lunes, 27 de junio de 2011

CAP XVII PO



POV EDWARD

Estaba recostado en la cama, victoria aun dormía, fui un estúpido, estuve a punto de fallarle a mi angel.

FLASHBACK

-No tienes que negarlo, no soy nadie para juzgarte, pero por favor Edward- repitió una vez mas- Solo una noche- me dijo acercándose a mi, yo estaba sentado en la cama con los brazos a los costados-No te pediré nada mas, si quieres después de esto me voy de tu casa, pero quiero que me hagas el amor esta noche- me dijo rodeando mi cuello con sus manos y acercando sus labios hasta juntarlos con los mios, ella acaricio mi cabello y yo cerre los ojos, imaginando que la persona a la que besaba era bella.

Pero no era ella, sus labios no eran los mismos, no eran tan suaves y no sabían a fresa, levante mis brazos y con delicadeza aparte a victoria.

-No- le dije

-Entiendo, perdóname Edward- me dijo con el rostro triste y los ojos cristalinos.

-Perdóname tu a mi- le dije-Pero no puedo hacerle esto, ella no lo merece- le dije besando su frente-Te quiero mucho victoria, pero no de esa forma- le dije, ella medio una media sonrisa.

-Creo que lo mejor es irme- me dijo poniéndose de pie.

-nada de eso- le dije- Yo te ofrecí hospedaje-

-No puedo verte después de lo que te dije- me dijo bajando la mirada.

-Tranquila victoria, tu solo te sinceraste y aunque me halaga yo no puedo corresponderte- le dije tomando su mano tímidamente.

-Eres demasiado bueno Edward-me dijo ella-no lo merezco-

-Eres una buena chica victoria y lamento no poder corresponderte, pero mi corazón ya está ocupado- le dije medio sonriendo.

-Lo se, y descuida estas siendo sincero- me dijo sentándose en la cama.-Gracias Edward por estar aquí- me dijo

-Siempre me tendras como amigo- le dije, no quería confundirla mas.

-Olvida lo que dije, por favor- me suplico

-haremos de cuenta que nunca paso- le dije

-Gracias-contesto ella, Sali de la habitación por un vaso de agua, cuando regrese victoria ya tenía puesta su pijama nueva (una vieja camiseta que le regale, era de cuando jugaba soccer en el instituto, bella tenia una igual, aunque no la usaba tan seguido) ella me sonrió y seguimos viendo tele por un rato, hasta que se quedo completamente dormida, decidí no moverla, la deje dormir de ese lado, yo me acomode en la cama pensando en mi ángel y o mucho que la extrañaba.

FIN FLASBACK

-Buenos días- me dijo victoria abriendo sus ojos tímidamente.

-buenos días- le dije

Mi celular sono, Era bella, pero no quería contestarle aun, me sentí mal conmigo mismo por haber estado a punto de fallarle.

-¿Qué pasa?- pregunto victoria

-me siento ruin-le dije

-no paso nada Edward- dijo ella-Perdóname por ponerte en esa situación, no volverá a pasar nunca perdón- me dijo, yo le sonreí y apreté fuerte su mano, ella me sonrió en respuesta, hoy seria noche buena, en un par de horas partiríamos rumbo a casa de mis abuelos, ya que Marcos, el abuelo de Victoria y ella pasarían noche buena y navidad en la casa. Nos quedamos un rato mas en la cama, por la pereza del dia pasado, ella seguía cansada por su quimioterapia, y yo no habia dormido del todo bien.

¿Escuchaste eso?- dijo victoria cuando se oyo en la habitación un pequeño sonido, fue como un golpe.

-Debió ser el viento- le dije para no preocuparla, debajo de la cama tenía un bate de beisbol.

-Debemos alistarnos para ir con los abuelos- me dijo ella.

-no quiero- le dije, lo único que quería era dormir.

-anda Edward- me dijo ella haciéndome cosquillas, estábamos en el bode de la cama, estuvo a punto de caer por lo que la sujete de la cintura, ella aferro sus manos a mi cuello. Se escucho un suspiro.

-Vaya que estaba enferma- bella estaba de pie en la puerta, con los ojos vidriosos, debía de imaginarse lo peor por la situación en la que nos encontró.

-No es lo que crees- le dije, pero ella se dio la vuelta y hecho a correr, me levante rápido, fui brusco, la pobre de victoria quedo tirada en la cama, pero solo me importaba alcanzar a bella, ella estaba por salir por la puerta con su maleta en mano. Pero la tome del brazo.

-Deja que te explique- le dije, ella jalo su brazo.

