Capitulo 8
Todavía no he sido
presentada a mi primo Jasper, el hijo del tío Emmet. Todos estamos aquí por él,
pero papi y llegamos tarde después de registrarnos en el hotel, así que me lo
perdí.
Maldita sea.
Por otra parte, si Jasper
es tan caliente como su padre, no puedo esperar por el final de la ceremonia.
Graduado tras
graduado pasa por el escenario, diferentes áreas de la multitud aplauden y
gritan por su respectivo estudiante. Estamos llegando a las ‘Cs’ ahora y me
imagino que Jasper llegara pronto.
Gente continúa
desfilando... Sr. Esto y la Srita Tal... bla, bla
—Sr. Jasper Cullen.
—El orador anuncia el nombre de mi primo en un vozarrón y me espabilo, gritando
por todo lo que valgo mientras obtengo un vistazo.
Mierda. El primo Jasper
es caliente.
Es fácilmente tan
alto y tan ancho como su padre. Un jodido apoyador, si alguna vez vi a uno. Me
pregunto si él está guardando una polla tan buena como la de su padre.
Me inclino hacia mi
tío. —Mierda. Tu hijo es endemoniadamente caliente.
Él roza un beso en mi
sien. —Me alegro de que lo apruebes. — Tío Emmet llega a más, aprieta mi
rodilla, y luego deja que su mano vagara un poco más alto, avanzando hasta mi
falda un poco. —Él no sabe acerca de ti, sin embargo. No sabe acerca de tu coño
caliente. Cuan apretado es. O el hecho de que él va a llegar a montarte toda la
noche.
Mierda. Sus palabras
van directamente a mi coño y un dolor bajo se instala en mi coño. Duele tan
bien y mal al mismo tiempo. Mis pezones se vuelven rígidas, pequeñas protuberancias
necesitadas, y de repente, quiero que toda la maldita cosa se termine.
Ahora.
—¿Es eso lo que
quieres, Bella? —La voz de papi es áspera y baja en mi otro oído, su mano
reflejando la del tío Dom.
Gimo. —Sí.
—Tu coño ya está
mojado. —Tío Emmet mueve la mano más arriba, tuerce la muñeca hasta que las
puntas de sus dedos rozan mi montículo desnudo.
Han sido seis horas
desde que fui follada por última vez, pero eso no parece importarle a mi coño.
Asiento con la
cabeza.
—Quieres ser follada
delante de todo el mundo ¿no? —Edward tira de mi pierna ampliamente, dándole a Emmet
más espacio.
Niego con la cabeza.
No, no delante de todo el mundo... sólo con estos dos... y el primo Jasper.
—¿No? —Tío separa mis labios inferiores, se desliza a través de la hendidura
resbaladiza y anima mi clítoris. —¿No quieres follarnos mientras ellos ven?
—No. Sólo la familia.
—Yo suspiro, ampliando mis muslos mientras que mezo en su toque, presionando mi
clítoris contra él un poco más fuerte. —Sólo la familia.
El tío me da un simple
—Hmm—, luego retira sus dedos. — Bueno, supongo que debemos salir de esto
entonces.
Gimo, pero sé que
tiene razón. Habrá un montón de tiempo para jugar... más tarde.
Más tarde resulta ser
en el camino de regreso a nuestro hotel. Edward reservo la suite del
pent-house, que cuenta con tres dormitorios y tres baños. Sólo en caso de que Emmet
y su hijo quieran sus propias habitaciones después follarme hasta reventar.
Por lo menos, rezo
para que me follen hasta reventar. Desde que el tío Emmet no ha hablado con Jasper
sobre su “regalo de graduación” por el momento, no me hare demasiadas
ilusiones.
Bueno, al menos, no
demasiadas. Tal vez sólo un poquito.
El tío Emmet está conduciendo,
su gran complexión encajando fácilmente detrás del volante del Hummer que
alquiló, mientras que Jasper se recuesta en el asiento del pasajero, con papi y
yo estamos acurrucándonos en el asiento detrás de ellos.
Edward está en medio
y yo estoy justo contra su costado, con dedos bailando sobre su muslo. Se tensa
bajo mis dedos, apretándose más mientras más me acerco a su polla.
—Bella ...— Hay una
advertencia en su voz, pero no puedo evitar el hecho de que estoy caliente, y
quiero un poco de algo. Es todo culpa suya. Bueno, suya y de Emmet.
—Hmm ...— Inclino mi
cabeza hacia atrás y mordisqueo su mandíbula. —¿Dijiste algo, papi?
Gime y ensancha las
piernas, me da más espacio para jugar.
