lunes, 27 de junio de 2011

CAPITULO XVI PO


POV BELLA

-¡Despierta bella!- escuche que me decía alguien, abrí lentamente los ojos y fije mi vista en Lucas.

-Ya aterrizamos, es hora de bajar del avión- me dijo sonriente. Me levante de mi asiento y lo seguí, pasamos por nuestras maletas y salimos a la sala de llegada.

Le marque a Edward pero no me contesto, Lucas se acerco a mí.

-¿Quieres que te lleve?- pregunto.

-si por favor, Edward no me contesto, de seguro esta dormido- le dije, apenas eran las 8 de la mañana, de un dia sin clases, lo mas probable es que siguiera durmiendo.

-anda vamos- el tomo mi maleta y yo solo me quede con la pequeña mochila donde llevaba mi pasaporte, algo de dinero y los demás papeles importantes. Salimos del aeropuerto, pensé que tomaríamos un taxi pero estaba equivocada.

-Joven Masen- dijo un hombre de unos 40 años aproximadamente, tenia algunas canas que adornaban su cabello. Se acerco a nosotros sonriendo.

-Hola James- le dijo Lucas- Esta es bella, una amiga muy querida para mi- le dijo el, el señor me sonrió amablemente. Y nos abrió la puerta de un Mercedes color negro.

-Adelante madame, bienvenida a Londres-. Me dijo sonriente

-Gracias- le dije

-¿tienes la dirección de Edward?- pregunto Lucas.

-Si, aquí esta- le dije extendiéndole una tarjeta donde habia a notado la dirección.

-James, llévanos a esta Dirección por favor- le pidió al chofer- entregándole la tarjeta, el señor se subió las maletas a la cajuela y luego se subió el para conducir.

-Sus padres están feliz de su regreso Joven Lucas- dijo el señor

-James, ya te he dicho que me hables de tu, somos prácticamente familia- le dijo Lucas divertido.

-¿Hay algo que no se?- le dije mirándolo- ¿Qué tan Importante es tu familia aquí en Londres?- le pregunte, el solo sonrio y movio la mano como restándole importancia.

Londres Era muy bonito, mas bonito de lo que recordaba, era muy pequeña cuando venimos, las calles estaban repletas de personas realizando sus compras navideñas de ultima hora, el Big ben Se alzaba imponente desde su torre, y el rio Tamesí, se veía flanqueado por una ligera capa de nieve a los costados.

-Es hermoso- le dije a Lucas.

-Si Londres es muy bonito- me dijo con una sonrisa.-¿Se quedaran solo o irán con sus abuelos?- pregunto de repente. La verdad preferiría quedarme sola con Edward pero le habia prometido a papá visitar a los abuelos.

-Iremos con los abuelos- le dije- Condición de papá- le dije encogiéndome de hombros, el sonrió divertido. Después de un rato aproximadamente media hora, llegamos a un edificio color arena, tenía grandes ventanales.

-Aquí es- dijo el chofer.

-Gracias james- le respondió Lucas, el bajo y me abrió la puerta, me ayudo a bajar mi maleta y entrar al edificio.

-Bella…- dijo lucas, yo me gire a verlo

-Gracias Lucas de verdad- le dije antes de darle un abrazo tratando de imitar a emmett.

-De nada pequeña- me dijo abrazándome también- Esta es mi dirección y el teléfono de la casa- me dijo extendiéndome una tarjeta, la tome y la guarde en la bolsa de mi abrigo.-Cualquier cosa que necesites solo llámame- dijo sonriendo

-Gracias Lucas, eres un gran amigo- le dije.

- Me gustaría conocer a tu… a Edward- me dijo sonriendo.- Asi que te llamare para ponernos de acuerdo- me dijo.

-Claro- le dije-Gracias- le dije una vez mas.

-Te quiero peque cuidate- me dijo subiendo a su auto móvil, me di la vuelta y entre al edificio, el vigilante me miro un poco extrañado, pero le dije que venia de visita con Edward, el sonrio y se encogió de hombros.

-tu debes ser bella- me dijo, yo asentí sonrojada.

-Adelante, pasa tu hermano habla mucho de ti- dijo el- ¿Sabes en que piso esta? ¿O quieres que le avise?

-Es una sorpresa- le dije- Y si se que piso gracias- añadi, el sonrió y me ayudo con la maleta hasta el elevador, entre en el, y presione el piso donde se quedaba Edward, los nervios me mataban, esperaba que se pusiera feliz al verme, luego le pediría ir con Lucas para que se conocieran y asi se acabaran sus ataques de celo, que tontito es, si no puedo amar a nadie que no sea el, suspire, las puertas del elevador se abrieron, yo Sali y camine por el pasillo hasta quedar enfrente de la puerta F3, abri el cierre de la mochila donde traia la llave, la tome en mis manos, sonreí y la meti en la perilla de la puerta, esta se abrió y entre en el interior del acogedor apartamento, todo estaba en tonos neutros, blanco, arena y gris. Deje la maleta a un lado de la puerta, estaba muy silencio ahí, tal vez si siguiera durmiendo después de todo, camine por el corredor que supongo conecta las habitaciones con el resto del departamento, camine y me golpee con la pata de una mesita que estaba por ahí, contuve el quejido de dolor, si Edward estaba dormido no quería despertarlo, me acerque con cuidado a la puerta principal y la abri, nunca pensé encontrarme lo que vi.