-Sueltame, no me toques- dijo jalando su brazo y empujando, haciéndome tropezar con su maleta, cai al suelo de bruces con la maleta de bella encima, me levante lo mas rápido que pude y alcanze a verla entrando en el elevador, pero cuando llegue a este sus puertas se cerraron, lo único que me quedaban eran las escaleras, asi que eche a correr por ellas, no entendía que hacia bella aquí, ¿Por qué no me dijo que venia?, ahora entendía todo eso de “Existen los milagros de navidad”. Ella debía pensar que le menti, ¡Diablos! En que momento traje a victoria a la casa, bella debía pensar que ella y yo…, pero no, no habia hecho nada.

Cuando llegue al lobby divise una parte de su abrigo, ella corria, baje los últimos escalones a toda prisa, cuando Sali del edificio la vi abordar un autobús. Yo corria todavía con la pijama puesta, pero no me importaba.

-Bella- grite con todas mis fuerza pero ella ya se habia ido, apoye mis manos sobre mis rodillas, la maratónica carrera de bajar 4 pisos por las escaleras a toda velocidad me habia dejado exhausto. Temía por ella, era una chica sola, en una ciudad extraña.

- ¡Dios!-exclame al cielo, necesitaba regresar al edificio, necesitaba encontrarla y la obligaría a escucharme. Camine de regreso y pise algo que lastimo mi pie, mire el piso para ver que me habia lastimado y me encontré con el collar que le habia regalado antes de venir a Londres, “Para siempre” decía las letras que tenia gravadas. No esto no podía estar pasándome, no podía perderla, menos por un malentendido, tome el collar entre mis manos y entre en el elevador, la puerta del departamento seguía abierta, victoria estaba sentada en uno de los sofás ya cambiada, yo la mire de reojo y fui directo al cuerto por mi celular, ella caminaba detrás de mi.

-Edward, cuanto lo siento- me dijo, pero no le respondi.

-Vamos contesta bella- exclame cuando despues de 6 timbrazos no atendía el teléfono. –¿hola?- exclamo su musical voz del otro lado.

-Bella amor- pero me corto-Te engañe, ahora dejame tu nombre y número para que te regrese la llamada, besos- decía el mensaje que tenia grabado en el contestador.

-Bella soy yo… no es lo que crees…contesta por favor- le dije al auricular. Ella tenia que, debía de escucharme.

-Edward ¿Estas bien?- me pregunto.

-no victoria no estoy bien- le grite, ella se encogía asustada, no era mi intención gritarle pero estaba desesperado. Volvi a marcar su numero, pero seguía sin obtener respuesta. Era muy temprano para llamar a casa, debería esperar, tal vez iria con los abuelos, pero no sabia como llegar, ¿aunque podía llamarlos no?, ¡diablos! No sabia que hacer.

-Tranquilo Edward- me dijo victoria

-no puedo estar tranquilo- le grite- Bella, se fue, esta sola, no conoce la ciudad, podría perderse, podrían asaltarle- le dije desesperado sentándome en la cama, ella se acerco a mi y me abrazo.

-Tranquilo Edward- me dijo acariciando mis cabellos- No sabes como lo siento, todo esto es mi culpa- me dijo derramando lagrimas- Si yo no estuviera, si no hubiera…-

-lo hecho esta hecho- le dije-Necesito encontrarla- me pare de la cama y camine al baño, me di una rápida ducha y me vesti, Sali a la cocina y victoria ya habia preparado café.

-Le pediré a Stefan que te lleve- le dije

-no es necesario Edward- me dijo- Ya pedi un taxi, yo les explicare la situación a tus abuelos- me dijo con tristeza- De verdad perdóname-

-esto no es tu culpa victoria- le dije,-todo se arreglara, solo…solo necesito encontrarla-me dije mas a mi mismo, tratando de convencerme.

-Claro que si, ya lo veras- le dije

-Si llegas y ella esta con mis abuelos, por favor llamame- le dije

-Descuida lo hare- me dijo dándome un abrazo- Lo siento- volvió a repetir, antes de salir del apartamento, trate de pensar a donde podía ir, no conocía nadie en Londres, salvo a nuestros abuelos, no tenia amigos, la ultima vez que estuvo aquí tenia 8 años, entonces recordé los lugares que habíamos visitado, Habíamos dado un paseo por el rio, luego fuimos a un parque, el parque, tal vez lo recordara, tome las llaves de la camioneta de victoria, ya que se iria en taxi, hasta la casa de los abuelos.

Me subi en la camioneta y conduje por las calles, una ligera llovizna empezó a caer, ¿Dónde estas mi amor?, tenia miedo por ella, estaba lloviendo, hacia frio, no podía dejarla sola, pero con lo testaruda que es, no me buscara, conociéndola preferirá quedarse debajo de la lluvia antes de pedirme ayuda, no podía dejarla asi, la ultima vez tuvo fiebre por dos días seguidos.

