Sinopsis
Donde las cosas no
siempre son lo que parecen…
Mi nombre es Jaz Swan y
soy estudiante de la Forks Academy.
Soy el mejor de todas
mis clases, lo que llaman un “estudiante modelo”. Solo hay un problema: la
Academia es una escuela de chicos y soy una chica.
Comenzó como una broma
cuando tomé el lugar de mi hermano.
Pero las cosas se
pusieron complicadas cuando atrapé a Demitri, el matón de la
escuela, en una
posición comprometedora. Se hizo aún peor cuando me asignaron a mi compañero de
cuarto Cullen —el hermoso pero enigmático que me salvó varias veces de los
ataques del matón.
Ahora las consecuencias
de mi engaño vuelven a perseguirme. La pena por fraude en esta escuela
exclusiva es mucho peor que una simple expulsión— podría perder una mano. Peor
aún, podría perderla mi amado hermano.
Con tanto en juego, es
imperativo mantener mi secreto seguro. Y la persona más cercana es Edward, es
con el que tengo que tener más cuidado. El problema es que creo que me estoy
enamorando de él…
Capítulo 1
—Ha llegado el momento
de que defiendas el honorable nombre Swan. Te he matriculado en la Forks
Academy para los últimos dos años de tu educación y desde allí, deberías
obtener un nombramiento en el Cuerpo Espacial con facilidad. Confío plenamente
en que estarás al mando de tu propia nave para cuando tengas veinte años.
Las palabras llenaron
mi corazón hasta rebosar, la emoción burbujeando dentro de mí como la
efervescencia en una bebida carbonatada de la antigua Tierra. Sólo había un
problema, estaban destinadas a mi hermano gemelo, Jasper, no a mí.
Jasper y yo éramos los
más cercanos de los hermanos. Años de enfermedad pulmonar crónica de niño,
habían mantenido a mi hermano en casa y yo había permanecido con él en lugar de
ser enviada a una escuela de encanto para señoritas privilegiadas y casadas,
como otras de mi clase social y sexo. Había tomado clases junto con Jasper
desde el principio, aunque yo era una mujer y, a la manera de pensar de mi
padre, no valía la pena educarme. Pero mi hermano trabajaba mejor conmigo a su
lado, un hecho no olvidado por sus muchos tutores. Ahora, sin embargo, iba a ir
donde yo no podría seguirlo.
Tomar clases en la
comodidad de la casa de uno era sumamente diferente de matricularse en la
Academia.
—Padre, no. —Los
apacibles ojos marrones de mi hermano se agrandaron con horror—. No puedo ir a
la Academia ahora, no cuando Maestro dice que mi técnica es casi perfecta.
Necesito practicar durante horas cada día. Puedo lograr mis lecciones en mi
tiempo de práctica aquí, con mis tutores, pero estoy bastante seguro de que eso
no sería posible en la Academia.
Nuestro padre frunció
el ceño, su cara llenando la pantalla que colgaba sobre la chimenea como un
nubarrón. —Sólo te permití comenzar ese sinsentido de la música en primer lugar
porque eras demasiado enfermizo para la escuela. Pero mi médico dice que estás
bien ahora, completamente en forma. Como ya no hay ninguna necesidad de tales
distracciones ociosas, espero que la abandones inmediatamente.
—¿Abandonarla? —La cara
de Jasper se puso pálida—. ¿Abandonarla? Pero Padre, pronto estaré
apto para dar una audición por un puesto en la First System Orchestra y Maestro
cree que tengo una oportunidad realmente buena de…
—¡He dicho que la abandonarás
y la abandonarás! —Los ojos de mi padre, del mismo marrón oscuro que
los de mi hermano y los míos, ardían de ira—. ¿De qué sirve tener un hijo para
continuar con mi nombre si no lo honra de la manera correcta? Hay cuatro
Comandantes Estrella en nuestra familia y dos Almirantes de Flota, incluyéndome
a mí mismo. Continuarás esa orgullosa tradición como debes.
—Pero padre —comenzó Jasper.
—Sé que eres capaz
—continuó nuestro padre, ignorando las protestas de mi hermano—. Tú tutor de
Navegación Astronómica me ha dicho el excelente trabajo que haces y tu profesor
de Cálculo Interdimensional dice que nunca ha visto semejante prodigio. Espero
que estés en lo más alto de tus clases.
Jasper y yo
intercambiamos una mirada. Yo era la que tenía excelentes notas en
Navegación Astronómica y Cálculo Interdimensional. Hacía casi todo el trabajo
que sus tutores le asignaban para darle más tiempo con su querido violín. La
única cosa que no podía hacer por él eran sus clases de educación física. Pero
incluso ahí su tutor había sido indulgente, enseñándome a defenderme y pelear
junto a Jasper porque él lo requirió, diciendo que tener a su hermana gemela
cerca le hacía sentirse más fuerte. Y ahora estábamos a punto de ser separados
para siempre.
