miércoles, 29 de junio de 2011

CAPITULO XIII


CAPITULO XIII

POV EDWARD

Con cuidado desate el nudo de su bata, y comencé a deslizarla por sus brazos, ella soltaba suspiros cada vez que mis manos tocaban la piel que iba quedando al descubierto.


-Edward- dijo mi pequeño angel acariciando mi rostro.

-¿amor podemos para si quieres?- le dije, ella tenia las mejillas sonrojadas y los labios hinchados por mis besos.

-¿Tu no quieres?- me pregunto levantándose ligeramente apoyada en sus codos. Le sonreí mientras acariciaba su cintura con mi mano.

-Lo que mas deseo es arrancarte este camisón- le dije, ella se ruborizó-Pero quiero que estes completamente segura, no quiero que te arrepientas- le dije besando su frente, ella suspiro y rodeo mi cuello con sus brazos.

-Te quiero a ti- me dijo antes de besarme, termine de retirar su bata con cuidado, me dolia un poco el hombro, por suerte no habia sido una herida profunda, tenia una gaza, y eso impedía que sangrara. Bella separo un poco sus piernas, yo me acomode entre ellas, solto un gran suspiro cuando bese su cuello, me dedique a besarlo, lamerlo y morderlo, su piel era tan dulce. Mis manos vagaron por sus costados, la deslice a lo largo de sus piernas, para despues escurrirlas por debajo de la ropa, tome la tela del camisón en mis manos y comencé a levantarlo, bese su vientre en cuanto quedo descubierto, esperaba que algún dia no muy lejano llevara la semilla de nuestro amor en el, segui levantando el camisón y bese cada pieza de piel que quedo al descubierto, bella levanto los brazos para ayudarme a sacarle la prenda, mis ojos se deleitaron con la imagen de mi angel desnuda, sus pechos eran hermosos, dos hermosas cumbres que se levantaban imponentes para mi, coronadas con dos pezones color chocolate, ella intento cubrirse pero la detuve, junte nuestros labios y el contacto de mi pecho con los de ella hizo que una corriente eléctrica a travesara todo el cuerpo, era algo tan perfecto, bese sus labios y descendi por su cuello, bese el espacio entre sus senos, antes de atreverme a llevarme uno a la boca, su sabor era indescriptible, bella gimio tan alto, me dedique a jugar con su seno derecho hasta que el pezón se volvió una dura piedrecilla, mientras el otro era acariciado por mi mano, mi angel tomo mi cabello entre sus manos y trataba de acercarme mas a ella, mi entrepierna estaba doliendo como nunca, pero tenia que asegurarme que mi angel estuviera lista para recibirme.

-Edward- susurro mi angel como una caricia, mis labios siguieron descendiendo hasta llegar a su santuario. Exhale mi aliento sobre sus pliegues, ella ronroneo como un gatito. Levante la mirada y pude verla mordiendo su labio, tenia los ojos cerrados y las manos hechas puños aprisionaban las sabanas de la cama.

-Estas tan húmeda- le dije-Hueles delicioso- le dije antes de enterrar mi cabeza entre sus piernas, ella solto un gritito de satisfacción. Bese sus pliegues y eran mas sedosos de lo que crei, su sabor era mejor que el mas exquisito de los vinos, con mis pulgares separe ligeramente sus labios y me permiti jugar con su tierno botón, ella soltaba tiernos gemiditos que me ponían a mil, llevo sus manos a mi cabello y me jalo tratando se fundirse conmigo, sus caderas se mecían contra mi rostro, jamás en toda mi vida, me habia sentido tan especial, es decir claro que habia practicado el sexo oral con mis conquistas pero nunca me habia sentido tan caliente como me sentía ahora, quisa se debiera a que la que gemia debajo de mi era mi angel.

-Edward- dijo cuando mi lengua se coló en su vagina, retire mi lengua y la sustituí por un dedo, mientras mi boca se encargaba de succionar su clítoris. Senti como se contraía alrededor de mi dedo, sus paredes comenzaron a aprisionarlo y añadi otro mas, bella gemia muy alto, no me importo que alguien de la servidumbre nos pudiera oir, solo estaba concentrado en hacer que bella tocara el cielo.