Conduje por una calle que quedaba como a 2 cuadras del rio, fui por la orilla, para ver si la ubicaba, llegue al parque, estaba seguro que si lo recordaba vendría aquí. Me baje de la camioneta sin importarme la lluvia que ahora cai mas fuerte, camine, corri, la busque por todo el parque, llegue a la estatuada de un soldado que apuntaba su rifle, a lo lejos pude ver que alguien corria, con una chica en brazos trate de alcanzarlo pero no pude, se subió a un mercedes negro y desaparecieron, me quede parado ahí, en medio del parque con la ropa empapada y el corazón en pedacitos.

-¡joven!, ¿Se encuentra bien?- pregunto una ancianita tocando mi hombro, entonces reaccione, no se cuanto tiempo estuve de pie bajo la lluvia.

-Si gracias- le dije, alejándome, rumbo a la camioneta, me subí y conduje de regreso al departamento, quería creer que ella vendría a mí, aunque fuera para gritarme, pero no, cuando traspase la puerta del departamento lo encontré exactamente igual a como lo habia dejado. “Vacio”. Me deje caer con la espalda pegada al suelo, junte mis piernas y me puse a llorar como un niño. Cuando alze la mirada, vi la maleta de bella tirada en la puerta, me sentí peor, no tenia nada, habia dejado su maleta olvidada aquí. Saque del bolsillo del pantalón el collar que le había regalado. Me puse de pie y cogí su maleta, la lleve al cuarto, tal vez encontrara algo que me pudiera decir donde encontrarla, la puse en la cama y la abrí, dentro había ropa de ella, en un compartimiento, había un DVD con las letras “VEME”, había una caja de regalo con mi nombre, me sentí tan ruin, mi niña me había traído regalos y yo solo le había dado problemas y sufrimientos, siempre, nuestra relación siempre seria así. Tome el DVD y fui al reproductor, lo meti y encendí. La pantalla estaba con un fondo negro que rezaba: “Feliz navidad Eddie”

-¡hola mi amor!- saludaba mi ángel mirando a la cámara.-Como no puedo llevar a los chicos conmigo, ellos te desearan feliz navidad- dijo riendo antes de tomar la cámara en sus manos y enfocar a Alice y jasper.

-Di algo jasper- le dijo mi niña, jasper sonrio y alice solto una carcajada.

-Bueno, que te puedo decir hermano, Espero que estas fiestas las pases muy bien, aprovecha que bella ira a visitarte… sabes a lo que me refiero- dijo rascándose la cabeza.

-Jasper- lo reprendió mi angel

-Hay bella, ni que no supiéramos las cositas que Edward y tu hacen- dijo alice riendo

-Callate te puedo oir emmett- le dijo mi niña molesta.

-Mami, mami- dijo vane levantando sus manitas para que Bella la cargara.

-¿Qué pasa princesa?- le dijo tomandola en brazos.

-Vane dile hola a tu papi- le dijo Alice que ahora tenia la cámara.

-¿Papi?- pregunto mi princesita moviendo su hermosa cabecita.

-Si, a tu papi cielo- le dijo rosalie entrando en la habitación, con emmett detrás de ella.

-Papi…- dijo mi bebé-¿cuado reglesas?, te extaño muxoooo- dijo mi niña haciendo un pucherito.

-Papi vendrá las próximas vacaciones cielo- le dijo bella besando su cabeza.

-Es que lo extlano- dijo mi niña.

-No estes triste, dile feliz navidad a papá- la incito bella.

-Fediz navida papi- dijo mi bebé acercándose a la cámara y dejando un beso en la pantalla, mis lagrimas fluían libres mientras miraba a mis amigos a traves del video. Estaban riendo.

-di algo osito- le dijo rose a emmett.

-Cuídate y consíguete una novia- dijo emmett ganándose un golpe por parte de rose y otro de bella.

-aunch osita- le dijo el-¿Por qué me golpean?-

-¿Y todavía lo preguntas?- le dijo una molestas bella, solte una pequeña sonrisa.

-Cuidate Edward, Feliz navidad- dijo rose mirando la cámara. Bella tomo de nuevo la cámara y fue corriendo a la cocina, al bajar las escaleras se enfoco su rostro otra vez

-¡No tienes idea de cuánto te amo- dijo antes de besar la pantalla como había hecho vane.

-Papi, mami- entro bailando en la cocina-¿Algún mensaje para Edward?- dijo enfocando a mis padres.

-Te extrañamos tesoro- dijo mamá,- Esperamos verte pronto, disfruta tus vacaciones y Feliz navidad-

-Te queremos hijo, cuida a tu hermana y pórtense bien, Suerte con la escuela- dijo papá antes de abrazar a mamá, bella rio y volvió a salir de la habitación

-bueno ya vistes cuáles son sus deseos para ti, ahora me voy por que tengo que terminar de empacar tu regalo- dijo riendo- Te amo- susurro antes de pagar la cámara, la pantalla se puso negra.

Suspire, la necesitaba tanto, tome la pequeña caja envuelta en papel de terciopelo negro, con un moño rojo, la abrí con cuidado y encontré un llavero de plata con las fotografías de bella y vane, una de cada lado, tenia grabado mi nombre en oro.