Padre probablemente no
me habría permitido quedarme con Jasper en primer lugar si nuestra madre no
hubiera muerto después de nuestro nacimiento. Ser criados por una sucesión de
tutores y niñeras nos hizo a mi hermano y a mí aferrarnos juntos y formar una
unión mucho más estrecha que la de la mayoría de los hermanos. A menudo había
reforzado la debilitada salud de mi hermano, saliendo de una crisis médica tras
otra a través de la pura fuerza de voluntad. Pero ahora que sus pulmones
estaban fuertes y saludables, no pensó más que en separarnos y dejarme a un
lado como lo hacía enviando a mi hermano a una escuela para la que estaba
incapacitado, una que seguramente odiaría. El honor del nombre de nuestra
familia era todo por lo que él se preocupaba, todo por lo que siempre se había
preocupado.
—Padre, no puedes hacer
esto —dije, dando un paso adelante y situándome entre mi hermano y la
pantalla—. La música no es simplemente un pasatiempo o diversión para Jasper,
es su vida. No quiere ser un Comandante Estrella o un Almirante.
—¡Silencio, jovencita!
—La cara de Padre se puso casi morada de rabia—. No tienes nada que ver con
esto.
—Tengo todo que
ver con ello. —Levanté la barbilla—. Quiero a Jasper como tú no lo haces, como
no puedes ya que no has venido a vernos desde nuestro doceavo cumpleaños.
Padre me miró
fijamente.
—Mis deberes en el
Cuerpo me mantienen ocupado, como bien sabes. Además, entre tutores y niñeras y
mayordomos y criadas, pago suficiente dinero manteniéndolos a los dos al
estilo.
—El dinero no es amor,
Padre —interrumpí tranquilamente—. Quiero a Jasper y quiero lo que es mejor
para él, ir a la Forks Academy y al Cuerpo Espacial lo haría miserable.
—Sal del camino y
déjalo hablar por sí mismo —ordenó Padre—. ¡Jasper, deja de esconderte detrás
de tu hermana como un cobarde!
A regañadientes, mi
hermano se levantó y ocupó su lugar a mi lado.
—Padre, lo que Isabella
dice es correcto. No tengo cabeza para las coordenadas
de vuelo ni estómago
para dirigir a otros hombres. Sólo quiero tocar y componer. Por favor, Padre.
Los ojos de Padre se
movieron furiosamente de uno al otro.
—¡Repugnantes, los dos!
Cuando pienso en los problemas por los que he pasado, atrayendo a los mejores
tutores para preparar a Jasper para este momento… Y ahora que por fin está en
forma y es capaz de defender nuestro honor familiar, ¿qué agradecimiento
obtengo? ¡Este… este despliegue de cobardía y autocompasión! Bien, suficiente.
—Padre —dijimos juntos Jasper
y yo, pero estaba verdaderamente enfurecido ahora, más enfadado de lo que lo
había visto nunca.
—Tú —rugió, señalando a
Jasper—, te presentarás en la Academia dentro de dos días. Si no lo haces, iré
yo mismo y te daré caza. Aunque te lo advierto, si tengo que hacer eso las
consecuencias serán severas. —Fulminó a mi hermano y luego volvió su rabia
hacia mí—. Y en cuanto a ti, jovencita, ya es hora de que te cases. Diecisiete
es un poco mayor para que una chica prometa fidelidad, para asegurarse, pero
voy a estar buscando una pareja adecuada para ti, no te preocupes. Y voy a
asegurarme de encontrar a alguien con mano firme que pueda controlarte.
Mi corazón pareció
saltar a mi garganta. ¡Seguro que no pudo decir eso! Se me había permitido
llegar tan lejos, pasada la edad para casarse de quince años sin siquiera
hablar de un compromiso, había esperado poder escapar de ese destino por
completo. Pero ahora parecía que mi libertad había sido sólo una ilusión, un preludio
a la inevitable conclusión del matrimonio. Sabía qué clase de hombre escogería
mi padre, uno que careciera de sentido del humor, que sintiera que era su
derecho divino disciplinar a su esposa y mantenerla a raya. Y probablemente uno
tan viejo como él.
—Por favor, Padre
—dije, mis labios casi demasiado secos para hablar—. Yo… yo no quiero casarme.
—No cabe duda de que no
—se burló—. No te preocupes, Isabella, voy a estar ocupado con mi última misión
al menos durante los próximos años y estoy seguro de que me llevará al menos
ese tiempo encontrar un hombre que pase por alto tus caprichosos hábitos. Pero
ten por seguro, para cuando Jasper se gradúe y consiga su primera comandancia,
estarás diciendo tus votos. —Nos miró a ambos—. En breve, Jasper, te
presentarás en la oficina administrativa de la Academia a primera hora de la
mañana del lunes. Y Isabella, te casarás cuando y con quien yo diga. No tendré
más insolencias de mis hijos. ¿Queda entendido?
