Capitulo
10
Era
Viernes en la noche, y Edward ya se había ido por su actuación en Sandy's. Se
suponía que se tenía que irse mañana temprano para dirigirse a Nueva York.
Mientras que le había dicho originalmente que no iría a ver su presentación,
estaba seriamente dudando de mi decisión. ¿Quién sabía cuándo estaría de vuelta?
Después de todo, el vino para tener un tiempo a solas solo para encontrar a Bea
y a mi causando estragos en su vida. No estaba segura si yo elegiría volver si
fuera él.
De
repente me gire hacia Bea. —¿Quieres ir a ver al tío Edward tocar? ¿Me prometes
que serás buena?
La
puse en la cuna antes de impulsivamente quitarme mi ropa, preocupada de que si
no me apuraba, me acobardaría y decidiría quedarme en casa. Me puse el vestido
rojo que no me había puesto desde antes de estar embarazada y deslice unos círculos
de lactancia dentro de mi sostén para evitar manchas de humedad. Peine mi
cabello en risos y me aplique maquillaje. En minutos, Bea y yo estábamos
vestidas y en el auto.
Regresar
a Sandy's me daba nervios. No había estado aquí desde el verano pasado. También
estaba inexplicablemente nerviosa porque Edward me viera en la audiencia cuando
ya le había dicho que no estaría aquí.
Él
estaba en medio de una canción que no reconocí. Como era usual, la multitud
estaba paralizada con él, las mujeres moviéndose más y más cerca al frente solo
para estar más cerca de él y obtener una buena vista de su hermoso rostro
mientras cantaba. Siempre fue muy emocional para mí verlo actuar. Gracias a
Dios, Bea se estaba comportando en su cargador, permitiéndome empaparme en cada
momento de estar aquí.
Hice
mi camino hacia la barra para saludar a Rick el camarero que me dio un vaso de
Seltzer de la casa. Relajándome en mi asiento, cerré los ojos y acaricie el
sonido de Edward cantando mientras comenzaba una versión de Wild Horses de
los Rolling Stones. Esa canción parecía inquietantemente hecha para su
voz. Cuando sentí mis ojos comenzar a aguarse me maldije a mí misma. ¿Por qué
siempre me ponía tan sentimental cada vez que el cantaba? Siempre sentí como
que cada palabra de cada canción tuviera un significado y podría de alguna
forma aplicar a mis experiencias con él.
Bastante
seguro, a medio camino de la canción, Bea comienza a llorar. Este no es el tipo
de canción que enmascara los frenéticos gritos de un bebé muy bien. Muchas
cabezas se giraron hacia mí. Estaban susurrando, probablemente preguntándose
porque habría traído un bebé a este tipo de establecimiento en primer lugar.
Calientes
sofocos impregnaron mi cuerpo. Aun así el continuo cantando la canción sin ningún
error, la mirada de Edward viajo sobre mí en la esquina de la habitación.
Nuestros ojos se conectaron. Estaba mortificada por haber interrumpido su
hermosa canción. Cuando terminó, comencé a dirigirme a la parte de atrás. Edward
me hizo una señal con su mano para que me quedara. Continúe caminando por el
pasillo hasta que su voz sonó a través del micrófono y me hizo detenerme.
—Entonces
el bebé que escucharon llorar es de hecho muy especial para mí. Su nombre es
Bea. Su madre es Isabella, quien también es especial para mí—una de mis más
viejas amigas. De cualquier modo, pueden creer ¿que esta es la primera noche
que Isabella sale desde que Bea nació hace más de tres meses? Isabella no
quería venir aquí esta noche. Ella temía que la gente la mirara si el bebé
comenzaba a llorar. Le dije que no se preocupara, que las personas de aquí eran
muy amables y entenderían eso. No me creyó cuando se lo dije, pero se dio la
oportunidad de venir de todos modos. Créanme cuando digo… no lo ha tenido
fácil. Está haciendo un infierno de buen trabajo criando a un bebé por su
cuenta. Creo que ella se merece una noche de descanso, ¿no creen?