Edward estaba sentado en la cama, abrazando a una chica que usaba su camisa del equipo de soccer del instituto, ella tenia su cuello rodeado con los brazos, no se habían percatado de mi presencia, hasta que solté un suspiro, ambos voltearon hacia mi, Edward abrió los ojos con sorpresa. No necesitaba ser genio para saber que ella era victoria, era exactamente igual a como la describió Edward.

-Vaya que esta enferma- le dije

-no es lo que crees- dijo, pero yo di media vuelta y eche a correr por donde habia entrado, abri la puerta, y cogi mi maleta, estaba por salir cuando alguien me sujeto por el brazo, era Edward.

-Deja que te explique-

-Suéltame, no me toques- le dije, empuje la maleta y el cayo con la maleta encima, no me importo dejarla tirada ahí, solo corrí, corrí lejos de el.

-Detengan el elevador- le dije a la señora que había entrado en el, después de que entre y me gire pude ver que Edward corría hacia ahí, por suerte las puertas se cerraron, yo suspire, las lagrimas caían a borbotones, las personas que estaban dentro del elevador me veían con lastima, todo era mentira, siempre lo fue, no pudo mantener su promesa.

El elevador abrió sus puertas en el lobby, Salí de el a toda prisa, corrí a la calle y me subí en el primer camión que paso.

-Bella- escuche que grito Edward a lo lejos, pero no me importo, solo quería morirme, pague el boleto de autobús y me senté en la parte de atrás, lleve mis piernas cerca de mi pecho y las uni con mis brazos rodeándolas. Sentía un vacio en mi pecho, era como una herida profunda que sangraba, todo lo que me dijo, las promesas, los besos, las caricias, todo fue mentira.

Me baje en un parque, solo llevaba mi mochila al hombro, la maleta con mi ropa y objetos personales se quedo en la sala de Edward, Edward como dolio pensarlo. Camine hasta una banca, me sente, la gente pasaba con compras en la mano, todas sonrientes, haciendo bromas y riendo entre ellos, ajenos a mi dolor, me sentía sola, vacia, rota. Necesitaba a mi mamá para que me abrazara y a papá para que dijera “princesa, tranquila todo estará bien”, quería a alice y a Rosalie para que me consolaran, necesitaba a mis amigos, pero ellos no estaban, estaba sola, completamente sola en una ciudad que no conocía. Una ligera lluvia comenzó a cubrir la ciudad, todos apuraron el paso, yo quede sentada en la banca, con la lluvia bañándome, el celular no habia parado de sonar, pero no pensaba contestar, ¿para que? Me dije.

El frio comenzó a calarme los huesos, aun era temprano, no pasarían de las 11 de la mañana, ¿tampoco tiempo ha pasado?, se sentía como si fueran siglos, pero cuando tienes el alma rota ¿Qué importa?, la lluvia adquirió mas fuerza, tenia frio, miedo, dolor, meti las manos dentro de mis bolsillos mientras las lagrimas seguían descendiendo por mi rostro, en tonces lo toque, la pequeña tarjeta blanca con la dirección de lucas, ¿Deberia? Me pregunte, mi celular no dejaba de sonar, lo tome y corte la llamada, marque el numero que conocía de memoria.

-Hola bella- saludo Lucas tras el segundo timbrazo.

-Lucas…- solloce.

-¿Qué pasa? ¿Estás bien?- me pregunto alarmado

-Me mintió Lucas- le dije- nunca me quiso- le dije sosteniendo el teléfono muy fuerte, la lluvia no me dejaba oír por completo.

-Bella ¿Dónde estás?- me pregunto

-no lo sé, llueve mucho y tengo frio- le respondí

-¿dime que ves bella?- pregunto, escuche que se movía por que resonaban sus zapatos por donde pisaba.

-Es un parque, hay gente, arboles, muchos árboles…-

-¿Qué más?- me pregunto- ¿dime que mas princesa, que ves?- me dijo

-Hay un soldado con su rifle- le dije mirando una estatua que se encontraba a unos 15 metros de donde yo estaba.

-Ya sé, no te muevas de ahí bella, espérame- me dijo

-Si…- Fue lo único que le respondí, me abrace el cuerpo con mas fuerza, la lluvia no cesaba de caer y el celular sonaba, y sonaba, quería que parara.

-¡Bella!- escuche que me gritaban por un momento me asuste pensé que era “El”, no quería verlo, pero no, en realidad era Lucas que venía corriendo, medio sonreí para luego volver a llorar con mas fuerza.-todo esta bien, tranquila- me dijo abrazándome.

-no, nada estaba bien- le conteste.