-¿Te gusta mi amor?- le susurre en el oído, antes de morderlo-Responde bella ¿Te gusta?- le repeti

-Siii- me dijo mientras sus caderas se movían contra mi mano.

-Son tan gruesos- me dijo, aunque luego se sonrojo, debía haber dicho un pensamiento en voz alta, yo sonreí, ella estaba disfrutando y pronto la haría disfrutar mas.

-Edward- dijo mi niña contrayéndose en torno a mis dedos, sus jugos comenzaron a derramarse, y con mi boca me encargue de no dejar escapar ni una gota de su elixir. Ella respiraba agitadamente, mientras mi erección estaba por atravesar los ligeros pantalones que utilizaba para dormir, me puse sobre ella.

-mmm- exclamo cuando roce su sexo con el mio, solo nos separaba mi pantalón.

-Sientes como me tienes- le dije

-Aja- me dijo mientras acariciaba mis cabellos, busco mis labios y suspiro contra ellos, aproveche para introducir mi lengua en su boca, recorri sus dientes con mi lengua, para luego enredarla con la suya, se movia con timidez, la mia dominaba.

-Edward por favor- me dijo mirándome a los ojos directamente, estaba sonrojada y en sus hermosas orbes chocolate refulgía la lujuria, el deseo. Me separe de ella para quitarme el pantalón, ella siguió mis movimientos hasta que quede por completo desnudo, me volvi a colocar encima de ella y gemi cuando sentí el rozar de nuestros sexos.

Ella abrió sus piernas en una clara invitación, me moria por montarla duro, pero no quería que su primera vez fuera asi, sabia que ella merecía algo mejor, que solo el deseo animal que me dominaba, ya abria tiempo despues para eso.

-Te amo tanto- le dije besando sus labios, ella enredo sus piernas en mi cadera atrayéndome a su santurario. Senti la punta de mi erección rondar su entrada, bese su cuello y lo mordí, ella solto un suspiro mezclado con mi nombre-Te deseo tanto bella.- le dije tomando uno de sus montes en mi boca.

-Edward- dijo arqueándose-mmmm, se siente tan…-

-¿Cómo se siente amor?- le dije rozando mi erección en su entrada.

-bien- dijo soltando todo el aire que retenia.

-Esto se sentirá mejor- le dije, mientras entraba lentamente en ella, por un momento se tenso.-Relajate- le dije, ella lo hizo pero aun asi, estaba un poco tensa, era demasiado estrecha, sentía que se podía romper.

-Duele-me dijo

-¿Quieres que pare?- le dije mientras me quedaba inmóvil, esperaba que dijero que no, por que sabia que no podría hacerlo.

-Sigue- me dijo acariciando mi espalda, entre un poco mas y ella solto un gemido, decidi que era mejor hecerlo de una sola vez, asi lo hice, bella escondio su rostro en mi cuello y sentí sus lagrimas mojar mi hombro sano a la vez que sus uñas se clavaban en mi espalda, poco a poco fue tranquilizándose, y movio sus caderas contra las mias, en una silenciosa invitación, comencé con el lento vaivén, su interior era tan estrecho y caliente, me sentía en casa.

-Te amo- le dije mientras besaba sus labios.

-Yo también te amo- me dijo cuando rompimos el beso. -Edw..ard- dijo bella entrecortadamente. Mientras mis embestidas aunmentaban su ritmo, ella acariciaba mi espalda y jubaga con mi cabello.

-Tan-embestida-estrecha- le dije

-hmmm- murmuro ella, sus paredes se contraían entorno a mi falo, debore sus pechos y los mordí marcándolos como mios, con mis manos tome sus caderas moviéndolas al compas de las mias, ella gemia mi nombre, y sus labios recorrían mi cuello, mordió ligeramente mi hombro.

