Capítulo 20
Edward
Me detengo en el camino de entrada un poco después de las nueve y miro la
casa. Todavía no estará dormida, y no estoy en mejores condiciones de lidiar
con ella que hace cuatro horas, cuando el trabajo terminó. Pero no puedo seguir
posponiéndolo. Necesitamos hablar.
Veo una pequeña luz encendida en la cocina y sé que probablemente es la que
está sobre la estufa, pero el resto de la casa está a oscuras, y una parte de
mí espera que realmente esté en la cama, porque no quiero hacer esto.
Salto de mi camioneta, cierro la puerta y camino hacia la casa. Deslizando
la llave en el cerrojo, la giro y abro, entrando en la sala oscura. No hay luz
entrando desde ningún lado, y no escucho su música. Sé que plantarla no pasó
desapercibido. Llamó hace un par de horas pero no dejó un mensaje.
Indudablemente está enojada.