CAPITULO VII

CAPITULO VII

POV EDWARD

Después de que hablamos con su abuelo nos dispusimos a cenar, bella le dio la noticia a Zoraida y a samira las cuales se pusieron felices al igual que Alice, esta ultima ya estaba planeando como seria la boda del siglo, cosa que asusto un poco a bella.

¿La boda del siglo? Dijo mi ángel.

Tranquila amor, todo será como tú quieras. Le dije besando una de sus manos.

Claro que si, pero tiene que ser muy grande estoy segura que el príncipe Rahii vendrá a tu boda, dijo samira.

No quiero algo ostentoso, quiero que sea algo familiar.


Pero bella, es tu boda y la de mi hermano será el evento del año, ya puedo ver los encabezados de la prensa inglesa. “El heredero Edward Cullen al fin fue cazado” dijo mi hermana moviendo las manos.

Sera como Bella quiera duendecillo, es su boda y quiero que ella sea feliz.

Si pero también es tu boda habib y yo también quiero que estés feliz, dijo mi niña.

Por eso mismo Ayuni, tienes que tomar en cuenta a los padres de Edward, supongo que su madre querrá que sea algo muy grande el es un cullen, su familia es muy importante en Inglaterra. Dijo Alejandro

Mis padres apoyaran mi decisión se lo aseguro, mi ángel sonrió, después de cenar cada quien fue a su habitación Aproveche que su Abuelo se retiro antes para subir nosotros tomados de las manos.

Te amo, le dije.

Yo también, me dijo sonriendo, tome su rostro entre mis manos y me acerque lentamente para besarla. Fue un beso suave, sin prisas pero cargado de amor.

Siempre que me besas me siento rara. Dijo ella.

¿Por qué?

No lo se, es que… no se si lo hago bien, bajo la mirada.

Tus labios son lo más dulce que he probado en mi vida, no podrían ser más perfectos. Le dije besándola de nuevo.

Es hora de dormir dijo.

Lo sé, pero mañana tenemos una cita ¿recuerdas?

Claro no le he olvidado, lleva la grabadora que compraste, me dijo.

Claro amor, que descanses, le dije dándole otro beso más para entrar a mi habitación.

Esa noche dormí con una sonrisa de estúpido en mi cara, una sonrisa que nadie me quitaría en mucho tiempo, mañana mi ángel danzaría para mí.

Al otro día me levante muy temprano la expectativa me tenía algo ansioso, ya había visto una vez bailando a bella pero ahora solo danzaría para mí. Solo yo sería su espectador. Me di una ducha fría que necesitaba mucho, después de pasar toda la noche pensando en bella. Tome mi grabadora de pilas que compre en la medina esa fue la única idea buena que tuvo alice, era una grabadora de esas que utilizan los reposteros fue una suerte encontrarla en un lugar como este, era única.

Baje a desayunar los demás ya estaban ahí.

¡Hola hermanito! me saludo Alice.

Hola hermanita, le dije.

Hola princesa le dije a bella dándole un beso en la cabeza. Ella sonrió y yo le regrese la sonrisa, todavía no me atrevía a besarla enfrente de su abuelo, no sabía cómo tomaría el aquello él sabía que era lo más normal en nuestra cultura pero no en la suya así que para evitar problemas me reservaría los besos para cuando estuviéramos solos.

¿Saldrán hoy? Pregunto Alejandro.

Si don Alejandro contesto Alice, Ayudaremos a Bella y a Edward a decorar su casa. Ayer compramos las cosas ya deben de estar en la casa solo hay que elegir en que habitaciones irán.

Bella se sonrojo pero yo tome su mano. Le dije a bella que la casa será suya a sí que puede decorarla a su gusto.

Eso es muy considerado de tu parte Edward, creo que no me equivoque en aceptarte como futuro miembro de mi familia.

Gracias Alejandro.

Yo ire al mercado de camellos ha habido algunas dificultades en las ventas y requieren mucho apoyo.

Si hay algo en lo que puedo ayudarte Abu solo tienes que decirme. Le dijo mi ángel.

Tranquila ayuni, ya lo sé, pero prefiero que ayudes a tu… novio, dijo su abuelo. Perdón es que es difícil hacerme a la idea de que mi sol ya creció. Dijo el mirando tiernamente a mi ángel.

Siempre seré tu solecito Abu.

Claro mi sol, siempre. Le dijo él, pero ahora serás mi solecito comprometido.

Abuelo, ella rio y Alejandro también.