-Ya estoy aquí, tranquila princesa- repitió y me tomo en brazos. Comenzó a caminar y yo enterré mi rostro en su pecho, con el me sentía segura. Subimos a un auto, no me percate que era el mismo mercedes del aeropuerto, me sento en los asientos de piel.

-¡James rápido por favor!- le dijo al chofer- estas empapada Bella- me dijo mientras desabrochaba mi abrigo.

-Lo siento- le dije, el me sento en su regazo y me puso su chaqueta, era la misma que me puso la primera vez que nos vimos, se la regrese despues de la segunda vez que nos encontramos.

-No tienes que disculparte- me dijo besando mi frente, me abrazo.

-No tenia a nadie- le dije llorando

-Shuuu, tranquila, me tienes a mi, siempre me tendrás- dijo abrazándome mas fuerte y acariciando mi cabeza. Yo me aferre a sus brazos, quería que me sostuviera para no romperme mas, llegamos a una gran casa, un enorme porton negro se abrió en dos, el chofer entro en el patio y rrecorrio el camino que se encontraba flanqueado por rosales de color blanco, el coche freno su andarm me di cuenta que de un lado habia una fuente muy grande, con angelitos de donde salian pequeños chorros de agua, si no me sintiera tan mal, podría disfrutar de la vista. Lucas me saco del auto en brazos, reconoci a James por que le sostenía la puerta, me dio una timida sonrisa, yo se la respondi pero estoy segura que fue una mueca en lugar de una sonrisa.

-¿Esta bien?- pregunto una voz de mujer, levante un poco la vista y pude apreciar a una señora de pie en las escaleras.

-Esta empapada madre- le respondió el.

-Ya esta lista la habitación- le respondió ella- Llamare a un medico- le dije

-No doctores no- le dije un poco mas alto de lo que hubiera deseado.

-Tranquila, no habrá doctores- me dijo Lucas besando mi frente de nuevo, entramos en una habitación decorada en tonos pasteles, parecía la habitación de una chica, las sabanas de la cama eran color rosa suave, eran de seda, lucas me recostó ahí y me saco los zapatos.-Neceitas quitarte esa ropa- me dijo.

-No tengo mas ropa- le dije- Mi maleta se quedo en…- el puso sus dedos sobre mis labios.

-Mamá me traes algo de ropa por favor- le dijo a la señora que se encontraba a unos pasos de la cama, no me había percatado de que ella estaba ahí.

-claro hijo, ahora vuelvo- respondió ella. Se fue dejándonos solos.

-hay Lucas- le dije rodeando su cuello con mis brazos y acercándome a el, escondí mi rostro en su pecho, el solo se limito a acariciar mi espalda.

-todo está bien, ya estas en casa- me dijo

-Aquí esta la ropa hijo- dijo su madre entrando en la habitación, solté a Lucas y el extendió la mano a su madre para coger la prenda de ropa que había traído.

-Te quedara algo grande pero es lo mas pequeño que encontré- me dijo con una sonrisa

-Gracias- le dije, ella sonrió de nuevo.

-Cámbiate, voy por algo para que comas- me dijo Lucas levantándose de la cama y besando el tope de mi cabeza. Dejo en la cama un camisón de seda color marfil, me quite la ropa mojada, me puse el camisón y me meti en la cama, me cubri con las suaves mantas.

La madre de lucas entro con una bandeja con un plato de comida y un vaso con jugo y otro con soda. Ella me sonrio.

-Eres tan bonita como me conto lucas- me dijo, me sonroje no pude evitarlo.-Hay pero que descortés- dijo ella- no me he presentado- dijo poniéndose de pie de nuevo- Elizabeth Masen- me dijo extendiendo su mano, la tome, era muy suave, tenia una sonrisa maternal casi como la de mamá.

-Isabella Cullen- le dije- Pero solo llámeme Bella- le dije.

-Hay pequeña, tus ojitos están tan tristes- me dijo sentándose en la cama-Lucas viene en unos minutos, Tuvo que hacer una llamada importante.

-Lo lamento- le dije, ella me miro interrogante-Lamento molestar, de verdad no era mi intención- le dije.

-Oh no cielito, no molestas- me dijo acariciando mi mejilla- Eres una invitada en esta casa, Lucas te considera como una hermana, y si dios me hubiera dado una niña me hubiera gustado que fuera como tu, mi hijo solo habla maravillas de ti- me dijo sonriendo.

-¿De que hablan?- pregunto Lucas entrando en la habitación-¿Estas mejor?- me pregunto sentándose junto a mi en la cama.

-Un poco- le respondi.

-Los dejo para que platiquen- dijo su madre poniéndose de pie.

-Gracias Señora Masen- le dije con una sonrisa.

-De nada cielo, y nada de Señora Masen, llámame Elizabeth- dijo con una sonrisa.

-Gracias Elizabeth- le dije, ella sonrio, asintió y salió del cuarto.

-¿Estas mejor?- me pregunto lucas abriendo sus brazos, yo me escurri entre ellos y me abrazo.

-Gracias- le dije-Eres demasiado bueno conmigo- le dije, mi espalda estaba recostada en su pecho, el acariciaba mis cabellos.

