Capitulo 9
En un momento,
estamos frente al elevador, esperando, esperando, esperando. Hay otra pareja
ahí de pie, y siguen lanzándonos miradas preocupadas, como si no estuvieran
seguros cómo reaccionar a nosotros. Bueno, Jasper, en realidad. Él está prácticamente
vibrando. Un fino camino de semen baja por mi muslo y me provoca un cosquilleo
en la parte de atrás de la rodilla. Otro escalofrío de deseo, excitación, deseo
y necesidad.
Dios, quiero solo
bañarme en semen, cubrirme a mí misma con la prueba del disfrute de mi hombre
en mi cuerpo. Cuando el elevador finalmente llego con un suave sonido, Jasper
se apresuró en la caja de metal, empujándome con él, y me aleja lo suficiente como
para poder levantar una mano y detener la otra pareja.
—Lo siento. Este está
lleno.
Él presiona el botón
de cerrar y las puertas se deslizan juntas, cortando la desconcertada pareja.
En el instante en que quedamos solos, estoy en sus brazos, presionada contra él
desde el pecho hasta la rodilla. Él me hace retroceder hasta que choco contra
la pared y rodeo su cintura con una pierna.
—Joder, estás
ardiente.
Mi primo captura mis
labios en un apasionado beso, nuestras lenguas peleando mientras él presiona su
polla cubierta de ropa contra mi vagina abierta. Sé que estoy llenando su
pantalón negro con el semen de mi Papi, pero no puedo hacer que me importe.
Es sucio y travieso y
jodidamente asombroso… el hecho que acabo de follar con un hombre en un carro,
y minutos después, me estoy preparando para tener sexo con su sobrino. En este
elevador, si no llegamos ahí rápido.
Él está follándome y
yo estoy mostrando lo bien que estoy, presionando mi húmedo coño contra él,
arriba y debajo de ese grueso eje.
Cuando finalmente
libera mi boca es para trazar un camino de besos por mi cuello, a través de mi
collar y hacia mis pechos. Él los toma, sosteniéndolos en alto mientras pelea
contra la tela para conseguir más piel.
—Sí… eso es. —Puedo
venirme de nuevo con esto, sus manos y labios sobre mí, pinchando y frotando mi
pezón—. Dios, te quiero a ti.
Quiero el grueso pene
de mi primo en mi coño.
Él se estremece,
oculta su rostro contra mi cuello y respira pesadamente.
—No digas mierdas
así. Explotaré en mis pantalones.
No lo puedo evitar,
me rio con fuerza y agradezco que me sonría de regreso. Justo cuando se inclina
por otro beso, el elevador emite un sonido, anunciando que llegamos y de nuevo,
estoy siendo acarreada tras él.
Solo hay dos puertas
en este nivel, ya que es el penthouse, y él me conduce a la primera, desliza la
llave dentro al confirmar que está en el lugar correcto.
Dentro, él me
presiona contra la pared del vestíbulo, su cuerpo manteniéndome quieta.
—Te quiero a ti.
—¿Cómo? —Estoy sin
aliento, la montaña rusa de excitación estaba arriba de nuevo.
Él muerde mi labio
inferior con un gruñido.
—Esta perfecta boca
primero.
—Sí… —Mi voz es un
susurro, pero mis movimientos son fuertes.
Ahora, soy la líder.
Tiro de él hacia la sala y lo empujó hacia el sofá.
No es que me esté
dando problemas. No, él sonríe abiertamente, su pene todavía da empujones
contra su pantalón.
Me arrodillo con
facilidad y alcanzo el cierre de su cinturón. Está abierto en un instante y yo
bajo la cremallera, dejando su polla libre.
—Oh, mierda.
Él es fácilmente tan
grueso como mi muñeca, la cabeza de su pene está de un furioso púrpura con
gotas de semen acumulándose en la punta. Él es largo, más largo que su padre, y
ruego que sepa lo que está haciendo cuando me folle.
Porque lo hará.
Pronto.
Me inclino hacia el
frente, paso mi lengua a lo largo y reúne la humedad ahí, saboreo su salado sabor
al estallar en mis papilas gustativas.
—Mmm… ¿Es esto lo que
quieres?
—Joder, sí, chupa mi
polla. —Sus manos son puños sobre mis muslos, los nudillos blancos.
