Capitulo 22
Terror y tiro mortal
Isabella
―¿Lamentas no haber
corrido esta mañana? ―le pregunté a Edward mientras caminábamos por el sendero
en el bosque detrás de mi casa.
Acababa de vestirse
para correr, llevaba el mismo tipo de camiseta sin mangas con capucha y
pantalones oscuros y sueltos como antes.
―Está bien, ambos
dormimos hasta tarde. Además, no habría sabido cómo volver de todos modos
―dijo, lanzando un palo para Taigi, quien lo vio volar sobre su cabeza y luego
corrió a toda velocidad.
Mis padres caminaban
sólo unos metros delante de nosotros, de la mano.
Cuando era más joven,
había pensado que sus muestras públicas de afecto eran la cosa más vergonzosa
en el mundo. Ahora, cuando los veía, esperaba un momento en el que pudiera ser
como ellos.
―¿Cuánto tiempo
llevan casados tus padres? ―preguntó, inclinándose cuando Taigi regresó.
―Se casaron al día
siguiente del cumpleaños de mi madre. En realidad se escaparon juntos, incluso
después que mi abuelo les pidiera que esperaran.
―¿De verdad? ―dijo,
mirando a mi padre.
Sabía por qué.
Parecía un verdadero fiel a seguir las reglas.
―Es un romántico,
mientras que mi madre, fue más lógica, y dijo que sabía que no iba a estar con
nadie más, así que ¿por qué esperar? Funcionó.
―¿Así que todos esos
libros del sótano son suyos? ―Sonrió―. Había mucho amor húmedo y pasional…
―Esos
son mis libros, y no son húmedos y pasionales, aunque son dignos de ruborizarte.
Mi papá le gusta más los thrillers y misterios con una pizca de romance en
ellos. Sus favoritos son todos los libros que tienen lugar alrededor de la
Segunda Guerra
Mundial. ―Si hubiera alguien que pudiera discutir sobre libros mejor que yo,
era mi papá.
―Es bueno saber.
―¿Para qué?
―Investigación. Todavía estoy siendo probado. El almuerzo de
esta tarde fue una prueba de ello ―respondió.
Quería colgar mi cabeza al pensar en ello. Mi padre había
preparado el almuerzo y se aseguró de agregar tantos pimientos a su famoso
chili con carne que mis ojos lagrimearon. Ni siquiera estaba segura de cómo se
lo comió Edward.
―¿Cuánta agua bebiste después de eso?
―Bebí toda la leche de tu refrigerador, y luego un vaso de
agua. ―Nos reímos―. Después de pasar por eso, puedo tolerar cualquier cosa.
Fue entonces que me di cuenta que habíamos seguido a mis
padres justo fuera del camino, donde ya no había árboles y estábamos frente a
una pradera plana donde Sam, Embry y Jacob estaban con palos de lacrosse. Las dos
redes detrás de ellos.
―Chicos…
―Aquí no jugamos béisbol, ¿verdad, muchachos? ―preguntó mi
padre, tomando un palo.
―¡No, señor! ―gritó su ejército.
―Edward, ¿sabías que Isabella jugó lacrosse? ―Mi madre se
unió a la tortura, tomando el palo que Embry le entregó.
―Sra. Swan, Bella no sólo jugó lacrosse, era El Terror.
―Jacob alargó las palabras―. De hecho, cuando el equipo de las chicas la sacó
en su primer año, ella jugó en el equipo de los chicos y aún tenían miedo.
―El pobre MIke hasta el día de hoy tiene una cicatriz bajo el
ojo izquierdo desde ese momento. ―Sam colocó su brazo sobre su hombro―. Buenos
tiempos.
―Edward, si te gustaría ser el ÚNICO sentado, está
bien. No te juzgaré. Nos ponemos un poco rudos aquí.
Mi papá me tendió mi palo, ignorando mi mirada.
―De hecho, eso es genial. Puedes ser el doctor.
―Papá… ¿esto es bueno para tu corazón? ―dije entre mis
dientes apretados.
―Seré el portero
―declaró.
―No, el ejercicio es bueno para él. ―Edward sonrió―. Jugaré.
Todo lo que tengo que hacer es tomar el balón con el palo y llevarlo a la línea
de gol, ¿verdad?
Se rieron y mi padre asintió, lanzándole el palo negro.
Lo atrapó, rodándolo en sus manos por un momento.
―Edward, juegan sucio.
―¡Oye! ¡Tú también! ―Embry me señaló.