Tome el teléfono y marque el numero de bella una vez mas. De nuevo atendió el contestador.

-Bella, soy yo de nuevo, solo dime que estas bien- le dije antes de colgar, tenía que llamar a mis padre, haya serian como las 5 de la mañana, pero necesitaba saber si les había llamado.

-¿Bueno?- contesto mamá adormilada.

-Mamá, le dije, ¿Bella les llamo?- pregunte esperanzado.

-no cariño, aun es de madrugada ¿Qué pasa?- preugnto ella

-Tuvimos un malentendido y se fue- le dije-

-¿Qué?- grito mi madre tan fuerte que estuve a punto de quedarme sordo.

-Lo siento mami- le dije golpeando mi cabeza con la pared.

-¿Dónde esta tu hermana Edward?- pregunto

-No lo se- conteste- Se fue corriendo, no me dejo explicarle- le dije alterado.

-Edward, es una niña, ella no conoce Londres, se podría perder- me grito

-La encontrare lo prometo- le dije

-Quiero a mi niña Edward- me dijo mamá al borde de las lagrimas.

-No atiende mis llamadas, necesito que intentes localizarla quizás a ti si te conteste- le dije

-Lo hare- me dijo- Necesito decirle a tu padre, llama a tus abuelos quizá fue con ellos- me dijo

-Si sabes algo, llámame- le dije

-Lo hare, búscala por favor- me dijo antes de colgar.

Me levante y fui a la cocina, saque un botella de Whisky que tenia, cortesía de Stefan, la descorche y bebi un sorbo directo de la botella.

-Ahhh- exclame cuando termine el sorbo, me senté en el sofá de la sala, me bebi toda la botella de whisky recordando las maravillosas noches que le hice el amor a bella.

La forma en que gemia cuando entraba en ella, las veces que enterraba sus uñas en mi espalda, como enredaba sus piernas en mi cadera, como me decía que me amaba, extrañaba sentirme amado por ella. Extrañaba besar sus labios, lamer su cuello.

El teléfono resonó el algún lugar de la casa, era inalámbrico, me levante como pude, no se cuanto tiempo habia pasado, me dolían las piernas por estas sentado en el piso, me levante con pereza, me asome por la ventana y era de noche.

-Diga- dije en cuanto conteste el teléfono.

-¡Edward! ¿Sabes algo de tu hermana?- pregunto victoria del otro lado de la línea.

-No, ¿Y tu?- le dije

-No ha llamado a tus abuelos- me dijo- Estan preocupados, no se que hacer para que tu abuela se calme- me dijo un tanto desesperada.

-Da igual- le dije-Necesito buscarla-

-¿Estas bien?- pregunto ella en un susurro

-Claro que no victoria, está nevando, y mi bella esta por ahí, sola y con frio- le dije imaginándome a bella parada en alguna esquina tratando de resguardarse de la nieve.

-Lo siento Edward- me dijo ella

-Ojala eso bastara- le dije antes de colgar. Llame a varios hospitales preguntando por bella, pero ninguno medio razón de ella, a la vez era un alivio pero a la vez no. Descorche otra botella de whisky, y me la bebí poco a poco sentí los estragos que el alcohol hacia en mi, me sentí mas relajado, mas libre, aunque en mi mente tenia gravada la mirada de dolor de mi angel, tome mi celular una vez mas.

-Bella por favor, responde- le pedi.

-Diablos bella, ya perdi la cuenta de las veces que te he llamado- le dije molesto al auricular

-Bella solo llámame- le pedí- no es lo que crees, mi amor contesta- le dije sollozando.

-Por favor, solo di que estas bien- dije antes de que el sonido muerto de la línea me inundara.

Volví a beber de la botella, ¿En que momento se quedo vacía? mi teléfono sonó después de un rato.

-¿Qué?- le dije al auricular.

-¿hijo estas bien?- pregunto mamá del otro lado de la línea.

-No madre, no lo estoy, -le dije-¿Sabes algo de bella?- trate de que mi voz no sonara quejosa, debido a mi estado.

-Si, me llamo hace unos 20 minutos, dijo que esta bien- solto mamá.

-¿Dónde esta?- le pregunte-Ire por ella.- dije con un poco de alivio, lo primero era traerla, ya la obligaría a escucharme.

-No quiere- me dijo-Nos dijo que regresara pasado mañana-

-¿Qué?- ¿Por qué?- casi grite

Mamá suspiro-Esta molestas, ¿Qué paso?- me pregunto

-Ella vio algo…- le dije-Y piensa algo que no es- le dije

-Esta muy molesta, tu padre le ordeno ir a casa de tus abuelos y le colgó-

-No lo puedo creer- dije

-Tratare de llamarla mañana, ya le marque pero no contesta el teléfono-

-¿No dijo donde esta?- volvi a repetir preocupado, estaba cansado y asustado, ella era tan frágil, con el menor soplo podría romperse.

