domingo, 14 de enero de 2018

Dulce Arrogante Capitulo 20

Capitulo 20
Edward
 La casa rojiza de tres plantas de Tanya, estaba a solo un kilómetro y medio de mi apartamento en el Upper West Side.

Me paré frente a la estructura de ladrillos y me detuve un momento antes de entrar. Una vez que oficialmente conozca a Chloe, no habrá vuelta atrás.

Era padre ahora. Todavía se sentía como un concepto extraño.


Tanya y yo habíamos acordado que esta primera reunión sería una cena informal. Ella me presentaría como un amigo de la familia. Veríamos qué pasa, y cuando llegara el momento, se le explicaría a Chloe que en realidad tenía dos padres, uno en el cielo y otro en la tierra. Con el tiempo, cuando Chloe se sintiera cómoda con la idea, desarrollaríamos un acuerdo justo de custodia. Tanya tuvo suerte de haber decidido hacer esto fácil para mí. De lo contrario, habría tenido un infierno de pelea en sus manos.

Había querido mucho que Isabella estuviera aquí conmigo esta noche, pero tenía más sentido que conociera a mi hija primero antes de introducir a más gente nueva en su vida. Chloe acababa de perder al único padre que había conocido. Todavía estaba extremadamente frágil.

Una corona de ramas y bayas colgaba de la puerta roja. Tocando el timbre, tomé una respiración profunda antes de que la puerta se abriera.

Tanya sonrió y negó.

—Entra, Edward.

Adentro todo era ya fuera blanco, plateado o gris. La decoración se parecía mucho a mi propio apartamento, elegante y moderno. Me recordó lo mucho que mi gusto había cambiado. Últimamente, me gustaban más las cosas de varios colores. Colores brillantes e intensos.

El aroma de especias aromáticas llenó el aire, lo que me incitó a preguntar:

—¿Qué es lo que huele?

—¿Recuerdas ese pad thai  casero que solía prepararte? Siempre fue tu favorito. Eso es lo que hueles. Lo hice para cenar esta noche.

Tuve que morderme la lengua para evitar recordarle que no recordaba mucho de lo que pasó antes de encontrarla chupándosela a Alec. Sin embargo, esta no era la noche para mis típicas pullas.

—Gracias. Eso fue considerado.

—Solo quiero que te sientas cómodo aquí.

La única cosa que me hacía sentir incómodo, era Tanya tratando de interpretar a la feliz ama de casa.

—¿Dónde está?

—Chloe está jugando en su habitación. Pensé que sería mejor simplemente dejarla salir y naturalmente que te encuentre aquí, en lugar de presentarte inmediatamente. No quiero que sospeche.

¿Sospechar que su madre es una infiel mentirosa que le ha ocultado a su verdadero padre desde el día en que nació?

—Lo que sea que creas que sea mejor. La conoces mejor que yo. Eso no es por mi elección, por supuesto.

—Lo sé. —Tanya se aclaró la garganta y caminó hacia la cocina—. Ponte cómodo. ¿Puedo ofrecerte algo para beber?

—El agua estará bien con la cena, nada por ahora. —Me senté en la sala de estar, que estaba junto a la cocina.

—¿Estás seguro? Tengo coñac... Merlot...

Levantando la palma de la mano, dije:

—No voy a beber esta noche.

—De acuerdo... déjame saber si cambias de opinión.

—Te conozco —dijo una voz dulce.

Me di vuelta para encontrar a Chloe de pie allí. Su gruesa y larga melena de cabello castaño cubría la mitad de su rostro. Llevaba un adorable pijama de pies rosados y sostenía un osito de peluche.

Mi boca se curvó en una sonrisa mientras me levantaba de mi asiento.

—¿Me conoces?

—Encontraste mi pasador... en la fiesta de papá.

Estaba en lo correcto. Había recogido la cosa con borla que cayó de su cabello en el velatorio de Alec.

Me arrodillé delante de ella.

—Eres una chica lista.

—¿Cuál es tu nombre?

—Edward.

—¿Como las galletas Edward?


            —Sí. Supongo.

—¡Eres una galleta de sal inteligente!

Me reí.