Terminamos de desayunar y mientras samira recogía los platos, bella subió a su habitación, Alice y yo nos sentamos en la sala a esperarlas.

Bella salió vestida con una burka o por lo menos así me dijo que se llamaba esa vestimenta, era una túnica de pies a cabeza, a la altura del rostro tenía una mallita que solo dejaba al descubierto los ojos, era similar a la ropa que usaba el primer día que la vi, se veía hermosa aunque no sabía por qué se había vestido así, casi nunca lo hacía, siempre usaba vestidos mas coloridos y un poco menos conservadores.

Salimos de la casa nos dirigimos, primero a nuestra nueva casa, entramos y la verdad todo estaba muy bien cuidado.

El Abogado de tu tío a ordenado que la casa se mantenga en buenas condiciones, para que puedan habitarla, las cosas las trajeron ayer están en una bodega en la parte de atrás, para que se puedan acomodar en las habitaciones que prefieran. Dijo Samira.

Gracias Samira.

De nada joven… la corte.

Solo Edward, recuerda.

De nada Edward. Dijo samira riendo.

Bien, ahora tortolitos, nos dijo a bella y a mí, ustedes vayan a su cita, que samira y yo iremos de compras, y ya mañana remodelamos todo esto, que les parece.

Eso es perfecto, le dije a mi hermana.

Si, nos vemos por la tarde, le dijo bella tomando mi mano y saliendo por la puerta.

¿Por qué te vestiste asi? Le pregunte.

¿Te molesta? Me pregunto.

No, pero me impide ver tu hermoso rostro, le dije.

Es que…

¿Qué? Le pregunte.

Ya lo veras, te lo mostrare una vez que lleguemos a las ruinas. Caminamos un rato mas hasta que llegamos a las ruinas, al igual que la vez pasada bella extendió una manta en el suelo, me dijo que me sentara y me dio un pequeño casete que puse dentro de la grabadora, ella me dijo que cuando me dijera lo encendiera.

Por esto es que me vestí así, dijo soltando la burka que traía puesta, esta cayó al suelo revelando a una muy sensual bella vestida con un traje azul similar al que Alice compro ayer, solo que este tenía atado al cinturón que iba en la cadera, pequeños velos en forma de pañuelos, eran 7, todos de distinto color. Se veía perfecta, sobra decir que mi cuerpo reacciono al instante de verla.

¡Wow! Fue lo único que dije.

Era complicado atravesar Fez vestida así, se señalo.

Esta hermosa, le dije.

¿De verdad? Me pregunto un poco sonrojada y tímida.

Si amor, eres un ángel en verdad.

Shukran, puedes encender la grabadora ya.

Obedecí como su fiel esclavo que soy. Una música muy suave comenzó a sonar bella comenzó moviendo sus manos en forma de ondas por enfrente de sus ojos, la música cambio a un ritmo más rápido y bella comenzó a mover sus caderas al compas que sus manos, dio una vuelta y al girar los pequeños pañuelos que tenia amarrados al cinturón de la falda se levantaron, parecía un arcoíris, primero movió su cadera hacia la derecha, luego hacia la izquierda, levanto las manos y las movió como si fueran serpientes, yo sola la podía mirar, esta pequeña me tenia hechizado, si creo que esa era la palabra correcta, me embrujo con su danza, parecía una diosa y yo gustoso sería el mal fiel de sus siervos.

