miércoles, 29 de junio de 2011

CAPITULO XII

CAPITULO XII


POV BELLA

-Cuando te diga, corre bella- me dijo con voz angustiada, nos tenían rodeados, eran tres contra Edward.

-no voy a dejarte- le dije tratando de sonar firme, pero me moria del miedo de que algo nos pasara.

-Ve por ayuda amor- me dijo, pero no podía dejarlo solo, no quería, el era mi vida.


-Olvídalo- le dije- no lo hare- los tipos cada vez se acercaban mas, nos tenían rodeados, yo estaba entre la pared y el cuerpo de edward, del lado derecho había un pequeño callejón, el cada vez caminaba hacia ahí.

-Tienes que hacerlo- susurro- Por nosotros amor, necesito que busques ayuda- me dijo. Me aferre mas a su brazo y deposite un pequeño beso en su hombro.-Te amo- me dijo caminando uno pasos a la derecha, los tipos nos seguían acorralando, pero estábamos lo suficiente mente cerca del callejón para que me pusiera a correr.-Ahora- grito, empujándome ligeramente

-Te amo- le dije antes de correr, y desaparecer por el pequeño callejón, corri sin voltear a tras por que si lo hacia, ciertamente regresaría con el, escuche golpes, corri lo mas rápido que mis piernas me permitieron, buscando ayuda, las calles estaban deciertas, mire a un lado y al otro y no se veía nadie.

-¡Ayuda!- grite al vacio, pero nadie respondió, corri con dirección a la mezquita, no estábamos muy lejos, entre por un estrecho callejón que apenas era alumbrado por unas farolas.

-¿Bella?- preguntó una voz.

-Dimitri, por favor-

-¿Estas bien te hicieron algo?- me dijo con angustia plasmada en la voz, me tomo del brazo.

-Edward, necesita ayuda- le dije, pero el no se movio

-Necesitamos que te revise un doctor- em dijo caminando para el lado contrario de donde estaba Edward.

-No, Edward me necesita- le dije-unos hombres nos atacaron el…-

-la, habibi, necesitas ir a casa- dijo el, me jale del brazo pero el no me solto

-Dimitri suéltame- le grite

-No hagas escándalos bella-

-Sueltame- le dije, con la mano libre le pegue una bofetada, solo entonces me solto.

-¿Estas loca?- grito, yo me di la vuelta pero el me tomo del brazo.

-Vamos a casa ahora- dijo molesto.

-No, Edward me necesita- le grite

-¡Bella!- gire en dirección a donde se escucho mi nombre, era mi primo Jacob con algunos hombres.

-Jacob- le grite, el se acerco rápidamente y hizo que Dimitri me soltara -Edward, unos hombres…- no podía armar frases coherentes.

-Tranquila, llévanos con el- me dijo, empecé a correr y Jacob me siguió con los otros hombres, guardias de mi Abuelo.

-Edward- grite cuando lo divise en el suelo, a merced de esos hombres que lo golpeaban. Jacob y los hombres apuraron el paso, los hombres parecían discutir, uno de ellos se agacho a la altura de Edward, mientras los otros dos echaban a correr.

-Edward- le dije llegando a su lado, me arrodille junto a el, su labio sangraba al igual que su hombro, lo habían herido-No me dejes- le pedí entre lagrimas-no te atrevas a morirte Edward Cullen- acaricie su rostro.

-Be..lla- me dijo.

-Tranquilo mi amor- le dije tomando su mano-Ya viene el medico-Bese su frente-Ayuda por favor- grite, los hombres de mi Abuelo estaban tratando de dar caza a los que nos hirieron a Edward-

-Tranquila bella- me dijo Jacob-Lo llevaremos a su casa, el doctor lo atenderá ahí, es lo mejor- me dijo mi primo tratando de levantarme, me acerque al rostro de Edward y le di un pequeño beso en los labios, dos hombre ayudaron a armar una improvisada camilla y lo llevaron en ella hasta la casa, el hospital estaba muy lejos, y no atendían extranjeros. Me puso su túnica encima ya que mis ropas estaban rasgadas.