-Ya sabes que te quiero mucho- contesto, yo me tense, el rio- no te preocupes bella, ya sabes que te quiero como si fueras mi hermana- me dijo, yo me relaje.-¿Me diras que paso?- pregunto.

-El estaba con ella- le dije-En su cama- sentí que las lagrimas inundaban de nuevo mis ojos, el solo me abrazos mas fuerte, y me dejo llorar en su hombro.

-No vale la pena que llores por el- me dijo acariciando mi mejilla- Pero…-sabía que estaba por darme una de sus opiniones que siempre ponían en jaque lo que pensaba-Deberías dejar que te explique- me dijo-Tal vez si sea una confusión- me dijo escogiéndose de hombros.

-¿confusión?- le pregunte en un grito-Por dios Lucas, estaban en la cama, ella tenía puesta una de sus camisas- le dije recordando la escena en mi cabeza.

-A veces las cosas no son lo que parecen- me dijo

-no lo defiendas- le gruñi-El me mintió lucas, me dijo que no iria por que estaba enferma, y resulta que estaba con ella en la cama, no tejían- le dije molesta y dolida.

-No discutamos- me dijo- Todo será como tu quieras, descansa un poco-me dijo-Duerme un par de horas son casi la 1- me dijo levantándose de la cama.- No comiste- me dijo

-no tenia hambre- le dije lavantando la vista.

-Comeras luego- me dijo-Descansa- me dio un ultimo beso en la frente antes de salir de la habitación, mi celular volvió a sonar, no me moleste en mirar la pantalla, sabia quien llamaba, asi que solo lo apague. Me recosté en la cama y abraze una almohada antes de que las lagrimas volvieran a invadirme, no se en que momento me quede dormida, sentí que alguien se sentaba en la cama pero no abri los ojos.

-Se quedo dormida- dijo una voz que reconoci como Elizabeth, la madre de Lucas.

-si, mamá- le contesto el, acariciando mis cabellos.

-Pobrecilla, lloro tanto-

-Lo se- contesto el con voz fría- Tengo ganas de ir y de partirle la cara al infeliz que le hizo esto- dijo furioso.

-Lucas- lo reprendió su madre-No digas esas cosas

-Lo siento mamá- dijo el- Pero mirala- le dijo- Esta sufriendo y no quiero que lo haga, no ella- dijo con tristeza.

-Nosotros haremos que se sienta mejor hijo- le dijo ella- La haremos sentir en casa- Los dos abandonaron la habitación unos minutos después, sentí mis parpados pesados, y volví a caer en la inconsciencia, dormí no se cuanto tiempo, hasta que mi estomago rugió pidiendo comida. Escuche la risita de alguien, abrí poco a poco los ojos.

-Hola- me saludo lucas sentado en la cama.

-hola- le respondí, para después dar un gran bostezo, el rio.-Lo siento- le dije.

-Es hora de que comas- me dijo acercando una bandeja con comida a la cama, la puso sobre mis piernas, yo antes ya me habia sentado con la espalda recargada en la cabecera de la cama.

-Hoy habrá una fiesta aquí en casa- me dijo con una sonrisa-Por noche buena, vendrán algunas amistades, entre ellos mi mejor amigo, me gustaría que estuvieras- me dijo.

-No estoy para fiestas Lucas- le dije

-Solo un rato- me dijo- Para distraerte, no puedes estar encerrada en la habitación todo el dia-

-Quiero ir a casa- le dije- Ire al aeropuerto para cambiar mi vuelo- le dije-me iré hoy mismo.

-que necia eres- dijo el- no creo que consigas vuelo de aquí hasta pasado año nuevo-

-Necesito intentarlo- le dije con tristeza, tenía que volver a casa, no podría permanecer en Londres.

-Quédate los días que tenias pensado- me dijo tomando mi mano- anda pasa navidad con nosotros, con mi familia- me dio con sus grandes orbes azules viéndome fijamente, sus ojos eran como el cielo.

-Lucas, no quiero, necesito ir a casa- le dije

-Anda viniste a Londres por 5 días, quédate- me pidió.

-Tengo que pensarlo- le dije- No te prometo nada- le dije

-Se que lo haras, no hay vuelos- me dijo con una sonrisa de victoria.

-Igual no ire a la fiesta, no tengo ropa – le dije sonriendo.

-Eso es una nimiedad- me dijo moviendo la mano quitándole importancia.

-No saldré desnuda- le dije

-No te dejaría hacerlo- dijo antes de aplaudir y las puertas de la habitación se abrieron, mostrando a dos jóvenes de la edad de Lucas probablemente.-Bianca ayudale a la señortita Cullen a arreglarse- dijo lucas sonriendo.

-Lucas yo…- pero no me dejo continuar. Se levanto y salió de la habitación, las chicas entraron y me sonrieron, dejaron a un lado de la cama, un vestido color verde esmeralda, con zapatillas a juego, un juego de esmeraldas para acompañar el atuendo.

