Capitulo 20
Edward
La casa rojiza de
tres plantas de Tanya, estaba a solo un kilómetro y medio de mi apartamento en
el Upper West Side.
Me paré frente a la
estructura de ladrillos y me detuve un momento antes de entrar. Una vez que
oficialmente conozca a Chloe, no habrá vuelta atrás.
Era padre ahora. Todavía se sentía
como un concepto extraño.
Tanya y yo habíamos
acordado que esta primera reunión sería una cena informal. Ella me presentaría
como un amigo de la familia. Veríamos qué pasa, y cuando llegara el momento, se
le explicaría a Chloe que en realidad tenía dos padres, uno en el cielo y otro
en la tierra. Con el tiempo, cuando Chloe se sintiera cómoda con la idea,
desarrollaríamos un acuerdo justo de custodia. Tanya tuvo suerte de haber
decidido hacer esto fácil para mí. De lo contrario, habría tenido un infierno
de pelea en sus manos.
Había querido mucho
que Isabella estuviera aquí conmigo esta noche, pero tenía más sentido que
conociera a mi hija primero antes de introducir a más gente nueva en su vida.
Chloe acababa de perder al único padre que había conocido. Todavía estaba
extremadamente frágil.
Una corona de ramas y
bayas colgaba de la puerta roja. Tocando el timbre, tomé una respiración
profunda antes de que la puerta se abriera.
Tanya sonrió y negó.
—Entra, Edward.
Adentro todo era ya
fuera blanco, plateado o gris. La decoración se parecía mucho a mi propio
apartamento, elegante y moderno. Me recordó lo mucho que mi gusto había
cambiado. Últimamente, me gustaban más las cosas de varios colores. Colores
brillantes e intensos.
El aroma de especias
aromáticas llenó el aire, lo que me incitó a preguntar:
—¿Qué es lo que
huele?
—¿Recuerdas ese pad
thai casero que solía prepararte? Siempre fue tu favorito.
Eso es lo que hueles. Lo hice para cenar esta noche.
Tuve que morderme la
lengua para evitar recordarle que no recordaba mucho de lo que pasó antes de
encontrarla chupándosela a Alec. Sin embargo, esta no era la noche para mis
típicas pullas.
—Gracias. Eso fue
considerado.
—Solo quiero que te
sientas cómodo aquí.
La única cosa que me
hacía sentir incómodo, era Tanya tratando de interpretar a la feliz ama de
casa.
—¿Dónde está?
—Chloe está jugando
en su habitación. Pensé que sería mejor simplemente dejarla salir y
naturalmente que te encuentre aquí, en lugar de presentarte inmediatamente. No
quiero que sospeche.
¿Sospechar que su
madre es una infiel mentirosa que le ha ocultado a su verdadero padre desde el
día en que nació?
—Lo que sea que creas
que sea mejor. La conoces mejor que yo. Eso no es por mi elección, por
supuesto.
—Lo sé. —Tanya se
aclaró la garganta y caminó hacia la cocina—. Ponte cómodo. ¿Puedo ofrecerte
algo para beber?
—El agua estará bien
con la cena, nada por ahora. —Me senté en la sala de estar, que estaba junto a
la cocina.
—¿Estás seguro? Tengo
coñac... Merlot...
Levantando la palma
de la mano, dije:
—No voy a beber esta
noche.
—De acuerdo... déjame
saber si cambias de opinión.
—Te conozco —dijo una
voz dulce.
Me di vuelta para
encontrar a Chloe de pie allí. Su gruesa y larga melena de cabello castaño
cubría la mitad de su rostro. Llevaba un adorable pijama de pies rosados y
sostenía un osito de peluche.
Mi boca se curvó en
una sonrisa mientras me levantaba de mi asiento.
—¿Me conoces?
—Encontraste mi
pasador... en la fiesta de papá.
Estaba en lo
correcto. Había recogido la cosa con borla que cayó de su cabello en el
velatorio de Alec.
Me arrodillé delante
de ella.
—Eres una chica
lista.
—¿Cuál es tu nombre?
—Edward.
—¿Como las galletas Edward?
—Sí. Supongo.