-Eres hermosa- le dije, ella sonrio y me atrajo por el cuello para besarme, poco a poco sentí como sus paredes empezaron a contraerse cada vez mas entorno a mi miembro. Bella ¿Te casas con migo?- le pregunte, nunca se lo habia pedido formalmente.

-Edward- dijo mi angel mientras yo enterraba mi rostro en el hueco de su cuello, la mordí y el orgasmo la golpeo, se corrió con fuerza,-¡Sii!- dijo, pero no se si fue una contestación a mi pregunta, yo segui moviéndome en su interior, tras tres estocadas mas, mi miembro palpito dentro de ella. La bese suavemente mientras salía de ella, la recosté en mi pecho y nos cubri con las sabanas.

-Gracias- le dije besando su frente.

-Te amo- me respondió ella.

-No más que yo- le dije-Amor- le dije, ella levanto su mirada hacia a mi. -¿Te casas conmigo?- le volví a preguntar.

-Si, pensé que ya lo sabias- me dijo besando mi pecho.

-¿Te casarías conmigo este sábado?- le pregunte, mi familia llegaba pasado mañana, podíamos pedir su mano el viernes y el sábado casarnos.

-¿Tan pronto?- me pregunto.

-¿no quieres?- le pregunte.

-No seas tonto claro que quiero, es lo que mas deseo, pero no estas del todo bien, además estoy segura que tu familia me odiara cuando te vea herido- me dijo bajando la mirada.

-Esto no fue tu culpa- le dije besando su frente.-Te amo, y eso nada ni nadie lo puede cambiar- le dije.

-Me siento tan culpable, si no fuera por mi nada de esto hubiera pasado- me dijo acurrucándose mas contra mi.

-no digas eso amor, cualquiera estas expuesto a un asalto- le dije, pero estoy seguro que tanto ella como yo, sabíamos perfectamente que eso no fue un simple intento de asalto.

-Yo…-me dijo ella mirando sus manos-Creo que fue Dimitri- me dijo, yo la rodee con mi brazos bueno y la acerque mas a mi-¿No diras nada?- me pregunto consternada.

-Yo pienso lo mismo- le dije

-Me gustaría hacer algo amor, pero las leyes de mi tierra son muy diferentes a las tuyas- me dijo con pesar-Sin 4 testigos que afirmen lo que nosotros pensamos, todo es inútil-me dijo

-Descuida amor- le dije-Regresemos a lo importante, ¿Te casas conmigo este sábado?- ella sonrio y asintió con la cabeza.

-Es lo único que deseo- me dijo.

-Gracias mi amor- le dije besándola suavemente en los labios-No quiero arriesgarme a perderte- le dije

-Tenia tanto miedo- me dijo ella-No sabia que hacer- me dijo-Pero nunca mas me pidas que vuelva a dejarte- me dijo sollozando.

-Tenia que hacer que escaparas- le dije-Pero eres tan necia que regresaste-

-No te iba a dejar a tu suerte- me dijo.-No podría vivir sin ti, ya te lo dije-

-Te amo tanto bella- le dije-Y no sabes lo feliz que me hace el saberte completamente mia- bese su frente, ella se sonrojo.

-Es bueno que no seas árabe- me dijo

-¿Por qué?- pregunte curioso

-Bueno…-me dijo ella con las mejillas teñidas de un adorable color carmín- El dia despues de la boda, la mujeres de la familia, entrar en la habitación para buscar…-Ella se quedo callada cuando bese cuello, suspiro y yo sonreí.

-Continua- le dije

-Bueno ellas…- dijo mientras la besaba-Buscan la prueba de que el matrimonio se consumo- me dijo antes de que volviera a tomar sus labios entre los mios.

-Se que era importante para ti- le dije-Perdón por no poder parar- le dije

-Yo te lo pedí- me dijo-No me arrepiento, te amo- me dijo.

-sus costumbres son muy raras, aunque hay una que me gusta- le dije

-¿Cuál?- pregunto ella curiosa

-Eso de tener 7 esposas- le dije, su cara era un poema, paso de la confusión al enojo.

-Ja- exclamo enojada-No permitiré que tengas mas esposas- me dijo sentándose en la cama- Mi mariso solo será para mi- me dijo molesta, yo sonreí al verla.

