Capitulo 8
Isabella
Empezamos
a caminar con la cabeza gacha para protegernos del viento y del frío. Después
de avanzar un poco, tenía los pies mojados, y empecé a tiritar de nuevo. Edward
me rodeó los hombros con un brazo, y permití que me apretara contra su cuerpo.
En el momento en que llegamos a Dennville, había dejado de nevar. Tenía los
pies todavía húmedos, pero había entrado en calor al moverme y gracias a la
calidez que desprendía el cuerpo de Edward.
—Tengo
que llamar al hospital para asegurarme de que Alice está allí con mi madre
—dije. Había un teléfono público en la pared de la antigua oficina de correos,
una reminiscencia del pasado en los tiempos que corrían. Pero arriba en la
montaña no había buena cobertura para los móviles, y muchas personas no tenían
teléfono fijo. En cuanto a nosotras, tampoco nos lo podíamos permitir. Edward
asintió y me acompañó a la pequeña cabina, donde busqué en la guía telefónica
el número del hospital al que Marlo llevaría a nuestra madre, un centro donde
aceptarían Medicaid. Saqué cincuenta centavos del bolsillo. Unos minutos
después me confirmaban que mi madre estaba siendo atendida y avisaban a Marlo
para que se pusiera al teléfono.
—Hola,
Bella. Lo siento mucho. Estaba vigilándome. Se escapó mientras me duchaba. ¿Vas
camino de casa?