Capitulo 7
Isabella
—Hola,
¿puedes recogerme a las dos? —Coloco el teléfono entre mi oreja y mi hombro
mientras cuento el efectivo y lo pongo en la caja—. Ash no vino. Su bebé está
enfermo, y no tengo quien me lleve.
—Sí,
sí —dice Jacob—. Por supuesto. Estaré allí.
Después
de nuestra última pelea, las cosas progresaron exactamente como lo predije.
Llegó borracho y relajado a casa, se metió en la cama, y nos acurrucamos. Las
cosas casi han vuelto a la normalidad, o lo que es nuestra normalidad, en
cualquiera caso, lo suficiente como para que no me importara cuando trató de
llevarme a la ducha esta mañana. Sin embargo, cuando entramos a nuestro baño,
descubrimos que su padre había arrancado el lavamanos y había comenzado a
arrancar las baldosas de la ducha, nuestro baño era lo siguiente en su lista de
renovación. ¿Cómo habíamos dormido con todo eso? ¿Y a qué hora se levantó esta
mañana?
—Terminaré
a las dos —repito, cerrando la caja registradora.
—Sí,
lo tengo. Te amo.
—También
te amo —respondo y cuelgo.
Edward
ha estado trabajando en mi auto, y en un esfuerzo por suavizar las cosas, estoy
segura que Jacob realmente ayudó hoy. Sin embargo, no estoy segura cómo voy a pagarle
a su papá, porque sé que está gastando dinero, a pesar que actúa como si compró
el nuevo tubo de escape a buen precio o simplemente tenía esas llantas nuevas
guardadas. He estado tratando de ir más allá en la casa, haciendo cosas como
preparar el desayuno para todos esta mañana y limpiar debajo de los cojines del
sofá. Incluso planté algunas flores en el patio trasero, alrededor del borde,
para la estética, lo que Edward aceptó siempre y cuando no lleve flores a la
casa. Me río, pensando en lo gruñón que puede ser a veces. Es bastante
gracioso.
Horas
más tarde, exhausta y con los pies adoloridos, no puedo esperar para regresar a
casa. A casa y a la cama. Estoy tan cansada.