domingo, 8 de mayo de 2011

CAPITULO 20 DE LOS BUSCADORES DEL PLACER

VEINTE

La iniquidad del olvido esparce amapolas a ciegas, igual que los recuerdos de los hombres, sin distinción de mérito de perpetuidad.

Sir Thomas Browne
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Bella miró fijamente a la mujer en un silencio anonadado durante un breve instante. Luego se esforzó por pensar.

-No. -Meneó la cabeza-. Edward no pudo haber hecho algo así.

-No es de público conocimiento, por supuesto. Por mi gratificación sexual, sentí la necesidad de guardar silencio sobre la verdad acerca de la intempestiva muerte del conde. -Tanya se sacudió una mota de polvo de la manga del vestido-. Ahora ya no hay necesidad de hacerlo.

Un centenar de ideas se desplomaron en la cabeza de Bella, aunque una sola era verdadera. La acusación de Tanya no podía ser cierta. Edward había amado a su padre.

-Usted no estuvo allí cuando el conde murió -rebatió Bella-. No hay ninguna posibilidad de que sepa algo.

-Ah, pues te equivocas. Yo sí sé bastante. Aunque Northcote ofrecía poco en el plano de los entretenimientos, una de mis empleadas estuvo al tanto del incidente completo. En ese momento ella trabajaba para Anthony Masen y vio al conde y a su hijo discutir al borde del acantilado. Luego vio a Edward empujar al conde hacia la muerte.

Un terrible sonido desconsolado perforó el aire y asustó a Bella. Edward se había deslizado por el muro, con expresión de angustia en los ojos y el rostro pálido.

-Yo traté de salvarlo... no pude... Estaba fuera de mi alcance. Lo intenté. Dios, por favor créeme, lo intenté.

-Sí, querido -se burló Tanya con tono condescendiente, como si le hablara a un niño-. Estoy segura de que trataste de salvar al hombre que arruinó tu futuro malgastando todo lo alguna vez ganado, junto con el dinero que le había dado su amante. -Le echó una mirada de reojo a Bella-. Aunque es cierto que el conde estaba endeudado, el verdadero motivo por el que se encontraba en los acantilados aquella noche era porque ya no podía soportar el hecho de que su hijo fuera...

-¡No! –Edward se paró de un salto y alcanzó a Tanya-, No lo hagas... -Cayó de rodillas ante ella.

Ella se rió de él.

-Esto no tiene precio. El poderoso conde de Masen finalmente encontró su lugar apropiado. -Ella se inclinó y cruelmente le susurró al oído-: Recuerda quién te hizo ponerte de rodillas, amor mío.

Bella jamás había visto a Edward como en aquel momento, como si esperara que viniera alguien a acuchillarle el corazón y terminar con él. Ella sentía deseos de gritarle, sacudirlo; quería hacerle reaccionar.

-Te resultó muy difícil descubrir que no eras quien creías ser -murmuró Tanya con tono casi afectivo mientras lo miraba fijo-. No un hijo amado. No un verdadero heredero, Sino el hijo bastardo de una madre puta.

Un profundo lamento de vil zozobra brotó como de la propia alma de Edward, con un violento temblor que le devastó el cuerpo.

-Déjelo en paz -ordenó Bella. No iba a permitir a esa bruja vengativa que lo hiriera. No importaba lo que hubiera hecho, él no se merecía aquello.

Los ojos de Tanya brillaron en un gesto cínico de diversión al mirar a Bella.

-Pero hay tantas cosas más que contarte, querida... -Miró a Edward-. ¿No es cierto, amor mío?

-Por favor... - susurró él con voz ronca y quebrada y Bella murió por dentro, penando por él. Ningún hombre había sido jamás tan humillado. Ahora comprendía por qué él había estado contemplando los acantilados y el mar con tanta nostalgia, como si quisiera darle paso al olvido y liberarse de la culpa y el dolor.