Juego con el punto
bajo la cabeza en la parte de debajo de su eje. Este tiene algún extraño nombre
técnico… yo lo llamo el punto dulce de un hombre. Paso un diente por el lugar
que sé lo volverá loco.
—¿Quieres que tu puta
prima chupe tu pene? ¿Tragarte todo?
Su respiración es
como un tren de carga, soplando, las caderas moviéndose.
—Sí, ponlo en tu
boca. Chúpame. Tómalo.
Hay un suave sonido
detrás de mí y miró hacia la puerta para ver a Papi y tío Emmet unirse.
—¿Debo, Papi? ¿Tío Emmet?
¿Mi primo merece que le chupe la polla? —Me inclino hacia delante y mamo la
punta, labios mojados bañando la esponjosa cabeza.
Jasper gime, su
cabeza cae y cierra los ojos.
—Bella, ¿has estado
jugando con el pobre chico? —Papi tiene sus brazos cruzados sobre su pecho, una
amplia sonrisa en su rostro.
Levanto mi cabeza y
rio, acaricio el punto dulce.
—Tal vez un poco.
—Papá… Lo juro… —Jasper
está prácticamente chillando.
—Bella, siente
lástima del chico. Eres su regalo por hacerlo tan bien en la escuela. —Hay un susurro
de ropa y veo que ambos, Tío Emmet y Papi, se están desvistiendo—. Aunque su
polla es tan grande que creo es más un regalo para ti.
Me alejo un poco.
—Lo sé, ¿cierto? ¡Tío
Emmet, es más grande que tú! —Bombeo a
Jasper, libero un
poco de su tensión. Un poco. Al menos, traigo un fin a su tormento. Miro
directo a los ojos de Jasper.
—La pregunta es ¿sabe
usarla?
—Ooooohhh… —responden
los otros dos hombres al mismo tiempo.
Sigo acariciando a Jasper,
arriba y debajo de su eje, mis dedos no se tocan porque él es muy grueso. Es
como seda sobre acero, duro y suave al mismo tiempo. Un eje viviente de placer esperando
para que jueguen con él. Yo quiero jugar.
—¿Sabes, Jasper?
—He cambiado de idea.
—Él entorna sus ojos.
—¿Lo has hecho? ¿Y
qué has decidido? —Levantó una sola ceja.
—Tío Edward ya ha
tenido tu vagina, yo quiero tu trasero. Quiero a
Edward en tu boca y a
Papá en tu coño. Te quiero tan llena de pollas que no puedas hacer más que
tomarlo. —Él me agarra y me jala hasta su regazo, me fuerza a estar a
horcajadas sobre él—. Te follaremos hasta que no puedas hablar, y luego tal vez
recibiré una mamada apropiada. ¿Qué piensas, Prima?
—Pienso que
deberíamos movernos al cuarto. —Le doy un rápido beso antes de bajarme de su
regazo y arrastrarme sobre la parte de atrás del sofá, apurándome hacia el
dormitorio que comparto con Papi—. ¡Ven y consíguelo!
Me desnudo mientras
corro, blusa fuera, la falda cae por mis piernas y casi caigo intentando
pasarla por mis tobillos.
Para el momento que
cruzo el umbral, tengo tres hombres muy desnudos y calientes persiguiéndome.
Salto y caigo en el centro de la cama, rebotando algunas veces antes de
acomodarme y observar a los hombres rodeándome.
Papi en el centro, su
polla ya está dura y alcanzándome, el deseo es evidente en su mirada. Un rápido
vistazo a Tío Emmet y Jasper revela que están en el mismo estado.
Muy bien.
—Jas, revisa el
cajón. Debes encontrar unos condones y lubricante. Tómalos. Quieres su trasero,
lo tendrás que preparar para ese pene tuyo. —Papi se arrastra hacia mí—. Abre
tu boca, Bella, Papi tiene un regalo para ti.
Lamo mis labios
ansiosa por su polla.
—Hey, ¿qué hay de mí?
—Miró a Tío Emmet y lo veo haciendo un puchero.
Papi lo aparta.
—Tendrás su coño
pronto. Ella me tuvo en su trasero anoche, así que, si tu hijo sabe lo que
hace, estarás rodeado por ella pronto.
—No soy un puto niño.
—Jasper está mirando a Papi, pero él sonríe igual de rápido—. Ponte sobre tus
manos y rodillas, bebé.
