《La historia no es mía es una adaptación Los personajes son propiedad de
Stephanie Meyer 》
**Esta adaptacion contiene lenguaje explicito a si como escenas de sexo **
SINOPSIS
No se
supone que deseas a quien te atormenta.
Cuando mi
hermanastro, Edward, vino a vivir con nosotros en mi último año, no estaba
preparada para cuán idiota sería.
Odioba
que lo tomara conmigo porque no quería estar aquí.
Odiaba
que trajera a las chicas de nuestra escuela a su habitación.
Pero lo
que más odiaba, era la no deseada forma en que mi cuerpo reaccionaba ante él.
Al
principio, pensé que todo lo que tenía a su favor eran sus abdominales
tatuados, duros como roca y rostro cincelado. Entonces, las cosas empezaron a
cambiar entre nosotros, y todo esto llegó a un punto cúspide una noche.
Tan
rápido como llegó a mi vida, se fue de vuelta a California.
Pasaron
años desde que vi a Edward.
Cuando la
tragedia golpeó a nuestra familia, tendría que enfrentarme a él de nuevo.
Y mierda
santa, el adolescente que me volvía loca ahora era un hombre que me ponía
demente.
Tenía la
sensación de que mi corazón estaba a punto de ser reto otra vez.
Capitulo 1
El aire frío empañaba la ventana de nuestra sala de estar,
mientras nerviosamente esperaba frente a ella y luchaba por ver hacia afuera.
En cualquier momento, el Volvo de Charlie se posicionaría en el espacio para
entrar en la calzada. Había ido al Aeropuerto Logan a recoger a su hijo, Edward,
que estaría viviendo con nosotros el próximo año, mientras su madre tomaba una
asignación de un año en el extranjero relacionada con el trabajo.
Charlie y mi madre, Renee,
se habían casado hace apenas un par de años. Mi padrastro y yo nos llevábamos
bastante bien, pero no diría que éramos cercanos. Esto es lo poco que sabía
sobre la vida anterior de Charlie: su ex mujer, Esme, era una artista
ecuatoriana con sede en el área de la bahía de San Francisco, y su hijo era un
punk con tatuajes a quien, de acuerdo con Charlie, se le permitía hacer lo que
quisiera.
Nunca antes conocí a mi hermanastro y solo había visto una
foto de él que fue tomada hace unos años, poco antes de que Charlie se casara
con mi madre. De la imagen, pude ver que heredó el cabello oscuro,
probablemente de su madre sudamericana, junto con la piel bronceada, pero tuvo
los ojos claros y rasgos finos de Charlie. Lucía presentable entonces, pero Charlie
dijo que Edward entró en una etapa de rebeldía en los últimos tiempos. Eso
incluía hacerse tatuajes cuando solo tenía quince años y meterse en problemas
por consumo de alcohol y fumar marihuana.
Charlie culpó a Esme por ser frívola y demasiado centrada en
su carrera artística, permitiéndole a Edward salirse con la suya. Charlie
afirmó que alentó a Esme a tomar un puesto temporal de clases a cargo de una
galería de arte de Londres para que Edward, ahora de diecisiete años, pudiera
venir a vivir con nosotros.
Aunque Charlie tomó dos viajes cortos al
oeste al año, no estaba allí a diario para disciplinar a Edward. Luchaba con
eso y dijo que esperaba con interés la oportunidad de llevar a su hijo por el
camino correcto durante el próximo año.
Mariposas pululaban en mi estómago mientras
miraba hacia afuera, a la nieve sucia que bordeaba mi calle. El clima frío de
Boston, sería un rudo despertar para mi hermanastro criado en California.
Tenía un hermanastro.
Esa era una idea extraña. Tenía la esperanza
de que nos lleváramos bien. Como hija única, siempre quise un hermano. Me reí
de cuan estúpida era, fantaseando con que esto iba a ser una especie de
relación de cuento de hadas durante la noche, como los malditos Donny y Marie
Osmond o Jake y Maggie Gyllenhaal. Esta mañana, oí una vieja
canción de Coldplay que ni siquiera sabía que existía llamada Brothers
and Sisters. No se trata de hermanos exactamente, pero me convencí de que
era un buen augurio. Esto iba a estar bien. No tenía nada que temer.
Mi
madre parecía tan nerviosa como yo mientras, en repetidas ocasiones, subió y
bajó las escaleras para tener lista la habitación de Edward. Convirtió la
oficina en un dormitorio. Mamá y yo fuimos a Walmart juntas a comprar sábanas y
otros artículos necesarios. Fue extraño tomar cosas para alguien que no
conocía. Nos decidimos por la ropa de cama azul marino.