Bella se acerco un poco a mí y tomo una de los pañuelos que tenia atados al cinturón de falda, lo tomo y jugueteo con el frente a mí, lo paso por mi rostro y pude olor su perfume, era de color azul, y olía como ella, a flores, a fresas. Luego ella dejo caer el pañuelo frente a mí, y yo lo tome y lo lleve a mi nariz para olerlo, ella sonrió y siguió bailando dio una vuelta y quedo de espaldas a mí, pude apreciar muy bien su hermoso trasero, ella lo movió como si fuera una balanza y lejos de verse vulgar se me hizo una acción de lo más sensual, bella se giro de nuevo y quedo frente a mí, se acerco y comenzó a mover su vientre, parecía una serpiente, una hermosa serpiente debo mencionar, llevo su mano a otro de los pañuelos y lo puso delante de su rostro, comenzó a moverse de derecha a izquierda en una línea horizontal imaginaria, sus pies se movían rápidamente al igual que sus manos al momento de pasar el pequeño velo frente a su rostro, me aventó ese pequeño velo y tomo otro, ya solo quedaban 4 velos colgando en el cinturón bella giraba y movía insinuantemente sus caderas casi en mis narices, la verdad estaba provocando un grave problema en mis pantalones los cuales se estaban haciendo muy chicos, ella volvió a quedar enfrente de mí y comenzó a mover sus pechos, tenía una sensualidad al bailar, que parecía que tenia años haciéndolo, pero lo más seguro era que así fuera, ella me veía y sonreía, tiro el otro velo y tomo una nuevo repitió la misma acción hasta que los velos terminaron en el suelo, ella comenzó a mover sus brazos pidiéndome que fuera con ella, así lo hice me levante y acudí a su encuentro. Me acerque pero no me permitió tocarla, yo estaba parado y ella danzaba a mi alrededor, dando vueltas, sus cabellos pegaban en mi pecho, en mis hombros, soltando su dulce aroma, embriagándome con su esencia, por un momento la tome de la cintura y la acerque a mí, ella me empujo y me hizo caer sentado en el suelo, hizo una pequeña sonrisa de disculpa y se acerco a mi danzando suavemente trate de levantarme pero ella puso su pie en mi pecho, y sonrió traviesamente, yo tome su tobillo y jale de él para acercarla a mí.

Edward... dijo pero la acerque a mí y la bese sin darle tiempo a replicas, su piel era suave, tenía mis manos en su cintura, la piel de ahí estaba suave y tersa, se sentía de maravilla, lo mejor de todo era que esa parte estaba descubierta por la ropa que estaba usando. La senté en mi regazo y ella enredo sus manos en mi cabello, yo la aferre más a mi cuerpo, sus pechos rozaban en el mío, y la verdad mi camisa empezaba a ser una molestia. La senté a horcadas sobre mí, con una de sus piernas a cada lado de mis caderas, hice su cabello a un lado y me dedique a besar su cuello.

Edward…dijo en un suspiro mi ángel.

Mmm dije yo. Ella se aferro más a mi cabello y yo descendí de su cuello, por sus hombros hasta llegar a sus pechos que estaban cubiertos por un busier, bese la parte superior de sus pechos y ella suspiro, la recosté en la manta y yo me posicione encima de ella sin que aguantara todo mi peso y la bese.

Ella seguía con sus manos en mi cabello, yo deslice una de las manos que tenía en su cintura hacia abajo a lo largo de sus piernas que seguían cubiertas por la falda, bella era un misterios para mi, todas las mujeres que conocía siempre estaban dispuestas a irse a la cama conmigo, disfrutaban creyendo que ellas eran las que tenían el control, yo les dejaba creer que así era, nunca les prometí nada y ellas lo aceptaban todo con tal de afanarse de haber calentado la cama de Edward Cullen. Pero bella nunca intento seducirme, jamás lo hizo con intención eso es lo que más amaba de ella su inocencia, sus caricias eran primerizas se notaba nerviosa y amaba saber que yo era el primero y sería el único en tocarla y amarla, porque ella era mía, deslice mis manos a lo largo de sus piernas, llegue al final de su falda y deslice debajo de la tela mi mano, lentamente fui ascendiendo y tome la parte de atrás de su rodilla para acomodar esa pierna al lado de mi cadera, bella jugaba con mis cabellos y poco a poco llevo sus manos a mi rostro ,y luego detrás de mi cuello, justo a mi nuca, deslizo sus manos por mi pecho, la temperatura de nuestros cuerpos empezaba a subir demasiado, pero ninguno de los dos quería parar, ella soltaba pequeños suspiros mezclados con mi nombre. En un momento la voltee para que ella quedara sentada a horcadas sobre mí, me moví un poco y ella sintió mi excitación

Edward…dijo mi ángel acariciando mis brazos, mientras yo besaba su cuello. Debemos parar, dijo.

Bella yo… le dije separándome un poco para mirarla, lo siento.

No tienes que disculparte, yo también lo deseo pero, no creo que este lista aun, me dijo un tanto sonrojada.

Descuida amor, esperemos a que estés lista, le dije tratando de controlar mi respiración, y trate de imaginarme a emmett en tanga para disminuir mi erección.

Te amo Edward, dijo ella

Yo también mi ángel, le dije.

Discúlpame dijo ella bajando la mirada.

Yo tome su mentón y lo levante ligeramente para que me viera a los ojos. No tengo nada de que disculparte amor, es normal, y me encanta tu inocencia, me encanta saber que voy a ser el primero y el único, gracias, le dije antes de besarla. Ella sonrió y nos levantamos del suelo.