-Edward- solloce a la vez que mi primo me abrazaba, el tomo mi mano y me hizo caminar con el, me sentía tan mal, si no hubiera insistido en caminar, nada de esto hubiera pasado, Edward quería llevarme en Taxi hasta su casa, pero le dije que no hacia falta, despues de todo a el le gusta caminar siempre.-Es mi culpa- le dije a Jacob.

-Claro que no Ayuni, nada de esto es tu culpa- me dijo

-Claro que no habibi, nada es tu culpa- me dijo Dimitri que venía algunos cuantos pasos más atrás.

En cuanto llegamos a la casa, ordene que lo llevaran a su habitación, yo entre con el.

-¿Y el doctor?- le dije a Jacob-¿Por qué no llega?- casi grite

-Ahora viene, tranquila- me dijo.

-Leah, trae agua por favor y un paño- le dije, sollozando, Edward tenia el rostro sucio de arena, su camisa no estaba mejor, tenia sangre. Las lagrimas no dejaban de caer mientras cortaba su ropa para no lastimarlo.

-Eso lo debería hacer alguien mas- gruño Dimitri- Eres una joven decente, no una libertina-

-Largate, me importa poco lo que pienses, no deberías estar aquí- le grite mientras continuaba con mi labor, Jacob saco a dimitri de la habitación.

-Be..lla- me dijo Edward tratando de abrir sus ojos.

-shhhh, amor, aquí estoy- le dije acariciando su hombro-Todo estará bien- le dije besando su frente.

-¿Estas… he..rida?- pregunto respirando pesadamente

-Estoy bien- le dije llorando- Eres tu el que me preocupa-El medico no llega, ¿Dónde esta el medico?- grite en dirección a la puerta

-No…no llores- me dijo el

-Tenia tanto miedo por ti- le dije

-Y yo por…ti- me dijo antes de volver a caer en la inconciencia, el medico llego y me obligo a salir de la habitación.

-Deberia estar con el- le dije a Jacob, mientras caminaba de un lado a otro frente a la puerta, mi Abuelo estaba adentro con el doctor.

-no es propio, ya lo sabes- me dijo Jacob con pesar, yo bufe. -¿Recuerdas algo?

-No los vi muy bien- le dije.

-Le pedi a samira que te trajera ropa, viene en un rato- me dijo-no entiendo que paso-

-ni yo, estábamos caminando, y de un momento a otro aparecieron ellos, si no hubieras llegado- le dije pero no pude terminar, las lagrimas acudieron a mis ojos otra vez.

-Tranquila, todo estaba bien, me cuesta admitirlo pero Sin esa corazonada de Dimitri- dijo Jacob, yo me tense.

-¿Qué corazonada?- le dije

-El pregunto por ti, cuando le dije que saliste con Edward se preocupo mucho, dijo que no eran horas propias y demás cosas, segundos despues salió a la medina como flecha, yo busque a algunos hombres y Sali-

-Dimitri no podía saber- le dije, y todas las cosas encuadraron, sus palabras “no me hagas hacer cosas que no quiero”. -Fue el- le dije a Jacob-¿Dónde está?-

-Bella no puedes pensar que el…- dijo – el jamás te haría daño-

-Claro que no, porque el no sabia que saldría con Edward- le dije-¿Dónde esta?

-¿Quien?- Dimitri apareció con un vaso de agua, caminando de lo mas tranquilo por la sala.

-¿Cómo pudiste?- le dije antes de abofetearlo por segunda vez-Es el hombre que amo- le grite.

-¿De que hablas?- me dijo tocando su mejilla.

-“No me obligues a hacer cosas que no quiero”-repeti sus palabras-Arderas en el mármol del infierno.

-No difames bella- me dijo con voz fría.

-tu lo hiciste, jamás crei que me odiaras- le dije llorando

-Mas te vale tener los 4 testigos habibi, si no podría pedir los azotes- me dijo

-Pues yo igual los pediré para ti por asesino- le grite

-Jamas te lastimaría- me dijo tomando mis manos.