—Eres muy graciosa, Chloe.

Tanya interrumpió:

—Chloe... Edward es un amigo de papá y mamá. Va a cenar con nosotros esta noche.

—¿Sabías que mi papá murió?

—Sí. Lo siento mucho por ti. Sé que te quería mucho.

Se acercó a la mesa auxiliar y tomó una fotografía enmarcada, trayéndola hacia mí. En la instantánea, Alec la miraba cariñosamente mientras las hojas de otoño caían a su alrededor. No había duda de que él la adoraba. Quería sentirme amargado, pero ver la sonrisa en su rostro en la foto, lo hacía imposible.

—Esa es una gran foto de ustedes dos.

—Gracias.

En dificultades para encontrar qué decirle a continuación, le pregunté:

—¿Siempre llevas pijama tan temprano?

—A veces.

—Se ven muy cómodos. Ojalá hicieran de esas para mi tamaño.

Ella arrugó su pequeña nariz.

—Eso sería tonto.

—Sí. Supongo que lo sería.

Me entregó su osito de peluche y dijo:

—¡Mira! Teddy Edwards... como las pequeñas galletas. —Luego empezó a reírse.

Me reí porque ella se estaba riendo.

—Inteligente.

—¡La cena está lista! —gritó Tanya desde la cocina.

Había preparado la mesa del comedor. Un gran plato blanco y rectangular estaba lleno de fideos de arroz y verduras que había hecho. Un plato de nuggets de pollo y verduras mixtas estaba colocado delante de lo que asumí era el asiento de Chloe. El mantel individual de Dora La Exploradora lo delataba.

—Edward, ¿dijiste que solo querías agua? —preguntó Tanya.
—Está bien.

—Chloe, ¿quieres tu habitual leche de fresa?

¿Leche de fresa?

De ninguna manera.

Me volví hacia Chloe.

—¿Leche de fresa? Me encanta la leche de fresa.

—Ese es mi favorito.

—¿Qué tipo?

—Quik —dijo.

Nunca había tomado leche Nesquik delante de Tanya. Por lo tanto, ella no tenía ni idea de que esto era una loca coincidencia.

—Es una locura. Esa es mi bebida favorita en todo el mundo. —Me volví hacia Tanya—. ¿Puedo cambiar mi pedido a la leche de fresa, también?

—Por supuesto. —Tanya lucía divertida.

En presencia de mi hija, por primera vez en mi vida adulta, bebía leche Nesquik abierta y descaradamente. Salía del closet de leche de fresa.

Chloe se volvió hacia su madre.

—Tienes que darle un popote loco.

—Oh, no creo que él quiera una.

Para el beneficio de Chloe, miré a Tanya como si estuviera loca por pensar que no lo haría.

—¡Por supuesto que sí!

Tanya sacudió la cabeza y luego puso un popote largo y rosado delante de mí. Chloe alucinó al verme beber de ella.

—Sabes, Chloe, nunca me di cuenta de lo mucho mejor que sabe esta leche cuando la bebes de un popote loco.

—¡Lo sé! —gritó.

La alegría en sus ojos era palpable. Me podría acostumbrar a esto. Me hizo sentir tan bien que, la mera visión de un tontorrón como yo haciendo cosas infantiles, podría poner una sonrisa muy necesaria en su rostro. Esta niñita acababa de sufrir una pérdida traumática, pero era equilibrada y amada por su madre. Tuve que, al menos, concederle a Tanya eso. Parecía una muy buena madre.

A lo largo de la cena, Chloe disfrutó viéndome sorber mis fideos. Haría cruzar mis ojos solo para hacerla reír una y otra vez. Tanya permaneció en silencio, pero observando, a menudo descansando su barbilla en su mano mientras nos miraba. Estaba dando un paso atrás, permitiendo que Chloe y yo nos uniéramos.

Después de la cena, Tanya hizo que Chloe se lavara las manos y se cepillara los dientes. No estaba seguro de lo que se llevaría a cabo el resto de la noche hasta Chloe se acercó a mí de nuevo y preguntó:

—¿Te quedas a dormir?

—No. No, no me voy a quedar. Pero me quedaré un tiempo más. ¿Qué sigue en la agenda?

