera un Skelly
head, sin embargo, porque él no era Edward. Los besos de otro
nunca podrían
ser tan dulces, u otras caricias tan tiernas.