-Si algo le pasa, jamás te lo perdonare- le dije, soltándome de sus brazos. Jacob solo nos miraba.

-¿Qué hiciste dimitri?- le pregunto segundos despues.

-Nada- contesto el-Es un malentendido- dijo-No es mi culpa que los extranjeros no sean bienvenidos en Fez.

-Eres un maldito mentiroso- le grite-Nadie tiene problemas con Edward, mucha gente que apenas lo conoce ya le tiene aprecio- le dije molesta, quería golpearlo.

-Me encantaría decirte que lo hice, pero no fue asi- aseguro el.

-No te creo- le grite

-Ese mi Lindo angel es tu problema- me dijo .

-Eres un mentiroso- le dije.

-¿Qué pasa?- dijo el Abuelo abriendo la puerta.

-¿Cómo estas?- le pregunte.

-No es tan grave como aparenta- me dijo acariciando mi mejilla y sonriendo-Esta preguntando por ti- me dijo-entra. Hice lo que me pidió, Edward estaba completamente acostado en la cama, el medico guardaba sus elementos en su maletín.

-Habib- le dije cuando llegue a su lado, el medio sonrio, aunque se ve que le costaba.

-Necesito revisarla señorita-me dijo el doctor

-Estoy bien- replique, no me gustaban los médicos.

-Es por tu bien- me dijo Edward.

-Pero…- El me miro significativamente y accedi. El medico limpio los raspones que tenia en el codo, y las manos, los de la rodilla no me atrevi a mostrárselos, ya los limpiaría yo cuando me cambiara de ropa.

-¿Estará bien?- le pregunte al doctor.

-Si, tiene una costilla rota, la herida en el hombro no es grave, no puede cargar cosas pesadas, Debe limpiar las heridas y raspones con esto- me dijo tendiéndome un frasco con una pomada de color verde-Cada que se bañe, y tomar estas para el dolor- me dijo dándome una caja con pastillas-Si hace eso estará como nuevo en unos días- nos dijo sonriendo.

-Shukran- le dije

-Fue un placer, cuídense, beslama- dijo antes de salir.

-Beslama- le respondí.

-¿Estas mejor?- le pregunte cuando estuvimos solos. El asintió-Tenia tanto miedo de perderte- le dije sollozando.

-Tranquila mi amor, estoy bien- me dijo abrazandome con su brazos sano.

-me alegro, me moria si te pasaba algo- le dije, el tomo mi rostro entre su gran y cálida mano.

-no vuelvas a decir eso, nunca me oyes, jamás lo digas- me dijo con voz severa-Nunca digas eso- repitió.

-lo siento- le dije

-perdóname, pero no puedo concebir la idea de un mundo donde tu no estes- me dijo besando mi frente.

-Me pasa lo mismo- le dije recostándome a un lado de el.

-¿Segura que estas bien?- me pregunto

-Ya oíste al doctor- le dije. El sonrió.

-Me aterraba la idea de que te hicieran algo- me dijo-tu ropa- dijo de repente señalando la túnica que vestía.

-Es de Jacob- le dije señalando la túnica- Mi ropa esta rasgada- le dije un poco avergonzada.

-Malditos- exclamo acariciando mi mejilla-Los matare- dijo acariciando con suavidad el ligero cardenal de mi mejilla derecha.

-No hables de muerte- le dije besando la palma de su mano.-Estamos bien- me encogí de hombros.

-Se atrevieron a tocarte- me dijo con sus ojos refulgiendo de ira-Deben morir-

-No paso a mayores- le dije acercándome a él y besando con suavidad sus labios. El respondió mi beso.

-Pero pudo pasar- me dijo recargando su frente en la mía.

-Estoy bien- le dije, y el me abrazo, me acerco demasiado a su pecho, el estaba desnudo de la cintura para arriba, algo de lo que no me había percatado hasta ahora, su aliento golpeaba mi mejilla, mientras trazaba círculos en mi espalda.