—¡Eres una galleta de
sal inteligente!
Me reí.
—Eres muy graciosa,
Chloe.
Tanya interrumpió:
—Chloe... Edward es
un amigo de papá y mamá. Va a cenar con nosotros esta noche.
—¿Sabías que mi papá
murió?
—Sí. Lo siento mucho
por ti. Sé que te quería mucho.
Se acercó a la mesa
auxiliar y tomó una fotografía enmarcada, trayéndola hacia mí. En la
instantánea, Alec la miraba cariñosamente mientras las hojas de otoño caían a
su alrededor. No había duda de que él la adoraba. Quería sentirme amargado,
pero ver la sonrisa en su rostro en la foto, lo hacía imposible.
—Esa es una gran foto
de ustedes dos.
—Gracias.
En dificultades para
encontrar qué decirle a continuación, le pregunté:
—¿Siempre llevas
pijama tan temprano?
—A veces.
—Se ven muy cómodos.
Ojalá hicieran de esas para mi tamaño.
Ella arrugó su
pequeña nariz.
—Eso sería tonto.
—Sí. Supongo que lo
sería.
Me entregó su osito
de peluche y dijo:
—¡Mira! Teddy Edwards...
como las pequeñas galletas. —Luego empezó a reírse.
Me reí porque ella
se estaba riendo.
—Inteligente.
—¡La cena está lista!
—gritó Tanya desde la cocina.
Había preparado la
mesa del comedor. Un gran plato blanco y rectangular estaba lleno de fideos de
arroz y verduras que había hecho. Un plato de nuggets de pollo y verduras
mixtas estaba colocado delante de lo que asumí era el asiento de Chloe. El
mantel individual de Dora La Exploradora lo delataba.
—Edward,
¿dijiste que solo querías agua? —preguntó Tanya.
—Está bien.
—Chloe, ¿quieres tu habitual leche de
fresa?
¿Leche de fresa?
De ninguna manera.
Me volví hacia Chloe.
—¿Leche de fresa? Me encanta la leche
de fresa.
—Ese es mi favorito.
—¿Qué tipo?
—Quik —dijo.
Nunca había tomado leche Nesquik
delante de Tanya. Por lo tanto, ella no tenía ni idea de que esto era una loca
coincidencia.
—Es una locura. Esa es mi bebida
favorita en todo el mundo. —Me volví hacia Tanya—. ¿Puedo cambiar mi pedido a
la leche de fresa, también?
—Por supuesto. —Tanya lucía divertida.
En presencia de mi hija, por primera
vez en mi vida adulta, bebía leche Nesquik abierta y descaradamente. Salía del
closet de leche de fresa.
Chloe se volvió hacia su madre.
—Tienes que darle un popote loco.
—Oh, no creo que él quiera una.
Para el beneficio de Chloe, miré a Tanya
como si estuviera loca por pensar que no lo haría.
—¡Por supuesto que sí!
Tanya sacudió la cabeza y luego puso
un popote largo y rosado delante de mí. Chloe alucinó al verme beber de ella.
—Sabes, Chloe, nunca me di cuenta de
lo mucho mejor que sabe esta leche cuando la bebes de un popote loco.
—¡Lo sé! —gritó.
La alegría en sus ojos era palpable.
Me podría acostumbrar a esto. Me hizo sentir tan bien que, la mera visión de un
tontorrón como yo haciendo cosas infantiles, podría poner una sonrisa muy
necesaria en su rostro. Esta niñita acababa de sufrir una pérdida traumática,
pero era equilibrada y amada por su madre. Tuve que, al menos, concederle a Tanya
eso. Parecía una muy buena madre.
A lo largo de la cena, Chloe disfrutó
viéndome sorber mis fideos. Haría cruzar mis ojos solo para hacerla reír una y
otra vez. Tanya permaneció en silencio, pero observando, a menudo descansando
su barbilla en su mano mientras nos miraba. Estaba dando un paso atrás,
permitiendo que Chloe y yo nos uniéramos.