Mordisqueo mi labio
inferior, la anticipación creciendo en mí, hago lo que dice, ansiosa por ser
llenada en todos mis agujeros. Abro mi boca pronto y tomo a Papi, lo chupo y
lamo la parte de debajo de su eje mientras me trago todo su pene.
—Maldición, esto es
hermoso. ¿Seguro que quieres compartirlo, Tío Edward?
Yo gruño, mi boca
moviéndose a lo largo de su polla. Me dirijo a la raíz y de regreso, babeando
sobre su grueso y gordo pene.
—A ella le gusta. Le
gusta joder con la familia, le gusta tener tantas pollas como pueda. —Sus manos
se hunden en mi pelo, me sostiene quieta mientras él mueve su pene dentro y
fuera de mí—. Y me gusta hacerla feliz. Así que folla su trasero de un solo
para todos poder venirnos, chico.
Un suave par de
labios roza mi trasero, dejándome la piel de gallina a su paso. Gimo y chupo
más fuerte la polla de Papi, mostrándole cuanto lo amaba por darme esto.
Porque, claro, es un regalo para Jasper, pero también una de mis fantasías.
Los dedos siguen los
labios, luego una mano, y finalmente, un frío y resbaladizo dedo en mi ano. Me
empujó hacia atrás con el toque, más que lista para tener un pene en mi ano. Él
me penetra, deslizando ese primer dedo hasta dentro con mi empuje. Sí, tuve a Papi
la última noche y realmente, realmente quiero tener sexo con los tres.
—Eso es. Mete esos
dedos en ese ano. Ella es una sucia pequeña puta. —La voz viene de mi derecha y
puedo ver a Tío Emmet con la esquina de mi ojo, su grande mano envolviendo su
masivo pene, acariciando su carne. Otro dedo se desliza dentro de mí, ambos
profundos en mi hoyo trasero, los nervios bailando.
—Solo las putas son folladas
por los hombres en su familia.
El fap, fap, fap de
él acariciándose a sí mismo batalla con el sonido de los gemidos de Papi.
—Ella es la puta de
semen de la familia. Lo desea, Emmet. Ahora tenemos a Jasper para ayudarnos a
mantenerla en línea, ¿no es así?
Jasper añade otro
dedo, y yo chupo con fuerza la polla en mi boca, arrancando un grito de Edward.
—Joder, a ella le
gusta esa idea, Jasper. Su boca está loca.
Chupa ese pene, Bella.
—¿Sí? ¿Puedo tomarla
cuando quiera? ¿Cómo quiera? —Otro dedo y estoy lista para gritarle a Jasper
que meta su pene en mí de un solo. Pero todavía necesito a Tío Emmet bajo mí
para que entre en mi coño.
A joder todo y la
logística de follar.
Más lubricante, sus
dedos bombeando dentro y fuera de mi ano, estirando, jugando, avivando mi
excitación de nuevo.
—Mira ese trasero.
Solo una zorra necesitada, ¿cierto? ¿Lista para mi polla, Bella?
Gruño alrededor de
Papi, y él se ríe.
—Sí, creo que lo
está. —Él libera su pene de mi boca—. Deja al Tío Emmet ponerse en posición,
cariño, y luego te haremos volar.
—¡Excelente!
Me cambio al lado, y
Emmet se acuesta debajo de donde yo estaba arrodillada, duro como una roca y
con un condón por mí.
—¿Lista para cabalgar
a tu tío, bebé?
—Oh, Tío Emmet. Estás
tan grande y duro. —Cierro mi mano a su alrededor.
—Solo para ti,
pequeña. Solo para ti.
Sonrío mientras paso
una pierna sobre él, tomo su pene y lo acomodo en mi entrada. Estoy tan húmeda
de mis jugos, tanto como con los del semen de Papi, por lo que se desliza
fácilmente.
Tira mi cabeza hacia
atrás, gimo largo y fuerte mientras lo tomo todo.
—Oh, joder, Tío Emmet.
Tu pene es enorme. Lo amo. —Me levanto y bajo de nuevo, un movimiento gentil a
lo largo de su eje. Tan bien.
Lo tomo profundo y
luego superficial, tocando mi punto G, las crestas acariciándome desde dentro—.
Amo esta polla.
Sus manos descansan
en mis caderas, siguiendo el movimiento.