—Nosotros realmente-
Ahueco el bulto en
sus pantalones, acariciando su polla endurecida, cortando cualquier otra cosa
que iba a decir.
—¿Te gusta esto? —Estrujo
su eje, aprieto mi agarre hasta que jadea y se empuja en mis manos. —¿Debería
sacarte? —Muerdo su cuello, deleitada en el hecho de que él está respirando
como si acabara de terminar una maratón. —¿Debo montarte mientras el primo Jasper
mira?
Las ventanas están
tintadas, y sólo le estaría dando a la gente delante de nosotros un pequeño
espectáculo. No es como que voy a desnudarme ni nada. Sólo una pequeña montada
amistosa entre papi e hija.
¡Rico!
Él inclina su cabeza
hacia un lado, me da más espacio, y yo me aproveche de ello. Me inclino sobre
él, lanzar una pierna sobre él y me muevo así que estoy a horcajadas entre uno
de sus muslos, la mano sin dejar de acariciar, mi boca mordisqueando y
mordiendo su piel.
—¿Bueno, papi?
Normalmente no soy
tan agresiva, tan exigente. Edward es el bruto, el que me empuja alrededor y
toma lo que quiere.
En este momento,
quiero su polla y va a ser mía.
Mientras sigo
acariciándolo, él trabaja la hebilla de su cinturón, y luego la cremallera, sin
dejar nada entre nosotros. Ronroneo. Te lo juro por Dios. —Oh, estás listo y
duro para mí.
Lo bombeo, girando en
la carrera ascendente y apretando justo debajo de la cabeza. Rozo mi pulgar
sobre la punta y recojo la poca humedad de allí. —¿Tú me quieres, papi?
—Será mejor que me
tomes antes que explote sobre ti, Bella.
—Su voz es ronca y
profunda, diciéndome cuan cerca está.
—Sí, papi.
Esto va a ser
difícil, pero quiero que los chicos en el asiento delantero tengan una buena
vista, si se deciden a mirar.
Me doy la vuelta,
subo mi falda, y luego llego entre mis piernas para agarrar la polla de Edward.
Todo hecho al susurro de mi papá: — Mierda sí.
Eso es cuando Jasper
se da cuenta de nuestra actividad. Él ha estado charlando con su padre hasta
este punto. —Uh, ¿papá?
Mi mirada se
encuentra con Jasper mientras bajo en la polla de Edward, el ahora familiar
amoldado calor enviando mi excitación más allá. —Mierda eso se siente bien.
Lamo mis labios y su
atención rebota entre mi coño y mi cara. Por supuesto, él está demorándose en
mi coño, donde la polla de mi papi se hunde profundamente en mi coño.
Él se acerca y golpea
al tío Emmet en el brazo. —¡Amigo! ¡Papá!
—Él se lame los
labios y traga. —Papá, e-ellos están...
Tomo a papi todo el
camino hasta la raíz, su polla llenándome por completo, y luego le sonrió al
joven nervioso. —Follando.
Pongo mis muslos para
que estén a ambos lados de las rodillas de Edward, mi coño en exhibición para
que el hombre lo vea.
—Oh, mierda. — Él
golpea a Emmet nuevo. —En serio, ¿papá?
Nos detenemos en un
semáforo y el tío Emmet mira a Jasper. — ¿Qué? —Luego sigue la mirada de su
hijo y él me sonríe. —¿No pudiste esperar hasta el hotel, Bella?
Me levanto y luego me
hundo hacia abajo, mordiendo mi labio. —De ninguna manera. Ustedes me pusieron
caliente durante la graduación. Es toda su culpa.
Subo y luego bajo de
nuevo, establezco un bonito, ritmo constante. No es demasiado lento y no
demasiado rápido. Sólo lo suficiente para mantenernos a ambos interesados.
El tío Emmet
simplemente sacude la cabeza y pone los ojos. —No, fue ver a Jasper lo que te
puso caliente. Nosotros solo avivamos las llamas. ¿No, Edward?
Papá sólo gruñe. —Un
poco ocupado. No importa quien la puso caliente. Siempre y cuando esté en su
apretado coño.
Emmet ladra una
carcajada. —Es agradable y apretada. Te pone duro sólo pensar en ello.
Se da la vuelta y
nuevamente nos conduce hacia el hotel, y yo he mantenido mis ojos en Jasper todo
el tiempo. Su boca está abierta.
—Pertenezco a papi, Jasper.