-Era broma- le dije mientras la atraía de nuevo a mi pecho-no quiero otra esposa mas que tu- le dije besando su cuello.

-Lo quiero por escrito- me dijo mientras besaba mi hombro.

-Lo tendrás- le dije-Todo lo que quieras será tuyo- le dije mientras comenzaba de nuevo, nuestra danza recién descubierta.

POV BELLA

Senti que algo caliente se encontraba bajo mi mejilla y mi brazo, era increíble lo que habia pasado entre Edward y yo, pero no me arrepentía, fue tan mágico, tan especial, no me importaba recibir los latigazos con tal de repetir la experiencia, el fue tan tierno, tan cuidadoso, pero a pesar de eso, dolio mucho aunque solo fue al principio. Me acurre mas al cuerpo de mi novio, pero sentí que su cuerpo ardia, me separe ligeramente y trate de despertarlo pero el no se movio.

-Habib- le dije mientras tocaba ligeramente su hombro, Estaba ardiendo, lleve mi mano a su frente e igualmente ardia.-Por allah habib- le dije, pero el no me respondia, solo respiraba agitadamente, me levante de la cama y recogi mi camisón, que ahora se encontraba tirado en el suelo, me lo puse de prisa, y Sali corriendo de la habitación, me dirigi a la cocina y tome un balde y un paño, volvi a la habitación y fui directo al baño para llenar el balde de agua, moje el paño y lo pase por su rostro, el abrió los ojos.

-¿Qué pasa?- me dijo

-tienes fiebre amor- le dije mientras ponía el paño húmedo en su frente.

-Me duele todo- me dijo.

-Lo siento- le dije, mientras acariciaba su mejilla.

-No es tu culpa- repitió el.

-¿Dime que hago?- le pregunte, no sabia que hacer, las veces que alguno de mi primo tuvo fiebre yo solo los acompañaba, el doctor era el que se encargaba de las medicinas.

-Debio dejar alguna pastilla para la fiebre- dijo, me levante con cuidado de la cama y fui hasta donde estaban las cosas que habia dejado el doctor, lei los nombre y el me indico cual debía de darle.

-Toma- le dije tendiéndole la pastilla y un vaso de agua.

-Gracias- susurro, me levante de la cama.

-¿Adonde vas?- me dijo tomando mi mano.

-A llamar a un doctor- le dije-no quiero que te sientas mal- añadi.

-Quedate conmigo- me dijo

-Amor…-

-por favor-pidio y no pude negarme, me subi de nuevo en la cama, me sente y el recargo su cabeza en mi regazo, cada cierto tiempo cambiaba el paño con agua, y acariciaba su cabeza con cuidado, el sonreía, yo me sentía mal, no sabia que mas hacer, ¿tal vez si le preguntaba a samira? Aunque el no me dejaría apartarme.

Con cuidado intente levantarme cuando lo vi dormido, pero el afianzo su agarre en mi cintura y tuve que quedarme en la misma posición.

-Bella…- susurro.

-Aquí estoy habib- le dije besando su frente

-no te vayas, no me dejes- me dijo asustado.

-nunca mi amor- le dije- no podría- eso pareci tranquilizarlo y se relajo, despues de un rato se quedo dormido, la fiebre habia bajado pero me quede despierta viéndolo dormir un rato mas, no supe en que momento volvi a quedarme dormida.

Me despertaron unos suaves besos en mi vientre, sentía cosquillas. Abri los ojos lentamente y me encontré con la mirada divertida de Edward.

-Buenos días- me dijo

-Buenos días- le respondi antes de bajar mis labios a los suyos para besarlo.

-quiero amanecer todos los días asi- dijo y yo sonreí.

-¿Te sientes mejor?- le pregunte

-Mucho mejor-me dijo antes de besarme de nuevo.-Eres tan suave- me dijo acariciando mi brazos, mientras una de sus manos se colaba bajo mi camisón

-Edward…- susurre y el rio.-Para- le dije

-¿Qué pasa?- me pregunto.