-Dijo que esta con un tal Lucas- dijo mamá logrando que mi mundo se paralizara en ese instante, ella había corrido a los brazos de ese tipo.

-¿Con quién? me atrevi a preguntar, quizá mi subconciente me estaba jugando una mala pasada.

-con un Tal Lucas, dice que esta con su familia- me dijo mamá molesta y preocupada. La escuche parlotear algunas palabras mas a las cuales no le preste atención, mi mente solo procesaba el hecho de que bella estaba con Lucas, juntos, en su casa.

-¿Me escuchas?- dijo mamá.

-Lo siento- conteste- Tengo que dejarte- añadí

-¿estás bien?- pregunto mamá.

-si madre, te quiero feliz noche buena- le dije antes de colgar. Me deje caer el piso, mis rodillas golpearon mis brazos. Ella estaba con el, corrió a sus brazos en lugar de correr a los míos, entendía que estaba molesta, pero ni siquiera medio el beneficio de la duda, tome la botella de whisky que estaba medio vacia junto a mi, la tome y bebi el contenido que quedaba, me levante y fui por otra y termino igual que las demás, mire por la gran ventana de mi apartamento pude ver las luces que adornaban los edificios de enfrente, algunos locales comerciales estaban cerrando, suspire y camine torpemente hasta mi cama, el celular vibraba en mi bolsillo, lo tome en cuanto caí en la cama boca abajo. “Stefan” decía la pantalla, tenia llamadas perdidas de victoria y una de la casa de mis abuelos, pero ninguna de “Ella”, ninguna de la única personas que deseaba que llamara.

Me acomode mejor en la cama, y me quite los zapatos a empujones de mis pies, me gire boca arriba y seguí terminando mi botella de whisky, era la tercera o cuarta, quizá la quinta, pero ¿A quién le importa?, ella está con otro, no quería pensar, nadie da nada sin esperar nada a cambio, si el quería llevársela a la cama, bastaba con emborracharla, Bella odia el alcohol pero eso no es garantía de nada. Estaba dolida, y sola, no debía de dejar de pensar idioteces, ella jamás se acostaría con otra persona, porque me ama a mi, yo la había hecho mujer, mi mujer, había sido su primera vez y sería el único en su vida siempre.

El celular dejo de sonar y comenzó a zonas el teléfono de la casa, lo ignore, sabia que no era bella, ella estaba muy ocupada con Lucas.

-¡Diablos!- exclame estrellando la botella de whisky contra la pared, me sentía desesperado, nervioso, ansioso, necesitaba tener a bella conmigo, me recosté en la cama, y volvi a llorar como un niño pequeño, no se cuanto tiempo pase asi, poco a poco empezó a quedarme dormido, me desperté con las primeras luces de la mañana, que se colaban a través de la ventana, al no haber corrido las cortinas golpeaban mi rostro por completo. Gruñí, me dolia la cabeza horrible, no habia tenido resaca en mucho tiempo, jamás había bebido tanto, bueno si, la vez que comprendí que no veía a bella como una hermana.

El teléfono comenzó a sonar, sentía que su ruido taladraba mi cabeza como si fuera un martillo golpeando un clavo, me levante con cuidado y lleve una mano a mi cabeza, con la otra trataba de tomar el teléfono del suelo.

-¿Diga?- dije cuanto tome el teléfono.

-Edward- dijo una muy angustiada Ana, mi pobre abuela, ella no tenia la culpa de mis idioteces.

-hola abuela, Feliz navidad- le dije.

-hay hijo, ¿Estas bien?- me pregunto.

-No abuela- le dije- Sin bella no estoy bien- le dije.

-Tu madre llamo hace un par de horas- me dijo-Hablo con los padres del amigo de bella, le aseguraron que esta bien, que ellos mismo la llevaran de regreso a casa.- me dijo

-¿Cuándo se va?- pregunte.

-supongo que hoy, no se, no me lo dijo- agrego mi abuela.-¿Vendrás a cenar por navidad?-

-No abuela, necesita encontrar a bella, no me da confianza que este con extraños- le dije rascando mi cabeza.

-Lo se- me dijo ella-A mi tampoco, pero es muy nesia- dijo medio riendo-Ven por favor- pidió

-abuela-le dije

-Aunque sea a cenar- me dijo-Luego puedes volver a casa- me dijo.

-Estaré ahí en un rato- le dije.

-No tardes, ya casi es medio dia- me dijo-Tu abuelo te manda saludos al igual que los vulturis-

-Gracias- le dije-estaré ahí en dos horas- añadí antes de colgar, me levante con pereza de la cama y entre al baño, lave mi rostro y la imagen que me regresaba el espejo era deplorable, tenia los ojos rojos, el cabello mas revuelto que de costumbre, la misma ropa de ayer, olia a alcohol, mas bien apestaba a alcohol, me mire al espejo fijamente y le di un golpe con mi puño, los cristales quedaron incrustados en mi mano.