-Recuerdo los primeros meses, cuando te viniste a vivir conmigo -dijo Tanya-. Lo extremadamente ebrio que te ponías y lo deliciosamente rudo que eras conmigo en la cama. Pero el alcohol y la culpa son terribles compañeros de alcoba... ¿no es cierto, querido? Poco a poco fuiste revelando la sórdida historia. Y una vez que la joven criada confesó lo que había visto, descubrí que la mayoría de los viejos criados de tu padre sabían la verdad (aunque la amenaza de que sus vidas ya miserables se tornaran aún peores los obligó a mantener la boca cerrada).

Tanya alzó la vista hacia Bella.

-Yo no sé lo que él te dijo, pero su madre se suicidó para no convivir con su propia vergüenza. Su esposo no lo supo sino hasta muchos años después. La semana anterior a su fallecimiento, el conde mandó a llamar a su hijo a casa, para que regresara del burdel o de la cama de la mujer casada en la que se hallara en ese momento.

Cuando Edward llegó aquella fatídica noche, encontró al padre en el cabo con botellas de alcohol vacías desparramadas a su alrededor. Después de guardar su horrible secreto durante años, engañándose religiosamente (igual que ahora su hijo se engaña al pensar que todo fue un terrible y desafortunado accidente), el conde ya no podía soportar la carga. Sentía que su hijo merecía saber la verdad acerca de su linaje, lo que con certeza explicaría el comportamiento indecente de Edward, como buen hijo de prostituta que era. Bien, estoy segura de que puedes deducir lo que sucedió después, ya que has proba-do por cuenta propia una dosis del temperamento de Edward.

Al ver que Bella permanecía en silencio, Tanya continuó:

-Él no podía creer que era un simple bastardo. Nuestro muchacho siempre ha estado tan satisfecho de sí mismo, tan arrogante y tan seguro de su lugar en el mundo... ¡Él era el príncipe heredero de Devon! Pero aquella noche, se dio cuenta de que era un farsante. Indudablemente, esto encendió su carácter explosivo y atacó a su padre.

-No -rugió Edward, con la voz en carne viva, arrodillado allí en el suelo duro como si estuviera ante Dios en busca del perdón-. Yo no lo empujé. Dios, ayúdame... él quería morir. El quería estar con ella. Sólo se quedó todos esos años por mí, me dijo. -Las palabras brotaban vacilantes de sus labios, en forma de ruego y confesión-. Y yo ni siquiera era su verdadero hijo. Él deseaba dejarme todo, pero yo se lo eché todo en cara: lo maldije, maldije a mi madre. Entonces fue cuando él me golpeó. Jamás me había golpeado antes y yo enloquecí de furia y dolor. Le dije que debió de haber seguido a mi madre a la tumba. Que valía más la pena estando muerto.

El cuerpo le temblaba descontroladamente, los recuerdos lo devolvían a ese terrible momento.

-Yo lo dejé ahí, sabiendo que estaba ebrio y vulnerable. En medio de la colina, me detuve y me volví. Lo vi parado al borde del acantilado, mirando hacia abajo con el viento que lo azotaba hacia las profundidades que se abrían a sus pies.

Entonces lo supe. Y corrí...

¡Dios, no lo hagas!" Grité su nombre una y otra vez, le supliqué, pero él sólo miró por encima del hombro, como si ya se hubiese ido. Y después... casi lo alcancé pero él se inclinó hacia delante... y... ¡Oh Dios! -Cerró fuerte los ojos.

Las lágrimas corrieron por las mejillas de Bella, con el corazón dolorido por el tormento que había pasado Edward durante los últimos dos años: se creía responsable de la muerte de su padre, cuando estaba claro que había ido a los acantilados para morir,

En aquel momento, detestó al padre de Edward. Lo había arrastrado de vuelta a casa para hacerle la gran revelación y luego matarse delante de sus ojos, y dejarle con la culpa de algo que nada tenía que ver con él.