-Necesitas darte un baño- le dije-Tengo que curar tu herida- le dije.

-Esta bien- acepto como un niño pequeño, hizo un pucherito tan lindo que tuve que besarlo. El aferro mi cintura y me coloco a horcadas sobre el.

-Edward- le dije, pero el solo sonrio.-Se bueno habib- le dije-Tengo que curarte esa herida-

-Si, quiero estar mejor para la boda- me dijo provocando que me ruborizara.-¿Qué pasa?- me pregunto.

-¿De verdad quieres que la boda sea tan pronto?- le pregunte.

-¿tu no quieres?- me pregunto

-Claro que si- le dije

-Entonces ya esta decidido, no creo que tu abuelo ponga objeción- me dijo besándome de nuevo, decidi levantarme por que si no, lo más seguro es que no saliéramos del cuarto.

-Te ves hermosa por las mañanas- me dijo.

-Vamos a que te duches, preparare la tina ahora vuelvo- le dije, entrando al baño, puse a llenar la tina mientras buscaba las esencias y el paquete que hace las burbujas una vez tocan el agua.

-Estaba agachada sobre la tina cuando sentí unos brazos rodear mi cintura, di un ligero gritito de susto y Edward rio contra mi cuello.

-Lo siento- dijo.

-Te dije que me esperaras, no puedes levantarte tu solo, tienes que cuidarte- lo reprendi.

-Te extrañaba- me dijo besando mi cuello, me pego a su cuerpo y me percate de que estaba desnudo.

-Cúbrete- le dije, tapando mis ojos con mis manos, el solto una carcajada.

-No hay nada que no hayas visto ya- me dijo burlon.

-Anoche estaba obscuro- le dije- solo me dedique a sentir- contesto sintiendo mi mejillas arder.

-Si de eso me di cuenta- me dijo pegando su cuerpo al mio, sentía su miembro presionado firmemente contra mi trasero.

-Edward- le dije en un suspiro mientras el masajeaba mis pechos sobre la ropa.

-Duchate conmigo…-pidio en un susurro antes de morder mi oreja, sentí como sus manos deslizaban los tirantes de mi camisón, este pronto se encontró en el suelo, Edward entro en la tina y me tendio una mano para que yo hiciera lo mismo, mi espalda pego con su pecho, mientras sus manos recorrían mis costados provocando que una ola de placenteras sensaciones recorriera mi cuerpo, mi cabeza estaba recostada sobre su hombro bueno, mientras la esponja se deslizaba por mis pechos, levante un poco mi rostro para que pudiera besarme, y sentí como se ponía mas duro a un.

-Edward- susurre mientras sus manos apretaban fuertemente mis pechos dejando caer la esponja dentro de la tina, me giro con cuidado y siseeo cuando movio su brazo malo.

-Aunch- se quejo yo lo bese. Tome la esponja entre mis manos y comencé a pasarla por su torso, el solo soltaba suspiros mezclados con mi nombre, me sentía feliz de provocar eso en el, el quito la esponja de mis manos y la tiro por ahí, con su mano tomo mi rostro y lo acerco al suyo nos fundimos en un beso apasionado, me sentía flotar cada que me besaba, jamás me cansaria, sentí rozar su sexo con el mio, y gemi, el beso mi cuello y lo mordió puso sus manos en mis caderas y mordió una de mis pechos a la vez que entraba en mi, sus embestidas eran suaves, lentas, salía caso por completo para luego volver a entrar, yo acariciaba su cabello tratando de acercarlo mas a mi, poco a poco el ritmo cambio dando paso a unas embestidas muy fuertes y prolongadas, sentí que mi interior se contraía y el presiono mas sus manos en mi cadera, de pronto sentí esa familiar sensación en el vientre, era como un gran globo de felicidad que se iba llenando poco a poco, embestida tras embestida, hasta que al final explotaba, haciéndome ver estrellas, justo como ahora.