-Es un gusto señorita Cullen- saludo una de ella- Yo soy Bianca y ella es Melina, estamos aquí para ayudarla a arreglarse para la fiesta- me dijo sonriendo.

-Gracias pero, la verdad no se si…- les dije, ella sonrieron y se encogieron de hombros.

-No es bueno contradecir al joven Lucas, es muy mandon- me dijo la que se llama Melina.

-Melina- la reprendió Bianca, la otra joven.

-Tranquila es la verdad- le dije para relajar el ambiente, ambas rieron. Esperaron a que terminara mi comida, luego me hicieron poner de pie para medirme el vestido, después de que me lo probé y comprobaron que me quedaba me lo quitaron, una de ellas entro en el baño y lleno la bañera con esencias de rosas y burbujas, Bianca me acompaño e hizo que entrara en la bañera, melina se dedico a enjabonar mi cabello, mientras me platicaban algunas cosas de Londres, y como es que trabajaban para los Masen, al parecer la familia de Lucas era una de las mas Ricas, importantes e influyentes de Londres.

-su cabello es tan suave señorita Cullen- me dijo bianca sonriendo.

-Llámame Bella- le dije, ella sonrió y asintió, despues de media hora en el baño, las chicas me ayudaron a secarme, me pusieron un aceite y crema para la piel, me enfundaron en el vestido verde, era muy hermoso, hasta la rodilla y escote en V, un poco de vuelo despues de la cintura, los tirantes eran de piedras, las zapatillas, eran verdes, y con piedras que soltaban pequeños destellos, la joyería no se quedaba atrás, era un collar de esmeralda que llegaba justo en medio de mi pecho, los aretes eran dos gotas verdes, adornadas con una ornamenta de oro. Me maquillaron ligeramente, con tonos obscuros para los ojos, y un labial suave.

Me vi en el espejo y no me reconoci, aparentaba mas edad de la que tenia, las chicas aplaudieron cuando me miraron.

-Ohh señorita luce hermosa- me dijo Melina.

-Si, es cierto- apoyo Bianca.

-Gracias, y ya les dije que me llamen Bella-

-No de ninguna manera señorita no es propio- contesto melina, bianca rio.

Unos golpecitos en la puerta nos distrajeron.

-Adelante- dije y segundos despues lucas atravesó la puerta luciendo un elegante smoking negro.

-Hermosa- me dijo tomando mi mano y haciéndome girar para que el apreciara el vestido.

-tu estas muy guapo también- le dije sonrojándome.

- Gracias chicas- les dijo a las muchachas, ellas asintieron con la cabeza y abandonaron la habitación.

-¿Por qué no me habías dicho que eres rico? – le pregunte en cuanto las chicas abandonaron la habitación- tu familia es muy importante ¿Verdad?

-Son tonterías, no quería que me trataras diferente- dijo encogiéndose de hombros.

-Tonto- le dije, el me abrazo y beso mi frente

-Bajemos quiero que conozcas a alguien- me dijo tomando mi mano, salimos de la habitación y bajamos por las grandes escaleras, adornadas con cadenas verdes, había una hermosa noche buena en cada unión entre las cadenas, ahora que estaba mas tranquila podía apreciar mejor la casa, era hermosa, toda adornada en tonos marfil en su mayoría, habia muchas personas en la sala, en cuanto entramos, todos saludaron a lucas, el me presento cortésmente como amiga de la familia.

-Bella, luces hermosa hija- me dijo Elizabeth acercándose a mi para darme un abrazo-Tienes que conocer a mi esposo- me dijo llevándome con ella, Lucas venía detrás de nosotros, sujetando mi cintura.

-amor- le dijo a un hombre que estaba de espaldas a nosotros, cuando volteo sus orbes esmeralda me deslumbraron, eran tan parecidas a …

-Papá esta es Isabela- le dijo Lucas.

-Así que tu eres la famosa Bella- dijo mi nombre como si lo acariciara- Me da mucho gusto conocerte al fin, mi esposa y mi hijo no dejaban de hablar maravillas de ti, desde que llegue esta tarde- me dijo logrando que me sonrojara.

-muchos gusto Señor Masen- le dije. El rio.

-Llámame Anthony- me dijo sonriendo.

-Gracias por alojarme- les dije.

-De nada cielito, nosotros ansiábamos tener una hermosa hija, desafortunadamente dios no lo permitió- me dijo Elizabeth con un dejo de tristeza.

-Mi amor, no te pongas asi- le dijo El señor Masen tomando su barbilla y tirando ligeramente hacia arriba para poder juntar sus labios, desvié la mirada, me dolía ver gestos de amor.

-Perdona a mis padres- dijo Lucas tomando mi mano y llevándome a otro lado de la sala-Son algo efusivo a veces- me dijo

-Descuida, los míos son igual- le dije, por un momento distinguí en su mirada dolor, pero en seguida cambio.

-Lucas- se escucho una voz, enseguida Lucas soltó mi mano y saludo con un abrazo a un chico.

-Stefan, hermano te extrañe- le dijo al chico que estaba parado a unos pasos de mi.