Es tarde debemos volver a tu casa o no me hago responsable de mis actos, le dije.

Ella recogió su burka y se la puso, se veía adorable, aunque no pude evitar recordar cómo iba vestida debajo de eso, trate de apartar esos pensamientos.

Vamos, dijo ella me tomo de la mano y partimos hacia su casa, caminamos por la medina y muchas personas nos miraban pero bella pareció no notarlo o lo ignoro.

Llegamos a su casa y alice junto con samira ya nos esperaban dentro, todas las personas andaban de un lado a otro y cuando le pregunte a bella ella me respondió que preparaban la fiesta para el regreso de sus primos, como sobraba algo de tiempo fuimos a la que seria nuestra nueva casa, Alice y samira ya habían decorado la cocina con ayuda de la señora Zoraida.

Alice creo que te dije que quería que fuera bella la que decorara la casa.

Esta bien habib, me dijo mi ángel con algunas lagrimas en los ojos.

Como puede estar bien amor, si estas llorando.

No es por eso que lloro habib, es que esta cocina es igual a la de mi madre, me dijo bella.

Ayuni, la nana Zoraida dijo que te gustaría por eso lo hicimos así, tomamos las fotos de tu álbum espero y no te moleste.

Claro que no samira, Shukran, esto es hermoso. Dijo mi ángel tomando la mano de samira. Para luego soltarla y caminar por la cocina, esta tenía una mesa de madera en el centro, a un costado estaba el refrigerador que era color beige, los estantes de la alacena eran de madera de caoba, todo era en tonos beige y marfil, había una ventana que tenia cortinas a juego con la decoración, todo estaba acomodado dando el toque de una cocina hogareña, mi bella se veía muy feliz.

Solo decoramos esto, y mi habitación dijo alice, lo demás lo dejamos para que ustedes elijan como decorarlo.

Regresamos a la casa de Alejandro y las personas de la servidumbre estaban adornando la casa con muchas cosas, colgaron velos, pusieron nuevos candelabros.

Sabes estoy algo triste, le dije a bella.

¿Por qué habib? Me pregunto con ojitos inocentes.

Es que esta es la última noche que paso en tu casa, le dije.

Bueno pues si te recompensa en algo, puedes dormir conmigo, claro solo si quieres y sin ninguna doble intención, dijo ella de lo más sonrojada, por lo que no pude evitar reír.

Jamás pensaría que tratas de seducirme, le dije y ella se sonrojo más si es que es posible. Pero acepto tu oferta.

Ella sonrió, Espera que mi abuelo entre a su habitación para que vayas a la mía. Me dijo me dio un fugaz beso en los labios y se perdió escaleras arriba, yo también me retire a mi habitación me duche, me puse mi ropa de dormir y espere paciente hasta que escuche la puerta de Alejandro cerrarse, espere unos minutos mas y Salí cuidadosamente rumbo a la habitación de bella. Entre y ella estaba saliendo de su baño.

¡Hola! Me dijo y yo le conteste con otro hola. Nos acostamos en la cama abrazados, era verdad que la deseaba pero en este momento todo lo que quería era dormir con ella abrazada solo eso.

¿En qué piensas? Me pregunto bella jugando con los dedos de mi mano.

En ti, en mi, en nosotros, en cómo será nuestra vida de cazados. Si seré buen esposo, yo no sé cómo tratarte, a veces me siento como un estúpido bella, porque despiertas cosas en mi que nunca antes había sentido, jamás en mis 24 años de vida pensé que me enamoraría, no puedo mentirte amor, no a ti, yo era muy libertino antes de llegar aquí a Fez, solía salir mucho, con diferentes chicas siempre, y bueno, yo no soy puro como tu mi niña, y siento que no te merezco. Le dije.

A mí no me importa quien estuvo antes de mi, ni lo que hacías antes de conocerme, o con cuantas mujeres estuviste, me importa lo que pasa ahora que estás conmigo, y déjame decirte que no podría pensar en amar a otra persona que no fueras tu, porque eres perfecto, te amo así, y no quiero que cambies. Ella sonrió y yo la bese, pero fue un beso dulce sin llegar a un punto sin retorno. Entre besos y caricias inocentes nos quedamos dormidos, por la mañana ella me despertó para que volviera a mi habitación antes de que los demás se dieran cuenta, ya una vez que todos estaban despiertos baje de mi habitación y los encontré desayunando, los acompañe y luego partimos a decorar lo que faltaba de la casa.