No había nada más que
pudiéramos hacer. Agarrándonos las manos como niños perdidos en el bosque, Jasper
y yo asentimos.
—Sí, Padre —murmuramos
juntos.
—Bien. —Padre asintió brevemente
y luego la pantalla se volvió negra.
En el momento en que
estuve segura de que su presencia hubo desaparecido de nuestra confortable sala
de estar, empecé a bramar.
—¡Cómo se atreve! —Dejé
caer la mano de Jasper y comencé a ir y venir, mis largas faldas haciendo un
ruido silbante como serpientes enfadadas alrededor de mis piernas—. ¿Cómo se
atreve a intentar dictar nuestras vidas?
—No está simplemente
intentándolo, Isabella, lo está haciendo. —Jasper se hundió en el deteriorado
sofá de terciopelo brocado delante de la chimenea y enterró la cara en sus
manos—. ¿Qué vamos a hacer? Si pierdo mi oportunidad ahora, nunca la conseguiré
de nuevo. Maestro dice que siempre hay intérpretes más jóvenes y más
hambrientos, ansiosos por completar una audición por puestos en la First System
Orchestra.
—Al menos tú no estarás
casado con un hombre al que no amas y ni siquiera conoces —señalé amargamente—.
Voy a estar atrapada en algún lugar teniendo los bebés de un extraño mientras
tú exploras las estrellas.
Jasper me miró y
sacudió la cabeza.
—Lo siento, querida
hermana. Verdaderamente, tu destino es peor que el mío aunque el mío es lo
suficientemente malo. Al menos no seré sometido a casarme con alguien a quien
no amo.
—En efecto no lo harás.
—Me quedé mirando a las crepitantes llamas naranjas y amarillas del fuego—.
Padre no se preocupará de lo que haces en tu vida amorosa con tal de que
sobresalgas en la Academia.
—¿Pero ¿cómo puedo
hacerlo? —solicitó mi hermano—. No sé nada de Cálculo Interdimensional o dinámicas
de vuelo o nada por el estilo.
—Traté de
enseñarte —le recordé—. Pero siempre dices que tienes que practicar y luego
deambulas con tu violín.
—Debería haberte
escuchado cuando me advertiste que este día llegaría. — Sacudió la cabeza—.
Pero nunca he tenido cabeza para todos esos números y fórmulas, no como tú, Bella.
—Suspiró—. A veces siento que fuimos intercambiados en las pieles equivocadas
al nacer. Si yo fuera mujer, nadie se preocuparía si quisiera quedarme en casa
todo el día y tocar música.
—Y si yo fuera varón,
nadie pensaría dos veces en admitirme en la Academia o en el Cuerpo Espacial
—dije, continuando su pensamiento.
—En efecto —Jasper
exhaló otro suspiro—, si simplemente pudiéramos intercambiar lugares.
Una idea comenzó a
formarse en mi mente. Lentamente, me volví hacia él.
—¿Por qué no?
Jasper me frunció el
ceño inseguro.
—¿Por qué no qué? ¿De
qué estás hablando?
—Intercambiaremos
lugares. ¿No lo ves? —Salté y agarré sus manos, poniéndolo de pie—. ¡Es
perfecto! Me vestiré como tú e iré a la Forks Academy.
—¿Mientras yo me visto
como tú? No lo creo, querida hermana. —Jasper frunció el ceño el intentó retirar sus manos.
Las sostuve rápido, no
dejándolo marchar.
—Tonto, no tienes que
vestirte como yo, sólo seguir en tu habitación y practicar —dije—. Ninguno de
los sirvientes sabe el plan de Padre y estoy segura de que puedes conseguir que
Maestro esté de acuerdo con el plan, dice que eres el mejor alumno que ha
tenido en años y no querrá perderte. El único modo de que algo vuelva a Padre
es si no te presentas en la oficina administrativa el lunes a primera hora. Tan
pronto como yo aparezca, haciéndome pasar por ti, nadie se dará cuenta.
—No sé, Isabella…
—Sacudió la cabeza—. ¿Realmente crees que podrás lograr semejante plan?
—Sé que puedo
—dije firmemente. Lo acerqué a la pared y nos situé a ambos delante del gran
espejo ovalado antiguo de la pared de la sala de estar—. Mira —dije señalando
con la cabeza a nuestros reflejos en el espejo plateado—, todo el mundo está
diciendo siempre cuánto nos parecemos, incluso puedo llevar tus ropas. Sólo
eres cuatro o cinco centímetros más alto que yo y tus hombros no son mucho más
amplios.