—Tal vez debería
inclinarte hacia adelanto, bebé, y Jasper se deslizará en tu ano. Dándote una
follada que nunca olvidarás.
Gimo, me dejo caer
sobre él y capturo sus labios en un suave beso. Solo rozar los míos contra los
suyos antes de mordisquear y lamer el borde. Degusto el sabor, luego me fuerza
a relajarme cuando siento la punta roma de la polla de Jasper en mi ano.
Un respiro profundo y
me rindo a la invasión, lo dejo estirarse en mí. Duele y se siente tan bien y
mal al mismo tiempo. Él es más grande que Papi, y siento más llena que nunca
antes. Es como si fuese partida en dos, su pene dividiéndome.
Nosotros tres estamos
jadeantes cuando él está completamente dentro. Dos pollas gigantescas, llenándome
al punto de quebrarme y no lo tendría de ninguna otra forma.
Jasper se retrae un poco,
y luego empuja de regreso, arrancando un gemido de ambos, Tío Emmet y yo.
—Oh, joder, Papi. Se
siente tan bien. —De nuevo se sale, se mete, más fuerte, más rápido—. Oh sí.
Dame esa polla. Divídeme.
Tengo a mi tío
debajo, mi primo encime y mi papi arrodillado cerca.
Un golpecito en mi
sien llama mi atención hacia Edward y abro mis ojos para encontrar su pene
cerca de mi cara.
—Sé una buena chica y
chúpame ahora, Bella. Todos queremos venirnos en este lindo cuerpo tuyo.
Joder, es demasiado.
Soy como una persona hambrienta que está contemplando un plato de comida. No
puedo tener suficiente.
Quiero todas estas
pollas, las quiero todo el tiempo.
Y para mostrar mi
aprecio, lo tomo dentro. Hasta la raíz, succionando fuerte y moviéndome rápido.
Mi coño y ano se
están apretando alrededor de mi tío y primo mientras trabajo como una aspiradora
en la polla de Papi. Los tres hombres están gruñendo y gimiendo, Emmet y Jasper
trabajan juntos mientras empujan dentro y fuera de mi ano y coño.
Primero uno, luego el
otro, constantemente cambiando puestos. Es bueno que no necesiten que
participe, porque soy una gran bola de sexo-nialidad5 en este momento. No
puedo hacer nada más que tomar lo que me están dando… y solo sentir… mientras tocan
todos mis puntos felices a la vez.
Dentro y fuera de mi
ano, mi vagina, mi boca… Sus gruñidos mezclados con mis gemidos, todos mis
nervios están bailando y todo mi cuerpo está más vivo que nunca. Entre sus
pollas y sus palabras, sé que es cuestión de tiempo antes que me venga
alrededor de ellos.
—Toma esa polla…
—Maldita perra…
—Perfecto traserito…
—Toma la polla de tu
primo. ¿Así? ¿Como si tu familia te estuviese follando hasta hacerte gritar? —Ese
es mi Papi, y sus palabras están acercando mi orgasmo más y más—. Chupa mi
polla mientras ellos te follan.
Su pene se desliza
entre mis labios, bombeando dentro y fuera de mí al mismo ritmo que los otros
dos. Es como si hubiesen practicado, y sabían cómo follar a una chica juntos.
Parte de mí odia esa
idea. El resto está agradecida.
Gimo con cada
embestida. Así que, básicamente, soy un gran gemido.
Como sea. Mi coño y
trasero están mojando ambos penes mientras yo sigo lamiendo y succionando la
polla de Papi. Húmeda y caliente y más profundo y rápido.
Les doy todo lo que
tengo y ellos siguen tomando más.
—Boca jodidamente
hermosa. Chúpalo. —Yo lloriqueo, y él me alimenta más con su longitud hasta que
choca contra el fondo de mi garganta.
Hago lo que he
practicado… trago y lo tomo todo.
—Fuck yeah. —Él
respira pesadamente, los dedos rígidos en mi pelo.
Los otros dos están
tomando el ritmo, y yo lloriqueo con las embestidas de Jasper en mi trasero. Él
me está follando duro, mi orgasmo a punto de llegar.
Lo puedo sentir,
reuniéndose alrededor de mis dedos, subiendo por mis piernas e introduciéndose
en cada músculo. Estoy temblorosa. Necesitada.