-¡Maldición!-gemí por el dolor, con cuidado quite los vidrios de mi mano, lave la herida y la cure, luego coloque una venda. -¡Imbécil!- le dije al reflejo distorsionado que mostraba los pedazos que quedaron del espejo. Me di una ducha, bueno una pequeña ducha, la mano me dolía por lo que me tome un Tylenol, para que disminuyera un poco, hacia frio, asi que me puse guantes, anoche había nevado, era una blanca navidad, antes de salir marque de nuevo el teléfono de bella.

Al igual que ayer me atendió el contestador-hola mi amor- le dije dando un suspiro-Feliz navidad, no sabes cuánto te extraño, solo dame la oportunidad de explicarte, por favor- rogué, pero el sonido de la línea era lo único que escuchaba. Bufe y corte la llamada.

Salí del departamento con los regalos para mis abuelos y los vulturis en una bolsa, entre en el elevador, guarde mis llaves no sin antes mirar el nuevo llavero que tenia, mi ángel sonreía de un lado y al girarlo aparecía mi pequeña Vanessa, cuando el elevador se abrió y una señora me sonrió.

-Feliz navidad- me dijo

-Feliz navidad- respondí sin emoción, ella lo noto pero no dijo nada, Salí del elevador y camine por el pasillo.

-Feliz navidad- dijo el guardia de la puerta.

-Feliz navidad- le dije con un torpe intento de sonrisa, mi mano me dolia, pero mas me dolia el corazón, intente llamar a bella de nuevo pero seguía sin contestar, me subi a la camioneta de victoria, y comencé a conducir por las calles, después de unos minutos las calles fueron sustituidas por los estrechos pasajes cubiertos de nieve, las pequeñas casas tenían los techos cubiertos de una blanca manta, las chimeneas humeaban, algunas personas estaban afuera, en sus porches, dándose un calido abrazo de navidad, segui con mi camino, hasta que divise la casa de los abuelos, un manto blanco cubria el patio, el auto del abuelo estaba bañado con péquelas capas de nieve, el camino tenia rastros de nieve, debía haber sido limpiado hace poco. Estacione la camioneta enfrente de la casa, victoria observaba todo desde una ventana, me sonrio ligeramente, baje del auto con cuidado.

Una capa de neive cayo sobre mi, cuando atravesaba el porche.

-¿Estas bien?- pregunto victoria abriendo la puerta de la casa.

-Si, solo es un poco de nieve- le dije, pasando junto a ella. Mis abuelos me recibieron con un calido abrazo, me contaron lo preocupados que estaban por mi hermanita, y me también hablaron sobre la conversación con la familia del tal Lucas, al parecer era gente importante en Londres.

-¿Estas mejor?- pregunto la abuela tendiéndome una taza de humeante y cremoso chocolate.

-Gracias- le dije tratando de tomarla, pero esta resbalo de mi mano.

-¿Estas bien?- me dijo de nueva cuenta, me saque el guante con cuidado y ella se alarmo al ver mi mano vendada-¿Qué te paso?- dijo asustada, atrayendo la atención de los demás en la sala.

-No corte, cambiando el espejo del baño- le dije, era una pobre excusa pero no tenia tiempo de inventar otra. Despues de asegurarse que todo estaba bien, trajo otra tasa de chocolate, me la extendió y regreso a la cocina a terminar la cena, mi abuelo y el de victoria platicaban, mientras ella veía televisión, tome la taza y Sali al porche, me senté en la banca improvisada que había. Habia pasado bastante rato, estaba anocheciendo y el cielo estaba negro. Tome otra vez el celular y marque.

-¿Hola?- saludo el contestador de nuevo.

-Bella…se que no lo merezco pero por favor, por favor, solo escúchame-le dije-No es lo que crees- repetí-Ella es solo una amiga-dijo con un suspiro-Te amo a ti- dije. -Por favor contesta, solo para saber si estás bien, te amo, Feliz navidad mi amor- dije antes de colgar.

-Es hora de cenar- dijo victoria desde el umbral de la puerta, no me habia percatado de su presencia hasta ahora.

-Ahora voy- le dije, ella se dio la vuelta y entro en la casa, entre segundos despues, ella me esperaba a unos Cuantos pasos.

-Lo siento mucho- me dijo-lamento haberte causado ese problema Edward- me dijo

-no fue tu culpa- le dije, aunque si lo pensaba, por una parte si.

-Se que en el fondo tu crees que si- dijo ella adivinando mis pensamientos.