Un
estridente aplauso siguió, y Edward hizo un gesto para que yo fuera a él. Bea
seguía llorando.
—Dámela…
el cargador también —dijo lejos del micrófono.
Edward
colocó el cargador a través de su pecho y deslizó a Bea dentro antes de
asegurarla.
Mi
chica estaba exactamente donde quería estar y finalmente se calmó. Por su
puesto, que lo hizo.
Reposicionó
su guitarra para acomodarla a ella y comenzó a cantar una canción que al
principio sonaba como una canción de cuna. Después la reconocí como Dream a
Little Dream. No podía contener la sonrisa en mi cara mientras observaba a
Bea ahí arriba con él.
Las
mujeres en la multitud se estaban derritiendo. Si ellas pensaban que lo amaban
antes, ahora sus ovarios habían hecho una absoluta combustión. El aplauso de la
multitud fue el más fuerte después de que terminó.
Cuando
Edward tomó a Bea fuera del cargador, su trasero estaba de frente al micrófono.
Magnificado por el micrófono, un sonido que imitaba a una explosión sonó por
todo el restaurante. Rápidamente se me ocurrió que todas esas personas estaban
ahí como testigos de la diarrea explosiva de mi hija.
Edward
lo perdió completamente. Mientras el la sostenía de vuelta para mí, se estaba
riendo junto con todos los demás. Susurró—: Bea simplemente explotó su trasero.
—Mejor
voy a cambiarla.
Mientras
caminaba lejos, me detuvo. —Isabella.
—¿Si?
—Te
ves hermosa
Encogí
mis hombros. —Lo intenté. —Incluso aunque deseché el cumplido, no me había
sentido hermosa hasta ese momento. Ahora mi corazón estaba latiendo a mil por
hora.
***
La
mañana siguiente, cuando desperté, Edward se había ido. Había una nota en el
mostrador de la cocina.
Fue la primera noche que ambas durmieron. No escuche que
te despertaras antes de que me fuera. Cuida de Bea. Te veré pronto.
Una
semana entera paso sin ninguna palabra de él.
Trate
de no sobre reaccionar. Después de todo, nosotras no éramos su responsabilidad.
La soledad solo parecía mucho peor ahora que sabía cómo se sentía tener a
alguien alrededor. El insomnio de Bea era mucho peor que antes, también.
Honestamente creo que lo extrañaba. Así como yo lo hacía.
En
un acto de desesperación, llame a mi madre para preguntarle si estaría
dispuesta a quedarse conmigo por una semana o así. Ella solo había estado tres
días en la casa de playa y yo ya quería pegarme un tiro en la cabeza. Pasaba
más tiempo en el teléfono con su novio o en la cubierta superior fumando
cigarrillos Benson & Hedges que con Bea y conmigo. Fue estúpido de
mi parte pensar que convirtiéndose en abuela cambiaria sus hábitos egoístas.
Mientras
manejaba cuidar a Bea así yo podía tener algunas horas de sueño cada noche,
invitarla a quedarse con nosotros se volvió en un error. En la última noche que
ella se quedaba, en lugar de pasar tiempo de calidad con Bea, eligió molestarme
sobre tomar acciones legales contra Jacob.
—¿Cuándo
vas a forzar a ese chico a pagarte, Isabella?
Justo
cuando Edward se fue, lleve a Bea a la prueba de sangre. Jacob también fue al
laboratorio en Boston, y fue confirmado ayer que él era definitivamente el
padre biológico.
—No
quiero poner a Bea a través del trato con él, en este momento. Él tiene que
hacer el primer movimiento en lo que a mi concierne. Él ha sido tan malo que ni
siquiera quiero que esté en su vida.