Era muy cierto. Tanto
mi hermano como yo teníamos la complexión delgada de nuestra madre y los ojos
marrón oscuro de nuestro padre. Teníamos la misma piel pálida y delicados
rasgos y si el pelo de Jasper era un poco más claro que mis propios cabellos
negro-azulados, la diferencia era sólo notable para nosotros mismos. Para los extraños
nos veíamos lo bastante parecidos para ser gemelos idénticos en vez de gemelos
fraternos, siempre que estuviéramos vestidos igual, por supuesto.
Jasper me dio una
mirada.
—Gracias, querida
hermana —dijo con acritud—. Por recordarme lo enano que soy.
—Pero un enano
talentoso —dije sonriéndole—. Y no tengo la intención de dejarte malgastar ese
talento en algo tan aburrido como volar entre las estrellas.
—Especialmente cuando
preferirías estar haciéndolo tú. —Jasper me pellizcó la nariz afectuosamente—.
Aún no lo sé, sin embargo. ¿Qué hay de tu pecho?
Miré hacia abajo, a mis
pechos, tan pequeños que apenas hacían dos bultos, como melocotones
insuficientemente maduros bajo mi corpiño.
—Creo que no debería
ser un problema. Pero me ataré con vendas para mayor seguridad. —Miré nuestros
reflejos de nuevo—. Tendré que cortarme el pelo, por supuesto. —Recogiendo mis
pesadas ondas de pelo negro, las retiré de mi cara y me estudié a mí misma
críticamente—. Sí, creo que con un buen corte corto y algunos de tus pantalones
debería ser capaz de pasar por ti sin problemas.
—Pero si somos
atrapados… —Mi hermano me tomó por los hombros y me miró con seriedad—. No
puedo dejarte, Jaz. El castigo por fraude es consejo de guerra y
encarcelamiento. Sin mencionar lo que Padre nos haría a ambos.
—Me enviaría a un
convento —dije fríamente—. Lo cual es mejor que casarme con algún viejo feo al
que no amo. En cuanto a ti…
—Seré repudiado, estoy
seguro —dijo Jasper—. Probablemente acabaré tocando en la esquina de la calle
por dinero.
—No, no lo harás —dije,
levantando la barbilla—. Vas a conseguir ese lugar en la orquesta. Y voy a
aprender a pilotar una nave espacial. Para cuando seamos descubiertos, tendrás
una carrera musical muy avanzada y yo tendré las habilidades para solicitar un
trabajo en el sector privado.
—¿El sector privado?
¿Querrás trabajar ahí, con todos los piratas y ladrones? — Jasper me miró
dudoso.
—Al menos ellos no le
torcerían la nariz a una mujer piloto —señalé—. Sabes, tú tutor de historia
estaba diciéndome justo el otro día que las mujeres tenían muchos más derechos
y privilegios en la antigua Tierra. Es sólo a causa de la Casi Extinción cuando
tantas mujeres murieron y toda la raza estuvo en peligro, que los perdimos. La
Ley de Protección Femenina que fue promulgada durante el traslado al espacio
pretendía originalmente preservarnos pero ahora nos ata demasiado fuerte. No
creo que sea justo que seamos tratadas como ciudadanos de segunda clase
simplemente porque somos un poco más pequeñas que los hombres. Somos igual de
inteligentes e ingeniosas, ya sabes.
—O en nuestro caso, más
inteligentes. —Jasper me tomó en sus brazos y me abrazó fuertemente—. Mi
brillante hermana —murmuró, presionando un beso en mi mejilla—. ¿Estás
realmente dispuesta a correr este riesgo por mí?
Cerré los ojos y pensé
en los riesgos, consejo de guerra, desgracia, encarcelamiento, y por supuesto,
deshonra al nombre de la familia lo cual era todo por lo que mi padre se
preocuparía realmente. Luego pensé en la alternativa, pasar mi vida encerrada
en alguna triste mansión con un viejo malhumorado y sus mocosos chillones. En
realidad, no había competencia.
Le devolví el abrazo a
mi hermano.
—Absolutamente —dije—.
Hagámoslo.
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Hola a todas que les parece el Primer capitulo de la adaptacion bueno espero con ansias sus comentario para saber que les parece nos vemos el miercoles con capitulo nuevo.
6 comentarios:
Vaya ya quiero saber de estos hermanos que aventura tendran y la entrada de edward ...
Muchas gracias por el capítulo y por la historia nueva, tiene buena pinta
Hola, gracias por la historia.
Muy arriesgado lo que van a hacer.
Vanina Iliana.
Me gusta la historia. gracias por publicarla.
Es diferente e interesante!!
holaaaa
recien comenzando esta lectura
se ve muy interesante la trama
dime algo tiene final feliz?
xq no me gustan los tristes
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