―No tengo ni idea de lo que estás hablando. ―Estiré,
levantando el palo por encima de mi cabeza, y luego hacia un lado―. No es culpa
mía que todos ustedes terminen en el extremo de mi palo.
―¿Ves? Es El Terror que se levanta de las cenizas ―dijo Jacob,
levantando las manos desde el suelo hasta el cielo.
―Está bien, entonces debemos elegir equipos. ―Mi madre se
adelantó.
―Independientemente de los equipos, Edward y Bella no pueden
estar del mismo lado. ―Sam nos señaló a los dos.
―¿Por qué?
―Es una nueva regla de familia ―dijo mi padre, dando un paso
adelante―. Tu madre y yo seremos los capitanes. Tramposo de ciudad, estás con
mi esposa. Trata de no avergonzarla demasiado. Bella, estás conmigo. Embry,
estás con los extraños, Jacob conmigo, y Sam…
―Rayos. Sé que voy a ser el árbitro. Será mejor que hagamos
una segunda ronda. Quiero desmayarme en la hierba.
Todos sabíamos lo que quería decir, pero Edward seguía
observando el palo en sus manos.
―¿Desmayarse en la hierba? ―preguntó, finalmente levantando
la mirada hacia mí.
―Significa golpear alguien tan duro hasta dejarlo sin aire
que simplemente se queda allí como si fuera parte de la hierba ―respondió Sam,
acercándose.
Edward asintió, y luego miró a su palo de lacrosse.
―¿Te importa si cambiamos? Mi color enérgico es el azul.
―¿Color de enérgico? ¿Qué? ―Sam se rió.
―Sí, y voy a necesitar toda la ayuda que pueda obtener con El
Terror aquí presente ―dijo Edward, cambiando de palo.
―¡Oye! ―Y yo que
intentaba ayudarlo.
―Ven, Bella ―dijo Jacob.
Me acerqué.
―Buena suerte.
―Gracias. Por favor, ten cuidado con mi rostro, sabes que es
mi fuente de dinero. ―Guiñó un ojo.
Negué. Iba a decir que en realidad eran sus manos las que
hacían dinero, pero sonaba sucio con mi familia presente.
―No, en serio, por favor, no estropeen su rostro ―les dije
cuando me metieron en la reunión de equipo.
―Isabella, él no está en tu equipo ―dijo mi padre―. Nosotros
somos tu equipo, y tus compañeros de equipo quieren ganar, así que…
―A derribarlos. ―Se sentía como la secundaria de nuevo.
―No puedo oírte.
―¡A derribarlos! ―le dije más alto.
―¿Se van a quedar abrazados todo el día allí? ―gritó mi
madre.
―Lo siento, no sabía que tenías prisa en perder, cariño
―respondió mi padre.
A veces, no podía creer que fueran mis padres.
Sam colocó el balón en el centro del campo.
―¿Supongo que quieren que vaya al frente? ―les pregunté. Los
vi asentir, como si dijeran "obviamente". Cuando me adelanté, también
Edward―. No puedo ser suave contigo.
―Lo sé, tu madre me lo dijo.
Asentí.
Sam decidió que era el momento de ser gracioso y empezar a
predicar.
―Ahora recordemos, esto es simplemente un juego, y como tal,
que sea jugado limpio y que sea… un poco sangriento.
―Sam…
―1. 2. 3.
Ambos
atacamos la pelota, pero él me empujó hacia atrás con facilidad, volteando el
palo, levantando la pelota del suelo y lanzándola a Embry perfectamente. Fueron
hacia Jacob y mi padre, que salieron de la meta aún más. Corriendo hacia
adelante, traté de alcanzarlo cuando Embry apuntó, pero Edward saltó sobre mi
pierna trasera, giró alrededor de Jacob tan rápido que Jacob siguió caminando y se
enfrentó uno a uno con mi padre. Cuando parecía que iba a hacer un gol, le
devolvió el balón a Embry, tomando a mi padre con la guardia baja, y la pelota
se deslizó en la red.
―¿Qué diablos? ―dijo Sam en las bandas, jalando su sucio
cabello rubio.
Edward y Embry se levantaron, y luego Edward miró a mi padre.
―Tiene razón, he jugado mucho béisbol de niño, pero eso fue
sólo durante la primavera y el verano. Mi entrenador no quería que me
aburriera, así que jugué lacrosse en el otoño y baloncesto en el invierno. Si
hubiera traído una pelota de fútbol, me habría jodido.