-Tanya... -ella se acercó a él, le tendió la mano, pero él se puso de pie con dificultad y se alejó de ella.

Tanya rió.

-Al fin el semental salvaje quedó hecho trizas -se burló-. En cierto modo, es una vergüenza. Los caballos domados no tienen ni leche ni gracia. -Se encogió de hombros-. Bien, al menos tengo la diversión de domar a Khan. A diferencia de su alguna vez orgulloso dueño, la bestia me dará pelea hasta el final; pero terminará cumpliendo mis órdenes, de eso no hay duda. -Inspiró con satisfacción-. Parece que gané por todos los flancos. ¡Qué estupendo! Bien, te deseo un "que te vaya bien", o adíeu, como dicen los franceses -Con un giro exagerado, se dio la vuelta para marcharse.

Las palabras de Bella la detuvieron en seco.

-No se marche todavía, milady. O se perderá la mejor parte.

Tanya miró a Bella por encima del hombro, con un deje de cautela en la expresión.

-¿Y de qué se trata, querida? ¿Harás que el canalla te lama las botas? Con gusto me quedaría para verlo.

-No. Voy a hacer algo mucho más simple -replicó ella, al tiempo que se acercaba hasta quedar parada frente a la mujer.

-Por favor, no me aburras con uno de tus sermones santurrones -le dijo con un suspiro-. Son tan pesados...

-Sin sermones. Sólo unas palabras.

-¿Y qué podría ser que resultara remotamente interesante a mis oídos?

-Sólo esto: amo a Edward.

Tanya la miró incrédula.

-Seguro estarás bromeando.

Bella la miró fijamente sin parpadear.

-No, no lo estoy. Lo amo. Con todo mi corazón. Y ya que se tomó el trabajo de viajar hasta aquí, no podía negarle el 'placer de escucharme decirlo.

Los labios de Tanya se sellaron con creciente furia.

-No hablas en serio. No puedes. Él se burló de tí. Te usó y te dejó arruinada para otros hombres.

-Sí que hablo en serio. Aunque usted tenía razón en algo: Edward sí me arruinó. Ya nunca querré a otro hombre.

Sólo a él.

-¡Dios mío, estás tan loca como él!

-Tal vez. Pero eso a usted no le incumbe. Ahora-dijo- ya que Edward cumplió con su parte del trato, espero que se le restituya la casa de inmediato.

Tanya la miró boquiabierta:

-¡De ninguna manera!

Bella se adelantó un poco más hacia ella, le pegó la nariz al mentón. Tanya pesaba unos seis kilos más que ella, pero eso a Bella no le interesaba.

-O traspasa Northcote a Edward mañana por la mañana, o la perseguiré y le prometo que no va a gustarle lo que le haré si la encuentro.

-¡No serías capaz!

-Con toda seguridad.

La mujer resopló de manera indecorosa, con una mirada que prometía desquitarse.

-Está bien -dijo bruscamente en voz baja llena de furia-. Que se quede con su maldita casa. De todos modos el lugar parece una morgue. Que viva allí y deambule por sus ventosos corredores hasta que las tablas del suelo se le pudran bajo los pies. Eso no cambiará el hecho de que sea (y siempre lo será) un paria social. Y mañana por la mañana, toda Inglaterra se enterará de las noticias de su sangre manchada y sus tendencias homicidas.

Bliss jamás había sentido una furia tal en toda su vida.

-Sería poco inteligente por su parte amenazar con la exposición pública. Sus actos sólo la harían verse como una amante despreciada.

-¿Despreciada? -La risa de Tanya sonó corta y frágil-. Ningún hombre jamás me ha despreciado. Soy yo la que lo abandona. -Luego se volvió hacia Edward, que estaba de espaldas a ellas-. Tú no eras el único con la idea de sed de venganza, milord. Cada una de las veces que me complacías, siempre reprimiéndote un poco, yo planeaba el golpe final de tu caída. Pensaste que me estabas tomando por tonta, pero era yo la que te estaba tomando a tí por idiota. Ahora arderás en el fuego del infierno.