-yo igual, el club no es lo mismo sin ti, Felix se cree la gran cosa- le dijo el chico riendo.

-Te quiero presentar a alguien- le dijo lucas, yo estaba a unos pasos con la mirada gacha.- Bella- me llamo el. Yo levante la mirado y tome su mano que se encontraba extendida hacia mi.

-Este es Stefan Tysdel- me dijo- Mi mejor amigo- sonrio.

-Un placer, Isabella Cullen- le dije estrechando mi mano con el chico, el pareció sorprendido por un momento pero sonrio.

-¿Eres familia de Edward Cullen?- me pregunto, yo me asuste, el conocía a Edward, y no quería tener nada que ver con el, no mas.

-Es mi hermano- le respondi en un ataque de pánico.

-No me dijo que venias de visita, ¿El esta aquí?- pregunto, Lucas observaba la conversación sin decir palabra, yo lo mire con suplica en los ojos e intervino.

-No es no estaba invitado- le dijo en su aterciopelada voz.

-¿Sabe que estas aquí?- pregunto en un susurro.

-Creo que mejor vamos por algo de tomar- le dijo Lucas tomandome de la mano-Ahora volvemos Stefan- le dijo al chico, el asintió y yo camine a la par con lucas, en cuanto estuve en las escaleras comencé a caminar a mi cuarto, lucas me seguía unos pasos mas atrás, llegue a la habitación y entre corriendo.

-Bella no huyas- me dijo lucas cerrando la puerta tras de si.

-El le dira donde estoy-Le dije asustada, no estaba lista para hablar, tal vez nunca lo estaría- Tengo que irme, le dije levantándome y tratando de ubicar la mochila con mis papeles, lucas se acerco a mi y puso sus manos en mis hombros obligándome a sentarme.

-No le dira nada- me dijo acariciando mis brazos- Le pediré que no lo haga-

-Pero…-

-Tranquila bella, no lo veras si no quieres-me dijo

-El me buscara, no lo conoces- le dije con las lagrimas amenazando con salir.

-no lo hara y si lo hace se topara con pared, no dejare que se te acerque si asi lo quieres-

-quiero irme a casa- le dije rodeando su cintura con mis brazos, el acaricio mi espalda suavemente.

-Prometiste pasar navidad con nosotros- me dijo.

-no prometi nada, quiero irme a casa- le respondi.

-yo mismo te llevare, pero despues de navidad.

-Lucas en enserio quiero irme ahora- le dije molesta, el solo reia.

-Vamos bella, sabes que te quiero como a una hermana, mis padres ya te adoran, solo regálales el día de mañana, ellos siempre quisieron una nenita- me dijo con sus ojitos de cachorrito-Hazlo por mí- el había hecho tantas cosas por mí, que no tenía el poder para negarme.

-¿Solo un dia?- pregunte y el sonrio.

-Solo uno, lo prometo- me dijo-Yo mismo ire contigo el dia 26 al aeropuerto y regresaremos a Forks- me dijo sonriendo.

-ok- le dije rindiéndome-Pero prométeme que no vere a…Edward- le dije

-No lo haras- me dijo-No dejare que te lastime de nuevo- prometió, trato de hacerme bajar de nuevo a la fiesta pero me negué, asi que el bajo un rato y prometió volver, le dije que no habia problema que disfrutara, eran sus amistades y yo era una extraña prácticamente. Busque mi ropa para ver si se habia secado, pero no la veía por ningun lado, abri el armario y encontré mucha ropa de mi talla, en un lugar mi ropa de la mañana estaba perfectamente seca y doblada. Cogi una pijama de color rosa, de pantalón y camiseta, además de un sweater, hacia frio. Me cambie y entre en la cama, prendi el televiso, no habia nada interesante que ver, en la mesita de noche estaba mi celular, lo tome y encendí, si Edward habia llamado a casa es probable que mamá estuviera muerta de la angustia, Lo encdendi, enseguida apareció el registro de llamadas, 47 llamadas perdidas de Edward, 15 llamadas de mamá, tenia 30 mensajes también de Edward, marque el numero de casa, aquí eran las 8 de la noche haya serian las 2 de la tarde.

-¿diga?- contesto mamá con voz nasal, de seguro estaba llorando

-Mami- le dije

-Bella, hija por dios ¿Dónde estas?-me dijo angustiada, me sentí mal por hacerles pasar un mal rato.-¿estas bien?

-Tranquila mami- le dije respirando- Estoy con un amigo.

-De ¿Qué hablas?, ¿Qué amigo?- me pregunto sonando molesta.

-Lucas- le dije-Ya te habia platicado de el- le dije

-Deberias estar con tu hermano, en casa de tu abuelo- me dijo- Edward no ha dejado de llamar para saber algo de ti, me dijo que no le contestas las llamadas-

-No me menciones a Edward- le dije molesta.

-Bella ¿Qué paso?- me dijo

-No te lo dire por teléfono, volverá a casa pasado mañana- le dije

-¿Dónde estas? ¿Sigues en Londres?- me dijo alarmada-¿Con quien te estas quedando?