Pero consigo follar a cualquiera en la familia que yo quiera. —Me muevo hacia
arriba, la rugosidad de su polla deslizándose contra mis paredes internas, y
mierda se siente tan condenadamente bien. Estoy empapada y mi coño esta sólo
aferrándose a su polla. —Quiero que me folles, Jasper. Quiero que mi primo me
lo de bien y fuerte. —Aumento mi ritmo mientras hablo, la idea de su joven,
enorme polla profunda en mí desdeña mi excitación. —Quiero que aporrees mi coño
y desgarres mi culo. Vente en mi puta garganta.
Voy más rápido, de
arriba abajo y de arriba a abajo, respirando pesadamente. —¿Me deseas, Jasper?
¿Quieres follarme tan fuerte que no pueda caminar?
La mano de Edward
aparece en mi cadera y él toma el control, golpeándome hacia abajo con fuerza,
se lleva a sí mismo a encontrarme y se golpea dentro de mí.
—¡Joder!
Él entra y sale de
mí, más profundo y rápido.
—Fóllame, papi.
Fóllame más duro. Folla mi coño.
Dios, quiero venirme.
Sobre su polla y sus bolas y enviarlo al hotel oliendo a mis jugos.
—Ocupo, ocupo, ocupo…
Soy una puta
necesitada.
—Llévala ahí, Jasper.
Lo necesita. —La voz del Tío Emmet me recorre y mi excitación llega a un nivel
superior—. Masajea su pequeño clítoris hasta que se venga en la polla de Edward.
Me desplomo hacia
adelante, me atrapo a mí misma sujetándome las rodillas, Papi sigue follando mi
coño.
—Por favor, por
favor, por favor…
Mi concentración está
en Jasper. Nada más existe. Si puedo llevarlo tan lejos, obtengo su pene cuando
quiera. Orgía familiar para Isabella.
Él lame sus labios,
la aprehensión claramente evidente, pero entonces él se mueve hasta que se logra
sentar en el reposabrazos de su asiento, los brazos extendidos. Yo me siento,
miró mientras sus dedos se acercan, hasta que llega el contacto con mi expuesto
coño.
—Joder, eso es.
Masajéame, Jasper. Toca mi clítoris y hazme llegar.
Soy una zorra
exigente.
Y él escucha.
Las yemas de sus
dedos están justo ahí, pequeños círculos, la presión adecuada, pero no mucho.
Una y otra vez.
Maldición. Mis
pezones están duros, frotándose en el interior de mi blusa y no puedo quitar
mis manos de ellos. Subo mi blusa para exponer mis pechos, sin sostén en el
camino, y pellizco mis pezones.
Los tiro y apretó,
ocasionándome un placentero dolor.
Todo el rato, estoy
concentrada en Jasper, el bulto en sus pantalones y el interés en sus ojos.
—¿Me quieres, Primo?
¿Quieres follarme? ¿Meter tu polla en mi boca?
—Joder. —Él maldice,
aumenta la presión y envía otra ola de sensaciones por mi espina—. Quiero follar
ese coño. Pintarte con mi semen. ¿Te gusta eso?
Todo mi cuerpo
tiembla, los músculos se ponen rígidos y no lo puedo controlar.
—Maldición, sí le
gusta. —Papi contesta por mí—. Lo ama. Es la puta de la familia, y tú puedes
jugar con ella por un rato.
—Fuck yeah. —Su voz
es suave y él quita su atención de mí, se concentra en lo que le está haciendo
a mi clítoris—. Haré trisas este coño.
Me dejo ir. Dejo
salir todo. Todo lo que estaba reteniendo y las preocupaciones que llevaba
alrededor desaparecieron y me deje a mí misma solo… sentir. El áspero deslizar
de la polla de Papi en mi calor, la forma en que la cabeza se frota contra mi
punto G con cada embestida. Dentro y fuera, arriba y abajo, carne contra carne.
Esos dedos haciendo círculos,
círculos, círculos… presión con un ocasional tirón y mi orgasmo se apresura a
mí. Se está reuniendo, deslizándose hacia cada uno de mis nervios. Como una
bola de nieve rodando colina abajo, sigue creciendo y creciendo con cada respiración.
—Eso es, eso es…
Un rápido golpe a mi
clítoris me hace gritar y arquearme, placer y dolor sobrecogiéndome.
—¡Joder!
Jasper vuelve a
masajear, pero otro golpe me arranca un sollozo del pecho. Lo amo, amo esto.
Fuerte y duro e hiriente en las formas oh-tan-buenas. Quiero más, mucho más.
—Fóllame duro, Papi.
Dámelo. Hazme venir.
Su agarre se
endurece, los dos hombres trabajando en sincronía mientras su polla se movía
dentro y fuera de mi coño, mientras Jasper abusa de mi clítoris.