-Bella- susurro el. Tenia ganas de hacer algo, pero me daba temor lo que el fuera a pensar, el seguía trazando círculos en mi espalda, con sumo cuidado deje resbalar mi mejilla por su hombro, el soltó un suspiro, bese con cuidado el lugar arriba de su herida, el hizo un sonido medio raro, pero me gusto, creo que gimió. Deje que mi nariz rozara el contorno de su cuello, el aferro fuertemente mi cintura, no se en que momento quede a horcadas sobre el, sus manos estaban por desatar la túnica cuando unos golpes en la puerta nos separaron. Me aparte ligeramente a calorada para luego murmurar un timido Adelante.

-¿estas mejor?- pregunto mi primo Jacob a Edward cuando entro en la habitación.

-mucho mejor- dijo con una media sonrisa-Gracias-

-No tienes nada que agradecer, eres el futuro esposo de mi prima, por lo tanto eres de la familia, y la familia se proteje- le dijo mi primo con una gran sonrisa.

-Bella, samira te espera afuera, trajo ropa para que te cambies- me dijo, yo asentí.

-ahora vuelvo habib- le dije a Edward, Sali de la habitación y me encontré a samira en la sala.

-Ayuni- dijo abrazandome-¿estas bien?, ¿Te hicieron algo?- me dijo asustada.

-Tranquila habibi, estoy bien, no paso nada- le dije.

-Traje ropa para ti- me dijo, nos dirigimos a la habitación de alice.-No sabia si te quedarías a dormir por lo que te traje también un camisón- me dijo.

-Shukran- le dije, con cuidado me quite la túnica, ella me ayudo a limpiar los raspones de las rodillas, me coloque el vestido, era suelto pero lo importante era la comodidad.

-¿El esta bien?- me pregunto.

-Si, el medico dijo que lo estará, pero comento que le puede dar fiebre, ya limpio las heridas pero es muy probable- le dije.

- Alhamdulilah, No quiero entrometerme-me dijo-Pero hay algo que tienes que saber-

-¿Qué pasa?- le pregunte alarmada.

-Creo que el culpable de esto fue Dimitri- me dijo-Hace un rato, un hombre llego buscándolo, yo le abrí la puerta, le informe, y el se acerco a atenderlo, parecía que discutían- me dijo con la mirada gacha-que allah me perdone, pero yo siento que fue el- me repitió

-yo creo lo mismo- le dije-¿Sabes si esta en la casa?- le dije

-Yo le abri la puerta al hombre ese, antes de venir para aca, Dimitri tiene unos minutos que regreso de nuevo- me dijo

-Hay Samira, no se que hacer- le dije-Es mi familia pero Edward es el hombre que amo- le dije.

-Debes hacer lo que tu corazón te dicte- me dijo-Debes mantenerlo alejado de Edward hasta después de la boda, una vez que seas su esposa, Dimitri no podrá hacer nada.

-Pero se supone que la boda es hasta después que cumpla los 18- le dije-aun faltan dos meses, casi tres- le recordé.

-que allah nos proteja- dijo samira, salimos de la recamara de Alice, y nos dirigimos a la sala, pase de largo sin mirar a Dimitri.

-Hay estas hija- dijo mi Abuelo en cuanto entre en la habitación.

-Hola abu- le dije abrazandolo, luego me dirigi a Edward, el se encontraba con una ligera cobija cubriendo su torso.

-me quedare con Edward Abue- le dije-Necesita que lo cuiden-

-¿Estas loca?- dijo dimitri entrando en la habitación-No eres una odalisca para permanecer en su casa-

-Abuelo- dije

-Dimitri, se casaran en unos días- dijo mi abuelo y yo levante la mirada hacie Edward, el me miro con ternura.

-Aun asi- dijo el.

-No hay objeciones, no me ire- le dije

-Entonces yo me quedare- dijo Dimitri- Con tigo.

-no lo creo- intervino Edward-No eres bien recibido en mi casa- dijo con voz firme-Disculpeme Alejandro pero es la verdad.

-Descuida muchacho, mi nieto se lo gano a pulso- el abuelo suspiro-Mañana vendremos a ver como sigues- le dijo a Edward.