-Mami tranquila, estoy con lucas y su familia, si sigo en Londres, pero no pude conseguir vuelo de regreso para hoy, asi que saldré pasado mañana.

-Nada de pasado mañana jovencita- me grito-Tomas tus cosas y dame la dirección de donde estas, ahora mismo le llamo a tu hermano para que vaya por ti- me dijo.

-No quiero ver a Edward- le grite,-Regresare a casa pasado mañana, y punto, solo te llame para que no te preocuparas- le dije

-Bella, estas loca o que, quiero que vayas con tus abuelos en este instante.

-no madre, no lo hare, me quedare con Lucas, ¿No te dijo Edward por que me fui?- le dije molesta

-me dijo que tuvieron un malentendido- dijo suspirando-Cariño el esta muy preocupado, nosotros igual, no conoces Londres, te podrías perder-

-Estoy bien madre, Lucas es una buena persona, me trajo a su casa con sus padres y ellos son muy amables- le dije

-¿Puedo hablar con el?- me dijo mas tranquila

-Ahora no puede madre, están en una reunión, yo estoy en la habitación de huéspedes por que estoy un poco cansada- le dije

Ella rio molesta-Toma tus cosas y ve con tu hermano- dijo

-Ya te dije que no lo hare, nos vemos pasado mañana en casa, les llamare para vayan por mi al aeropuerto, Te quiero feliz noche buena- le dije apunto de colgar.

-no me cuelgues jovencita- dijo esta vez papá muy molesto.

Bufe- Papi ya le dije a mami que…-

-Me importa un comino lo que paso entre tu hermano y tu, quiero que en este segundo tomes tus cosas, y salgas de donde sea que estés, cojas un taxi y vayas con tus abuelos- me grito

-Feliz noche buena papá- le dije y colgué el teléfono, estaba muy molesto, mañana les llamaría de nuevo, deje el celular en la cómoda, no deja de sonar y probablemente no lo hiciera en toda la noche, bufe y apague el televisor, me acomode en la cama y aplaudí para que las luces se apagaran. No se en qué momento me quede dormida.

-Anda dormilona despierta- sentí a alguien mover mi hombro. Con pesadez abri los ojos, para encontrar a Lucas, su padre y madre, parados alrededor de mi cama.

-Feliz navidad, hermosa- dijo el sentándose en la cama para abrazarme.

-Feliz navidad bella- me dijo tímidamente el Señor Masen. Elizabeth me abrazo como lo hacía mamá.

-Feliz navidad- les dije cuando me soltaron.

-Tus padres llamaron- me dijo Elizabeth, mi rostro debía mostrar pánico porque ella enseguida tomo mis mano-Les dije que estas bien, y que volverás a casa a salvo mañana-

-lament darles problemas- les dije

-no cielito, no te pongas triste- dijo el señor Masen sentándose en la cama también- Es hora de abrir regalos- me dijo como si se lo dijera a una bebé, pensé en vane, esta debía ser su primera navidad con nosotros y en lugar de eso la deje sola. Lucas me cargo como a una bebé a pesar de mis remilgos, sus padres solo rieron, la verdad no sabia que esperar, no era necesaria mi presencia para que ellos se dieran sus regalos.

-Este es para ti- dijo Elizabeth cuando lucas me dejo en el suelo a un lado del árbol de navidad.

-Dios no- le dije-yo no tengo nada que darles- les dije avergonzada, ¿Cómo habían comprado regalos para mi?.

-tonterías bella, es para ti y lo aceptaras sin protestas- dijo el señor Masen muy serio, yo rei y tome el regalo que me extendía Elizabeth.

-ábrelo- me animo Lucas. Era una pequeña caja cuadrada que contenía un hermoso collar de perlas.

-Es hermoso, pero no puedo aceptarlo- si estaba en lo cierto esta perlas eran autenticas y valían una fortuna.

-Eran de mi Abuela- dijo Lucas- No gastamos nada, asi que no puedes poner peros-

-Aun asi, es demasiado- le dije, los tres se miraron entre si y sonrieron.

-Nada de eso bella, aceptalas por favor, nos harías muy feliz- me dijo Elizabeth, como negarle algo a ese mujer con rostro de angel. Asentí y ella aplaudió, ellos abrieron sus regalos, cada uno por separado, eran cosas caras, corbatas y un reloj para el señor Masen, La señora Elizabeth recibió un hermoso collar en forma de corazón, y libros, al parecer le encantaba leer, Lucas recibió un auto nuevo, si un auto, salimos hacia el patio para verlo, era un deportivo rojo sangre, era espectacular, asientos de piel, en color negro, automático, estéreo de ultima generación.

-wow, ¿Cómo lo llevaras a Forks?- le dije y el rio.

-Ya pensara en algo- me dijo riendo, entramos en la casa, yo subi a ducharme y cambiarme, me puse unos jeans, sweater color rosa, junto con un gorro, la señora Masen me dijo que podía usar lo que quisiera. Desayunamos en el comedor, tostadas y jugo, luego salimos al patio a jugar con nieve, Lucas y su padre nos atacaron con bolas de nieve, mientras la señora Masen y yo corríamos despavoridas.