—Bueno,
no vas a ser capaz de mantenerte por ti misma mucho tiempo. Necesitas conseguir
un hombre incluso si no es él.
—No
voy a traer un hombre a la vida de Bea solo para usarlo como soporte
financiero. Encontrare la manera de cuidar de mi misma.
No
soy tu.
—Buena
suerte haciendo eso con tu sueldo de maestro.
—Al
menos tengo una carrera respetable de respaldo. Estoy segura que piensas que es
mejor para mí no trabajar, solo sacando dinero de cualquier extraño como tú lo
hiciste. Gracias a Dios mi padre fue uno de los buenos. Pero puedo asegurarte,
nunca pondría a Bea a través de una infancia como la que yo tuve, con hombres
yendo y viniendo.
—Actúas
como si hubieras sido abusada. Tu infancia no fue tan mala.
—No
podrías saberlo. Estuviste ausente la mayoría de ella.
—¿Realmente
me invitaste aquí para pelear, Isabella?
—Necesito
dormir. Te estas yendo mañana. Paremos de pelear. ¿Te importaría quedarte con
Bea así puedo tener unas horas de sueño?
—Seguro,
adelante.
Supuse
que podría aprovechar que era su última noche aquí. Ella probablemente no
volvería después de esta experiencia tumultuosa.
Algunas
horas después, algo interrumpió mi sueño. Era muy pasada la media noche. El
débil sonido de personas hablando abajo se registró. Mi madre se supone que
estaba cuidando a Bea, así que ¿quién demonios estaba en mi casa?
Pánico
me consumió, y corrí por las escaleras, deteniéndome a medio camino cuando me
di cuenta que la otra voz era de Edward.
¿Había
regresado?
La
conversación que se produjo entre él y mi madre me mandó completamente lejos
mientras me escondía en el hueco de la escalera y los escuchaba.
—¿Que
estás haciendo aquí?
—Esta
es mi casa —dijo Edward
—Lo
cual es un chiste, por cierto. Esta casa debería haber sido dejada para mí.
—¿Viniste
por tu cuenta, o tu hija te invitó?
—Isabella
me pidió que viniera. —Se detuvo, después dijo—: Dios, te volviste muy
caliente.
—¿Disculpa?
—Luces
como una versión mejor de tu padre. Desearía ser quince años más joven. A menos
que te gusten las mujeres mayores…
—¿Estas
jodidamente hablando en serio, Renee? ¿No has hecho suficiente daño a nuestras
vidas? Isabella te invitó para ayudar con la bebé, y encuentro a Bea por su
cuenta en la sala de estar mientras estas fumando en la jodida cubierta. ¿Ahora
estas tratando de coquetearme?
—Cálmate.
Solo bromeaba.
—En
serio me gustaría creerte. ¿Tienes alguna idea de lo que Isabella ha pasado
durante estos últimos meses? Hace lo mejor que puede. No se merece esta mierda.
Deberías haberte ofreciendo a ayudar desde el primer día, pero la verdad, es
que está mejor sin ti.
Había
tenido suficiente. Hice mi camino por las escaleras y dije—: Mamá, creo que es
mejor si te vas esta noche.
—¿Esta
noche? Tenía la intención de irme en la mañana de todos modos.
—Sí.
Pero eso fue antes de saber que Edward estaría de vuelta. Esta es su casa, y
nos estás molestando a los dos. ¿Y por qué estabas en la cubierta cuando se
suponía que estarías cuidando al bebé?
—Estaba
durmiendo. No es una gran cosa.
—¡Nada
es una gran cosa para ti!
—¿En
serio me estás pidiendo que me vaya ahora mismo en medio de la noche?
—No.
Te estoy diciendo que te vayas. Por favor. Eres mi madre y te quiero,
pero estás jodida, y eso nunca va a cambiar.
—No
puedo creer esto. —Mi madre resopló antes de dirigirse en silencio por las
escaleras para recoger sus cosas.
