Parque de Caravanas Virgen capitulo 2

2

Edward

—¿Estás tratando de jugar juegos conmigo, Bella? —Aparto mis ojos de su coño para mirarla a la cara.

—No, papi Edward. —Se muerde el labio inferior, y sus mejillas se ponen rosadas.

—Eres lo suficiente mayor como para empezar a cuidar de algunas tareas adicionales por aquí. Eres una niña grande, y es el momento.

Ella asiente con nerviosismo hacia mí y empieza a dejar el dobladillo de mi camisa caiga de su mano.

—Oh no. Recoge eso. Me vas a dar un poco de atención extra y hacer bien tu estancia aquí. Tu hermano y yo trabajamos duro para mantener un buen lugar para ti. Te gusta esto, ¿verdad, cariño?

—Sí. —Su respuesta es rápida al igual que ella asiente con la cabeza.

—Te tratamos bien, ¿verdad? —Me apoyo un poco, queriendo estar más cerca.

—Oh sí. Tú sabes Te quiero tanto.

—Y Te quiero, también, bebé. Es sólo tiempo para que hagas lo que hacen las mujeres. —Chupo mis labios y miro de vuelta hacia su coño—. ¿Sabes lo que estoy queriendo?

—S-sí. —Oigo su trago, y como una respiración nerviosa le sigue.

—Vamos a continuar, y ponte de pie. Déjame ver tu coño. Tú has estado teniendo esas tetas desde hace un tiempo, y sé que ese coño todavía está fresco. Lo he estado oliendo desde hace semanas, y es hora de que haga uso de él.

Poco a poco empieza a ponerse de pie, y deja caer mi mano de su muñeca para ir hasta su cintura. Con la otra mano, empujo mi plato vacío y la traslado de estar delante de mí a entre mis piernas.

Alcanzo debajo de su camiseta, siento su piel caliente temblar un poco cuando mis manos se mueven de su cintura a sus bragas.

—No vas a pelear conmigo, ¿verdad?

Ella niega con la cabeza y se muerde los labios de nuevo cuando sus mejillas se ponen rojas.

—Quieres que lo veo, ¿verdad, bebé?

Cierra los ojos, pero da una ligera inclinación de cabeza. Sonrío un poco, pensando como probablemente es joven y caliente. Ella nunca ha sido tocada de esta manera. Estoy seguro de que está con ganas de saber lo que se siente.

—Voy a hacer que sea bueno para ti, Bella. Sólo hay que poner ese culo en el borde de la mesa y descansar para mí.

Deslizo sus bragas el resto del camino fuera de ella cuando se sienta en el borde de la mesa. Empujo su camisa hacia arriba, dándome un vistazo perfecto de su coño adolescente, cuando empujo sus piernas.

Ella tiene rizos rubios ahí abajo, pero ella es tan rosada como una rosa, húmeda y pegajosa. Aprieto las manos en el interior de sus muslos y veo como sus labios se extienden, y me muestra cuán mojada ella es.

—Maldita sea, se ve bien. Voy a tener que probarlo.

Me inclinó, me desabrocho mis jeans y saco mi polla, sin apartar los ojos de su vagina. Su dulce aroma llena mis pulmones y hace mi boca agua. Mierda, ella se ve tan fresca. Nunca he visto un coño tan bonito antes. Ella es una apretada virgen, su abertura se muestra cuando empujo sus piernas más separadas.

Doy a mi polla goteante unos pocos jalones, lubricando hacia arriba. No puedo soportar mirándolo solamente. Me apoyo para conseguir una rápida lamida de su coño.

Ella salta con el contacto, pero presiono sus caderas hacia abajo y levanto la mirada hacia ella.

—Estate quieta, Bella. Tienes que hacer tus tareas ahora, y esto es parte de ellas.

Me inclino hacia abajo y lamo su coño de nuevo. Esta vez ella no tira en mi contra. Ella sólo se encuentra inmóvil mientras yo la pruebo. Ha sido un tiempo desde que he tenido a una mujer, y tengo la intención de mantener a Bella. Me va a estar dando lo que quiera, cuando quiera. Me aseguraré de que ella tenga cuidado y que a ella le guste cuando la toque, pero estará abierta y lista para mí tan pronto como mi pene se ponga duro.

Estoy golpeando mi pene rápido cuando el jugo de su coño cubre mi lengua y labios. Sus caderas empiezan a moverse con mis golpes, y es cada

vez más fuerte. Apuesto a que nunca ha tenido un orgasmo antes, y estoy a punto de darle uno con la boca. La pequeña Bella tendrá su primer orgasmo y va a estar en la boca de su padre.

Chupando su clítoris en mi boca, la chupo más rápido y siento como se tensa cada vez más. Mi propio orgasmo golpea mis bolas y mi pene se dispara cuando su coño empieza a estallar contra mi boca. Ella está corriéndose en mi cara mientras mi semen rueda por mi puño en corrientes de espesor.

Sigo lamiendo su coño apretado mucho después de que me corro, simplemente disfrutando del sabor de ella y el olor de ella en mi cara. Dándole un último beso, miro hacia arriba para como ver su camisa se ha subido un poco, dejando al descubierto su vientre, y yo le doy un pequeño beso allí.

—Lo hiciste bien, Bella. Muy bien. ¿Te gusta eso?

Ella se sienta un poco, y puedo ver como sus mejillas están ardiendo de un rojo brillante. —Sí.

—Ya me lo imaginaba. Tienes un pequeño coño dulce, bebé. Creo que voy a necesitar que vuelvas a mi habitación para un poco esta noche.

Se muerde el labio y asiente con la cabeza un poco. —Esta bien.

Me siento en mi silla, mi pene aún está presente y con semen todavía en mi mano. —Creo que necesitas limpiar esto por mí en primer lugar, — digo, mirando hacia abajo—. Tú has hecho este lío. Creo que deberías cuidar de él.

Ella se desliza fuera de la mesa de la cocina y vacila por sólo un segundo antes de ponerse de rodillas frente a mí. Sus ojos se vuelven grandes cuando ella me mira acariciar mi pene todavía duro con semen caliente por todas partes.

—Mantén la camisa arriba mientras lo haces. Quiero ver lo grande que realmente son esas tetas.

Bella se agacha y se levanta la camisa, mostrándome todo. Sus tetas están llenas, y sus pezones son duros y de color rosa, simplemente pidiendo que los chupe. Con timidez, lame sus labios, luego se inclina hacia adelante y me lame la mano. Veo como rebotan sus tetas mientras trata de lamer el semen de mis dedos. Sigo acariciando mi polla arriba y abajo. Yo debería hacer que chupe mi polla, pero me gusta ver su lengua perseguir el semen.

Escucho una toma de aliento de mi izquierda, y miro justo a tiempo para ver a Jasper de pie en la sala de estar viendo con sus manos en sus pantalones.

Sonriendo, me vuelvo a ver a Bella terminando de limpiarme. Él puede tener su turno después. Ella es mía ahora.