—¿La qué?

Tenía que aprender a hacer mi lenguaje más amigable para los niños.

—¿A qué te gusta jugar después de la cena?

—Vestirme.

—¿Vestirte?

—Sí.

—¿Qué conlleva eso?

—No hay que llevar nada. Vestidos.

Me reí.

—¿Vestidos?

—Sí. —Entonces huyó, presumiblemente para ir a buscar algo.

Miré a Tanya como si tuviera que traducir todo esto para mí.

—¿Vestidos?

—Chloe tiene un cofre lleno de vestidos de princesa y otros disfraces en su habitación. Le gusta ponérselos sobre su pijama y girar en ellos hasta que se cansa. Es una especie de ritual al acostarse.

Chloe regresó corriendo hacia mí. Ahora estaba usando un vestido rosa sedoso y llevaba una corona de plástico. Prácticamente, antes de que pudiera parpadear, una boa blanca de plumas fue colocada alrededor de mi cuello.

—Chloe, Edward tal vez no quiera vestirse como una dama.

—Está bien. He estado intentando ponerme en contacto con mi lado femenino. Ha estado en mi lista de tareas pendientes.

Chloe agarró mi teléfono y me lo dio.

—¡Toma una foto de nosotros!

Tomé un selfie de Chloe y yo, e instintivamente se lo envié a Isabella. Sin conocer su estado de ánimo esta noche, me arrepentí de mi decisión de enviarlo, pero ya era demasiado tarde.

—Volveré —dijo Chloe mientras retiraba la boa de mi alrededor. Regresó a su habitación, dejándonos a Tanya y a mí solos en la sala. Unas cuantas plumas  perdidas habían caído a su paso, aterrizando en la alfombra.

—Eres muy bueno con ella, Edward.

—Esto se siente más... natural... de lo que esperaba.

—Claro que sí. Porque es tu hija.

Antes de que pudiéramos continuar la conversación, Chloe llegó corriendo hacia mí otra vez. Esta vez, llevaba un vestido rojo de aspecto navideño con ribetes blancos, y de piel. Sostenía un sombrero de copa negro.

—¿Eres una princesa de nieve?

—Soy una princesa de Navidad. —Colocó el sombrero de copa en mi cabeza—. Y tú eres Scrooge.

—Creo que hay muchas personas que probablemente dirían que me has encasillado, Chloe.

—¿Qué?

—Nada. —Sonreí. Tuve que seguir recordándome que estaba hablando con una niña de cuatro años y medio.

El juego de disfrazarse continuó durante aproximadamente una hora antes de que Tanya le dijera a Chloe que tenía que ir a la cama.

—Ya es media hora después de tu hora de acostarse. Di buenas noches a
Edward.

Mi hija caminó hacia mí. Mi hija. Todavía tenía que acostumbrarme. Se detuvo frente a mi rostro. Dios, se parecía tanto a mi madre. Mamá la habría querido tanto. Eso me recordó que necesitaba reservar un tiempo determinado para dar esta noticia a Meme.

No pude evitar alzar las manos y acariciar las mejillas de Chloe. No quería asustarla, pero había estado deseando hacerlo toda la noche, y esta era mi última oportunidad.

—Buenas noches, cariño.

—¿Vas a regresar?

—Puedes contar con eso, Chloe. —Ninguna palabra más verdadera había salido de mi boca. Le iba a costar mucho trabajo el tratar de deshacerse de mí.

***

Esta noche definitivamente había ido mejor de lo que podría haber previsto.

De vuelta en la limosina, la sensación de calidez dentro de mí fue rápidamente reemplazada por la preocupación cuando revisé mi teléfono y me di cuenta de que Isabella nunca respondió a la foto que le había enviado. Un presentimiento se apoderó de mí. No era propio de ella no responder a uno de mis textos.

Era un imbécil.

Un total y puto Imbécil.


            Nunca debí enviar esa foto.

Mi corazón comenzó a golpear. ¿Debería dejarla sola esta noche o ir a
Brooklyn?