Cuando
volvió, levantó a Bea fuera del portador donde estaba durmiendo, despertándola
intencionalmente para besarla. Bea se puso a llorar cuando mi madre me la
entregó antes de salir por la puerta sin decir nada más.
Cuando
la puerta se cerró, cerré los ojos sintiendo que iba a llorar justo a la par
que mi bebé. Entonces, sentí los brazos de Edward envolverse alrededor mío.
—Lo
siento —dijo.
—No
estaba segura de sí ibas a volver.
Tomó
a Bea de mis brazos. Como era de esperar, inmediatamente se calmó. Pero algo
inesperado sucedió también, algo que nunca había hecho antes. Su pequeña boca
se extendió en una sonrisa amplia sin dientes mientras miraba hacia él.
—Oh,
Dios mío, Edward. ¡Te está sonriendo!
—¿Nunca
sonrió antes?
—Hubo
momentos en que pensé que tal vez estaba sonriendo, pero no estaba segura de sí
era sólo un gas. Pero no hay duda acerca de esto. ¡Esto definitivamente es una
sonrisa!
Parecía
estar sorprendido mientras ella continuaba sonriéndole. —Tal vez ella no
pensaba que fuera a volver.
No
sería la única.
—Las
dos estamos felices de que hayas vuelto.
***
A
la mañana siguiente, cuando bajé cargando a Bea, Edward ya había hecho café. El
olor de los granos recién molidos mezclado con su olor a almizcle era una buena
forma de empezar el día. Me di cuenta de que también había una nueva máquina
Keurig estaba apoyada en el mostrador.
—¿De
dónde vino eso?
—Lo
traje de mi apartamento en la ciudad. Así puedo hacer la fusión de café para mí
y descafeinado en la cafetera para ti.
—Eso
fue muy atento.
Cuando
me entregó mi taza humeante, algo me vino a la mente. —¿Qué usaste en esto? Nos
quedamos sin crema. No he tenido la oportunidad de ir al mercado.
—Usé
leche en su lugar.
—No
teníamos leche.
Señaló
con el dedo pulgar a la nevera. —Había una botella de vidrio con leche ahí.
Tapándome
la boca, dije—: No he comprado leche normal. Edward… ¡esa era mi leche materna!
La bombeé y lo guardé en una botella de vidrio vacía. La única cosa buena que
mi madre hizo por mí mientras estuvo aquí fue comprarme un extractor de leche.
He estado practicando usarlo —reventando de la risa, señalé el café—. ¡Le
serviste mi leche materna a esto!
—No
sólo eso… Ya bebí dos tazas con leche materna. Voy en la tercera.
Me
tapé la boca de nuevo. —¡Oh Dios mío!
Tomó
un sorbo de su café. —Es jodidamente buena.
—¿En
serio?
—Sí…
es dulce. Ya entiendo porque Bea la bebe como droga.
—¿Estás
bromeando?
—No.
—Estás
loco. No estoy tomando esto.
—¿Cuánta
de esa mierda puedes hacer por día? Podemos venderla.
—Es
mejor que estés bromeando.
—Acerca
de venderlo… sí. ¿Acerca de beberla? No. Y no quiero compartirla con nadie más
que Bea.
—Estás
enfermo.
Me
dio un guiño. —¿Hasta ahora te das cuenta?
Era
tan bueno tenerlo de vuelta.
***
Una
semana más tarde, era una típica noche de entre semana en casa. Edward estaba
tocando en Sandy‟s mientras Bea y yo nos quedamos en casa. Estaba siendo súper
silenciosa mientras jugaba con su móvil en el suelo, por lo que decidí tomar
conocimiento del Internet mientras me relajaba en el sofá con mi portátil.