Empecé a murmurar para mí, pensando en lo que
le diría, de qué íbamos a hablar, cómo podría presentarlo aquí. Fue algo
emocionante y estresante al mismo tiempo.
Una puerta de auto se estrelló, provocándome
saltar del sofá y enderezar mi camisa arrugada.
Cálmate, Bella.
La llave hizo un sonido al girar. Charlie
entró solo y dejó la puerta abrirse de golpe, permitiendo que el aire helado se
filtrara en la habitación. Después de unos minutos, pude oír pies crujiendo
sobre la capa de hielo que cubría la calzada, pero no a Edward todavía. Debe
haber parado fuera antes de entrar. Charlie asomó la cabeza por la puerta.
—Trae tu culo aquí, Edward.
Un
nudo se formó en mi garganta cuando apareció en la puerta. Tragué duro y me le
quedé observando varios segundos, mi corazón latiendo con más y más fuerza
cuando la realización de que no se parecía en nada a la imagen que me mostraron
me golpeó.
Edward era más alto que Charlie, y el cabello
corto que recordaba de la foto, era ahora un lío negro como la tinta,
despeinado casi cubriendo sus ojos. Olía a cigarrillos, o tal vez era humo de
pipa porque era más dulce. Una cadena colgaba de sus vaqueros. No me miraba,
así que aproveche la oportunidad para continuar examinándolo mientras dejaba su
bolsa en el suelo.
Cataplúm.
¿Eso fue mi corazón o
la bolsa? Miró a Charlie, y su voz era ronca. —¿Dónde está mi habitación?
—Arriba, pero no vas a ninguna parte hasta que digas hola a
tu hermana.
Cada músculo de mi cuerpo se tensó mientras me encogí con el
término. No había manera de que quisiera ser su hermana. Por un lado, cuando se
volvió hacia mí, parecía que quería matarme. Y por el otro, una vez que
conseguí mi primera mirada a su rostro cincelado, quedó muy claro que mientras
mi mente era cautelosa con él, mi cuerpo había sido instantáneamente puesto
bajo un hechizo, uno del cual habría dado cualquier cosa por salir.
Sus ojos se clavaron
en los míos con dagas en ellos, y no dijo nada. Di unos pasos hacia adelante,
tragué mi orgullo y estiré mi mano. —Soy Bella. Encantada de conocerte.
No dijo nada. Pasaron varios segundos antes de que de mala
gana me tomara la mano. Su agarre era incómodamente duro, casi doloroso antes
de que rápidamente la soltara.
Tosí y le dije—: Te ves diferente... de lo que me imaginaba.
Me miró de soslayo. —Y
tú te ves bastante... normal.
Mi garganta se sentía
como que se iba a cerrar. Por un rápido segundo, pensé que me hacía un cumplido
antes de que siguiera la palabra “bastante” con “normal”. La parte triste fue,
que si me hubieran preguntado cómo me hizo sentir estar parada frente a él,
“normal” podría haber sido el término que habría utilizado.
Sus ojos me observaban de arriba abajo con una mirada helada.
A pesar del hecho de que detestaba su personalidad, todavía me encontraba
impresionada por su aspecto físico, y eso me asqueaba. Su nariz era
perfectamente recta, y su mandíbula definida. Sus labios eran perfectos,
demasiado perfectos para las obscenidades que estaba segura salían de ellos.
Físicamente, era mi sueño y en todo lo demás, mi pesadilla. Aún así, me negaba
a dejarle ver que sus palabras tuvieron un efecto en mí.
—¿Te gustaría que te mostrara tu habitación? —le pregunté.
No me hizo caso, levantó sus maletas y se dirigió hacia las
escaleras. Genial. Esto iba bien. Mi madre bajó las escaleras y de
inmediato tiró a Edward en un abrazo.
—Es tan agradable conocerte por fin, cariño. Su cuerpo se
tensó antes de que se alejara de ella.
—Me gustaría poder decir lo mismo. Charlie irrumpió hacia las
escaleras apuntándolo con su dedo.
—Corta la mierda, Edward. Dices hola a Renee en una manera
decente.
—Hola a Renee en una manera decente —repitió Edward
con voz monótona, mientras caminaba por las escaleras.
Mi
madre puso la mano en el hombro de Charlie. —Está bien. Entrará en calor.
Déjalo estar solo. Esta mudanza por todo el país, no puede ser fácil. No me
conoce todavía. Está solo un poco inquieto.