Sin pensarlo dos veces, Bella abofeteó a Tanya en la cara y la tiró al suelo tambaleándose; la fuerza de la bofetada le desprendió la peluca.

Apretándose con la mano la mejilla enrojecida, miró a Bella con el susto grabado en el rostro.

-¡Me has golpeado!

Bella le lanzó una mirada furiosa a la mujer que estaba encogida de miedo a sus pies, con la rabia corriéndole por las venas.

-Y lo volveré a hacer si descubro que usted ha comentado una sola palabra de lo que aquí ha sucedido. Utilizaré toda la gran influencia de mi padre para llevarla a la ruina si intenta hacerle daño a Edward. ¿Me comprende?

Con la palma de la mano aún pegada a la mejilla, Tanya asintió con la cabeza. Mientras se ponía de pie, siseó:

-Que lo disfrutes. Ustedes dos son tal para cual.

Entró en la oscuridad como un vendaval y se oyó la voz enfurecida que le decía algo bruscamente al cochero, seguido de un portazo y el ruido estruendoso de las ruedas sobre el adoquinado.

Bella permaneció allí un instante, aún intentando comprender todas aquellas asombrosas revelaciones que se habían hecho. Al principio se había sentido herida, y sí, también furiosa. Pero luego una extraña sensación de calma la había invadido y supo exactamente lo que debía hacer.

En ese momento, las palabras de su madre parecían tan proféticas... De hecho las respuestas le habían llegado cuando ella estuvo preparada para escucharlas, y al ver a Edward de rodillas/ todo fue claro. Para bien o para mal, ella no le daña la espalda.

-Ella no tendrá ni la más mínima clemencia, ¿sabes?

Bella se giró para mirar a Edward, que no se había movido. Su postura era rígida, tensa y ella sentía deseos de rodear-le el cuello con los brazos y aterrarlo con fuerza.

-No me interesa -dijo ella-. Esa bruja malvada recibió su merecido. Espero que la mejilla le duela una semana entera.

Edward meneó la cabeza.

-Lady Isabella Swan, una bravucona. ¡Quién lo hubiera dicho!

-Quizás, pero estuvo bien.

-La revancha siempre lo es.

Había algo en su tono de voz que de pronto a ella la desconcertó, como si él se estuviera burlando de ella.

-¿Estás molesto conmigo?

-¿Molesto?-repitió él- ¿Por qué habría de estar molesto? Eso estaría bastante fuera de lugar por mi parte, ¿no crees?

-No lo sé.

-¿De veras? -Él salió de entre las sombras que lo ocultaban parcialmente, lo que le permitió a ella distinguir el desdén en su expresión-. ¡Y yo que pensaba que lo sabías todo...! Con certeza actúas como si así fuera. Defensora de los derechos de las mujeres y salvadora de condes impulsivos e insensibles.

-Edward...

El alzó la mano.

-Lo hecho, hecho está.

Bella se le acercó, con la falda que emitía apenas un susurro hasta que se detuvo frente a él y le posó una mano amable en el brazo.

Él la miró largo rato con expresión severa, como si la juzgara. Tenía los ojos tan fríos, tan diferentes a los del hombre al que ella había vislumbrado hacía sólo unas horas.

Luego se alejó de ella, y la dejó allí parada, confundida y sola. De nuevo la estaba dejando al margen.

¿Es que no se daba cuenta de que ella comprendía las razones de su inclemente y cínica perspectiva del mundo?

Ella lo siguió deprisa y lo detuvo en mitad de la calle.

-¿Adónde vas?

Le echó una rápida y brusca mirada, fulminante por su falta de emoción.

-Lejos de ti.

-Edward, por favor. Entiendo que estés dolido...

-¿Dolido? -La carcajada breve que él soltó la cortó por la mitad como un cuchillo-. ¡Cielos, abre los ojos! Te han usado. ¿No escuchaste a Tanya?