Había
estado evitando ir a la página de Facebook de Tanya porque no quería ver fotos
del viaje de regreso a Nueva York de Edward que sólo me molestarían. De alguna
forma, había terminado en su perfil de todos modos, mirando a través de sus
mensajes recientes. Muchos eran igual que siempre: escenas de detrás del
escenario, con sus amigos teatro fuera en la ciudad después de sus
presentaciones, fotografías con los fans. Hubo una cosa, sin embargo, que
estuvo muy lejos de lo esperado. Tanya recientemente había cambiado su estado
civil de “en una relación” a “soltera”.
¿Terminaron?
Mi
corazón latía fuera de control.
¿Cuándo
pasó esto?
También
había publicado un estado críptico justo cuando Edward regresó a Newport:
“Por los nuevos comienzos”.
¡Habían
terminado mientras él estaba en Nueva York! Había regresado durante una semana
y no me había dicho. ¿Por qué lo habría mantenido en secreto? Mi mente estaba
corriendo. ¿Estaría planeando decirme algún día?
Me
quedé en el mismo lugar en la sala de estar, esperando a que llegara a casa.
Cuando el pomo de la puerta se giró, me enderecé en mi asiento.
Edward
dejó la guitarra junto a la puerta y colgó su chaqueta. —¿Qué pasa? ¿Por qué me
miras de esa manera?
—¿Por
qué no me dijiste que tú y Tanya y terminaron?
Él
dejó escapar una respiración lenta y se unió a mí en el sofá. —¿Cómo lo
descubriste?
—Ella
cambió su estado civil en Facebook.
Dejando
salir a respirar profundamente, dijo—: Las cosas habían estado raras por un
tiempo. Habíamos estado alejándonos durante el último año. La razón por la que
vine a Newport antes fue para tener un tiempo a solas para pensar. Fue ahí que
las encontré a ti y a Bea aquí.
—No
entiendo. Pensé que estabas enamorado de ella.
—No.
—¿No?
¿Entonces por qué siempre le decías que la amabas? ¿No es eso engañoso?
—Pensé
que la amaba en un momento. Así que, sí, nos decíamos que nos amábamos el uno
al otro. Una vez que empiezas a decir esa palabra, sólo se convierte en un
lugar común para usarlo. Se abusa y pierde su valor. Tuvimos una buena relación
por un tiempo, pero nunca iba a funcionar a largo plazo.
—¿Por
qué?
—Éramos
demasiado diferentes. Está tan atrapada en el mundo del teatro en este momento.
No teníamos tiempo para trabajar en los problemas que estábamos teniendo.
—Y
quería hijos —añadí.
—Eso
también.
Tragué.
A pesar de que sabía lo que sentía por los niños, una parte de mí tenía la
esperanza de que estar cerca de Bea le podría haber demostrado que no era tan
terrible.
—Ustedes
no sonaban como si tuvieran algún problema. Todo lo contrario, de hecho. Tenía
que bloquear mis oídos cada vez que ella estaba en casa.
—El
sexo era bueno. Nunca tuvimos problemas en esa área. Pero se necesita algo más
profundo que eso para durar para siempre con alguien. No quiero perder el
tiempo. El tiempo es oro.
—Entonces,
¿fuiste tú quien terminó con ella?
—Sí.
Yo fui el que lo terminó.
De
hecho, me sentí realmente mal por Tanya. Sabía lo que se sentía al tener
fuertes sentimientos por este hombre, y ella era una buena persona. No merecía
que la dejara.
—¿Ese
fue el motivo de tu viaje a Nueva York?
—Mis
sentimientos habían estado pesándome. No quise atravesar todo el verano así.
Ahora es libre de hacer lo que le plazca.
—¿Y
tú?
Vaciló
antes de decir—: Igual.