Pasamos toda la mañana arreglando la casa y me divertí de lo lindo cuando bella trataba de explicarle a Alice que la cama tiene que ir en dirección hacia donde sale el sol, hacia su ciudad santa, la Meca. Alice tenía una cara que valía oro, y yo no pude contener mis risas, aunque luego me gane una reprimenda de parte de bella diciéndome que no era Cortez que me burlara de mi hermana, por lo cual alice sonrió.

¡Te traen cortito Edward! Dijo y yo bufe.

Bella acomodo todas las habitaciones ella misma, se negó a que alguien extraño lo hiciera, dijo que era costumbre, nuestra futura habitación fue la que más me gusto, la cama era grande, de hecho era enorme, era suave y cómoda, tenía unas telas de seda que por lo que me dijo bella eran traídas desde el Cairo, las cortinas eran suaves y del mismo tono que las sabanas de la cama, había un gran tocador de madera, y el closet era inmenso lo cual creo fue obra de Alice, pero bella la aprecia mucho por lo que de seguro dio su consentimiento, me gustaba verla en su papel de ama de casa, sin duda seria una magnifica esposa. El baño era magnifico había una hermosa tina, que sin duda disfrutaríamos una vez que bella fuera mi esposa, había un espejo y una regadera con puertas de vidrio Mande a instalar una caja de seguridad en nuestra habitación, por lo que bella estuvo presente diciendo que luego tendrían que poner incienso, no sé para qué, pero si a ella eso la hacía feliz, con gusto podría incendiar la casa. Almorzamos en la casa y después continuamos decorando, en el patio había una hermosa fuente que bella se encargo de llenar con pétalos de rosa, en el balcón de la habitación principal que sería la nuestra coloco algunas masetas con flores, el balcón daba a la ciudad y podía apreciarse el atardecer, terminamos muertos de cansancio, pero aun así acompañe a samira, Zoraida y bella a casa de Alejandro, mi hermana prefirió descansar, al llegar bella me pidió entrar al patio, me dijo que la esperara y se fue dejándome un poco extrañado, regreso en unos minutos con un cojin, y me lo extendió.

¿Y esto? Le pregunte divertido.

Dijiste que te gustaba mi olor, y no quiero que me extrañes ahora que estás en tu nueva casa. Me dijo.

Gracias mi amor, le dije antes de besarla, platicamos un rato mas y me fui a mi casa, me dormí abrazando el cojín que me había dado mi niña, olía a ella, me dormí como un bebé que abraza su oso de peluche.

El sábado por la mañana me levanto temprano por que Alice entro brincando como una pequeña a mi habitación anunciando que teníamos que comenzar a arreglarnos para la fiesta de bienvenida de los primos de bella.

¡Anda Edward! No seas flojo arriba, dijo Alice jalándome las sabanas, consiguiendo que me levantara y al hacerlo la tirara de la cama.

A regañadientes entre al baño, me duche y nos alistamos para ir a la dichosa fiesta, no tenía ganas de ir y ver a Dimitri, pero solo con saber que estaría mi angel, me ponía feliz, asi que con eso partimos a la casa Swan, al llegar habia muchas mujeres haciendo el llamado de los indios, ella vestían típicamente, con una burka que las cubria totalmente, me sonroje al recordar a bella vestida con su traje árabe y danzando para mi, tenía que alejar esos pensamientos, ya en la noche y parte de la mañana me ocasionaron problemas dolorosos en mi entrepierna.

¡Edward! Dijo mi ángel corriendo a abrazarme.

¡Hola amor! Dije besando su frente.

¿Y yo qué? Se quejo Alice.

¡Hola Alice! Dijo bella.

Hola bella, mi linda y hermosa cuñada.

Entremos, dijo mi niña tomando mi mano y jalándome dentro de la casa, Zoraida estaba en una esquina junto con samira quien baila a su alrededor, había otras personas que no conocía, pero entre ellas pude reconocer a la tal Cadija.

¿Qué hace ella aquí? Le pregunte a bella.

Eso mismo quisiera saber yo. Me dijo claramente molesta.

Salude a Alejandro y algunos de los socios de la empresa que ahora era mía, faltaban ultimar algunos detalles para hacer valido mi toma de posesión, pero tenía que esperar que el abogado de mi difunto tío Cayo llegara.