Después de la cena, Tanya
hizo que Chloe se lavara las manos y se cepillara los dientes. No estaba seguro
de lo que se llevaría a cabo el resto de la noche hasta Chloe se acercó a mí de
nuevo y preguntó:
—¿Te quedas a dormir?
—No. No, no me voy a
quedar. Pero me quedaré un tiempo más. ¿Qué sigue en la agenda?
—¿La qué?
Tenía que aprender a
hacer mi lenguaje más amigable para los niños.
—¿A qué te gusta
jugar después de la cena?
—Vestirme.
—¿Vestirte?
—Sí.
—¿Qué conlleva eso?
—No hay que llevar
nada. Vestidos.
Me reí.
—¿Vestidos?
—Sí. —Entonces huyó,
presumiblemente para ir a buscar algo.
Miré a Tanya como si
tuviera que traducir todo esto para mí.
—¿Vestidos?
—Chloe tiene un cofre
lleno de vestidos de princesa y otros disfraces en su habitación. Le gusta
ponérselos sobre su pijama y girar en ellos hasta que se cansa. Es una especie
de ritual al acostarse.
Chloe regresó
corriendo hacia mí. Ahora estaba usando un vestido rosa sedoso y llevaba una
corona de plástico. Prácticamente, antes de que pudiera parpadear, una boa
blanca de plumas fue colocada alrededor de mi cuello.
—Chloe, Edward tal
vez no quiera vestirse como una dama.
—Está bien. He estado
intentando ponerme en contacto con mi lado femenino. Ha estado en mi lista de
tareas pendientes.
Chloe agarró mi
teléfono y me lo dio.
—¡Toma una foto de
nosotros!
Tomé un selfie de
Chloe y yo, e instintivamente se lo envié a Isabella. Sin conocer su estado de
ánimo esta noche, me arrepentí de mi decisión de enviarlo, pero ya era
demasiado tarde.
—Volveré —dijo Chloe
mientras retiraba la boa de mi alrededor. Regresó a su habitación, dejándonos a
Tanya y a mí solos en la sala. Unas cuantas plumas perdidas habían caído a su paso, aterrizando
en la alfombra.
—Eres muy bueno con
ella, Edward.
—Esto se siente
más... natural... de lo que esperaba.
—Claro que sí. Porque
es tu hija.
Antes de que
pudiéramos continuar la conversación, Chloe llegó corriendo hacia mí otra vez.
Esta vez, llevaba un vestido rojo de aspecto navideño con ribetes blancos, y de
piel. Sostenía un sombrero de copa negro.
—¿Eres una princesa
de nieve?
—Soy una princesa de
Navidad. —Colocó el sombrero de copa en mi cabeza—. Y tú eres Scrooge.
—Creo que hay muchas
personas que probablemente dirían que me has encasillado, Chloe.
—¿Qué?
—Nada. —Sonreí. Tuve
que seguir recordándome que estaba hablando con una niña de cuatro años y
medio.
El juego de
disfrazarse continuó durante aproximadamente una hora antes de que Tanya le
dijera a Chloe que tenía que ir a la cama.
—Ya es media hora
después de tu hora de acostarse. Di buenas noches a
Edward.
Mi hija caminó hacia
mí. Mi hija. Todavía tenía que acostumbrarme. Se detuvo frente a mi
rostro. Dios, se parecía tanto a mi madre. Mamá la habría querido tanto. Eso me
recordó que necesitaba reservar un tiempo determinado para dar esta noticia a
Meme.
No pude evitar alzar
las manos y acariciar las mejillas de Chloe. No quería asustarla, pero había
estado deseando hacerlo toda la noche, y esta era mi última oportunidad.
—Buenas noches,
cariño.
—¿Vas a regresar?
—Puedes contar con
eso, Chloe. —Ninguna palabra más verdadera había salido de mi boca. Le iba a
costar mucho trabajo el tratar de deshacerse de mí.
***
Esta noche
definitivamente había ido mejor de lo que podría haber previsto.
De vuelta en la
limosina, la sensación de calidez dentro de mí fue rápidamente reemplazada por
la preocupación cuando revisé mi teléfono y me di cuenta de que Isabella nunca
respondió a la foto que le había enviado. Un presentimiento se apoderó de mí.