―¿Cómo me veo ahora, cariño? ―Mi madre, que no había hecho
nada, se quedó sonriendo. Cuando Edward se volteó hacia ella, chocaron los
cinco.
―Isabella ―me dijo mi padre.
―Oh, lo sé ―dije, agarrando mi palo―. Edward, los guantes de
gentileza ya no están.
―Nunca te pedí que te los pusieras en primer lugar ―respondió.
―¿Cómo puedes salir con alguien tan arrogante? ―Jacob frunció
el ceño.
―Bueno, estoy a punto de humillarlo.
Cuando volvimos a encontrarnos en el centro, se agachó frente
a mí, sonriendo como si hubiera robado algo, un brillo en sus ojos verde
azulados.
―¿Sabes cómo me llamaban en la secundaria? ―preguntó.
―No me importa.
―1. 2. 3.
Nuestros palos de lacrosse se estrellaron de nuevo. Esta vez,
empujé hacia atrás con todo lo que tenía, y él cayó hacia atrás, siguiendo el
balón mientras rodaba por la hierba. Acababa de tomarlo cuando él golpeó mi
palo, volteándolo y sacando el balón. Lo tomó esta vez, corriendo hacia la
meta. Corrí tan rápido como pude, pero Edward estaba en otro nivel cuando se
trataba de velocidad. En un momento estaba frente a mí, y al siguiente corría
directamente hacia mi padre, que miró a Embry a su izquierda. Esta vez Eli no
se lo pasó, hizo el disparo, y debido a que estaba tratando de elevar la
presión arterial a mí y a mi padre, entró.
―Era Tiro Mortal, por si acaso te lo preguntabas ―dijo,
pasando por delante de mí.
Mordiéndome la lengua
y tomando una respiración profunda, traté de recordar que era sólo un juego.
―Isabella, ¿vendrás? ―gritó detrás de mí.
―Tú, Dr. Cullen, vas a salir herido.
Edward
Con un rápido empuje hacia adelante, ella me empujó tan duro
que caí de espaldas, y ella cayó directamente sobre mí.
―Oh ―me quejé, tratando de respirar de nuevo.
―¿Acabas de ver el punto que hizo? ―Embry corrió hacia
nosotros.
―No, estaba demasiado ocupado siendo asesinado ―murmuré,
soltando el palo y frotándome el pecho cuando ella rodó.
―¡Bueno, perdimos! ―Su madre se acercó a nosotros―. No había
nada que pudiéramos hacer realmente cuando Charlie, el gran tramposo, tuvo que
intervenir.
Habíamos estado jugando durante un poco más de una hora.
Había anotado los primeros y los únicos dos goles del juego, pero luego su
padre había salido y decidido aplastar mi orgullo. Para un hombre que había
tenido un ataque al corazón hace un mes, estaba en muy buena forma.
―De todos modos, he mandado a Sam a traer la comida que hice.
Traté de levantarme, pero simplemente no sentía mi cuerpo.
―Voy a quedarme aquí por un momento.
Jacob rió, arrodillándose.
―Y es por eso que lo llamamos desmayarse en la hierba.
―Sí, lo entendí ―Gemí de nuevo.
―Bella, ¿también te vas a quedar ahí tendida?
Lo ignoró, con los ojos cerrados.
―A la mierda ustedes chicos por hacerme jugar de nuevo. Odio
tanto el lacrosse.
―¿Por qué jugabas en la secundaria? ―La miré.
―Su padre era el entrenador. ―Jacob sonrió, poniéndose de pie
y poniendo una botella de agua a mi lado―. No lo hiciste tan mal, Edward.
―Usando mi nombre ahora, por lo que veo. ―Finalmente me
senté.
―No te emociones por
eso. ―Frunció el ceño, alejándose.
Isabella suspiró, girando sobre su espalda y levantando la
pierna, intentando estirarla.
―Tengo las piernas rígidas.
―Lo sé, extiéndelas hacia mí ―dije, tomando su pierna y
colocándola en mi regazo.
―Edward…
―¿Te lastimaron mientras jugabas? ―pregunté seriamente,
presionando sus pantorrillas.
Soltando un suspiro por su nariz, se sentó a mi lado, con los
ojos fijos en su papá, que estaba junto a su madre, todavía regodeándose de su
victoria.