Las mujeres estaban de un lado de la sala y los hombre de otro, Alejandro me explico que era una tradición y como estaban otras personas ajenas a la familia tenían que cumplirse una vez que se fuera no pasaba nada, mi ángel me daba miradas cómplices acompañadas de una que otra sonrisa. Que yo le devolvía gustoso, lo que me molestaba era que ese said, también le prestaba demasiada atención a mi novia, parece que tenía que dejarle en claro que ahora ella era mía.

Todos estaban de lo mas entretenidos hasta que una mujer entro hablando en árabe y luego entraron otras volviendo hacer el llamado de los indios.

¡Queridos amigos mis nietos han vuelto de su viaje trayendo más alegría a mi casa! Dijo Alejandro. Tomando la mano de mi ángel y caminando con ella hacia la entrada de la sala.

Entraron dos figuras a la habitación, el primero en abrazar a su abuelo fue Dimitri, para luego abrazar a bella demorando con ella unos segundos extras lo cual me molesto, mas por que el me vio y sonrió. La otra figura abrazo a Alejandro.

¿Y para mí no hay abrazo? Dijo un tipo parado detrás de Dimitri, era de tez morena un poco más alto que yo, musculoso, ese era el otro primo.

¡Jacob! Dijo bella lanzándose a sus brazos, sentí una punzada de celos pero no deje que me molestara.

¡Te extrale habibi! Le dije a MI bella.

Yo también primo, tengo que presentarte a alguien.

¡De acuerdo! Pero antes tengo que saludar a samira. Dijo el abriendo los brazos para abrazar a samira, ella se sonrojo, en cuanto el la miro, de seguro samira gustaba de el.

Jake ven aquí dijo bella poniéndolo frente a mí.

Este es Edward. Mi Edward. Le dijo mi niña.

Es más alto de lo que dijiste por teléfono. Dijo el riendo, Jacob Black un placer. Extendió su mano

Edward Cullen dije estrechando su mano. El placer es todo mío.

Gracias por cuidar de nuestro tesoro mientras no estábamos, dijo el.

Ella es importante para mí. Le dije.

Lo sé, es obvio por como la miras, y como te ve ella a ti, su amor se repsira en el aire.

Jake, cállate le dijo bella golpeándolo en el hombro. El rio y la abrazo.

¿Dónde está Dimitri? Dijo bella.

Creo que está hablando con su ex futura esposa.

¿Ahh? Pregunto mi ángel confundida.

Con cadija, said nos conto lo que hizo.

Si, Cadija es insoportable. Dijo mi hermana. Soy Alice Cullen, hermana de Edward, cuñada de bella y por lo tanto tu futura prima.

Jake rio, bueno entonces es un gusto prima.

Tome a bella de la mano y la acerque a mi, amor pensé que no se lo habías dicho a tus primos.

No lo hice, el lo dedujo solito, hace algunos días hablo, platicamos y al final me saco la verdad, pero solo lo él lo sabe, y solo le dije que se lo habías dicho al abu, falta dimitri.

No te preocupes por dimitri Ayuni, el no puede opinar nada, mejor que se busque una novia menos escandalosa, dijo riendo jake, la verdad ya me caia bien.

¿De que hablan? Se acerco dimitri.

De nada, hermano de nada, dijo Jacob.

Veo que sigues aquí cullen.

Sigo en fez si es que a eso te refieres, pero ya estoy instalado en mi casa.

¡Qué bueno es de mala educación ser tan cómodo!

Si ya lo creo.

Dimitri, le dijo bella.

No te enojes bella, traje un regalo para ti.

Regalos querrás decir, ¿Sabes? Dimitri compro casi en todas las tiendas de Alemania, cosas para ti, le dijo su primo Jacob.

La fiesta siguió transcurriendo entre conversaciones y roces incómodos entre Dimitri y yo, pero no tenía la culpa de que ese tipo fuera un hígado, no podíamos estar solos ni 2 minutos cuando empezaban las indirectas, un grupo de músicos y una bailarina amenizaron la velada, poco a poco los invitados empezaron a despedirse y retirarse, al final solo quedamos los Swan y nosotros los Cullen. Alejandro les dijo a sus nietos que tenía algo importante que decirles y pidió que bella y yo lo acompañáramos, Dimitri acepto de mala gana y entramos los 5 en el despacho, hoy les informaría al resto de la familia de bella y mañana llamaría a mi familia para contárselos, necesitaba que vinieran lo antes posible para realizar la ceremonia de compromiso, y poder presentar ante la sociedad londinense a la futura señora Cullen.