—Un
cabrón irrespetuoso es lo que es.
Guau.
Tenía
que decir que, me hallaba sorprendida de escuchar a Charlie hablando así de su
hijo, sin importar lo mal que actuaba Edward. Mi padrastro nunca usó palabras
como esas conmigo, aunque nunca hice nada para merecerlas. Pero Edward estaba
siendo un cabrón irrespetuoso.
Esa
noche, Edward se quedó a puerta cerrada. Charlie entró allí una vez, y les oí
discutir, pero mamá y yo decidimos dejarlos hablar de tú a tú y permanecimos
fuera de todo lo que pasaba entre ellos.
De
camino a la cama, no pude evitar detenerme a mirar la puerta cerrada del
dormitorio de Edward. Me pregunté si su distanciamiento era un indicativo de
cómo iría todo el año o si incluso podría durar todo el año aquí.
Planeando
cepillarme los dientes, abrí la puerta del baño y saltó a la vista Edward
secando su cuerpo mojado debajo de la ducha. El vapor y el olor del gel de baño
de hombres llenaban el aire. Por alguna razón abandonada de Dios, en lugar de
correr, me quedé helada. Más preocupante, en lugar de cubrirse con la toalla,
la dejó caer con indiferencia al suelo.
Mi
boca cayó.
Mis ojos estuvieron ahora pegados a su pene
unos segundos antes de que mi mirada viajara hasta los dos tréboles entintados
en su torso rasgado, y luego el tatuaje de manga completa en el brazo
izquierdo. Su pecho goteaba de agua. Su pezón izquierdo tenía una perforación.
En el momento en que mis ojos se posaron en su rostro, se encontraron con una
sonrisa malvada. Traté de hablar, pero las palabras no salían.
Por último, sacudí mi cabeza y dije—: Eh...
oh, Dios mío... yo... yo estoy tan... será mejor que me vaya.
Cuando
me di la vuelta para salir por la puerta, su voz me detuvo en seco. —Actúas
como si nunca hubieras visto un chico desnudo antes.
—En
realidad... no.
—Qué
decepcionante para ti. Va a ser muy duro que el siguiente chico esté a
la altura.
—¿Engreído?
—Tú dime. ¿No merezco serlo?
—Dios...
estás actuando como…
—Un
gran cretino1.
Era como un accidente automovilístico del que
era imposible alejarse. Miré hacia abajo de nuevo. ¿Qué estaba mal conmigo? Se
encontraba completamente desnudo delante de mí, y no podía moverme.
Santo
infierno... la punta estaba perforada.
¡Qué
manera de ser presentada a mi primer experiencia en vivo y a todo color!
Rompió mi mirada. —No hay
realmente ningún lugar a donde ir desde aquí, así que a menos que pienses hacer
algo, probablemente deberías salir y dejarme terminar de vestir.
Negué con la cabeza con incredulidad y cerré
la puerta detrás de mí. Me temblaban las piernas mientras huía a mi habitación.
¿Qué
acababa de pasar?
1Cretino en inglés es dick,
que también se traduce como polla. Juega con las palabras gran polla y gran
cretino.
*******************************
Que les parece como siempre ya saben la historia no es mia es una adaptacion y al final de la adaptacion dire el nombre original del libro y el nombre de la autora bueno si saben de que historia se trata porfa no lo digan se los agradeceria.
bueno espero les encante esta historia que que tiene mucho drama.
11 comentarios:
Jaja pobre Bella
Hay por Dios lo súper ameeeeeee emosionadicima por leerlo pronto graciasssss graciasssss graciasssss suerte en este súper fantástico proyecto de adaptación gracias gracias gracias gracias gracias gracias gracias gracias
Gracias la mejor de la Suertes en este fabuloso proyecto gracias emosionada por leerlo graciasssss graciasssss graciasssss
Dios que descripción corporal tan detallada 😜. Me gusta la historia espero el siguiente capítulo prontoooo, gracias nena 💜💜
Jajaja que desvergonzado y engreido es edward y bella tambien por mirar tan descaradamente! Ya quiero leer como seran las peleas entre este par.
Que grata presentación... jajaja
OMG este niño rudo ya nos trauma a Bella jajajajaja q malos es Gracias
Muy buen inicio. Ya quiciera tener la historia completa ... jejejje gracias por la nueva adaptacion.
Me gusta la historia se ve bien
Hola me gusta la historia.
Nos seguimos leyendo.
Disculpa mi ignorancia pero donde leo los siguientes capítulos
Publicar un comentario