-Te amo- me dijo Edward besando mi tiernamente mi frente. Yo sonreí, terminamos de bañarnos y luego salimos ala habitación, el con una toalla rodeando su cintura y yo con una pequeña toalla cubriendo mi cuerpo, me asuste cuando note que las sabanas habían sido cambiadas recientemente, si alguien las veía, no quería pensar el problema que se armaria.

-¿Pasa algo amor?- me dijo Edward abrazandome por detrás.

-Nada-le dije para no preocuparlo-Es solo que no se que ponerme- le dije mordiendo mi labio.

-Tu camisón esta en el piso del baño- me dijo- ¿O prefieres que le pida a samira que traiga algo para ti?- me dijo

-La, la- le dije

-Tranquila era solo una sugerencia-me dijo encogiéndose de hombros, yo me acerque a el y bese su nariz.

-Me pondré el camisón e ire al cuarto de visitas por ropa- le dije.

-a mi me gustas mas sin ella- me dijo

-Edward- lo reprendi, me di la vuelta y entre al baño para ponerme el camisón, Sali y Edward estaba recostado en la cama, ya tenia puesto un pantalón pero en la parte de arriba nada, tome la pomada, unas gazas nuevas y me acerque a el.

-Duel- me dijo cuando aplique un poco de pomada encima de la herida.

-Lo siento- le dije besando su nariz, el sonrio y me dio un corto beso en los labios.

-Ya te dije que no fue tu culpa- dijo sonriendo-Ademas el resultado fue maravilloso- levanto las cejas sugestivamente.

-Eres un tonto- le dije

-Pero a si me amas- dijo

-Si, te amo mucho habib- le dije, colocando la nueva gaza.-Ahora voy a cambiarme de ropa y pedir que traigan el desayuno- le dije poniéndome de pie.

-no tardes- dijo antes de que yo saliera de la habitación, camine lo mas rápido que pude hacia la habitación que era de alice, samira habia puesto ahí mi ropa.

-Buenos días Ayuni- me saludo cuando entre.

-Buenos días Samira- le dije jugando nerviosamente con mis manos.-Yo venia a cambiarme- le dije nerviosa.

-¿Qué tal estuvo tu noche?- me pregunto sentándose en la cama-Cuentame Bella- me dijo dando pequeños saltitos.

-Pues muy bien- le dije sonrojándome.

-¿Tu y el…?- pregunto, yo asentí con un movimiento de cabeza.

-lo sabia- exclamo ella-Ya decía yo que esa sangre no era de Edward- me dijo provocando que me sonrojara.

-Samira- exclame un tanto preocupada.

-Descuida bella, entre porque toque y no contestaste, pensé que necesitabas ayuda quizá- me dijo sonriendo-luego no los vi, pero si vi la sangre en las sabanas- me dijo

-¿Alguien mas la vio?- le dije preocupada.

-no, no te preocupes- me dijo-Ya lave las mantas, leah me vio pero le dije que le habia dado fiebre a Edward, que por eso cambiamos las sabanas-

-shukran, aunque de verdad le dio fiebre.- le dije

-¿Estas segura de lo que hiciste?- pregunto-Se que se van a casar y todo pero…-

-Es lo mas hermoso que te puedas imaginar samira- le dije-Es…, no hay palabras para describirlo- le dije sonriendo.

-¿y si estas embarazada?- pregunto de repente, me congele, la verdad no pensé en esa posibilidad, lleve mis manos a mi vientre y recordé las conversaciones pasadas con Edward, la idea de un pequeño de ojos verdad en mis brazos, no parecía tan aterradora, al contrario se me hacia adorable, si un pequeñito como Edward, un pedacito suyo y mio.

-Bella, ¿Me escuchas?- la voz de samira me saco de mis pensamientos.

-Perdon, es que me distraje- le dije

-Ya me di cuenta- dijo

-Me pido que la boda sea el sábado- le dije, ella sonrio-dice que no quiere esperar mas, su familia llega mañana y pedirá mi mano oficialmente-

-Me alegro por ti ayuni- me dijo

-Puedes pedir a leah que prepare el desayuno, por favor- le dije-Me cambiare y luego ire con Edward- le dije, ella asintió y salió de la habitación, me levante, saque un vestido color azul, me cambie, cepille mi cabello y luego fui a la habitación de mi futuro esposo.