-La escuché -respondió Bella con calma-. Pero no creo lo que ella dice.

Su valiente confianza en él casi quiebra a Edward. Deseaba que ella lo odiara, lo necesitaba. ¡Maldita alma bella y fiel…!

-Bueno, créele. Te follé con un solo objetivo en mente que era recuperar mi casa. He ganado, entonces ya no se requiere de tus servicios. Considera esto como tu condena, querida mía.

-¿Por qué estás actuando de este modo?

Porque él no tenía nada que ofrecerle. Estaba sin un céntimo Los inquilinos de Northcote apenas podían mantenerse por su cuenta, ni pensar en que pudieran llenarle las arcas a él. ¿Cómo haría para mantenerla? ¿Vivirían de las dadivas del padre de ella? Antes muerto.

Su único activo estaba entre sus piernas, pero él jamás podría volver a tocar a otra mujer de ese modo. Bella lo había echado a perder para otras. Él había sufrido y causado sufrimiento en su afán de recuperar la casa, y la victoria era vacía.

No significaba nada sin ella.

-Te dije que había lecciones que yo podía enseñarte-le dijo con una crueldad intencionada-. Ahora puedes considerarte un objeto de mayor valor. Los hombres matarían por llevarse a la cama a una mujer apasionada y tú, querida mía, cuentas con esa gran ventaja en particular. -Se inclinó y le rozó la mejilla mientras le susurraba al oído-: Debiste de haber seguido tus primeros instintos y no haber confiado en mí.

¡Qué ironía!, ¿verdad?, el hecho de que tuvieras razón con respecto a mis motivos por ir detrás de ti... Es cierto que lo único que quería era levantarte las faldas.

-Pero no lo hiciste -dijo ella, torturándolo con la ternura de la respuesta, con la fe aún brillándole en los ojos.

-Un descuido -le dijo con enojo-. Imaginé que cuando regresáramos me invitarías a tu alcoba y estarías tan excitada que me darías la mejor montura que jamás hubiera tenido en mucho tiempo.

Le enmarcó el rostro con dos dedos y la sintió temblar mientras él se obligaba a mirar fríamente aquellos ojos con-fiados.

-Levanta el ánimo, cariño. Ya habrá otros hombres. Quizás hasta algún pobre tonto que se enamore de ti.

Ella permaneció allí mirándolo con el corazón en los ojos. Él no podía dejarla así, pero debía hacerlo. Tanya lo había dejado expuesto con todo lo que era: el hijo de una prostituta. Aunque contara con la riqueza que equiparara a su título aún así no sería lo bastante bueno para Bella. En su pasado había demasiado pecado y depravación.

-Te amo, Edward -le dijo ella con voz suave, pero con convicción, con las lágrimas brillándole en los ojos, gesto que a él le desgarró las entrañas.

Ninguna mujer le había dicho esas palabras jamás. Ninguna mujer lo había visto como algo más que un medio para dar placer. En ese momento la odiaba, por ofrecerle un atisbo de algo que él nunca tendría, o sería. Sentía deseos de castigarla por amarlo, por no haberse alejado antes de que ella lo destruyera.

La asió del brazo, hundiéndole los dedos en la carne mientras la arrastraba.

-Te advertí una y otra vez que yo te arruinaría. Te di razones más que suficiente para que huyeras, pero tú y tus ridículas ideas de salvación evitaron que te protegieras tú misma. No me eches la culpa de tu insensatez. -Él apretó los dientes y pronunció con dificultad-: Búscate un esposo. Dale media docena de mocosos y olvídame. Porque yo seguramente lo haré. -La soltó de un empujón y ella retrocedió trastabillando, con una sola lágrima que le recorría la mejilla.

-Tú no me olvidarás -le susurró ella con voz desconsolada.

-Ya lo he hecho -mintió él y se obligó a marcharse.
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WIIII YA NOS ESTAMOS ACERCANDO AL FINAL DE LA HISTORIA
BESOS Y QUE LA DISFRUTEN PROXIMA CAP EL DIA MARTES.