-yo no creo nada- le dije

-Perdón Edward, jamás quise hacerte daño- me dijo

-Olvídalo Vicky, no fue tu culpa- le dije, ella me abrazo y luego corrió a la cocina, La cena estuvo de lo mas deliciosa, aunque no la pude disfrutar al cien por ciento, mi abuela cocino el típico pavo relleno con papas, zanahorias y hojitas de color y olor. La ensalada estaba muy rica también. Todos alabaron su cocina, yo incluido, después de cenar, a pesar de sus muchos ruegos, me despedi de ellos, para irme a casa.

-¿Seguro que no quieres que te acompañe?- me dijo una muy triste victoria.

-Estare bien- le dije

-Seguro- me dijo cruzándose de brazos.

-Cuidate- le dije, -te dejare la camioneta y pediré un taxi- anañi

-¿Vendrás para año nuevo?- me dijo

-no lo se, si se solucionan las cosas si- le dije, vi dolor en su rostro pero no era mas del que yo sentía en esos momentos.

-cuidate- me dijo-Llevate la camioneta, es lo menor que puedo hacer, yo pasare todas las fiestas en casa, con mi abuelo- me dijo

-Adios- le dije besando su frente y montándome en la camioneta, llegue al apartemento muy entrada la noche, baje de la camioneta y subi al departamento, todo estaba tan solo, tenia algunos mensajes en el contestador de parte de mamá y papá, algunos de tania diciendo que ¿Dónde estaba?, Habia uno de Stefan que decía que lo llamara, que era importante, pero no tenia animos de hacerlo, me dirigi a la cocina y tome otra botella de whisky, beber no era la solucion, lo se pero que importaba, ya nada importaba, encendí el radio y sonaba una canción de la quinta estación.

“el sol no regresa”

-Hace días perdi- bebi un sorbo de la botella- En alguna cantina, la mitad de mi alma, mas el quince de propina…-cante al compas con la radio.

-No es que sea el alcohol- bebi otra vez-La mejor medicina, pero ayuda a olvidar cuando no ves la salida…- cuánta razón tenía la cantante, esa noche no bebé tanto como la pasada, pero aun asi no recordé en que momento me quede dormido.

-¡Edward!- escuche que gritaban a lo lejos.-¡Edward!-

-5 minutos mas, por favor- exclame a la nada.

-¡Edward! Abre de una maldita vez- gritaron. Bufe y me levante de la cama, me habia dormido con la ropa puesta, sin cambiarme. Camine por la habitación, hasta que llegue al espejo, ordene un poco mi aspecto y Sali para abrir la puerta.

Abri la puerta para encontrarme a un Stefan apunto de golpear.

-Al fin abres- me dijo pasando por un lado, entrando sin invitación dentro de mi apartamento.-Feliz navidad- añadió serio.

-Feliz navidad- le dije tirándome en el sofá-¿Qué quieres?- le dije tallando mi rostro.

-Te llame muchas veces, hasta te deje un mensaje en el teléfono del departamento- me dijo

-Lo escuche, pero la verdad lo único que quería era dormir- le dije

-¿Pasa algo?- me pregunto.

-Tengo problemas- le dije

-¿Con tu hermana?- su pregunta me dejo confundido ¿Cómo sabia el de bella? ¿Le habría contado victoria?

-¿Cómo sabes eso?- le dije

-Eso es lo de menos- me dijo-Se donde esta- me dijo

-¿Dónde?- pregunte parándome muy rápido del sofá.

-En casa de un amigo- me dijo.

-Lucas- le dije, el asintió

-Si, Lucas Masen- dijo el, en algún lugar habia escuchado ese apellido antes, pero ahora no lo recordaba.

-¿La viste? ¿Esta bien?- le pregunte.

-Si, la vi muy bien, un tanto triste pero físicamente bien- me dijo.

-¿Dónde esta?- le pregunte.

-No puedo decirte- me dijo

-diablos, Stefan, es mi hermana, necesito….tengo cosas que explicarle- le dije

-Prometí no decirlo- me dijo bajando el rostro.

-por favor Stefan, necesito verla- le dije, el me miro por una fracción de segundos, no se que vio en mi rostro, ¿Angustia? ¿miedo? ¿Arrepentimiento?, suspiro y hablo.

-yo te llevo- me dijo encaminándose fuera del edificio. Salimos a toda prisa y nos subimos en su auto.

-Lucas me matara por esto- me dijo-Me pidió que no te dijera nada- añadió

-El no me conoce- le dije

-Tu hermana se lo pidió- me dijo-Cuando la vi y le dije que te conocía se puso muy nerviosa, palideció y lucas la llevo a recostarse- dijo

-¿Es buen tipo?- le pregunte.

-¿Lucas?- me dijo el, yo asentí-Es mi mejor amigo, lo conozco desde que eramos unos críos, es el mejor tipo que conozco- me dijo-que conocía hasta ahora- me dijo mirándome y corrigiéndose.-No te preocupes, tu hermana esta en buenas manos, al parecer La señora y el señor Masen la tienen en alta estima, la presentaron como amiga de la familia- me dijo.