—Solo estacione enfrente del condominio, Louis. Todavía no sé a dónde me dirijo.
Justo cuando el auto se detuvo en mi edificio, mi teléfono zumbó con una notificación de mensaje de texto.

Isabella: Lo siento. No me llego hasta ahora. Mi teléfono se estaba cargando en la otra habitación. Te ves adorable en una boa. Me alegro que las cosas fueran bien. Creo que me voy a acostar temprano esta noche. Me siento un poco indispuesta. Hablamos mañana. XO

Dejando escapar un enorme suspiro de alivio porque había respondido, incliné la cabeza hacia atrás en el asiento antes de releer el mensaje de nuevo.
No estaba seguro si ir a Brooklyn o no. Dijo que no se sentía bien. Cogí el teléfono y marqué su número, pero fue al buzón de voz. ¿Estaba ignorando mi llamada o ya se había ido a la cama? Tal vez lo puso en modo silencioso. Cuando el teléfono pitó para dejar un mensaje, empecé a caminar.

—Hola guapa. Me apena que no te sientas bien. Solo quería oír tu voz antes de que te acostaras a dormir. Probablemente ya estás en la cama. Esta noche fue bien. Quiero que la conozcas cuando estés lista. Pero, Isabella, necesitas saber algo. No creo que hubiera estado listo para esto si no fuera por ti. El hombre que era hace unos años no es el hombre que soy ahora. Era una persona miserable.
Alec fue el mejor padre para ella en ese entonces. Estoy seguro. Pero gracias a ti, seré el tipo de padre que ahora merece. Porque me has enseñado mucho sobre lo que es importante en la vida.

Me detuve.

Mierda.

Dile que la amas. Solo dile.

—Isabella, yo...

BIP.

La maldita cosa me colgó.

***************************
Que les pareció los capítulos de hoy ahora si confirmado es su hija y ahora que pasara que creen ustedes…


Nos vemos el martes con nuevos capítulos.

10 comentarios:

Melina dijo...

Huele a problemas. Bella lo esta evitando y nose dio cuenta. Me encanto

saraipineda dijo...

Si Lo Está evitando ajajajajajaja me imagino que pensara más ahora en CLOE y pasar mas tiempo en casa de la perra de Tanya y les aseguro que la desgraciada piensa en meterse nuevamente en sus pantalones y él no lo ve jodida fregada gracias gracias

Belu dijo...

Geniales los capítulos! Aunque creo que ahora Bella va a pensar en alejarse de Edward por temor a que se repita la historia (aunque Ed ya le haya dicho que no va a ser así) y Tanya se va a aprovechar de eso... ojalá que Edward sea lo suficientemente listo para evitar que Bella se aleje

beata dijo...

A Isabela le toca madurar y superar la experiencia con su padre....

Kar dijo...

Tenemos un gran lío y no se trata de Chloe sino de Tanya "zorra" Denali, y la inseguridad de Bella no ayuda mucho, espero que no sufran mucho con esta situación,
Saludos y besos 😘😘😘

Ana dijo...

Muchas gracias por los capítulos, geniales... Bella se va a alejar porque no querrá que la pequeña Cloe pase por lo que ella pasó

crysty.katy dijo...

idiota te esta dando esquinazo, la bruja de tania va a querer volver con edward sinverguenza despues de todo lo que le hizo

Maru dijo...

No hay alguna posibilidad de que tanya haya trucado los análisis y en realizar no se hija de Edward. Se vale soñar no?? No quiero que bela se aleje de Edward pero entiendo que debe ser difícil para ella roda esta situación. Espero que actualices rápido

Laura Natalia dijo...

Gracias por otro capitulo.

Dess Cullen dijo...

Qué bonito Edward con su hija!!!! Ha sido un capítulo precioso.
Bella... Indispuesta??
Parece sonar un poquito a excusa, pero el resto del mensaje lo respondió genial... No sé!!!
Sabes?? Mi hija de 15 meses (se llama Emma) estuvo a punto de llamarse Chloe 😉

ORACION A MI SEXY VAMPIRITO

Edward de mi guarda
De mi sexy compañia
Bebete mi sangre
De noche y de Dia
Hasta que caiga en tus brazos
Y sea tu marca de heroina