-hola habib- le dije al entrar, el estaba algo pensativo.-¿Qué pasa?

-Nada- me dijo-Es solo que estaba pensado en que puedes estar embarazada- me dijo extendiéndome una mano, la tome y me sente a su lado en la cama.

-¿Te molestaría?- le pregunte, tal vez el no quería hijos tan pronto y yo mal interprete sus palabras.

-Claro que no- me dijo besando mi mano derecha-Me encantaría tener a una mini bella corriendo por la casa- me dijo -¿Y a ti?- pregunto.

-Me encantaría- le dije

-¿De verdad?- pregunto-Es que eres tan joven mi amor- me dijo

-Yo quiero todo lo que puedas darme- le dije-una familia es lo que mas anhelo, mi propia familia- le dije. El sonrio y saco algo debajo de su almohada. Era una pequeña cajita de terciopelo negro. Al abrirla un hermoso anillo de diamantes se mostro.

-Isabella Swan, ¿Me concederías el maravillo honor de casarte conmigo?- me pregunto mirándome a los ojos

Sentia tantas cosas, quería decir tantas cosas, algunas muy melosas y cursis, pero solo me limite a soltar un emocionado -¡Si!, claro que quiero mi amor- le dije, el sonrió y tomo el anillo, lo deslizo en mi dedo, lo levanto para poder apreciarlo.

-Perfecto- dije besando el anillo que ahora se encontraba en mi dedo.-no tienes idea de cuanto te amo- me dijo, leah trajo el desayuno algunos minutos despues, note como observaba a mi novio mas de lo debido por lo que le dije que podía retirarse, Edward se rio.

-No te pongas celosa- me dijo

-Mira quien habla- le dije acercando un trozo de fruta a su boca, el desayuno fue muy entretenido, despues de que termino me recosté en la cama junto a el y volvió a tomarme, nunca me cansaria de eso, el me dijo que quería salir de la habitación por lo que, lo ayude para salir y sentarnos en la sala, yo estaba sentada en el sofá mas grande con su cabeza en mi regazo, acariciaba sus cabellos mientras samira, nos contaba como vio las cosas en casa de mi Abuelo. Tocaron la puerta.

-¡Yo voy!- dijo samira poniéndose de pie.

-hola samira- se escucho la voz cantarina de mi cuñada alice.

Muchos pasos se escucharon, Edward se incorporo y quedo sentado a mi lado.

-hola hermito- dijo alice, pero se quedo quieta al observar mejor a su hermano, sabia lo que veía, los moretones y la herida del hombro.

-Bebé, ¿Qué te paso?- exclamo una señora de color caramelo, que se encontraba parada al lado de un hombre muy parecido a Alice.

-Pense que llegaban mañana- dijo el.

-No cambies el tema jovencito- le reprendió la señora-Ahora dime ¿Qué te paso? ¿Quién se atrevió a lastimar a mi bebé?- dijo la mujer

-Tranquila madre, ya te explicare- dijo Edward tomando mi mano se puso de pie y yo lo imite. –Ahora déjenme presentarles a mi bella- levante la mirada con cuidado y vi a seis personas paradas frente a mi, alice sonreía abrazada de un chico rubio muy parecido a la otra rubia que se encontraba abrazada a un tipo que parecía oso, las otras dos personas me sonreían gentilmente abrazadas, ellos eran los mas grandes del grupo, por lo que supuse serian los padres de Edward, me sentí nerviosa por lo que pensarían de mi, ellos tal vez no me quisieran para Edward, pero todo pensamiento negativo se evaporo cuando la mujer de cabello caramelo me abrazo, y dijo

-bienvenida a la familia Bella- me sonrio y yo sonreí al igual que ella.
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ORACION A MI SEXY VAMPIRITO

Edward de mi guarda
De mi sexy compañia
Bebete mi sangre
De noche y de Dia
Hasta que caiga en tus brazos
Y sea tu marca de heroina