17 comentarios:

nany dijo...

hola me encanto tu cap
hay pobre bella, oye pero esta embarazada?

Cammy dijo...

nooo! por qué lo hizo? pero bella está embarazada de él estoy segura! ya quiero el otro cap!!

nos leemos besitos

karely.32 dijo...

nunca pensee ke el se alejaria U_U!!!
ahora que por fin pueden ser felices :/

vyda dijo...

Hay no por que???, no puedeser que pueda mas el orgullo de Edward, pero sobre todo que la lastime de esa manera..., ya quiero que sea Martes!!!!, magnifica historia un beso Lizzy

Elizabeth Abigayl Masen dijo...

woww eso si q fue intenso pero ahhhh hay veces q edward me saca de quisio y ashh como odio a Tayna espero q Bella se de cuenta de el por q le dijo eso Edward. este cap si q fue WOW

Elizabeth Abigayl Masen dijo...

woww eso si q fue intenso pero ahhhh hay veces q edward me saca de quisio y ashh como odio a Tayna espero q Bella se de cuenta de el por q le dijo eso Edward. este cap si q fue WOW

brigitteluna dijo...

woahhhhhhhhhh intenso y triste ala vez esperemos por mejores dias para la pareja

RooCh .... (Yop) dijo...

Todo lo que tuvo que pasar Edward es super triste, con razon es asi de frio y distante... que coraje que me dio que opte por tratar a Bells asi, ahora que ella sabe la verad y le dijo que lo ama!!! ahh! si lo tuviese enfrente lo sacudiria para que se le aclaren las ideas ;)

Caresme dijo...

Se porto como un hombre herido si va , pero que mida sus palabras por que despues tendra que tragarselas ...
Excelente historia

nydia dijo...

dios no puede ser como la trata asi deberia pensar mejor su desicion...Sigue asi...Besos...

Unknown dijo...

haaaa lizzy!!! porque nos haces esto!! osea haaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa ese Edward!! que ganas de sufrir a lo tonto!! que afán de lastimarse ambos!!!

estoy tan desesperada!! me dan ganas de entrar y abofetearlo y claro despues consolarlo jajaja, en serio que me desespera!!!

y Bella bien!!! me encantó la reaccion que tuvo hacia Tanyam que bien que no se dejó lastimar...

Gracias por la actualilzacion!!

Vianey dijo...

Por dios!! Que no se da cuenta edward que todos merecemos ser felizes por mas que hayas tenido un pasado tan feo, si se nos brinda la oportunidad de serlo deberia de permitirselo pq ha sufrido demasiado.

Gracias por la invitacion y la actualizacion.

Silvinha dijo...

wow!!!! foi lindo, triste...sem palavras,anciosa pelo proximo cap.

lorenita dijo...

Me puso triste el final de este cap...Edward se valora muy poco y todo por su trste y atormentado pasado, pero estoy segura que Bella lo ayudara a salir adelante por que lo ama!! y él también!!! Saluditos!!:) (por cierto...como detesto a Tanya!)

Negriithaah dijo...

Diablos tan atrasada que voy maldita Tania >.< ya mejor me pongo al día Besos linda =)

Negriithaah dijo...

El Comentario de arriba lo hice pensando en los capitulos anteriores acabo de ponerme al día con los 5 capitulos que me faltaban DIOS! sufro eres condenadqamente buena en esto >.< maldita Tania Perra insensible y Edward que no toma el toro por las astas cobarde ¬¬ como no le dice a bella que se siente poca cosa Ains lloraré T___T en fin espero con ansias el prox capitulo

Ana dijo...

Graciaaaas

ORACION A MI SEXY VAMPIRITO

Edward de mi guarda
De mi sexy compañia
Bebete mi sangre
De noche y de Dia
Hasta que caiga en tus brazos
Y sea tu marca de heroina