-Tramposo- le grite y el corrió de tras de mi, me alcanzo y me cargo sobre su hombro, parecíamos una gran familia, por un momento desee estar en casa, desee que todo hubiera sido diferente, que Edward y yo hubiéramos podido ser solo hermanos, probablemente seriamos una familia hermosa como los Masen.

-Niños a dentro- dijo Elizabeth sonriendo abrazada de su esposo. –Veremos películas, hasta que llegue tu abuelo- le dijo a Lucas.

-¿tu abuelo?- le pregunte.

-Ya lo conocerás, vive en las afueras de la ciudad, pero es igual a papá- me dijo abrazándome para entrar a la casa, nos sentamos en la sala, y vimos muchas películas, cerca de las 8 el timbre sonó y por la puerta entro un señor vestido con traje, me sentí ordinaria, el lucia muy elegante y yo estaba con jeans y un gorro de lana, todo era de diseñador pero aun asi.

-¿Quién eres?- preguntó el señor después de abrazar a Lucas y mirarme.

-abuelo no seas descortés- le dijo- Ella es Bella- el señor sonrió y se acerco a abrazarme

-Disculpa a este viejo, por ser tan distraído pequeña- me dijo besando mi mejilla-Eres exactamente a como Lucas te describió- me dijo logrando un sonrojo de mi parte, el soltó una carcajada.

-Abuelo, me avergüenzas- le dijo Lucas.

-Vamos, vamos, Tu no eres de los que sienten pena- le dijo abrazándolo de nuevo, entramos en el comedor de nuevo, y cenamos como si fuéramos una gran familia, el abuelo de Lucas me hizo prometerle que volvería algún dia para visitar su casa, empezó a llamarme nieta, yo le sonreí. La velada paso entre bromas y anécdotas de cuando lucas era pequeño, me preguntaron de mi familia y se mostraron muy interesados cuando les dije que tenia un hermano, vi emoción en el rostro de Elizabeth y el señor Masen.

-Es tarde, bella debe descansar el vuelo sale a las 8- me dijo Lucas sonriendo.

-¿mañana te vas?- pregunto el abuelo de Lucas-Quédate unos días mas-

-Me encantaría pero no puedo- le dije sonriendo en un gesto de disculpa.

-En otra ocasión será, ya lo prometiste- me dijo guiñándome un ojo, Lucas me acompaño a mi habitación, mi celular sonaba.

-¿contestaras?- me pregunto con una ceja levantada.

-Se cansara de llamar- le dije quitándome las botas que traía.

-Descansa mañana saldremos muy temprano- me dio besando mi frente

-Gracias Lucas, Gracias por todo- le dije abrazándolo, el se había portado muy bien, el beso mi frente y dejo su rostro muy cerca del mio, me acerque a sus labios pero el me detuvo.

-No te veo de esa manera bella- me dijo apartándome gentilmente, me sentí tonta, nadie podía quererme- ahora estas confundida, eres hermosa, pero yo te veo como una hermana- me dijo besando mi frente- Descansa- dijo antes de levantarse y salir por la puerta. Me cambie de ropa y me meti en la cama, habia pasado tantas cosas, tal vez sino hubiera venido a Londres no estaría sufriendo, pero viviría siendo una tonta. Esa noche tampoco Dormi.

-Te veré en unos días- le dijo Elizabeth a Lucas besándolo en la frente.

-Cuida a bella y a tu madre cuando llegue- le dijo su padre abrazándolo.

-Cuídate cielo- me dijo Elizabeth abrazándome, el Señor Masen me sonrió, al igual que el abuelo de Lucas, “Don Antonio”

-Gracias por todo- les dije abrazando a cada uno. Bese la mejilla de cada uno y les sonreí, Lucas entro conmigo en el avión, cuando nos sentamos le repetí lo mismo que en su casa.

-No tienes que viajar conmigo- le dije

-Quiero hacerlo, no les hará daño pasar año nuevo sin mi- me dijo acariciando mi mejilla, el sonrió y se puso los audífonos de su Ipod, yo hice lo mismo, me recosté en el asiento y cerre los ojos, me voltee para que lucas no me viera, pero era imposible que no escuchara mi llanto, sabia que quería darme mi espacio, agradeci a dios por haberlo encontrado, era un gran amigo, ahora iba rumbo a casa, de donde nunca debí salir.

Olvidaría todo lo que paso, todo lo que vivimos, porque si él no le importo, ¿Por qué a mi si?

Mi celular sonó de nuevo. Edward calling rezaba en la pantalla, lo tome y apague, lo primero que haría llegando a casa seria cambiar mi numero, borraría todo recuerdo de que alguna vez Edward fue algo más que un hermano para mi.


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ORACION A MI SEXY VAMPIRITO

Edward de mi guarda
De mi sexy compañia
Bebete mi sangre
De noche y de Dia
Hasta que caiga en tus brazos
Y sea tu marca de heroina