Mi
cuerpo no sabía cómo reaccionar, si sentir alivio o náuseas. ¿Era esto algo
bueno o algo malo? Sinceramente, no lo sabía. Que Edward ahora fuera soltero
significaba que potencialmente podría estar buscando nuevos horizontes,
trayendo chicas a casa, tomando ventaja de todas las mujeres necesitadas que se
le lanzaban Sandy‟s. No podría lidiar con eso. De una manera extraña, saber que
estaba comprometido con Tanya siempre trajo consigo un consuelo agridulce
porque al menos había una sola mujer por la que preocuparse. Ahora
potencialmente podría haber muchas.
Al
mismo tiempo, esto podría ser mi oportunidad para finalmente estar con él.
Negué rápidamente ese pensamiento de mi cabeza, a sabiendas de que era una
apuesta arriesgada. No quería niños; fue enfático al respecto. Ahora yo tenía
uno, y no habría ninguna posibilidad en el infierno que él iría para ese tipo
de paquete. Entonces, se me ocurrió que tal vez él estaba deliberadamente
ocultándome lo de la ruptura para evitar que yo tuviera expectativas. ¡Esa
era la razón!
—¿Por
qué no me contaste, Edward?
—Te
lo iba a decir.
—¿Cuándo?
—No
sé.
—Que
lo sepa no cambia nada entre nosotros, si eso es lo que piensas. No espero nada
de ti, sobre todo ahora.
—¿Qué
quieres decir con sobre todo ahora?
—Quiero
decir… tal vez si no hubiera tenido a Bea… —Negué con la cabeza—. No importa.
—Di
lo que ibas a decir.
—Las
cosas podrían ser diferentes si no tuviera una hija. Tal vez podríamos haber
visto a dónde iban las cosas.
Parecía
que estaba luchando con qué decir a continuación. —No eres menos atractiva por
tener una niña. No vuelvas a pensar eso. Pero tienes razón en una cosa.
Cualquier hombre con el que termines tiene que estar cien por ciento listo para
esa responsabilidad —señaló a Bea que estaba pateando sus piernas alrededor
mientras continuaba jugando en la alfombra—. No sería justo para ella de otra
manera.
Tenía
razón.
Mientras
mi cabeza tocaba la almohada esa noche, nunca me sentí más confundida acerca de
lo que depararía el futuro.
*****************************
Hola a todas que les parecio el capitulo de hoy que creen que pasar con ellos que edward esta soltero bueno no se olviden mañana es martes de adelantos en el grupo elite fanfiction y habra un adelanto del siguiente capitulo.
10 comentarios:
Hola gracias por actualizar!!!
Es evidente que no quiere perder el tiempo porque se siente bien con bella y la bebé. no
Qué tierno Edward con Bea... Me encanta. Y Bea, que lista, se caya estando en sus brazos.. jajaja!!
Ahora rompieron... Qué pasará entre la parejita??
Pq no creo que Bea sea un impedimento. Edward está loco con la bebe.
Estoy deseando seguir leyendo.
Un beso!!!
JJajja, iluso... Gracias por el capítulo
Estuvo muy bueno gracias por el capítulo yaqro leeré mas muchos mas
La noche anterior descubrí tu historia y me quedé toda la madrugada leyendo hasta terminarla.. Me encanto, realmente es genial tu historia. Me encanta Edward es tan lindo con bea y bella
Espero que ahora si se den la oportunidad de salir juntos y ver que pasa y que bea no sea un impedimento
Espero que no vuelvan a cometer los errores del pasado y de den la oportunidad que llevan esperando por casi una década ! No será facil pero meceren estar juntos. Actualiza rápido ! Estoy ansiosa por saber que va a suceder
Cuando actualizas???
Cuando vuelves a actualizar??
siempre me impaciento esperando que subas capítulos y pienso en la próxima historia voy a esperar a que la termine antes de leerla y nunca puedo jjajaja
😂😂❤❤
Cuando vas a actualizar?
Hola hola Annel apenas leí el capítulo es genial, pero esas dudas de Bella la están confluctuando, voy por el siguiente capítulo
Saludos y besos
Publicar un comentario