No era propio de ella no responder a uno de mis textos.
Era un imbécil.
Un total y puto
Imbécil.
Nunca debí enviar esa foto.
Mi corazón comenzó a
golpear. ¿Debería dejarla sola esta noche o ir a
Brooklyn?
—Solo estacione
enfrente del condominio, Louis. Todavía no sé a dónde me dirijo.
Justo cuando el auto
se detuvo en mi edificio, mi teléfono zumbó con una notificación de mensaje de
texto.
Isabella: Lo siento.
No me llego hasta ahora. Mi teléfono se estaba cargando en la otra habitación.
Te ves adorable en una boa. Me alegro que las cosas fueran bien. Creo que me
voy a acostar temprano esta noche. Me siento un poco indispuesta. Hablamos
mañana. XO
Dejando escapar un
enorme suspiro de alivio porque había respondido, incliné la cabeza hacia atrás
en el asiento antes de releer el mensaje de nuevo.
No estaba seguro si
ir a Brooklyn o no. Dijo que no se sentía bien. Cogí el teléfono y marqué su
número, pero fue al buzón de voz. ¿Estaba ignorando mi llamada o ya se había
ido a la cama? Tal vez lo puso en modo silencioso. Cuando el teléfono pitó para
dejar un mensaje, empecé a caminar.
—Hola guapa. Me apena
que no te sientas bien. Solo quería oír tu voz antes de que te acostaras a
dormir. Probablemente ya estás en la cama. Esta noche fue bien. Quiero que la
conozcas cuando estés lista. Pero, Isabella, necesitas saber algo. No creo que
hubiera estado listo para esto si no fuera por ti. El hombre que era hace unos
años no es el hombre que soy ahora. Era una persona miserable.
Alec fue el mejor
padre para ella en ese entonces. Estoy seguro. Pero gracias a ti, seré el tipo
de padre que ahora merece. Porque me has enseñado mucho sobre lo que es
importante en la vida.
Me detuve.
Mierda.
Dile que la amas.
Solo dile.
—Isabella, yo...
BIP.
La
maldita cosa me colgó.
***************************
Que
les pareció los capítulos de hoy ahora si confirmado es su hija y ahora que
pasara que creen ustedes…
Nos vemos
el martes con nuevos capítulos.
10 comentarios:
Huele a problemas. Bella lo esta evitando y nose dio cuenta. Me encanto
Si Lo Está evitando ajajajajajaja me imagino que pensara más ahora en CLOE y pasar mas tiempo en casa de la perra de Tanya y les aseguro que la desgraciada piensa en meterse nuevamente en sus pantalones y él no lo ve jodida fregada gracias gracias
Geniales los capítulos! Aunque creo que ahora Bella va a pensar en alejarse de Edward por temor a que se repita la historia (aunque Ed ya le haya dicho que no va a ser así) y Tanya se va a aprovechar de eso... ojalá que Edward sea lo suficientemente listo para evitar que Bella se aleje
A Isabela le toca madurar y superar la experiencia con su padre....
Tenemos un gran lío y no se trata de Chloe sino de Tanya "zorra" Denali, y la inseguridad de Bella no ayuda mucho, espero que no sufran mucho con esta situación,
Saludos y besos 😘😘😘
Muchas gracias por los capítulos, geniales... Bella se va a alejar porque no querrá que la pequeña Cloe pase por lo que ella pasó
idiota te esta dando esquinazo, la bruja de tania va a querer volver con edward sinverguenza despues de todo lo que le hizo
No hay alguna posibilidad de que tanya haya trucado los análisis y en realizar no se hija de Edward. Se vale soñar no?? No quiero que bela se aleje de Edward pero entiendo que debe ser difícil para ella roda esta situación. Espero que actualices rápido
Gracias por otro capitulo.
Qué bonito Edward con su hija!!!! Ha sido un capítulo precioso.
Bella... Indispuesta??
Parece sonar un poquito a excusa, pero el resto del mensaje lo respondió genial... No sé!!!
Sabes?? Mi hija de 15 meses (se llama Emma) estuvo a punto de llamarse Chloe 😉
Publicar un comentario