―A mi padre le encanta el lacrosse. Jugaba con su padre y jugaba
con mi hermano. Así que, cuando falleció, me aseguré de jugar también, sin
importar qué. Me lastimé en mi último año. ¿Recuerdas a Jessica Drake? ¿La
mujer que esperaba y cuidaba a Taigi?
Asentí.
―Ella tropezó y pisó mi pierna.
Me estremecí al pensar en ello.
―¿Esa era Jessica con un extra de cuarenta y cuatro kilos?
―Sí, y me rompió la pierna. Se sentía tan mal, y todo el
mundo se burlaba de ella. Era práctica, y recuerdo que le dije en secreto que
estaba agradecida porque ya no tenía que jugar.
―Pero tú aún jugaste después de que te curaras, ¿no? ―Ni
siquiera tuvo que responder, sólo lo supe―. ¿Estás segura que no eres tú quien
es la roca? ―le pregunté, ayudándola a levantarse del suelo, porque desde donde
lo mirara, parecía que ella estaba cargando mucho peso en sus hombros.
Ella sonrió.
―Nunca, en ninguna de las historias que he oído de mi padre,
una persona rogó que la roca apareciera.
―No lo entiendo. ―Tomé su mano, caminando de regreso a su
familia y amigos.
―El símbolo de la lluvia es el Ave de Trueno, y si oras lo
suficiente, a veces viene. Pero la roca, no importa cuánto prediques,
permanecerá en su lugar, cargando cualquier peso sobre sus hombros. Mi padre
necesitaba alguna manera de tener una conexión conmigo después que mi hermano
muriera. Y le di una. No me arrepiento. De vez en cuando mis piernas se ponen
rígidas, pero tengo tantos
recuerdos
de él corriendo hacia mí después de un partido, animando a todo pulmón,
levantándome y girándome. No es una carga para mí. ―Sonrió, envolviendo su mano
alrededor de mi brazo. Se acercó y besó mi mejilla―. Estuviste genial, a mi
padre no le gusta perder.
―Bella. ―Charlie levantó una botella de agua hacia ella.
Puso los ojos en blanco, sabiendo que sólo quería que nos
separáramos, pero fue hacia él de todos modos.
No aparté la mirada de ella cuando se dio empujones de hombro
con su padre y él envolvió sus brazos alrededor de ella, diciéndole algo.
Era asombroso cómo cada vez que la veía, parecía estar en
cámara lenta, mi ojo quería capturar cada una de sus expresiones faciales, su
voz, sus movimientos, para guardarla en mi memoria para siempre. Me hizo
pensar:
¿Cómo llegué aquí?
¿Cuándo comencé a enamorarme tanto de ella?
¿Es eso lo que estoy haciendo, enamorarme?
Y, lo más importante,
¿ella también?
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Hola a todas perdón por
tardar en actualizar pero he aquí los capítulos no se olviden mañana martes de
adelanto en el grupo Elite Fanfiction nos queda poco para terminar la adaptación
ya estoy seleccionando la nueva que adaptare terminando esta.
Muchas gracias todas
por sus comentarios y por leer también por estar pendientes MUCHAS GRACIAS
10 comentarios:
Me encantó muchas gracias por el capítulo
Holaaa.
Me gusta mucho la historia y hoy si que nos sorprendió Edward al no dejarse intimidar y luchar por bella... Que lindo Jaja
Saludos de mi lindo Ecuador
Adriu
En cierto punto llega a molestarme Charlie, se entiende que pasaron por mucho y por eso ahora cuida tanto a Bella pero se me hace un poco exagerado... Pobre Edward le hacen pasar de todo mientras que Esme es un amor con Bella.
Gracias por actualizar 😊
Fantástico hermosa graciasssss X estos maravillosos caps me súper encantaron graciasssss graciasssss
Charlie tramposo y muy odioso , Edward un amor y ya sabe q Bella es mucho mas q solo la artista estafadora ahora será la ladrona x q ya se robo su corazón 😜😘❤😍 Gracias
Son ternura pura y si Edward está enamorado y no dudo que Bella también, gracias Annel
Saludos y besos 😘😘😘
Q divertido capitulo Charlie pensando q Edward no jugaba lacrosse y en realidad el si lo hacia.😂😂
xD pobrecito de mi edward lo dejaron con la hierba xD
Pero bueno hizo el intento ^w^
Yo digo que ya se está ganando al suegro :)
Gracias :D
Hola me facina la historia. Me gusta la complicidad que hay entre padre e hija.
Nos seguimos leyendo
Hola me encanta la historia cuando es la actualización??
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