Ellos me darán lo que
necesito.
—Eso es. —Las manos
de Jasper se aprietan en mis caderas—.
Toma esta mierda.
Nuestros cuerpos
golpean entre sí, los hombres probablemente mucho más cerca de lo que les
gustaría. Pero también parece que quieren explotar sus bolas más.
Joder, pero quiero,
también.
Golpe. Golpe. Golpe.
Más y más. Rápido y
rápido.
Mi clítoris palpita,
semen listo para explotar. Mis pezones están duros como una roca y
desesperadamente necesitados de pellizcos y giros.
Pero no puedo hacer
nada.
Maldición, apenas
puedo sostenerme en este momento.
No parece importas, de
todos modos, porque estoy por venirme. Pronto. Sobre todas las pollas en mis
hoyos.
Estoy tan húmeda,
siento que estoy goteando jugos, y en cualquier momento, voy a chorrear sobre
ellos.
Ellos están
arrastrando el placer fuera de mí, arrastrándome al borde.
Reveladoras descargas
eléctricas están bailando en mi columna y centrándose en mi vagina, llevando mi
concentración a esa área de mi cuerpo.
Venir.
Venir.
Venir.
Está justo ahí, justo
ahí…
Y luego estoy
gritando, sollozando, implorando alrededor del pene que llena mi boca, porque
he perdido el control de mi cuerpo.
Mis músculos ya no
son míos, crispándome, con espasmos mientras ellos continúan usándome. Más alto
y fuerte y rápido, el placer se está vertiendo de mí como lava ardiente,
consumiendo cada parte de mí desde adentro.
Esto sigue y sigue,
más y más, sus pollas extienden este puro éxtasis más y más hasta que pienso
que voy a morir por eso.
Salado, almizclado,
el semen baña mi lengua y lo trago, saboreo el grito de finalización de mi
Papi. Me da esfuerzo tras esfuerzo, presiona más profundo con cada bombeo y me
da una alabanza con cada tirón de su pene.
—Buena chica. Dulce
boca. Tómalo.
Lo hago. Lo tomo
todo. Lo tomo profundo y saboreo cada gota.
No es hasta que él se
sale de mi boca que me doy cuenta que los otros hombres también debían estar
cerca, sus respiraciones se volvieron fieros jadeos y gruñidos mientras
bombeaban dentro y fuera de mi caño y trasero. Estoy drenada, exhausta por
venirme, y luego ellos están dando sacudidas dentro de mí, torturando mientras alcanzan
el final, hasta que ambos, uno después del otro, se presionan contra mí, sus
pollas parecían hincharse en mi coño y ano.
Gah, deseo que ellos
no estuvieran usando condones. Deseo poderme bañar con su semilla y restregarla
sobre mí.
Dejarlos follarme
como Papi.
Pero lo hacen, y solo
puedo disfrutar el hecho que ellos se relajaron conmigo, que mi cuerpo los
place.
Cuando ambos se
relajan, me permito caer cobre Tío Emmet, lo dejo tomar mi peso.
—Santa mierda. —Jasper
aun no recupera el aliento, y los otros dos están en silencio.
Yo suspiro feliz,
apretada contra el pecho de Tío Emmet, contenta de tener sus suaves penes
todavía dentro de mí.
Pero no pasa mucho tiempo
hasta que Jasper se sale, deslizándose fuera de mi ano, y lloriqueo por la
pérdida.
—Vamos, Bella. Dejarlos
limpiarse y luego podemos pedir la cena. Hablar un poco.
Levanto mi cabeza,
miro a Papi.
—¿Hablar? —Estoy muy
cansada para hacer algo, más que para ser una gran gota de nada ahora mismo.
—Uh-huh. Hablar.
Sobre la próxima reunión familiar que se aproxima.
Muchas gracias por
leer que les pareció esta adaptación .
Esta adaptación es
del libro Bundle of Bella de Gia Blue
5 comentarios:
Esta traviesa se salio con lo q quería y su papi Edward le da todo lo q quiere 🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥 Gracias ojala pronto nos regales otro d estos 😉😜😛
Super ardiente
Totalmente Hot. Me gustó mucho. Gracias Annel 👌👌👌👏👏👏
Hasta la próxima
Me encanto quien faltara de la familia😜😜
Esta bella es una suertuda 😲😲😄😄
Gracias por la adaptación
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