—¿Ya terminaron
chicos? —Grita el Tío Emmet sobre mis gritos—.
Estoy por entrar al
parqueo del hotel.
—Joder, joder, joder…
—es la letanía de Jasper, y no puedo entender si nos está apurando o quejándose
de lo cerca que estamos de terminar.
Y de nuevo, no estoy
segura que me importe mucho.
No cuando él está
golpeando mi clítoris con más fuerza que antes, y cada pizca de éxtasis que se
ha reunido alrededor de mi vagina solo explota, todos mis músculos se tensan
mientras un puro e incontrolable placer quema y se filtra en mis células.
Grito, sollozo, y
casi lloro, y sigue, mi primo masajeando, masajeando y masajeando mi clítoris a
través de mi orgasmo. Majó el pene de mi Papi en oleadas, mientras mi vagina se
aprieta y se relaja a su alrededor.
Luego él grita,
follándome con una sucesión rápida y fuerte, hasta que pega su cadera contra mi
trasero y siento su grueso pene palpitando dentro de mí, su semen pintando mis
paredes internas.
Amo quedar llena de
su semen.
Soy la zorra de su
semen y lo admito fácilmente.
Jadeante, Papi se
relaja bajo mí y yo me desplomo de nuevo en él, contrayendo con las réplicas
mientras Jasper disminuye sus caricias. Aunque no quita su mano. No, él
acaricia mis muslos, mi coño, cada centímetro de mi piel a su alcance.
—Joder, eso fue
caliente. —Su voz está ronca y el bulto en su pantalón es enorme. Como, Oh Por
Dios podrá entrar, enorme.
Lamo mis labios,
ansiosa de tener mis labios alrededor de su grueso pene.
—Siempre lo es, —replica
el Tío Emmet después de meter su SUV en el espacio.
—¿Siempre? Ustedes
han…
—Como ella dijo, lo
mantiene entre familia.
—Así…
Sonrío, con los ojos
medio cerrados, bien y relajada después de mi orgasmo.
—Feliz graduación,
Primo.
—Bien, hora de salir
del auto. Vamos, papá, Tío Edward. ¡A por ello! —Él salta del auto, lleva su
bolso frente a él, y yo sonrío al Tío Emmet cuando se voltea a mirarme.
—¿Pueden caminar?
Yo frunzo el ceño.
—¿Tengo piernas? En
realidad, no las siento. Ese hijo tuyo sabe qué hacer con mi clítoris, Tío Emmet.
En serio.
Suspiro, y luego
lloriqueo cuando Papi me levanta fuera de su polla.
—Vamos, Bella. No
mantengamos al hombre del momento esperando.
Miro por el
parabrisas y veo que él hace exactamente eso.
—Bien, bien… ¿Alguien
tiene un pañuelo? Siempre parezco olvidar que el sexo es desastroso.
Especialmente cuando acaba.
Edward se inclina
hacia mí.
—No. Quiero que
camines por el vestíbulo y hacia nuestra habitación con mi semen bajando por
tus piernas. Quiero que todos vean que eres mía.
Oh mierda. Soy una
puta por excitarme con eso. Totalmente.
—Oh, bien.
Él me empuja y yo
abro la puerta, piso fuera del Hummer y me estremezco cuando el primer poco de
liberación se escapa de mi vagina. Oh, Dios, puede que me venga si camino así,
su marca sobre mí.
Jasper me ve y llega
a mi lado, me acerca hasta que nuestros labios están a pocos milímetros.
—Vamos.
Gah, él es más grande
de lo que creí, su masivo pene se presiona contra mi cadera con solo nuestra
ropa separándonos.
—Indica el camino.
Espero que él me
bese, pero en lugar de eso, él le quita de la mano la llave de la habitación al
Tío Emmet y se dirige a la entrada del hotel, yo sigo sus pasos.
—¡Jasper! —mis
tacones hacen difícil mantener su paso.
Él gira hacia mí,
tira de mí hacia él.
—A menos que quiera
que todos en el hotel te vean chupando mi polla, te apurarás, bebé.
—Oh. —Mi primo me da
un beso en la frente y regreso a su camino, yo hago lo mejor por apurarme.
3 comentarios:
😲😲😲😲 k envidia bella golosa y suertuda 😄😄😄😄
Y uno más de la familia a la lista de Bella, que golosa! ... Lo que me encanta es que no cambiará a su papi por nadie él es su preferido (y el mío también 🙈 😋 😍) haber que tal disfruta el primo de su regalo, que hot 🔥🔥🔥 los demás miraran o participarán? Muchas gracias por el capítulo.
Eso sí que me dio calor 👌👌
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