-Samira se quedara a ayudarte- me dijo a mi.

-claro abuelo- le dije. El se llevo a regañadientes a dimitri, dejándome sola con Edward en la habitación. -Debes dormir- le dije.

-¿quédate conmigo?-Pidió el, yo me sonroje, era lo que mas ansiaba.

-Solo me cambio y vengo- le dije dándole un beso en la frente, Sali de la habitación un poco ansiosa.

-¿Qué pasa?- preguntó samira en cuanto entre a la habitación de alice.

-Me quedare con Edward- le dije, ella se tapo la boca con las manos para ahogar una risita-No es lo que crees- le dije apenada mientras soltaba mi vestido y lo cambiaba por el camisón.

-Waja- dijo ella.

-De verdad samira, allah lo sabe- le dije

-Te creo- me dijo sonriendo.

-Ya me voy, deja de pensar tonterías- le dije-Si te llego a necesitar te llamo- le dije antes de salir por la puerta, estaba nerviosa, ya habíamos dormido en la misma cama antes, pero siempre en mi casa, con mi abuelo y mis primos a unos cuantos pasos, respire profundo antes de abrir las puertas de su habitación.

POV EDWARD

Mi ángel entro en la habitación, vestida con un hermoso camisón blanco, la bata que traía encima era de lo más ligera por lo que podía apreciar sin molestia, sus tentadoras curvas.

-Ya regrese- me dijo con un tímido sonrojo adornando sus mejillas.

-Ven- le dije extendiendo mi mano derecha para que la tomara, ella la tomo y se acerco a la cama, levante las cobijas para que ella pudiera acomodarse entre ellas, entro y se acomodo en mi pecho, yo bese sus cabellos con suavidad.

-¿Estas mejor?- me pregunto con delicadeza.

-Ahora que te tengo entre mis brazos si- le respondí-Mucho mejor- ella levanto ligeramente su rostro y unimos nuestros labios, empezó con un beso dulce, suave, sin prisas, pero poco a poco cambio por un beso demandante, lleno de necesidad, necesidad de uno por sentir al otro, habia tenido tanto miedo de perderla, de pensar que no podría volver a besarla, acariciarla, que no podría hacerle el amor por primera vez. Con cuidado me fui recostando encima de ella, sisee cuando sin querer moví mi hombro herido.

-¿Te duele?- me preguntó ella rompiendo el beso-Perdóname- me dijo, besando el hombro.

-no fue tu culpa- le dije acariciando su mejilla, para después besarla.

-Tenia tanto miedo de no volver a verte- le dije admitiendo mis temores.

-Edward…- me dijo con un brillo en los ojos que no supe desifrar.

-¿Qué pasa Mi angel?-

-Hazme el amor- me dijo con un tierno sonrojo adornando sus mejillas, era lo que mas ansiaba y deseaba, sobre todo ahora que estuve a punto de perderla, pero ¿estaba lista?. No me molestaba esperar, sabia que para ella era importante.

-Puedo esperar- le dije

-Pero yo no- me contesto mordiendo su labio.-Quiero ser completamente tuya- me dijo

-Bella…- susurre, ella acaricio suavemente mi nuca, yo me perdí en las sensaciones.

-Por favor- me dijo- Te amo tanto- me dijo antes de besar mi pecho y deslizar sus traviesas manos por mi torso, me estaba muriendo por penetrarla y perderme en sus sedosos pliegues.

-¿estás segura?- le dije una vez más, dándole la oportunidad de negarse, aunque estaba completamente seguro de que yo no podría parar y la tomaría ahí mismo.

-Hazme tuya Edward- me dijo, acariciando mis cabellos, aferre su cintura con una de mis manos y baje hasta juntar nuestros labios, un gemido escapo de sus labios cuando roce uno de sus pechos por encima de la tela, esa fue lo único que necesite para perder el control.





































































































































































































































































































































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ORACION A MI SEXY VAMPIRITO

Edward de mi guarda
De mi sexy compañia
Bebete mi sangre
De noche y de Dia
Hasta que caiga en tus brazos
Y sea tu marca de heroina