-¿Es importante eso?- le dije

-Los Masen, son unas de las familias mas importantes de Londres, los Decimos mas ricos de toda la ciudad- dijo Stefan.

-Wow- fue lo único que exclame, despues de unos minutos llegamos a una calle de residencias lujosas, alguna vez habíamos pasado por ahí, cuando visitamos la casa de Stefan por primera vez. Stefan toco el claxon frente al gran porton negro y este se abri de par en par. Aparco el auto justo en frente de la casa.

-Joven Stefan- dijo una mujer de no mas de 50 años.

-hola Greta, ¿Esta lucas?- pregunto.

-Lo siento joven Stefan- dijo-Pero el joven Lucas no se encuentra.

-¿Y la señorita Isabella?- pregunte yo, la mujer me miro por unos segundos, con gesto de sorpresa.

-Tampoco esta- tartamudeo al hablar-Ella y el joven Masen, van rumbo al aeropuerto- dijo y sentí que mi pulso se extinguía.

-¿Se fueron?- pregunto Stefan.

-Si, fue algo prematuro, pero al parecer la señorita Cullen, tenía que volver a América- dijo ella un poco mas recompuesta.-Si se dan prisa, quizás los alcancen en el aeropuerto.

-Vámonos- dijo Stefan-Gracias Greta- le dijo a la mujer, nos subimos al auto y las llantas rechinaron del acelerón que dio Stefan, iba serpenteando por las calles, volándose altos, yo ni siquiera hablaba, sentía un profundo dolor en el pecho, si ella se iba, jamás podríamos aclarar las cosas, tome mi celular y marque su numero.

-Bella contesta con un demonio- le grite al aparato que tenia en la mano-No te vayas- le pedi-No me dejes- Stefan me miro, pero no dijo nada. Al llegar al aeropuerto el primero en bajar fui yo, corri por todo el interior hasta llegar a la recepción. La gente me miraba con gesto de clara reprobación, algunos molestos cuando los golpee sin querer al pasar.

-Señorita los vuelos a ¿Seattle Washington?- pregunte con la respiración agitada.

-El ultimo vuelo, está despegando en estos momentos señor- me dijo-No hay mas vuelos, hasta después de año nuevo- me dijo con una sonrisa, me di la vuelta y corri al area de abordaje.

Estaba por entrar cuando un vigilante me lo impidió

-Por favor, necesito entrar -le dije

-Lo siento joven- me dijo mirándome como si estuviera loco-Pero no puede hacerlo

-Por favor, es de vida o muerte- le dije

-Si, eso dicen todos- dijo con aburrimiento

-diablos déjeme pasar- le grite cuando me empujaba hacia afuera.

-Edward, tranquilo- dijo Stefan separándome del vigilante

-Llevese a su amigo, si no quiere que llame a la policía- dijo el vigilante dándose la vuelta, me acerque a una de las ventanas, mientras veía el avión ponerse en posición para despegar, tome el celular y hice el último intento. Pero no surtió efecto, ella no atendió la llamda.

-Perdóname- le dije y colgué.

-¿Estas bien?- me pregunto Stefan, le mire por unos segundo y negué.

-Soy un imbécil- le dije

-¿Qué paso?- pregunto, recargue mi frente en el cristal.

-Ella me vio con victoria- le dije-Piensa que nos acostamos, pero no fue asi- le dije, el no dijo nada y luego solo bufo.

-Se arreglaran las cosas- susurro.

-no la conoces- le dije- Ella es muy terca, perdí la única oportunidad de arreglar las cosas- le dije, golpeando mi rostro contra el cristal. Levante la vista para ver como despegaba el avión, ese que llevaba en el, al amor de mi vida. Lo mire perderse en el cielo, y una solitaria lagrima rodo por mi mejilla, la perdí, fue todo lo que sabía con certeza, no podía terminarse así, no podía permitirlo, ella y yo nacimos para estar juntos, si no había dejado que el hecho de llevar la misma sangre nos impidiera estar juntos, menos dejaría que esta estúpida confusión nos separara.

-Vámonos Edward, no hay nada que hacer- me dijo Stefan

-Tengo que intentarlo- le dije, me di la vuelta y camine hasta la ventanilla donde vendían los boletos de avión.

-Señorita- dije, una chica de cabello rubio me sonrio.

-digame que necesita- me dijo sonriendo.

-Quiero un boleto para Seattle Washington-le dije-Necesito el primer vuelo que tenga- repeti firmemente, si lo que bella quería era esconderse de mi no lo conseguiría, no la dejaría, tendría que oírme quisiera o no, y estando en casa, sería inevitable.






No hay comentarios:

ORACION A MI SEXY VAMPIRITO

Edward de mi guarda
De mi sexy compañia
Bebete mi sangre
De noche y de Dia
Hasta que caiga en tus brazos
Y sea tu marca de heroina